Procedimientos administrativos

De la Administración acelerada y la necesidad de reflexión sosegada

De la Administración acelerada y la necesidad de reflexión sosegada

Este verano ofrece una perla sobre Ciencia de la Administración, consistente en el espontáneo diálogo entre Barack Obama y el lider de los conservadores británicos David Cameron, y que fue divulgada literalmente pese a que los contertulios pensaban que estaban fuera del alcance de los micrófonos. Por un lado, revela la confesión de tales gobernantes de que no tienen tiempo para tomar decisiones. Por otro lado, muestra la humildad intelectual de reconocer que los asesores saben mas que ellos de tos temas sobre los que tienen que decidir. Aunque se han escrito libros sobre Ciencia de la Administración efectuando tales diagnósticos sobre el poder, nada mejor que esas afirmaciones de primera mano. Oigámoslas en su literalidad.

Obama: Voy a tomar una semana (de vacaciones) en agosto. Pero estoy de acuerdo contigo. Alguien que trabajó en la Casa Blanca dijo que la cosa más importante es poder encontrar tiempo exclusivo para reflexionar.. Y el error más grande que hace toda esta gente (los asesores) es hacerte sentir como si tuvieras que…
Cameron: «Esta gente te programa a diario», interrumpió Cameron, refiriéndose a la agenda y el horario de Obama.
Obama: Exacto. Cada 15 minutos.
Cameron: Lo llamamos la ‘sala de espera del dentista. Tienes que dejar cosas para tener tiempo para otras cosas…
Obama: Y bueno,empiezas a cometer errores. O pierdes el panorama. O pierdes el sentido de….
Cameron: De juzgar por ti mismo. Y eso es exactamente de lo que trata la política. El juicio en que basas tus decisiones.
Obama: Exactamente. Y la verdad es que tenemos a mucha gente inteligente, creo, que conoce diez veces más que nosotros sobre temas específicos. Y si te esfuerzas por Tienes que tener suficiente conocimiento para hacer buenos juicios sobre las decisiones que se te presentan. Y si te esfuerzas por entender todos los detalles de las cosas que pasan por tus manos acabas sabiendo un poco de todo, pero lo suficiente como para poder juzgar y tomar decisiones sobre las opciones que se presentan.

En fin, por tan rico diálogo desfila la figura de los asesores ( inundando al asesorado de memorandums e informes y propuestas), el problema de la delegación de decisiones ( si no delega nada, el mandatario se ahogará en su propia soberbia, y si delega demasiado será una marioneta decorativa), y sobre todo el riesgo de la pérdida de vista del fin institucional (los árboles no dejan ver el bosque). Pero sobre todo, lo llamativo es que tal conversación para Sevach supone algo así como mostrar «que el emperador está desnudo», que los Presidentes son humanos y que todo el aparato de la Administración y el Gobierno que la maneja descansa sobre una útil ficción: que el Presidente del Ejecutivo gestiona y dirige de forma omnisciente y personal, controlando y supervisando todo. Ni el Papa lo consigue. Quizás haya que releer la fábula de la liebre y la tortuga.

Lo que sí recomienda Sevach es que todo funcionario (no solo el Presidente) o mejor aún, toda persona (no solo los funcionarios) busquen esos preciosos minutos diarios para reflexionar en soledad o al menos sobre los propios sentimientos y el sentido de la tumultuosa realidad que nos circunda. ¡¡Filosófico estamos, en época veraniega!!

0 comments on “De la Administración acelerada y la necesidad de reflexión sosegada

  1. El fin de la Administración no es «producir», sino prestar el mejor servicio a los ciudadanos. A este respecto, la reflexión, la crítica y el dejar para algún otro día asuntos que, en un determinado momento, parecen importantes nos da la seguridad de que la decisión que tomemos será la correcta.

    Muy bien por el post.

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