Sobre los empleados públicos

El día después del fin de la huelga en la justicia española

El día después del fin de la huelga en la justicia español

Después de la tormenta viene la calma, y después de la guerra hay que recoger los heridos, sanar las cicatrices y mirar hacia delante. El fin de la dilatadísima huelga de los funcionarios de la Administración de Justicia española (9.000 funcionarios en huelga, miles de procedimientos aplazados, etc) es una buena noticia para los funcionarios, abogados, procuradores pero sobre todo, para la ciudadanía en general, que no debe ver cerradas las puertas del servicio público en que deposita su confianza para atajar con paz social y legitimidad los graves problemas jurídicos que se agazapan tras los intereses vitales de la sociedad.

    1. La situación planteada, en su génesis y desenlace, recuerda a los tercios de Flandes, infantería española, que en Abril de 1574 se amotinaron y negaron a seguir guerreando si no se les abonaba la paga, y cuando el jefe les envió un jesuita para sermonearles apelando al servicio al Rey, le contestaron: «Haga vuesa merced que nos paguen de contado y después oiremos muy atentos vuestro sermón. Estamos ya cansados de palabras y, si pudiera ponerse en una balanza de sangre que hemos vertido por el rey en otra la plata que nos debe, con ser esta mucha, de cierto iba a pesar más la otra. No se trata de cuita de hacienda sino de dignidad de caballeros que ofensivo resulta que otros tercios cobren mayor soldada por servir al mismo rey«. El gobernador de los Países Bajos, Luis de Requésens, les prometió bizcochos y dos ducados más de paga mensual, a cambio de hacer mayores guardias nocturnas, pero los tercios se mantuvieron unidos en sus trece, hasta que aquél consiguió el dinero cincuenta días después y entonces los tercios regresaron a la lucha.

    2. Volviendo al presente, Sevach únicamente se hace cuatro preguntas, cuya respuesta como decía Bob Dylan, está en el viento:

      a) ¿Por qué no se hizo la propuesta ministerial desde un primer momento?. ¿Se subestimó la fuerza de la razón de los huelguistas o se sobreestimó el poder arrollador de la patronal?. Salvando las patentes distancias, la resistencia del todopoderoso Estados Unidos en Vietnam fue fruto de la soberbia mal entendida o de una estrategia errónea. La guerra finalizaría pero con enormes secuelas por no acometer una pronta y digna retirada.

      b) ¿Cómo se va a recuperar la justicia?. Es algo así como si finalizase la huelga de los controladores aéreos y los miles de pasajeros con sus maletas, que atiborran el aeropuerto, confían en llegar a destino de forma rápida y cómoda. El problema es que, en el tráfico aéreo, como en la Justicia, son limitados los «aviones» (el número de juzgados y tribunales son los que son), la capacidad de los «pilotos» es humana (los jueces no son héroes que puedan trabajar día y noche, salvo que se incorporen otros jueces), y también limitadas las «franjas horarias de espacio aéreo» (el tiempo y zona de vuelo ha de estar armonizado pues la congestión hace correr riesgos graves).

      c) ¿Podrían los damnificados por la huelga exigir responsabilidad patrimonial a la Administración de Justicia por el tardío y dañoso desenlace del conflicto?.

      d) ¿Servirá la huelga de chivo expiatorio en que los abogados o los jueces puedan residenciar la responsabilidad por la demora o la cuestionable factura de las futuras sentencias?.

    3. Hay que pasar página al episodio y arrimar el hombro. En fin, gracias a la responsabilidad de funcionarios, abogados, procuradores y jueces, conseguirá salir de la encrucijada, pero la buena voluntad se detiene a las puertas de lo imposible.

