De la Universidad

Del bonito despropósito administrativo de la lucha universitaria contra el lenguaje sexista

predicar

En época estival resulta refrescante el recientísimo artículo dominical de mi admirado Arturo Pérez-Reverte, en su Patente de Corso, titulado «Tontos ( y tontas) de pata negra» sobre la iniciativa de la Universidad de Zaragoza para conseguir alumnos semánticamente hermafroditas, esto es, que utilicen términos que demuestren ambos géneros y disipen toda sombra de discriminación.

1. El citado artículo, que podéis hallar aquí, considera una torpeza que las Universidades públicas, que debían estar embarcadas en otros cometidos mas propios de la docencia e investigación, empleen sus energías y presupuestos (con la complicidad autonómica) en promover una campaña universitaria para que el lenguaje se presente sexualmente aséptico. Oigamos al cáustico Arturo:

Con este paisaje, la última iniciativa de la docta institución cesaraugustana, de cara al próximo curso, ha sido apadrinar una campaña que, bajo el título Nombrar en femenino es posible. ¡Inténtalo!, y con los nombres y símbolos bien a la vista de la Universidad –cátedra sobre Igualdad de Género, nada menos– y del Gobierno de Aragón, que supongo soltaron la viruta apropiada, reparte a troche y moche folletos de cuatro páginas a color, para que los jóvenes universitarios zaragozanos dejen de invisibilizar a las mujeres mediante deliciosas construcciones en la línea del tópico habitual: el ser humano en vez del hombre, el alumnado sin empleo en vez de los estudiantes desempleados, profesionales en régimen laboral autónomo en vez de trabajadores autónomos, y otros brillantes hallazgos al uso. Con la siguiente –y confusa– afirmación final, que transcribo literalmente en toda su espléndida y analfabeta incongruencia gramatical: «Seguro que, con la práctica, prestas más atención al lenguaje y usas términos para que todos y todas seamos visibles en el discurso».

2. A juicio de Sevach, varias perspectivas demuestran lo triste de la situación:

1º Que esas iniciativas de lenguaje no sexista sufragadas por la Universidad pública, es tan absurdo como si el Ayuntamiento de Almendralejo sufragase una campaña para proscribir el uso del burka en los plenos municipales. Y es que, parece que la Universidad ignora que contamos con una Ley de Igualdad de Género, con un Ministro/ministra de Igualdad, con leyes autonómicas y Consejeros inspirados en sus homólogos estatales, con Oficinas locales cuyo objetivo es el mismo, con un Código Penal que salvaguarda las graves ofensas discriminatorias por razón de sexo, con unos Juzgados de Violencia de Género, y con una campaña mediática en la última década que hasta la náusea nos ha informado de que procuremos utilizar lenguaje sin connotaciones discriminatorias.

2º Que esa iniciativa de lenguaje no sexista dentro de la Universidad se explicaría como una reacción frente a un fenómeno constatado de abuso de tal lenguaje en las aulas universitarias, pero al igual que la existencia de una Ley contra la Violencia Doméstica no convierte a todos los hombres en acosadores, tampoco una Ley de Igualdad de Género convierte a los estudiantes en blasfemos machistas. Quizás al recibir tal campaña, muchos estudiantes de la Universidad de Zaragoza, como el burgués gentilhombre de Moliére se den cuenta de que eran unos «terroristas de género» sin saberlo. En fin, que puede resultar muy de moda tal tipo de campañas, pero no hay que olvidar que una Universidad presta un servicio público y los juegos florales hay que administrarlos. Lo cierto es que Sevach no tiene la certeza pero sí una fuerte intuición de que hay Universidades con Vicerrectorados de Igualdad y similares organigramas «políticamente correctos» pero «jurídicamente prescindibles».

3º Que esa iniciativa de lenguaje no sexista dentro de la Universidad revela una candidez tremenda de las autoridades universitarias y autonómicas que lo apoyan, si creen que con tales recomendaciones el mal está atajado.¿Acaso algún estudiante con tal medida cambiará su modo de expresarse y adoptará estilo de esfinge?¿ no será más probable que ante tal presión, los estudiantes cambien las fórmulas de expresión oral y verbal hacia orientaciones mas hipócritas?.

4ª Que esa iniciativa de lenguaje no sexista dentro de la Universidad es como enseñar en el programa MIR a un cirujano que tiene que lavarse las manos antes de operar. ¿Acaso el estudiante de educación primaria y secundaria, sin necesidad de la asignatura de Educación de la Ciudadanía, no recibe una orientación no sexista?,¿ es consciente la Universidad de Zaragoza de que los alumnos que este año empiezan en sus aulas nacieron hacia 1991, esto es, en democracia y bajo programas educativos y contexto de paridad?

