Sobre los políticos

Conflicto entre palestinos e israelitas: la causa de la causa es la causa del mal causado

La grave crisis vivida en Oriente Medio, entre Israel y Palestina se presta al fácil maniqueismo y condena. La prensa, los políticos y cualquier persona dicta su veredicto a favor de unos u otros. Unos se califican de progresistas y condenan a Israel, otros se etiquetan de conservadores y condenan a Hamás, y los más deciden su opinión por instinto o por razones individuales ridículas (prejuicios tales como “todos los musulmanes son fundamentalistas y terroristas” o “todos los judíos son avariciosos y dominantes”, etc) . Sin embargo, no es tan sencillo identificar un culpable.

Al igual que el hundimiento del Titanic fue debido a un cúmulo de responsables y factores (capitán inexperto, temporal, iceberg, casco de acero debilitado, ausencia de botes salvavidas suficientes, diseño absurdo, etc), el conflicto palestino-israelí no admite causas únicas ni veredictos tajantes.

1. La causa remota de la situación tiene lugar allá por 1947 cuando Naciones Unidas acuerda la partición de Palestina, bajo el mandato británico aprobado por la Liga de Naciones, en dos estados, uno judío y uno árabe, y dando lugar a la independencia de aquél como Israel y a la oposición de los pueblos árabes. De este modo, las potencias coloniales solucionaron el problema del asentamiento de un pueblo errante e históricamente castigado, y sembraron un polvorín. No de otra forma puede considerarse crear un Estado judío en un territorio donde tan sólo el veinte por ciento de la población de entonces era judía.

2. La causa inmediata de los sangrientos episodios de días pasados viene dada por los misiles enviados por Hamás el día de Navidad a Israel (en 2008 aunque la situación se repite periódicamente). Pero la causa de estos misiles radica a su vez en el cerco económico que Israel aplica a Palestina. Y la causa de este cerco económico radica en el hostigamiento de algunos exaltados palestinos a los habitantes judíos de la franja de Gaza así como en las incursiones terroristas en territorio israelí. Y la causa de esta hostilidad palestina radica en los años de vejaciones de israelitas a los padres de sus padres y la usurpación de sus tierras por los judíos, y si seguimos remontándonos por el río de las causas, llegaremos a Abraham para quien el Antiguo Testamento reservó la tierra prometida, pero al tener dos hijos (Isaac, antecesor de los judíos, e Ismael, antecesor de los árabes) la disputa está servida. O sea, como muchos litigios actuales, permítaseme el sarcasmo, la raíz está en asuntos de familia y testamentos de antiguo.

3. La causa jurídica del conflicto radica en la debilidad del Derecho Internacional.

En primer lugar, porque no se ha perfilado un paradigma o modelo jurídico que de respuesta incontrovertida a situaciones de coexistencia de culturas y pueblos diferentes con reivindicaciones legítimas sobre un mismo territorio (si legítimo es que el pueblo palestino reclame la tierra de sus padres, legítimo resulta que el pueblo israelita defienda la tierra que la comunidad internacional reconoció y otorgó como propia). Lo que ya resulta mas chocante es que Naciones Unidas haya declarado que Israel ha ocupado territorios palestinos indebidamente, y que el Tribunal de Justicia Internacional ha condenado el muro alzado por Israel como prevención del terrorismo por suponer la consolidación de hecho de una situación ilegítima. ¡Y no pasa nada!

En segundo lugar, porque el Derecho Internacional está sumido en grandes contradicciones. Por un lado, afirma el derecho a la descolonización de los pueblos y por otro afirma el principio de inalterabilidad de las fronteras derivadas de la etapa colonial (así Africa, al igual que Israel fueron trazados a tiralíneas por potencias occidentales).

Por otra parte, el Derecho Internacional contempla la existencia de crímenes contra la humanidad y se crean superestructuras para la cooperación (ONU, OTAN, UNESCO, etc) pero paradójicamente son gigantes con pies de barro, como demuestra que toda la comunidad internacional no ha podido con un puñado de piratas somalíes en el Indico, amparos por una de las naciones mas pobres del mundo.

