Crónicas administrativistas

La muerte del actor Patrick Swayze como lección para los juristas soberbios

soberbia
La noticia de la muerte del actor a los 57 años como consecuencia de un cáncer de páncreas supone la despedida al rostro de personajes que rebosaban vitalidad ( Dirty Dancing), bondad ( Ghost), y camaradería ( Le llamaban Bhodi) y un ejemplo de cómo la comadre Sebastiana (como llamaba Ramón J. Sender a la señora de la Guadaña) puede truncar a quien todo lo posee. Viene al caso en relación al mundo jurídico porque a Sevach le despierta una reflexión sobre la soberbia y suficiencia que en ocasiones encastilla a algunos juristas de renombre, y les hace olvidar que son humanos. Al igual que el actor fallecido lo tienen todo, pero debieran aprender de aquél que en cualquier momento pueden perderlo

1. Comenzaré por recordar la sabia afirmación que se vierte en el delicioso libro que recoge la entrevista entre José Luis Sampedro y Valentín Fuster titulado » La Ciencia y la Vida» (Ed.Debolsillo,2008) en que aluden a individuos triunfadores que cuando se enfrentan súbitamente a una grave enfermedad, que no controlan, se quedan según Fuster «desestabilizados por no haber sentido antes la necesidad de reflexionar y de plantearse que hay algo más en la vida», y precisa Sampedro que » Se necesita una formación más diversificada, holística y un modo de vida que, como dice el refrán no implique poner todos los huevos en el mismo cesto». En definitiva, que el Derecho no lo es todo, y por mucho que quien maneja los hilos del poder jurídico se crea que mece la cuna del mundo, no por eso se convierte en inmortal, ni superhombre. No hay que esperar a la enfermedad grave para rectificar sino que basta con dedicar unos instantes a contemplar la brevedad de la vida y la fragilidad del Derecho para comprender que ser humano y humilde son los mayores dones del jurista. Decía el jurista alemán Kirschman que «un capricho del legislador convertía en basura bibliotecas enteras» y podría decirse que «un capricho del destino acaba con el jurista mas sólido de su generación» ; aquí le viene a la mente a Sevach como el que fuere padre de la gloriosa Ley de Procedimiento Administrativo de 1958, el Catedrático Balbé Prunés, y posiblemente junto con Jesús González Pérez una de las cabezas mejor armadas del Derecho Administrativo, pereció en la flor de la vida cuando practicaba submarinismo.

2. Deteniéndonos en el escenario jurídico, nada mejor que verter algún ejemplo, de esa afortunadamente minoritaria, pero molesta especie,de los juristas relamidos, soberbios y prepotentes. Así, hoy día conoce Sevach personas de carne y hueso, que bien podían aprender que “son mortales”(memento mori), como decía el filósofo y aplicar a su vida personal al Derecho que manejan una visión mas humanista y menos egocéntrica.

Así, conoce Sevach a cierto Catedrático de Derecho Administrativo que bajo la sombra de sus minutas astronómicas, vive alimentado de coches lujosos, fastos mundanos, segundas residencias playeras y soberbia a prueba de bomba. Diríase que el mundo le sonríe aunque viva instalado en una gris y solitaria cruzada contra el resto del mundo que se equivoca ( los profesores de su misma área, los colegas Catedráticos, los otros abogados, los jueces, los inspectores de hacienda, etc). Triste.

También conoce Sevach cierto Abogado del Estado que en vistas orales, pleitos y dictámenes “no deja heridos”. Implacable en el alegato y con sólida formación, considera que dentro de su sabiduría no hay espacio para la chanza, el compadreo ni la cortesía forense. Muy triste.

También conoce Sevach un Notario de provincias que alardea de sonreir poco. Procura dar pocas manos, conversar al mínimo y siempre adoptando un aire displicente, tanto con sus empleados como con los clientes. No espera, pero hace esperar. No escucha, pero hace que le escuchen sus simplezas El mundo gira a su alrededor. Penoso.

También conoce Sevach a cierto joven magistrado que pasó con parada y fonda por el Consejo General del Poder Judicial, que disfruta con su sonrisa de serpiente, pisando platós televisivos y con una pose de perdonavidas para compañeros y ciudadanos; se considera juez de jueces y los demás mortales son mediocres salvo los que le ayudan en sus escaladas de ochomiles judiciales. Muy penoso.

Y como no, no falta el caso de un abogado conocidísimo de bufete de nombre compuesto, que en privado alardea de sus elevadísimas apuestas de juego y su cortejo con «la dama blanca», que da instrucciones despectivas a los miembros de su bufete, reservándose las relaciones públicas con jueces y políticos de medio pelo. Para él, la vida hay que vivirla rápido y los demás son marionetas a su servicio. Lastimoso.

3. Por último, Sevach citará una durísima anécdota, en este caso con nombre y apellidos, pues se refiere a un Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada y posterior magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, ya fallecido, D.Juan José Ruiz-Rico López-Lendínez (1947-1993), el cual gozaba de un inmenso prestigio, una carrera meteórica y disfrutaba pese a su juventud del codiciado estatus de maestro de una de las más fecundas Escuelas de Derecho Constitucional de Andalucía. Además hay que decir que tenía fino sentido del humor ( de hecho, publicó una obra agotada en las librerías que se titulaba “ El sexo de sus señorías” (1991) en que con ingenio y habilidad analizaba las sentencias penales dictadas antes de la democracia y que incluían términos libidinosos). Pues bien, por desgracia, un cáncer se desarrolló de forma agresiva y le tuvo postrado en la cama del hospital durante meses; lo mas terrible eran los momentos en que no podía dormir y repetía como un mantra trágico: “ He sido el primero de mi promoción de Licenciado en Derecho; el primero en ser Doctor; el primero en ser Catedrático de Derecho Constitucional; el primero en recibir reconocimientos internacionales; el primero en obtener premios literarios; el primero en añadir la condición de magistrado….Y ¡Voy a ser el primero en morirme!”. Terrible.