5º Que mas acuciante que esa iniciativa, tendente a borrar la sombra de posible lenguaje discriminatorio, sería impartir formación a los alumnos en cortesía académica. En educación pura y dura, con minúsculas: no tutear al profesor sin invitación previa del mismo, no mascar chicle en clase, no interrumpir exposiciones… No se trata de volver a aulas trasnochadas sino de garantizar que la función del profesor (docencia) y la de los alumnos (aprender) se desarrolla con armonía. No recuerda Sevach a ningún profesor universitario preocupado por el lenguaje sexista de sus alumnos pero sí a muchos preocupados por su conducta zafia y expresiones groseras.

3. En cambio, Sevach consideraría mas propio de la Universidad pública, reflexionar sobre el dato de una discriminación mucho mas profunda y más invisible. Se trata de la discriminación en la financiación de los costes de la Universidad pública; hay en torno a un millón de estudiantes universitarios en Universidades públicas que pagan menos del 20% de los costes reales de su matrícula, lo que lleva a la sencilla conclusión de que el 80% restante lo está financiando toda la población con su esfuerzo fiscal ( aunque ni el contribuyente ni sus parientes cursen estudios universitarios).

Sin embargo ese es un tema tabú. ¡ Cualquiera se atreve a elevar las tasas -ahora precios públicos- recordando Mayo del 68!. El Estado dice que es competencia de las Comunidades Autónomas y éstas prefieren que el paso adelante ( y el marrón) se lo lleve el Estado. Nadie le pone el cascabel al gato. Eso sí, todos lloran la insuficiencia de financiación universitaria.

Basta fijarse en la aprobación por el Consejo de Política Universitaria (el viejo Consejo de Universidades, para aclarar a quienes tenemos dificultad en seguir el renovado «bautizo» en cada legislatura de los supremos órganos representativos universitarios) de los precios públicos de matrícula para cada curso académico,y en particular para el curso 2009-2010, y nos quedaremos perplejos al observar que cada curso, desde hace más de doce años, se fija en términos porcentuales, como una horquilla de máximo y mínimo, optando la inmensa mayoría de las Comunidades Autónomas por congelar las tasas y procurando que no exceda del IPC. El resultado, sin ser un matemático, es que se van alejando los precios de matrícula universitaria entre Comunidades Autónomas, ya que un porcentaje sobre los que hace doce años fijaron precios altos, caso de Navarra por ejemplo, los hará mucho mas altos; y el mismo porcentaje sobre los que por entonces los fijaron bajos, caso de Andalucía, los harán mucho mas bajos. De seguir así, la igualdad de los estudiantes universitarios a la hora de afrontar la carga de la matrícula será el mayor ejemplo de discriminación, y nada menos que en lo que es un derecho fundamental: la educación.

Así, la semana pasada era noticia el dato, casualmente en Aragón, de que los costes de llevar un niño a la guardería son superiores a los costes del adolescente que estudia en la Universidad. Curioso…¿ o desastroso?. En fin, como decía, el libro de la infancia de Sevach de Las Mil y una Noches, a modo de moraleja de algunos de sus relatos » si ese dato se escribiera en una aguja serviría de lección para los sabios que meditan».

0 comments on “Del bonito despropósito administrativo de la lucha universitaria contra el lenguaje sexista

  1. Lo de la financiación de las matrículas universitarias es de traca..Todos tenemos conocidos que duran y duran en la universidad (y por ende, en casa de los papis, claro), cursando sus estudios durante largos e innecesarios años..Siempre me he planteado si existiría la posibilidad de despojar de la universidad a los lastres, exigiendo, por ejemplo, la superación de un mínimo de créditos en cada ejercicio, o la aprobación de un porcentaje de asignaturas del total de las matriculadas.

    Supongo que existirán cientos de trabas legales a estas propuestas tan drásticas, pero creo que aumentaría el nivel universitario, tanto desde el punto de vista docente como desde el del alumnado.

  2. Quizás la campaña de la Universidad de Zaragoza , se encuentra dentro de las medidas del Plan de Igualdad de la Universidad que La ley de Igualdad de Genero establece como preceptiva en todas las empresas de más de 250 trabajadores/as.

    Aunque pienso que el titulo podría haber sido “ Existe vida fuera del masculino”.

    Lo que no me sorprende es que el académico Perez Reverte no lo entienda, ya ha quedado muy lejos sus artículos jocosos con sabor agridulce y el periodista que nos enseñaba la crueldad de la guerra con espíritu de defensor de causas nobles.