0 comments on “El día después del fin de la huelga en la justicia española

  1. William H. Rehnquist

    Amigo Sevach, como siempre son de agredecer tus comentarios, una notable e inusual combinación de saber jurídico, histórico salpicadas de con un finísimo e infrecuente sentido del humor, aunque en temas como el presente este último deba de arrinconarse un poco por lo serio del asunto.
    Dos puntualizaciones:
    1) Respecto al primer párrafo de tu comentario, en la que haces referencia al motín del ejército de Flandes, no deja de ser curioso que el rey Felipe II designase precisamente en ese año de 1574 al moderado Requesens (en quien tanto confiaba hasta el punto de haberle designado varias veces como presencia tutelar de don Juan de Austria) para sustituir a la línea dura e intransigente representada por el duque de Alba, lo que nos daría un curioso contraste con la situación presente, donde más bien ha sido la línea dura ministerial la que ha sustituído a la moderación.
    Respecto a los interrogantes que te planteas, únicamente me aventuro a dar las siguientes posibles respuestas a los interrogantes planteados en las letras C) y D). Me aventuro a dar una respuesta meramente jurídica (consideraciones sociales o personales aparte) que, obviamente someto a cualquier otra consideración fundada en derecho. Respecto a los jueces, la cuestión es meridianamente clara y ninguna responsabilidad les alcanza en este conflicto (evidentemente que ellos no tienen culpa alguna del retraso ocasionado, pues el mismo no obedece a su voluntad ni a su actuación u omisión -magistrados, jueces y fiscales no estaban convocados a la huelga-), pero en el caso del ciudadano afectado creo que con amparo en el artículo 121 de la Constitución y 292.1 y 293.2 de la LOPJ es evidente e indudable que puede solicitar la responsabilidad patrimonial del Estado por funcionamiento anormal de la Administración de Justicia, pues ha sido vulnerado un derecho fundamental (derecho a un proceso sin dilaciones indebidas) y que debe ser objeto de reparación. Cosa distinta, y más problemática en este caso, sería la aplicación del artículo 145.2 de la Ley 30/1992 (exigencia de oficio al funcionario responsable una vez indemnizado el particular), al estar los funcionarios ejercitando igualmente un derecho constitucional. Creo que en este supuesto existió la colisión de dos derechos constitucionales, igualmente legítimos (el de los huelguistas y el de los ciudadanos usuarios del servicio público de Administración de Justicia) y que, en una valoración ponderada, aunque no fuese más que por los intereses cuantitativos representados por ambas partes, prevalecería el de los justiciables. Evidentemente que creo tal perjuicio será resarcible a través de la oportuna indemnización.

  2. Soy funcionario de un Juzgado en Salamanca. Si algo gustoso he sacado de esta huelga es haber descubierto este blog. Sabes tratar muy bien los temas y tocas los puntos clave. Se engrandece con los comentarios y dice mucho de las personas que leen este blog. Desde el nuestro http://huelgajusticiasalamanca.blogspot.com/ se le ha intentado dar la máxima publicidad; ya que lo merece. El análisis de la huelga que has hecho a lo largo de los comentarios que nos has dedicado los comparto. Recalco el punto 3 : Ahora toca a todos arrimar el hombro. Me temo que los problemas van a ser muchos y que se irán solucionando lentamente, como hasta ahora a ido la Justicia. Luego habrá que abordar una profunda reforma de la misma. Un abrazo.