Por último, la causa institucional de no solucionar el conflicto radica en la incapacidad del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para conseguir la unanimidad, por encima de vetos con intereses geoestratégicos. Y cuando se consigue la aprobación de la recientísima Resolución 1869 en que el Consejo de Seguridad (con votos favorables de 14 de los 15 miembros, con la abstención de EEUU) «pide un alto el fuego inmediato, duradero y totalmente respetado, que conduzca a la retirada completa de las fuerzas israelíes de Gaza», las partes del conflicto hacen oídos sordos y siguen enfrascados en sus escaramuzas bélicas.

4. La causa humana reside en el fanatismo de todo orden. En los fanáticos musulmanes que integran ese brazo terrorista que alienta Hamás. En los fanáticos israelitas que, al igual que el general MacArthur quería borrar del mapa a Corea, desearían borrar a Palestina de la península arábiga. Y como no, en los políticos de terceros países islámicos y no islámicos que como buitres observan el desarrollo de la contienda al servicio de sus propios intereses.

5. Y la culpabilidad radica en la soberbia humana. Sí, la soberbia de gobernantes judíos que no quieren pasar a la historia por blandos, y en la soberbia de gobernantes palestinos que no quieren ser criticados por su pueblo por traidores. Y esa culpabilidad también radica en quienes democráticamente votaron en Palestina para que en Diciembre gobernase Gaza la organización de Hamás. Pero también radica en los asesores y juristas del gobierno israelí que no advierten enérgicamente que si bien Israel tiene derecho legítimo a la defensa de su propia existencia frente a la agresión exterior, ese derecho se pierde o vacía cuando se ofrece una respuesta tan desproporcionada, cruel e indiscriminada como la que se expresa en los miles de palestinos heridos y cientos de muertos, incluyendo civiles y dentro de ellos niños. No es extraño que en España se haya firmado un manifiesto de condena a Israel por prestigiosos Catedráticos de Derecho Penal.

6. Por último, en una visión global del problema, la causa radicaría en ese fenómeno anunciado por Samuel Huntington, profesor prestigioso que falleció esta Navidad, y autor de su premonitorio libro “El choque de civilizaciones”. El citado profesor agudamente señalaba que el mundo ofrece 192 Estados soberanos, pero que encierra un número potencialmente casi infinito de tribus, grupos étnicos y nacionalidades. Por eso, el profesor distinguía ocho civilizaciones: Japonesa, hindú, islámica, ortodoxa, occidental (europea, norteamericana), latinoamericana) y africana. Asimismo, señalaba que desde la creación de Israel los judíos tenían todos los elementos objetivos de una civilización: religión, lengua, costumbres, literatura, instituciones y una ubicación territorial y politica. Y dado que los Estados han perdido soberanía y poder (permeabilidad de fronteras, globalización, cesión a instituciones internacionales,etc) se ha robustecido el lazo de la pertenencia a la civilización, con la consiguiente posibilidad de conflicto o choque con otras civilizaciones.

7. Tales civilizaciones a Sevach le recuerdan a las “placas tectónicas” de la teoría del geólogo Alfred Wegener para explicar la formación de los continentes. Cuando esas placas friccionan se producen pliegues, volcanes y terremotos. Y por eso, cuando dos civilizaciones coexisten las fricciones afloran en forma de conflictos.

En fin, que no deja de ser chocante para Sevach que el ser humano se preocupa de que la comunidad internacional adopte medidas para la protección del cangrejo blanco abisal o para reducir el dióxido de carbono, en cambio tolera los brotes de violencia entre Estados o entre grupos armados, tranquilizando su conciencia con tibias condenas formales o con actitudes mas diplomáticas que prácticas. ¿Tan difícil es una negociación y consenso de alto nivel internacional que consiga con intermediarios («hombres buenos») que sencillamente los palestinos acepten la existencia del Estado de Israel y que los israelitas cedan los territorios usurpados? ¿Pueden Hamás y el ejército israelí congelar temporalmente su actividad militar hostil?. Lo que está claro es que si Palestina no renuncia a sueño de un Estado palestino cuyo territorio comprende todo Israel y si Israel no renuncia a su franja de seguridad ocupada a los palestinos, la sangría está servida.