  3. 1) Sevach, se ha olvidado usted de poner el enlace al artículo en cuestión

    http://www.burbuja.info/inmobiliaria/guarderia/123029-perez-reverte-tontos-y-tontas-de-pata-negra.html

    2) Teniendo un Ministerio (o Minhisteria) de Igualdad (o Igualdod) que tiene que justificar un despilfarro de fondos y fondas públicos y públicas, y el enchufe sistemático y sistemática de amigos y amigas, pues qué se puede esperar.

    Un desastre todo (y toda).

  4. alvarox@hotmail.com

    Es vergonzoso el despilafarro de los presupuestos públicos en campañas tan absurdas como la lucha contra el lenguaje sexista..Inútil y trasnochado¿ Y por qué no una campaña contra la esclavitud en Europa?

  5. Macanaz

    A mi lo que no me sorprende nada es el vacio que se le esta practicado a Perez Reverte al alejarse de las posiciones politicamente correctas (buenismo). Esta claro que en este pais hay un gulag ideologico o ¿quizas real?

  6. sevach

    Gracias por vuestros comentarios, y especialmente a Peterlove por su detalle corrector, que ya he subsanado pero dado que las condiciones veraniegas para actualizar el blog son «hostiles» (niños, sin cobertura, sin red, sin tiempo,etc) pues los errores y erratas son inevitables.

  7. A mí Perez Reverte me parece un pedante..además lo valoro como insultantemente reincidente con el tema del lenguaje sexista..antes lo era con sus aventuras como periodista de guerra..cada dos artículos que si Líbano, Sarajevo, sus amigotes de taberna..sobre la valentía de los periodistas de guerra hay muchas leyendas..Ahora está en plena cruzada contra la Administración y los políticos, con descalificaciones fuera de tono..Me gustaría verlo de Ministro de Educación, para que nos asombrara a todos con sus innovaciones..Como novelista, opinión particular, uno más del montón malo.

  8. sed Lex

    Pues yo voy a romper una lanza a favor de mi admirado Pérez-Reverte.

    Y es que Vicki piensa que el académico no ve que exista vida más allá del masculino, y que ya no defiende causas nobles… Y Func que es un mediocre novelista del montón y un pedante.

    En fin, a quien no le guste que no le lea… Pero lo cierto que como novelista es posiblemente uno de los que más vende y como columnista de los más cotizados… por algo será, que la gente, y menos la que todavía lee, no es tonta. Yo personalmente leo con avidez su artículo semanal en el idem y todos los libros que saca, por desgracia bastante escasos para mi gusto.

    En cuanto al cambio en su tono es algo que sus habituales ya venimos notando; parece que estuviera enfadado con el mundo y sobre todo con los políticos actuales, … pero a lo mejor es como para estarlo.

    En cuanto a la defensa de la lengua, como académico que es, a mí me parece, otra de sus “causas nobles”. Y es que lo innoble es pretender cambiar la sociedad a través del lenguajes sin percatarse de que el lenguaje es precisamente el reflejo de la sociedad y de que el cambio hay que hacerlo al revés. Viene a ser como querer crear un lenguaje a base de real decreto, sin darse cuenta de que las lenguas están vivas y la Academia lo único que hace es certificar sus usos y no al revés… La premisa de la que parten es que el lenguaje utilizado puede condicionar el concepto, cuestión que sólo será cierta si se hace con intención peyorativa; y la respuesta que se aplica es hacer de él algo artificioso, rebuscado y reiterativo (justo lo contrario de lo que debe ser el lenguaje), sin darse cuenta que lo peyorativo está [cuando lo está] en el concepto y no en la palabra. A modo de ejemplo, el problema no es llamar a alguien viejo, luego anciano, después persona de la tercera edad o últimamente persona mayor; podremos dar las vueltas que queramos y la nueva palabra volverá a quedarse “obsoleta”, porque lo que no nos gusta es lo que representa en una sociedad consumista que deífica lo joven y lo nuevo y posterga lo antiguo y lo viejo. Lo mismo ocurre con el sexo (que no género) de las palabras.

    Seguro que los adjetivos femeninos el día no muy lejano en que el 80% de los universitarios sean universitarias, o en rangos similares en cuanto a los funcionarios, cambiarán su tono peyorativo y condicionante de conceptos [insisto, si es que alguien los ve así] por si mismos sin necesidad de estos artificios.

    En fin, por usar un adjetivo política y sexualmente correcto ¡hay que ser mequetrefe para gastar dinero público en eso con las necesidades existentes para mejores fines!