4. Por eso, al hilo de la muerte de Patrick Patrick Swayze, y como enseñanza para juristas desalmados y utilitaristas, bueno será que recuerden que en la vida no todo es el Derecho puro y duro, sino que hay vida mas allá del Derecho y del poder que comporta.

En el plano personal bien está la modestia ( quien crea que domina todo el Derecho y sus aristas es un tonto de capirote que ha perdido la perspectiva ), el respeto (quien falta el respeto a los demás, no merece ser respetado), y la cortesía ( la mejor carta de presentación).

En el plano práctico, no se trata de volver al Derecho Natural sino postular una aplicación natural del Derecho. El Derecho al servicio de la sociedad, y no al servicio de la cartera; el Derecho para las personas y no a costa de las personas; el Derecho al servicio del interés público y no al servicio de las formas procesales; el Derecho al servicio del caso concreto y no al servicio de alambicadas construcciones doctrinales. En suma, el Derecho está al servicio de la Justicia y debe ser vivido con Justicia.

5. Para terminar alegrando un poco el comentario, nada mejor que un chiste sobre abogados que viene al caso.
Un abogado murió a los treinta años y protestó ante San Pedro:
– ¿Por qué me hacéis eso?.¡ Un infarto a mi edad! ¡ Sólo tenía treinta años!
– Es que verás- le explicó San Pedro- hemos sumado el total de horas que pusiste en tus minutas y nos salen 99 años.

0 comments on “La muerte del actor Patrick Swayze como lección para los juristas soberbios

  1. Alvaro

    Te felicito Sevach por la capacidad de unir actualidad y Derecho por derroteros tan insospechados como ingeniosos. Pero eso sí, no hay que generalizar, que hay extraordinarios juristas sin vanidad al igual que hay otras profesiones con soberbia mal administrada, tal como arquitectos o médicos.

  2. Amigo Sevach: Ese abogado del Estado quizá sea por casualidad el mismo que en una reunión de su comunidad, cuando un vecino que además era letrado (te aseguro que no soy yo) manifestó que no había quorum suficiente, cortó toda discusión con esta antológica respuesta «Soy abogado del Estado ¿Me vas tú a decir a mí si hay o no quorum?».
    Aunque tengo otro ejemplo concreto mucho más jugoso. Un familiar mío muy cercano dedicado profesionalmente a la medicina en la capital del reino, sufrió un día determinado las iras de un paciente, quien le dijo que le iba a poner una queja porque no estaba conforme con el tratamiento médico que le estaba prescribiendo, pues el mismo no era el indicado para su dolencia. Cuando preguntó al paciente en cuestión si es que acaso era médico, le contestó: «Soy notario»

  3. alegret

    Muy bueno este post.

    Nos explica la fragilidad de nuestra existencia, la gratuidad de la soberbia y de la vanidad.

    Deja un buen recuerdo como persona; la capacidad profesional es algo secundario en la vida. Cuanto mas fatuo, arrogante y estúpido, seguramente peor profesional. Sólo los humildes alcanzan la excelencia. Pero que pocos hay en este mundo de rábulas pretenciosos.

    Y aprovecho pare rendir homenaje al mejor profesor -y aún mejor persona- que tuve en mi vida y que falleció de forma prematura y de muerte «natural»: el catedrático de Derecho Político, D. Ignacio de Otto. Inolvidable en su sapiencia, bonhomía y humildad.

    Alegret

  4. me senti re triste con la mala noticia sobre la muerte de patrick el ahora es un angel de dios °era muy lindo para esta vida adios un abraso fuerte besos tkm

  5. nicolás

    Demoledor el artículo. Gracias, Sevach

  6. Sevach: Me quedo gratamente anonadado de cómo has conseguido unir Derecho y Humanidad. Sin cursilerías. Felicitaciones. Ese post debería leerse a los alumnos de último curso de la Licenciatura en Derecho, como si fuera la asignatura » Educación para la Abogacía».

  7. Juan Manuel del Valle Pascual

    SI ACASO UN PENSAMIENTO

    Apenas somos nadie cuando el aire
    derriba nuestra torre poderosa,
    demostrando lo errado de quedarse
    prendado de soberbia escandalosa.

    ¿Y no hubiera debido verlo antes?
    ¿Es tarde aun para aprender tal cosa?
    La vida nos enseña tantas artes
    que es necedad ignorar que se ignora.

  8. Juan de Dios de Bailen

    Sevach estupendo, a veces nos creemos lo que no somos, y abandonamos lo realmente importante en esta vida.

    Saludos

  9. QUINTUS MUCIUS SCAEVOLA

    Enhorabuena Sevach. Tu post es una inteligente y perfecta radiografía del actual «mundillo jurídico».

  10. La elegancia del erizo

    Contando historias sobre la arrogancia jurídica Sevach…Enhorabuena.
    «No lo olvides: no seas nunca arrogante con los humildes. Y jamás seas humilde con los arrogantes» (Coelho).

Responder a nicolásCancelar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde delaJusticia.com

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo