De lo financiero y tributario

Del subidón del Impuesto sobre Bienes Inmuebles como origen de la depresión fiscal

fiebre

La presión fiscal es la macromagnitud que manejan los políticos para que el contribuyente no se agobie por las múltiples e insaciables vías de alimentación de las arcas públicas. Y la depresión fiscal es el decepcionante impacto que producen los tributos en el contribuyente que no percibe un reflejo equitativo entre lo que aporta y lo que recibe. El caso palmario actual viene dado por las liquidaciones que están recibiendo esta semana los ciudadanos en concepto de Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) que, en el caso de Sevach (como a la mayoría de los propietarios modestos) le ha provocado natural desasosiego y cierta indignación.

1. En primer lugar, el IBI es un tributo que, como el tiburón de la película, se acerca amenazador bajo las calmosas aguas de la vida cotidiana, y súbitamente, en el mes de Noviembre se arroja sobre la cuenta bancaria donde está domiciliado el recibo y arranca un buen pedazo. Recordaremos que la cuota del IBI se fija al multiplicar el valor catastral de la vivienda (u otra propiedad urbana), necesariamente inferior al valor de mercado, por un coeficiente que establece cada ayuntamiento dentro de los márgenes establecidos por la Ley (entre el 0,4% y el 1,1%). Así, los Ayuntamientos liquidan y recaudan el IBI, concretan el tipo de gravamen según los límites establecidos, y fijan exenciones o bonificaciones. La revisión de los valores catastrales de los bienes inmuebles la realiza el ministerio de Economía y Hacienda, previa solicitud de los Ayuntamientos. Notemos que al final, es el Ayuntamiento quien tiene la última palabra.

2. En segundo lugar, el problema viene dado por su elevada cuantía, ya que sutilmente desde su creación ha ido creciendo pues se vincula al valor catastral que en las últimas revisiones se ha beneficiado del valor de los inmuebles en tiempo de bonanza económica, y ahora la propiedad inmobiliaria se estanca o reduce en su valoración y sin embargo, los recibos se actualizan de forma imparable. De hecho, veinticinco capitales de provincia en España lo subieron en el ejercicio 2009.

3. Así, por ejemplo, en Oviedo, si concebimos la ciudad en tres círculos concéntricos, Sevach reside en el segundo o intermedio, y paga 700 euros de IBI por un piso de 100 metros cuadrados. Si tenemos presente que la propiedad inmobiliaria no está necesariamente ligada a mayores ingresos (ej. Herencias de pisos céntricos, adquisición por proximidad de empleo, etc) no es infrecuente que jubilados con pensiones mínimas deban afrontar el IBI con la mitad de su pensión de ese mes, o que inquilinos que pactaron asumir las cuotas del IBI se encuentren con un gasto indigerible, o en definitiva que la desproporción de la cuota anual del IBI quede en evidencia al superar la cuota anual de la comunidad de vecinos, el pago de la hipoteca, o peor aún, excediendo del Salario Mínimo Interprofesional.

3. En otras palabras, ni la situación económica del contribuyente es tan boyante como en ejercicios anteriores ni tampoco el inmueble vale lo mismo, lo que reclamaría una mayor sensibilidad para recortar las cuotas del IBI, para la que los Ayuntamientos tienen potestad, pero al estar ellos con el “agua al cuello” y ser un tributo fácil de recaudar, se dejan llevar por la inercia. Es cierto que al desplomarse los ingresos por licencias de construcción, los Ayuntamientos se han encontrado con la necesidad de garantizar el equilibrio del presupuesto, pero también deberían recordar la fábula de la cigarra y la hormiga, apechugar con la responsabilidad, y en caso de necesitar fondos, mas responsable será recortar gastos que mantener o incrementar los ingresos a costa del perro flaco.

4. En tercer lugar, los Ayuntamientos actúan bajo la coartada de que los valores catastrales los fija el Estado, aunque no puede ignorarse la complicidad local. La coartada estatal permite que los contribuyentes no se embarquen en litigios frente a la liquidación del IBI ya que les obligaría, no sólo a estar alerta de las publicaciones de las ponencias de valores catastrales (publicidad formal a la que no acceden el común de los mortales) sino a formular dobles impugnaciones, una frente a la Administración local y otra frente a la Administración del Estado, y además lamentablemente (salvo encontrar alguna omisión formal en la fijación de los valores catastrales) están abocados a la general desestimación con la consiguiente pérdida de dinero, energías y esperanzas.

5. En cuarto lugar, lo peor no radica en pagar, sino en pagar sin recibir una contraprestación tangible. Y es que el IBI es lo mas parecido a un “diezmo feudal”. No hay contraprestación específica ni perceptible por el contribuyente, que ya paga la tasa por la recogida de basuras y por el alcantarillado, así como sobrados impuestos generales para contar con policía local y otros servicios.