  9. En España –gracias a Dios- no existe una “Ley de Igualdad de Género”, pese a lo dicho por Vicki.

    Es en Venezuela donde está a punto de ser aprobada (“Ley de Igualdad de Género próxima a ser aprobada en segunda discusión” – 20/08/2009). En España solo existe –gracias a Dios- una Ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres (que es de lo que en verdad se trata), y en toda ella no hay una sola mención a la ‘Igualdad de Género’, repito, gracias a Dios (que no se de qué manera pudo poner en esta ocasión freno a deseos desaforados de feministas exacerbadas).

    En cualquier caso, los autores de esta Ley de 2007 me han decepcionado (¿), pues siempre pensé que después de imponer el sintagma «violencia de género» –contra el sentido común y el parecer de la autoridad competente, o sea, el de la R.A.E. de la Lengua- en una Ley anterior, pergeñada 3 años antes, en esta ya introducirían el sintagma ‘tradicional’ castellano (¿) «mainstreaming de género», cosa que finalmente no hicieron, y eso que a tales palabrejas ya se habían dedicado Seminarios Internacionales y todo (y toda, siguiendo a Peterlove) como tuve en su día, desde mi perplejidad, ocasión de comentar (http://www.cositalcantabria.org/phpBB2/viewtopic.php?t=166&highlight=mainstreaming).

    En este mundo de locos en que vivimos, entre espanto y espanto, un día sí y otro también, comparto la opinión de Sevach sobre el despropósito y me sumo a la idea de considerar un despilfarro el gasto de dinero público en campañas como la descrita que, también como Alvarox, considero inútiles y trasnochadas.

  10. Francisquín

    Hola a todos:

    Desde hace muchos años, cuando empezó a discutirse de estas cuestiones, siempre me indigno bastante al escuchar o leer razonamientos y argumentos tan fuera de lugar en gente que sigue confundiendo el sexo con el género. En mi época del instituto tuvimos una directora del ala más radical del movimiento feminista que redactaba circulares “hermafroditas” que causaban gran jocosidad entre el alumnado y el resto de los profesores (¡uy, perdón y las profesoras!).

    La cuestión de fondo es de mera pragmática gramatical, si se me permite me gustaría hacer un pequeño excurso al respecto. En gramática funcional, la lengua se forma en unidades articuladas algunas de las cuales se oponen funcionalmente en categorías: de género (masculino-femenino), de número (singular-plural), de tiempo (presente-pasado), etc. Algunas de estas categorías forman lo que se llama “oposiciones privativas” me explico: Temporalmente, el presente se opone al pasado, pero en la distinción de esta oposición privativa, el presente es el llamado “término no marcado” y eso significa simplemente que puede aparecer como presente: “hoy voy al cine” o también actuar como pasado “Colón descubre América en 1492”, es decir, tiene la capacidad de tomar los dos puestos en la oposición temporal.
    En el género, el término no marcado de la oposición privativa masculino-femenino es el masculino. Cuando digo “Vi a mi padre y a mi madre por la calle, LOS DOS, iban cogidOs de la mano”, no cabría decir “LAS DOS iban COGIDAS”, pues el femenino sí es un término marcado que determina una exclusividad. En algún momento del desarrollo de la lengua, en castellano se optó por el masculino. Cuando por la calle alguien al ver el animal dice “mira, por allí va una gata”, es que seguramente ha tenido una vista muy aguda, si no habría dicho simplemente “por allí va un gato” (por cierto, en Alemania se dice “una gata” si no sabemos el sexo del animal, es decir, el femenino es aquí el término no marcado – y nadie se ofende por ello).

    Se podría dar la vuelta a la tortilla y como hombre protestar de esta discriminación, ya que el masculino plural no es exclusivo para el masculino (“Niños a comer” – grita la madre, y las niñas también vienen), mientras que el femenino plural sí que lo es para el femenino! ¡Dios mío, los hombres no tenemos un género específico que nos defina!

    Pero volviendo a la cuestión que ocupaba esta genial entrada de Sevach, no debemos confundir el sexo con el género, ¿o es que acaso alguna feminista cree que “la serpiente y la jirafa” sólo existen en el reino animal como mujeres? ¿Y qué me decís del “oculista, el malabarista, el dentista”, etc? Siguiendo esa lógica no deberíamos crear paralelamente “oculisto, malabaristo”, etc? Se puede llevar este argumento ad absurdum y politizar la lengua hasta el infinito como se está haciendo en la vida real.