  3. luis calvo

    Estimado Sevach, no sé si me he levantado pesimista esta mañana, pero tus bellas palabras que reproduzco «para la ciudadanía en general, que no debe ver cerradas las puertas del servicio público en que deposita su confianza para atajar con paz social y legitimidad los graves problemas jurídicos que se agazapan tras los intereses vitales de la sociedad» me han parecido algo totalmente imposibles. No creo que nadie en su sano juicio confíe en la justicia, yo desde luego no creo en ella. Sinceramente, es en lo último en lo que creo y tengo confianza. Otra cosa es que, aunque cada vez hay más desesperados, consigamos mantener el control y no nos liemos la manta a la cabeza aún cuando las provocaciones sean eternas. Pero ¿cuánto tiempo conseguiremos mantener el control? Porque la clave está ahí, en el tiempo. Es lo más importante, auque Einstein haya demostrado que «el tiempo» es una variable relativa, en realidad el tiempo lo es todo.
    Y la Justicia en España no se hace a tiempo, sino mucho después, puede que la justicia llegue mientras estemos vivos, pero es seguro que en el camino de la justicia habrá muerto el padre, la madre, el amigo o el hermano, que no podrá ver el éxito judicial de su hijo o amigo y tal vez se muera con esa pena.
    Por eso si uno echa cuentas, interesa más delinquir, al paso que va la justicia, tienes años y años para eliminar las pruebas, para que se mueran los testigos o para que toque un cáncer o un Alzheimer, de modo que aún cuando se te pueda probar algo, ya estarás gagá y ahí te las den todas.
    Por eso, el personaje del que más me estoy acordando estos días y al que prefiero como modelo es el del Conde de Montecristo, realmente comprendo su espíritu y hoy, concretamente, me siento mucho más cerca de él que de ningún juez.
    En cuanto al otro aspecto que ha respondido William H. Rehnquist, la responsabilidad patrimonial, pues espero que así sea y que quien tenga la ocasión «saque» la oportuna indemnización, sin ningún miramiento y sin contemplaciones, a la Administración de Justicia, siguiendo el ejemplar modo de actuar de nuestros amigos funcionarios de justicia triunfadores en esta huelga.
    Lo ideal sería, no obstante, que quien tuviera que rascarse el bolsillo y pagara las indemnizaciones fuera el desafortunado ministro Bermejo, lo cual significaría-claro- que ya habríamos llegado al cielo.

  4. Sevach

    Pues, amigo Luis, me reafirmo en los términos exactos de lo que digo en el post, en cuanto a que la sociedad «deposita su confianza en la justicia, como servicio público esencial», pero cosa muy diferente es que esa justicia podrá ser lenta o insatisfactoria, pero no por culpa de los jueces, sino porque las leyes «procesales» y «sustantivas» dan ese resultado.
    El juez aplica la Ley, luego cúlpese al legislador, y en su caso a quienes votamos a quien aprueba las leyes. Además el juez aplica la Ley con los medios materiales y personales que le brinda el ministerio, de forma que si hay pocos jueces o escasez de medios, cúlpese a la «Administración» de Justicia.
    Es cierto que los jueces, como los médicos, arquitectos, panaderos u otros profesionales, los hay buenos y malos, diligentes y negligentes, conservadores progresivas, discretos y estruendosos…De todo, pero mi personal diagnóstico consiste en que la inmensa mayoría de jueces son extremadamente celosos de su «independencia» ( que con los tiempos que corren ya es mucho, máxime cuando lo fácil es atacar al mensajero ante una sentencia desestimatoria); además cumplidores de su trabajo ( ni horario ni fecha en el calendario), y además «creen» en la justicia.
    Cosa diferente, insisto es que el resultado sea la justicia ideal, y no lo es, pero no se puede culpar al juez; y ello, al igual que al mejor cura del mundo no se le puede tildar de incapaz por seguir el ritual que impone el Vaticano; personalmente preferiría juicios a la americana, rápidos, flexibles, con amplio margen de libertad e iniciativa del juez y reducida vía de recursos. Y los preferiría tanto fuere juez, justiciable, abogado o testigo. Porque pienso, y algún día lo trataré en extenso en un post, que si hay un problema jurídico de fondo, y otro añadido con las formas ( mas allá de la audiencia sustancial) pues tendríamos dos problemas. Saludos, y gracias por la colaboración.