6. En definitiva, podemos ver el escenario de estrangulamiento fiscal del ciudadano medio si nos asomamos, como el Diablo Cojuelo, a ver un día en la vida tributaria de un ciudadano español medio, que llamaremos D. Paganini. Así, el Sr.Paganini sale de su casa (por la que paga el IBI anual), saca el coche del aparcamiento (gestionado por empresa que paga el Impuesto de Sociedades y que repercute en los usuarios el mismo). Luego atraviesa la ciudad con su automóvil (por la que paga el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica), y reposta en una gasolinera ( pagando el Impuesto sobre ventas minoristas de hidrocarburos); por fin, llega a las oficinas del centro y aparca en la vía pública (donde paga la ORA de aparcamiento); ha utilizado el vehículo pues ese día venderá su vehículo a un conocido ( sujetándose la operación al Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, tras pactar con el comprador que le descontaría del precio pactado el importe del tributo). Una vez en su trabajo como funcionario (donde mes a mes le descuentan la retención del IRPF), y tras culminar la jornada, almorzará en un restaurante (donde pagará la factura con IVA), y se tomará después una copita de orujo ( sujeta al Impuesto de Fabricación, que ya encarga el fabricante de repercutir en el producto). En el mismo restaurante echará una moneda en la máquina tragaperras (ya la empresa del recreativo ha ajustado a la baja los premios para compensar el Impuesto autonómico sobre el Juego). Por la tarde le comunican que ha heredado de un tío una vetusta casa de pueblo ( con lo que tendrá que hacer la liquidación y pago del Impuesto de Sucesiones), y tendrá que hacer obras de reparación ( pagando las tasas de la licencia de obras y el Impuesto sobre Contribuciones, Obras e Instalaciones), para luego venderla (pagando el Impuesto sobre Incremento de Valor de los Terrenos).

¡¡ Como para no tener “depresión” fiscal!1. El único consuelo que le queda al Sr.Paganini es que cuando fallezca, flamante titular y ocupante del nicho del cementerio, al menos estará exento de IBI por ser bien de dominio público.

0 comments on “Del subidón del Impuesto sobre Bienes Inmuebles como origen de la depresión fiscal

  1. Contencioso

    Con el tiempo y la progresiva desvergüenza de los políticos españoles llegaremos a los extremos del Gobernador turco de cierta provincia del imperio otomano que impuso el impuesto de la dentadura. Sí, como lo oyes …. era un impuesto dirigido a resarcirle a él de los «gastos de reparación de su dentadura ocasionados por la cochina comida de este asqueroso país». Sic!

    Ya escribiré algo mas mañada, que ahora el sueño me puede, pero si no me falla el instinto, creo que te has dejado varios tributos por el camino. Mañana los comento 😉

  2. Joaquín

    Lo más sangrante del IBI no es su cuantía, lo indignante es que se grave la vivienda habitual. La posesión de una vivienda, como bien indica este artículo, no supone una manifestación de riqueza (pensionistas y parados pagarán el IBI). Un gran artículo.

  3. vestidita de rosita

    El problema es la determinación de la Base Imponible de este impuesto, el valor catastral, pues no tiene en cuenta el principio de capacidad económica, en función del cual el que más tiene más paga.

    El IBI, en la medida en que la determinación del valor catastral no tiene en cuenta la capacidad economica del sujeto pasivo, tiene una naturaleza más de SANCION QUE DE IMPUESTO.

    Al igual que las sanciones (por ejemplo, las de tráfico), el principio de capacidad está ausente. De esta forma el hecho imponible está constituido por la propiedad, castigándola a modo de sanción.

    A mi entender, el IBI es un disparate y motivo de trifulcas monumentales en el seno de los Ayuntamientos, cada vez que se revisa la ponencia o se tocan los tipos impositivos.

  4. Coincido con Vestidita. El IBI es una «sanción por existir». Si la Constitución reconoce el derecho a una vivienda digna, y que los tributos se aplicarán de acuerdo con la capacidad económica…¿puede aceptarse un Impuesto como el IBI, que es «ciego» a las condiciones de capacidad reales del propietario?. Un atropello.

  5. Contencioso

    Retomo el tema donde se había quedado,

    Creo que en la odisea fiscal de Paganini a través de la urbe, cual Ulises de James Joyce en el ámbito tributario, nos falta:

    -El impuesto sobre el patrimonio, que pagará por el mero hecho de tener bienes en la cuantía mínima para estar sujeto. Impuesto sorprendente donde los haya, que grava la mera tenencia de lo que se adquirió con dinero previamente «cribado» con el IRPF o el impuesto sobre sucesiones y donaciones.

