De excusas extravagantes por infracciones de tráfico

En España el espíritu de la picaresca está vigente, ya que frente a la actuación de la Guardia civil de tráfico, buena parte de los conductores busca excusas peregrinas y si consiguen librarse de la sanción suelen pavonearse orgullosos de su habilidad.

Viene al caso por el reciente incidente de una mujer portuguesa que fue detenida ayer en la provincia de Huelva tras conducir en algunos puntos a 200 kilómetros por hora, en dirección contraria por la autopista y provocando tres accidentes de tráfico. Aunque resulta difícilmente imaginable la justificación de tal conducta, a buen seguro que un abogado hábil se sacará de la chistera algún trastorno mental transitorio o una razón extravagante para reforzar ese comodín que es la presunción de inocencia.

Y es que Sevach conoce un Guardia civil que ha ido anotando en los últimos cinco años las excusas que la gente le ofrece cuando les detiene para multarlos por haber excedido el límite máximo de velocidad en carretera. Su lista muestra «perlas»como las siguientes:

• No me di cuenta.
• Me di cuenta, pero al y al cabo, no había peligro para nadie.
• Los demás iban mas rápido, pues me adelantaban.
• Debo tener el cuentakilómetros estropeado.
• Deben tener ustedes su cinemómetro estropeado.
• No sé porqué no me ha funcionado el detector de radar.
• Iba rápidamente para avisarles de un conductor temerario.
• Vengo de una boda.
• Voy a un funeral.
• Estoy de vacaciones.
• Necesitaba llegar a un lavabo de un área de descanso.
• Necesitaba aumentar la inercia del coche pues me estaba quedando sin gasolina.
• La radio me distraía.
• No llueve y hace sol, ¿por qué tengo que ir despacio?.
• Se me atascó el pie en el pedal del acelerador.
• Estaba distraído por una enfermedad de un familiar.
• Estaba distraído hablando por el móvil.
• Estaba probando el coche nuevo.
• Si iba a mas velocidad es que algo le hicieron al coche en el taller.
• Si fuera cierto que iba a esa velocidad, jamás me habrían alcanzado.
• Pensaba que en festivo los límites de velocidad se ampliaban.
• Creía que las señales de velocidad no eran prohibitivas sino informativas.
• Creía que la señal indicativa de velocidad avisaba de cuando se terminaba la prohibición y no cuando empezaba.
• No pude ver la señal prohibitiva porque un camión aparcado lo impedía.
• Creía que al entrar en la Unión Europea el límite máximo de velocidad no era en kilómetros sino en millas.
• No pueden multarme otra vez, porque un compañero suyo me puso otra multa unos kilómetros atrás.
• Lo de la velocidad es relativo, ya saben.
• ¿Creen que multarme va a mejorar las estadísticas de muertes por tráfico?
• Ustedes hacen bien su trabajo pero conmigo se equivocan.
• No podía suponer que ustedes (la policía) estarían ahí.