  5. luis calvo

    Gracias por responderme, Sevach, supongo que habrás tomado mi diatriba contra la eficacia de la justicia como una invectiva contra los jueces, por el párrafo en que decía que prefería el modelo de Montecristo en lugar del de ningún juez, pero veo que realmente no he calculado bien el efecto de mis palabras.
    Estoy culpando, desde luego, al funcionamiento de la justicia, pero sé de sobra que es como tú dices: los legisladores que nosotros mismos votamos, y los deficientes medios puestos a la disposición de la justicia, y no culpo a los jueces, por supuesto.
    Espero con expectación y mucho interés tu próximo post sobre el problema jurídico de fondo que afecta a la justicia, porque realmente esta justicia que padecemos, necesita un cambio grande. Gracias.

  6. Soy de la opinión de que la culpa del lamentable estado de la justicia en España es de los legisladores y de los gobiernos. Son los legisladores los que, por ejemplo, han diseñado un sistema penal que convierte a las víctimas y a sus familiares en doblemente víctimas: por razón del delito sufrido a manos del delincuente, y por razón de castigos sumamente benévolos para los victimarios. Son los legisladores los que han convertido al CGPJ en un órgano politizado hasta las trancas. Estos dos asuntos: la benevolencia de los políticos españoles con el crimen, y la politización extrema del CGPJ, suelen dar el mayor número de escándalos que saltan a los medios de comunicación.

    Por parte de los gobiernos, son los culpables de que cualquier dependencia administrativa, esté más dotada de medios materiales y personales que el mejor de los juzgados españoles. Son los gestores de la administración de la Administración de Justicia a los que hay que exigir responsabilidades por poner a la Justicia en el último lugar de sus preocupaciones.

    El personal al servicio de la Administración de Justicia también tiene su parte de culpa, pero están muy por debajo de legisladores y gobernantes.

  7. Montse Grao

    Estimado Sevach, llevo leyéndole pocos días, gracias a la página de funcionarios de justicia, que publica sus crónicas y tiene su enlace.
    Esta noche me atrevo a opinar sobre el meollo de la cuestión de este post, aunque no he sido funcionaria huelguista estos dos últimos meses, y eso que llevo ya muchas huelgas en mi haber, por fortuna no tan largas.
    Soy funcionaria de tramitación de una comunidad recien transferida, Aragón, que al contrario que Cantabria, todavía estamos negociando estas famosas subidas de «igual trabajo, igual salario»

    Le diré algo que quizá desconozca; a nosotros no nos interesa el salario de la Comunidad Autónoma; de sobras es sabido que hay comunidades ricas (las llamadas históricas –aunque más histórica que la nuestra…—) y comunidades pobres (todas las demás).
    Como Aragón es pobre, si optáramos por el salario de los funcionarios de la DGA, a la larga perderíamos dinero y evidentemente, eso no lo queremos.
    Los funcionarios de Justica, transferidos o no, somos cuerpos nacionales. Al contrario que otros colectivos no hemos perdido esa condición con las transferencias, y como tal, hartos ya de ver desde hace unos años, como vascos, canarios, navaros, catalanes, andaluces y últimamente la Comunidad de Madrid, nos superan el salario en una media de 198 euros,
    Navarra y el País Vasco muchos más; desde mediados de 2007 pusimos en marcha una maquinaria reivindicativa absolutamente lícita, que nosotros tuvimos que abandonar por imperativo legal.

    Quería hacer estra introducción, para que, no usted amigo Sevach, (permítame la confianza) sino los lectores que puedan deparar en este comentario, sepan un poco más de qué va la historia.
    Y una vez dicho esto, iré al grano sobre la exposición del post.

    Como funcionaria de extraradio, me siento cuasisatisfecha del resultado de esta huelga, tan disparatada y absurda, como disparatado y absurdo ha sido el Sr. Bermejo, ninguneando a los huelguistas hasta creer que por sí mismos y por puro cansancio, se rendirían y «aquí paz y después glora». Y hete aquí que mis compañeros (y se me llegana la boca cuando les llamo «compañeros»), han conseguido con su tesón y su aguante, 190 euros que no está nada mal, si nos atenemos a que la petición era de 200 euros.