Lo que es seguro es que quienes no son responsables son los niños israelíes ni los niños palestinos (que crecen en el terror y el odio, y lamentablemente numerosos niños palestinos ni siquiera crecen por ser masacrados) y es que de tales guerras o escaramuzas, como decía el general Wellington tras su victoria de Waterloo, “lo único peor que una batalla perdida era un batalla ganada”. Y es que no sólo palestinos e israelitas pierden, sino que todos perdemos con esta demostración de barbarie que constituye el peor de los auspicios para el año 2009 que comienza. Al final tenía razón el Catedrático Samuel Huntigton cuando decía que la hipocresía regía la vida internacional.

P.D. Para no dejar mal sabor de boca encontraréis la bellísima canción «Imagine» subtitulada en español

Os la recomiendo vivamente dada la situación que vivimos.

29 comments on “Conflicto entre palestinos e israelitas: la causa de la causa es la causa del mal causado

  1. natalia

    necesito saber las causas pero mas resumidas es para un trabajo ! 🙂

  2. Las razones se remontan al antiguo testamento, donde se comenta la destrucción de los palestinos… Sofonías Capítulo 2 Versículo 5… de ahí la importancia de hacer cumplir la palabra de Dios por parte de los israelitas, supongo… :S

  3. jitometal

    ¿Hasta cuándo?

    Un país bombardea dos países. La impunidad podría resultar asombrosa si no
    fuera costumbre. Algunas tímidas protestas dicen que hubo errores. ¿Hasta
    cuándo los horrores se seguirán llamando errores?

    Esta carnicería

    de civiles se desató a partir del secuestro de un soldado. ¿Hasta cuándo el
    secuestro de un soldado israelí podrá justificar el secuestro de la
    soberanía Palestina? ¿Hasta cuándo el secuestro de dos soldados israelíes
    podrá justificar el secuestro del Líbano entero?

    La cacería de judíos

    fue, durante siglos, el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz
    desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa.
    ¿Hasta cuándo seguirán los palestinos y otros árabes pagando crímenes que
    no cometieron?

    Hezbollá no existía cuando Israel arrasó

    el Líbano en sus invasiones anteriores. ¿Hasta cuándo nos seguiremos
    creyendo el cuento del agresor agredido, que practica el terrorismo porque
    tiene derecho a defenderse del terrorismo?

    Iraq, Afganistán,

    Palestina, Líbano. ¿Hasta cuándo se podrá seguir exterminando países
    impunemente?

    Las torturas de Abu Ghraib, que han

    despertado cierto malestar universal, no tienen nada de nuevo para
    nosotros, los latinoamericanos. Nuestros militares aprendieron esas
    técnicas de interrogatorio en la Escuela de las Américas, que ahora perdió
    el nombre pero no las mañas. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que la
    tortura se siga legitimando, como hizo la Corte Suprema de Israel, en
    nombre de la legítima defensa de la patria?

    Israel ha desoído cuarenta y seis

    recomendaciones de la Asamblea General y de otros organismos de las
    Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo el gobierno israelí seguirá ejerciendo el
    privilegio de ser sordo?

    Las Naciones Unidas recomiendan pero no

    deciden. Cuando deciden, la Casa Blanca impide que decidan, porque tiene
    derecho de veto. La Casa Blanca ha vetado, en el Consejo de Seguridad,
    cuarenta resoluciones que condenaban a Israel. ¿Hasta cuándo las Naciones
    Unidas seguirán actuando como si fueran otro nombre de los EE.UU.?

    Desde que los palestinos fueron desalojados de sus casas y despojados de
    sus tierras, mucha sangre ha corrido. ¿Hasta cuándo seguirá corriendo la
    sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?

    La

    historia se repite, día tras día, año tras año, y un israelí muere por cada
    diez árabes que mueren. ¿Hasta cuándo seguirá valiendo diez veces más la
    vida de cada israelí?

    En proporción a la población, los cincuenta

    mil civiles, en su mayoría mujeres y niños, muertos en Iraq, equivalen a
    ochocientos mil estadounidenses. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando, como
    si fuera costumbre, la matanza de iraquíes, en una guerra ciega que ha
    olvidado sus pretextos? ¿Hasta cuándo seguirá siendo normal que los vivos
    y los muertos sean de primera, segunda, tercera o cuarta categoría?

    Irán

    está desarrollando la energía nuclear. ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo
    que eso basta para probar que un país es un peligro para la humanidad? A
    la llamada comunidad internacional no la angustia para nada el hecho de
    que Israel tenga doscientas cincuenta bombas atómicas, aunque es un país
    que vive al borde de un ataque de nervios. ¿Quién maneja el peligrosímetro
    universal? ¿Habrá sido Irán el país que arrojó las bombas atómicas en
    Hiroshima y Nagasaki?

    En la era de la globalización, el derecho de presión puede más

    que el derecho de expresión. Para justificar la ilegal ocupación de tierras
    palestinas, la guerra se llama paz. Los israelíes son patriotas y los
    palestinos son terroristas, y los terroristas siembran la alarma
    universal.

    ¿Hasta cuándo los medios de comunicación seguirán siendo

    miedos de comunicación?

    Esta matanza de ahora, que no

    es la primera ni será, me temo, la última, ¿ocurre en silencio? ¿Está mudo
    el mundo? ¿Hasta cuándo seguirán sonando en campana de palo las voces de
    la indignación?

    Estos bombardeos matan niños: más de un

    tercio de las víctimas, no menos de la mitad. Quienes se atreven a
    denunciarlo son acusados de antisemitismo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo
    antisemitas los críticos de los crímenes del terrorismo de estado? ¿Hasta
    cuándo aceptaremos esa extorsión? ¿Son antisemitas los judíos horrorizados
    por lo que se hace en su nombre? ¿Son antisemitas los árabes, tan semitas
    como los judíos? ¿Acaso no hay voces árabes que defienden la patria
    palestina y repudian el manicomio fundamentalista?

    Los terroristas se parecen entre sí:

    los terroristas de estado, respetables hombres de gobierno, y los
    terroristas privados, que son locos sueltos o locos organizados desde los
    tiempos de la guerra fría contra el totalitarismo comunista. Y todos
    actúan en nombre de Dios, así se llame Dios o Alá o Jehová. ¿Hasta cuándo
    seguiremos ignorando que todos los terrorismos desprecian la vida humana y
    que todos se alimentan mutuamente? ¿No es evidente que en esta guerra
    entre Israel y Hezbollá son civiles, libaneses, palestinos, israelíes,
    quienes ponen los muertos? ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y
    de Iraq y las invasiones de Gaza y del Líbano son incubadoras del odio,
    que fabrican fanáticos en serie?

    Somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo.
    Destinamos dos mil quinientos millones de dólares, cada día, a los gastos
    militares. La miseria y la guerra son hijas del mismo papá: como algunos
    dioses crueles, come a los vivos y a los muertos. ¿Hasta cuándo seguiremos
    aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo
    posible?

  4. miguel araujo

    me tomo el atrevimiento de publica un enlace que me encanto, es una carta de una ciudadana israeli hacia obama, léanlo y saquen sus propias conclusiones.

    http://www.bosforolibros.com/?q=es/obama-politica-conflicto-israel-palestina

  5. Lo que pasa en Oriente Medio es todo relacionado con la religion,los palestinos que son musulmanes y los israelies que son judios,ambas son religiones monoteistas,creen en un solo dios,Yaveh para los judios y Ala para los musulmanes,los fundamentalistas islamicos quieren imponer la fe islamica a base de atentados,la mayoria suicidas,quieren morir en nombre de Dios,hay varias facciones,Hamas,Al Fatah,son secciones palestinas de la Yihad Islamica o Guerra Santa Islamica,los extremistas judios,por otra parte,pretenden imponer la fe judia a base de bombardeos,incursiones y construcciones de muros,como el llamado Muro De La Verguenza,la mayoria de los combatientes de uno y otro bando son jovenes,algunos menores de edad,en Israel,por ejempllo,los jovenes entran en el ejercito a los 18 años y hasta los 20 no pueden salir,claro que hay algunos que prefieren seguir en el Ejercito,los palestinos que luchan,alguno no llegan a los 18 años,como aquel fundamentalista religioso islamico que no tenia mas de 16 años y que llevaba una bomba atada al cuerpo,una cosa esta clara,ya sean jovenes o mayores los que luchen,Israel va a ganar.