    Una última anécdota vivida en mis propias carnes al respecto: hace años solicité una plaza de lectorado en una universidad alemana en la que había estudiado dos semestres. Los candidatos finalistas fuimos una chica y yo, que teníamos más o menos el mismo currículum. Debido a que en Alemania para los puestos públicos existe la llamada “cuota femenina”, el jurado se vio obligado a coger a mi compañera, por el mero hecho de ser mujer (¡!). ¿Es esto una forma de combatir la discriminación, creando una nueva? La ley, que se había creado para compensar el alto número de hombres en la universidad, principalmente en cargos de importancia (rectores, jefes de Dpt. etc, y que precisamente son los que pertenecen a una generación que sí discriminada y los que han creado su cuota femenina) lo que ha propiciado es el aumento de la desigualdad en mi generación (donde la mayoría ya estábamos liberados de todo tipo de prejuicio discriminatorio) ¿Cómo debo sentirme yo por ejemplo por no tener la más mínima posibilidad de este tipo de plazas simplemente por ser hombre? cada uno que haga el análisis que le parezca oportuno…

    Un saludo a todos
    Francisquín

  11. Vuelvo a escribir animado por el ilustrativo, acertado y brillante comentario de Francisquin que, además de permitirme aprender cosas que no sabía, básicamente, me ha obligado a reconsiderar mi postura frente a la discriminación positiva, ya tratada por Sevach en otros lugares de este blog.

    Para empezar habría que decir que si la discriminación positiva se define en el diccionario de la R.A.E. de la Lengua como: « 1. f. Protección de carácter extraordinario que se da a un grupo históricamente discriminado, especialmente por razón de sexo, raza, lengua o religión, para lograr su plena integración social», no parece justificada una ‘protección’ que consista en «discriminar». No, al menos, a bote pronto.

    Analizando el tema, a fondo y con ponderación, la única justificación plausible de la discriminación positiva es la de que frente a la alternativa precedente esta constituya el “mal menor”, por cuanto afecta a menos individuos (en este caso solo ‘individuos’, no ‘individuas’) y de modo menos grave.

    Pero a esto se opone, y quizá por eso cueste tanto admitirla, que -en cualquier caso- no deja de ser un cambio de una discriminación por otra y… lamentablemente todas están prohibidas por nuestro texto constitucional en su artículo 14 («Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social»).

  12. Algún día, en este país, moriremos de una carcajada…

  13. A francisquin Sobre jirafos y jirafas:
    Entendemos que los nombres de animales sí son epicenos –el ratón, el pez, el ciervo, la jirafa, la rata, el pájaro, la hormiga, el mosquito, la rana– y no resultan discriminatorios porque los animales no piensan con nuestras palabras, es decir, nuestro lenguaje no es un organizador cognitivo de sus acciones y de este modo no está relacionado con su discriminación social por razón de sexo. Simplemente existe masculino y femenino para aquellas especies que nos resultan muy próximas a las personas, y cuyo sexo sí nos es relevante: no es lo mismo tener una vaca que un buey o un toro, ni es lo mismo tener un perro que una perra. Queda claro pues que estos argumentos rozan lo absurdo, a pesar del empeño de algunos por seguir colando ridiculeces que buscan la complicidad social para burlar y distorsionar el verdadero sentido del lenguaje no sexista.

  14. Francisquín

    Querido tocayo Paco,

    entiendo que tu explicación simplemente confirma lo que yo escribía más arriba: que no debemos confundir el sexo con el género (¿era esa tu intención?), ya que cuando decimos “el mosquito” o “la hormiga”, utilizando el género masculino y femenino respectivamente, nos es indiferente el sexo de estos animales (por las razones que tú bien aludes) ya que lo utilizamos en un sentido genérico (por eso mi explicación sobre el “término no marcado”, que tiene la misma función gramatical).

    Disculpa que no me haya quedado muy clara tu última frase, ya que no sé si los “argumentos que rozan lo absurdo” a los que te refieres son por tanto los míos o los que defienden lo contrario…(¿?).

    Un saludo

  15. ¿es necesario citar siempre a Pérez Reverte? De todos es conocida su animadversión por la política y por la Administración. Yo de su artículo, faltón y barriobajero, no comparto nada..quizá lo de las pensiones. Supongo que cuando los académicos salen de su sede van todos dándo palmadas a los cuidadanos y firmando autógrafos a los niños, en plan colegas..Lo que pasa este tío tiene bula para escribir lo que le venga en gana..habría que ver cómo encaja él las críticas a sus novelas, esos documentos irrepetibles de la literatura universal protagonizados por Alatriste..vaya banda!!

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