    Un amigo me decía esta tarde, que no se cree que el Ministro no se vaya a cobrar este pago con horas y más horas. Enseguida he respondido que eso es imposible, a no ser que cada juez señale 30 juicios diarios y dicte sus correspondientes sentencias. Su ignoracia (normal en este caso), me contrariaba, pensando que sólo los funcionarios podrían salir de este gran atasco.

    Posiblemente sea esta la opinión general de los ciudadanos de a pie, pero los que estamos trabajando en el aparato judicial, sabemos que
    sólo antes del 2001 se podía hacer esto en la jurisdicción civil (se hacía, ilegalmente pero se hacía), pero hoy en día, cada expediente tiene su juicio, sus pruebas, sus sentencias y su ejecución, y si el Juez (que no está siempre que debiera) y el Secretario (este tampoco está siempre), no celebran todos los juicios, el papel no sale, y el atasco se multiplica.

    Me sorprende pues, la cara dura de este Ministro cuando habla de 3 meses para poner al día los juzgados en huelga, prorrogables por otros 3, como si en vez de Fiscal, fuera fontanero y desconociera completamente lo que es un procedimiento judicial.

    Ignoro cómo se las arreglarán para sacar el trabajo retrasado, si no intervienen jueces y fiscales, y por ende los secretarios judiciales, que aunque sólo sea para dar fe, son muchas las fes que tendrán que dar al día.

    La ignorancia del Ministro, de los políticos en general, va mucho más allá, al desconocer que no lleva el mismo retraso un juzgado de Burgos, que uno de Toledo. Ignoro cómo van estos juzgados, pero presiento que Burgos, como Zaragoza, Albacete, Granada o Valencia, por poner claros ejemplos, son ciudades de tradición opositora, por lo tanto, hay tanto funcionario en cola para llegar a estos destinos «su casa», que cuando lo consiguen, llevan ya varios años de experiencia, y eso hace que la tramitación sea mucho más rápida que en otros lugares que son destinos primerizos, para casi todos los integrantes de un Juzgado.

    Y para terminar diré, que esta caótica y obsoleta administración de justicia, esta escasez de medios tan evidente, a veces, lejos de hacernos desidiosos y pasotas, nos hace reinventarnos cada día para poder seguir adelante.

    No, el personal al servicio de la Administración de Justicia, no tiene en general, culpa ni siquiera de que a las sentencias les sobren 10 fundamentos jurídicos, como tampoco tienen culpa los funcionarios cubanos que trabajan en PARTAGAS, en estar sentados en un viejo pupitre haciendo puros habanos manualmente mientros un «lector» les cuenta una historia desde un atril.

    Gracias, por sus exposiciones, y gracias por dejarnos comentar.

  8. Sevach

    Montse: Te agradezco tu certero diagnóstico, que pone el dedo en la llaga, elimina la cortina de humo que se pretende tender mediáticamente sobre la huelga y, sobre todo, muy didáctico al decir grandes cosas con palabra sencillas y frescas.

  9. Sufridor

    Estimados todos: ¡Por fin acabó la huelga!. Sin embargo esta exclamación, tras leer periódicos y, ahora, los comentarios que preceden, está llena de pesimismo y decepción. Digo ésto porque creo que no vaya a servir «nada más» que para que los funcionarios -merecidamente- cuasiequiparen sus salarios a los transferidos en gestión.
    El otro día, tratando el tema de la huelga, surgió una chispita de ilusión, comentando el Blog de Sevach. Se hablaba de inconformismo, de no resignación, de revolución,… Pero lo cierto es que tras esta huelga, todo seguirá igual, como siempre. Nunca pasa nada. Para mi, perdónenme, lo de la responsabilidad patrimonial estaría bien, pero es casi como tratar del sexo de los ángeles, máxime cuando habrían de ser éstos quienes lo «autodeterminasen».
    Lo importante aquí y ahora es que la Justicia -y todos los en ella intervinientes- debieramos de ponernos manos a la obra para mejorarla en todos los aspectos. Pero eso es una quimera. Es cierto que no hay ni un sistema ideal ni una fórmula mágica que nos contente a todos, partiendo de la simple cuestión de que en un proceso siempre habrá vencedor y vencido. Pero ésto es cuestión puramente material. La Justicia no es buena en función de que nos de o quite la razón. La Justicia es buena si no hay errores, si es rápida y es eficaz y para ello todos, sin excepción, debemos poner los medios. Y aquí es donde llegamos ante un límite infranqueable: los políticos que nos gobieran y legislan, pues como autores de las leyes son quienes tienen la solución en sus manos, pero otra cosa es que les interese solucionarlo, cosa que yo no creo en absoluto, pues la independencia que se precisa lo impide.
    Ahora entenderán Vds. mi pesimismo…

  10. Montse Grao

    Gracias Sevach, pero meter el dedo en la llaga no es suficiente, ¡ojalá muchos de nosotros, funcionarios mecnógrafos, pudiéramos ser escuchados alguna vez! Pasa que cuando reforman algo, sean leyes, o despachos, nunca nos tienen en cuenta, y puedo asegurar que la experiencia da para mucho a la hora de decidir cómo se monta una oficina para que podamos trabajar en condiciones y el sufrido ciudadano no tenga que retirar una grapadora de la silla para poder sentarse, o qué clase de material necesitamos, o si es necesario esto o lo otro. Con esas minucias que no son reformas de leyes, ya avanzaríamos muchisimo.

    Sufridor, esta huelga ha servido de mucho más de lo que imaginas. Pasará a la historia y con ella, el malhacer de un prepotente.

    Buenas tardes.

  11. Sufridor

    Ya lo veremos Montse, ya lo veremos… sin ir más lejos cuando en breve confirmen en su puesto al prepotente.

  12. Montse Grao

    Sufridor, la historia no se hace en un día, y este señor tendrá su puesto donde le corresponde. Lo de señor, es porque me educaron bien.

    Buenas noches.

  13. funcionaria en huelga en Asturias

    gracias a todos los que nos han mostrado su solidaridad en estos dos largos meses de huelga y lucha diaria por hacernos oir. Al final se ha acabado la huelga. Creo que hemos ganado mucho: en principio un montón de nuevos amigos-compañeros que no conocíamos y que en los largos días de colas, manifestaciones, asambleas, reivindicaciones….nos hemos ido encontrando; despúes nos hemos ganado el respeto de muchos compañeros de otras Administraciones y de otras muchas personas que nos han mostrado su solidaridad en prensa, comunicados y sencillamente con un apretón de manos en la calle; hemos ganado también el que se conozca un poco de este desastre en que hace tiempo se va dejando a la Administración de Justicia. Es inconcebible que los funcionarios dispongamos de bolígrafos que cuestan 3 céntimos¡ y que, claro, a la mínima dejan de escribir; es inconcebible que los ordenadores que tenemos en muchos centros de trabajo sean de cuando se empezó a utilizar la informática y ello sin contar lo «maravillosamente bien» que funcionan los programas. Hoy sin ir más lejos he visto en la prensa que ayer, primer día despúes de la larga travesía del desierto, los ordenadores del Registro Civil de Gijón no funcionaron de¡sde las 11 a las 14 horas. Bien!. Y luego que nos digan el «señó Bermejo» que somos los causantes de todos los males de la Justicia…..Creo que en este tiempo todos hemos aprendido a odiarlo, y no nos faltan razones para ello, pero vamos a decir las cosas como son: ¡ LE HEMOS GANADO!, pero, como leí el otro día en la prensa, ¿ hacía falta que nos llevara hasta donde nos llevó?. Un personaje tan prepotente como él no sirve en Justicia. Necesitamos alguien que sea capaz de ver las cosas como son y contar con nosotros: los funcionarios colaboradores en la buena marcha de la Administración de Justicia y que no nos trate como basura; y que se decida de verdad a atajar los problemas REALES que tiene. No voy a aburriros más. ENHORABUENA A TODOS LOS QUE JUNTOS HEMOS GANADO ESTA HUELGA Y QUE DESDE AHORA ME GUSTARIA CONSIDERAR COMO COMPAÑEROS. También quiero dar un fuerte tirón de orejas a todos los ESQUIROLES. Que les aproveche el modelito que se comprarán a nuestra costa y ojalá muestren ahora algo de DIGNIDAD y donen la subida a una ONG.