  6. Gerardo Robino

    Me pregunto, si en el trasfondo de la conducta humana manifestada en este tipo de conflictos bélicos ¿Habrá coexistencia del «protagonismo» religioso y del usufructo inescrupuloso? Pareciera sucederse la dualidad de intenciones entre actores, actitudes abiertas y actitudes subrepticias (siervos y egoístas). Por una parte, están quienes intentan abiertamente poner al tanto de su respectiva deidad cuán fieles se comportan en la tierra que les haga dignos de ser «elegidos» para lo prometido luego de morir o para la consumación de los tiempos (La que primero ocurra). Mientras, por la otra parte, egoístas usufructúan el producto de toda situación conflictiva; incitando, promoviendo y participando subrepticiamente; siendo o no ateos. Finalmente, ambas posturas están viciadas de egoísmo y encarcelan. Desde estas cárceles operan organismos supranacionales, lo que aviva la existencia de conflictos bélicos. Identificarse y simpatizar con alguna de dichas actitudes (abiertas y/subrepticias) indicará el nivel de conciencia de cada quien, dando cuenta de en dónde encarcelamos el potencial creativo liberador del ser humano. A decir del poeta Armando Rojas Guardia y del filosofo Jonatan Alzuru, estamos encarcelados religiosamente por no asumir la actitud legada por «Jesús el subversivo»; actitud que le llevó a morir crucificado «porque las autoridades tanto políticas como religiosas, civiles y militares de su tiempo no toleraron esa invitación a vivir un tipo de felicidad alternativa que convoca a la alegría, a la felicidad y al placer como derecho humano inobjetable (…) porque quien vive feliz, quien apuesta por la alegría, quien asume el placer de vivir contagia a los demás esa felicidad». Pareciera que aún subsisten los cimientos de mencionadas autoridades quienes han institucionalizado una imagen NECRÓFILA de Cristo»como parte del discurso de dominación, que han construido diferentes realidades y con ellas ejercer formas de poder y perpetuar ese poder. De romper con tales estructuras de poder, en nuestros tiempos, no se suscitarían conflictos como el acá tratado, no veriamos la «ironía» de donde se suscita este conflicto en particular y que, realmente, sea «cuestión de humanidad» (Aunque, «en nombre de la humanidad se han cometido los peores atrocidades»). Hariamos realidad al «HOMBRE PARA LOS DEMAS», de Bonhoffer y a «JESUS EL TROVADOR» de Juan Luis II. Palestinos e israelitas trascenderían su realidad transformando su tragedia en felicidad, invitándose, convidándose a la felicidad, a la alegría y al placer de vivir.

  7. Estoy de acuerdo en que Israel no va a iniciar un genocidio, pero todavía no se da cuenta que cuanto más presión utiliza, a largo plazo esto significa inseguridad. Algún dia se darán cuenta que una paz estable es lo mejor, y más de acuerdo al derecho internacional.

  8. Mucho tiempo ha pasado desde este artículo si bien en esencia poco ha variado la situación si no que más bien se ha recrudecido, la intervención de Irán y un actor inesperado China ¿quién lo iba a decir? más curioso es aún el verdadero origen judío que la mayoría situamos en Israel sin embargo no es así, si no que proceden de Jerezía en el Caucaso norte y la última según el medio israelí Haaretz Los palestinos advierten: las conversaciones de paz mueren si EE. UU. Reconoce a Jerusalén como la capital de Israel
    La marcha de protesta sigue a la nueva legislación impulsada por la coalición de Netanyahu que los críticos dicen que está destinada a proteger al primer ministro de las investigaciones policiales
    En fin que la zona sigue bien «calentita» y puede aún pasar cualquier cosa.
    Un saludo

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