  14. Último golpe

    Querida funcionaria en huelga,

    No es por incordiar, pero yo diría que sólo hay un claro vencedor… el animal político:

    Todos los demás, a j…

    Saludos desde el exilio Melillense

  15. sevach, has visto, tu que sabes hablar y escribir, los planes de recuperación de justicia?. Te he aplaudido delante de mis compañeros y de los que dicen que lo son, pero y ahora, qué hacemos los de verde?

  16. Otro Gabriel

    No se si un mes después de haberse iniciado el post alguien seguirá leyendolo, pero no obstante, me gustaría ver como continúan las cosas transcurrido un mes.

    De momento en los Juzgados, los funcionarios estamos trabajando para sacar el trabajo atrasado, si bien los famosos planes de actuación del Ministerio, siguen si aclararse y siendo manifiestamente injustos, al no ser iguales para todos (Supongo que lo que pretende el Ministerio es crear discordancia entre órganos y minar la moral de los trabajadores para futuras huelgas).

    En cuanto al cumplimiento horario, el famoso control horario sigue sin funcionar. Los relojes que llevan años instalados, y que hace unos dos años se sustituyeron por otros más modernos, siguen sin entrar en funcionamiento (¿Será culpa de los funcionarios?).

    En cuanto a la formación, reciclaje y conocimiento de las nuevas tecnologías que el Sr. Bermejo decía que debíamos afrontar, dichos programas informáticos siguen sin ser implantados.

    En prensa siguen apareciendo noticias de retrasos en la Administración de Justicia (270.000 sentencias sin ejecutar), pero no se puede culpar a la huelga, ya que dichos atrasos en su mayor parte se producen en Madrid, Cataluña y Valencia; justo comunidades donde no ha habido huelga.

    Pero eso sí, nos están formando, para muestra, el curso práctico que tenemos que hacer para acceder a la Administración de Justicia. En mi caso, estoy sufriendo el curso de promoción interna, y somos los primeros en experimentar semejante desatino, solo digno de un ministro majadero. Mientras están entrando a trabajar interinos sin ningún tipo de conocimiento del derecho, que no sabe ni lo que es una simple notificación, a nosotros, que hemos aprobado dos oposiciones, con un mínimo de antigüedad de 4 años, que en la mayoría de los casos ya hemos realizado funciones del cuerpo al que promocionamos, nos obligan a hacer un curso de dos meses.
    Pero bueno, si almenos estuviese bien organizado… En cada territorio se ha hecho de una forma distinta, con formadores distintos y que valoran independientemente a sus tutelados (¿Dónde está la objetividad?). Pero el sumun de los despropósitos nos lo encontramos en el curso que hemos tenido que realizar los del territorio «resto de península y Baleares» que hemos tenido que trasladarnos una semana a Madrid, donde nos han enseñado cómo utilizar unas aplicaciones que SOLO SE UTILIZAN EN MADRID; es decir, una vez acabado el curso, no volveremos a utilizarlas nunca.

    Pero claro, «el problema no es de dinero» dice el Sr. Presidente, no se, quizá siga pensando que es de los funcionarios…

    Un saludo

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