    -El impuesto especial sobre la electricidad, por tenerla para cosas mundanas tales como alumbrarse o abrir la puerta del garaje para sair con el coche

    -El cánon de saneamiento municipal, para el pago del agua y alcantarillados, a los que irán a parar sus micciones y deposiciones tras la comida.

    -La tasa especial sobre residuos sólidos urbanos

    -El impuesto de matriculación que tuvo que abonar al adquirir el vehículo que ahora vende. (Además del IVA, claro)Transferencia que, naturalmente, le costará además las correspondientes tasas en la jefatura de Tráfico para ponerlo a nombre del nuevo propietario.

    -Y ya que estamos con el coche, el seguro obligatorio del mismo lleva el impuesto especial sobre los seguros, si no recuerdo mal.

    -Expedir y renovar el carnet para conducirlo conlleva sus correspondientes tasas

    Y así un larguísimo etcétera….

  6. sed Lex

    Todo esto está muy bien, y a nadie nos gusta pagar. Por regla general, a todos nos parecerá a la hora de pagar que lo que recibimos es bien poco a cambio de lo que cuesta. No obstante voy a hacer de abogado del diablo y os recuerdo que el sueldo de muchos, entre los que me incluyo, sale de ahí. Y que la alternativa es la privatización y el mercado puro y duro, o la ausencia de servicios, incluidos seguridad, sanidad, educación y justicia…

    Y que si es cierto que pagamos mucho, también lo es que recibimos bastante a cambio…
    Por otra parte, estos impuestos indirectos al consumo (IVA, transmisiones y similares), o a la posesión pura y dura (y si es sin ingresos con mayor motivo [como IBI, patrimonio, viñeta,…])me parecen bastante más “justos” que los directos (IRPF), en los que los que pagamos somos siempre los mismos: los sujetos a nómina que no tenemos ni chalets inmensos, ni fincas de recreo, ni cochazos de lujo. Estoy cansado de ver autónomos y empresarios, incluso con negocios prósperos y boyantes y un nivel de vida bastante superior al mío -que no todo es crisis y echar horas- que, gracias a los malabarismos de los asesores fiscales y ganando bastante más que yo, no pagan un euro a Hacienda (que como decía su anuncio “somos todos”), y posiblemente reciben bastante más que yo en servicios, subvenciones y ayudas de todo tipo.

    Otra cosa es que haya que fiscalizar mucho más en que se gasta…
    Y entre otros casos, y está bien que lo traigas a colación, es paradigmático el del Ayuntamiento de Oviedo, que Gabino lo ha puesto muy bonito, pero a costa de una deuda que habrá que pagar, con impuestos y hasta con multas, que de todo se nutre el erario… Pero sarna con gusto no pica, que sigue sacando mayoría absoluta, o sea, que la gente, en general, estará contenta a pesar de lo que paga de IBI o de viñeta… Precisamente hoy es noticia que hay ayuntamientos que no revisarán el catastro para evitar estas subidas…

    En cuanto a lo de gravar la posesión de vivienda, recuerdo que la CE garantiza el derecho a vivienda digna, pero no a su posesión, y que es un derecho no fundamental y no muy bien desarrollado… Al que no quiera pagar IBI, siempre le quedará vender su casa e irse de alquiler… Lo que no deberían tener las casas es el precio que tienen, que seguro que con el IBI podemos mejor que con la hipoteca, y con esa se lucran otros, no las administraciones, que al cabo y al fin están ahí para darnos los servicios que reclamamos cuando votamos a unos o a otros..

    Por cierto, que más pagan en países del Norte de Europa, y bastante menos en Somalia, por ejemplo, pero visto lo visto, prefiero parecerme a los primeros que a los últimos…

  7. Angeles García Suárez

    La que suscribe por un piso, dos cocheras y UN TRASTERO, paga 810,40 €, Es la 1ª ocasión que se paga IBI por los trasteros….., pero de algún sitio tiene que salir el dinero para pagar tantos y tan desorbitados sueldos a estos políticos que nos tocan… y claro hay sacar dinero de donde sea porque además del sueldo también hay que comer en restaurantes (según LNE el Ayto de Oviedo gastó un millón de € en comidas)

  8. vestidita de rosita

    Siento defraudaros, pero he de deciros que el IBI es un impuesto directo que imputa contablemente al llamado Capitulo 1 del presupuesto de ingresos de los presupuestos municipales ( todos, también el del Ayuntamiento de Oviedo).

    Y ¿ sabéis que financia el capitulo 1 del presupuesto de ingresos de todos los Ayuntamientos?

    El gasto en personal. Así que con el IBI, pagamos los funcionarios y también todos los enchufados, y nada más ( ni comidas, ni educación, ni servicios sociales, ni infraestructuras ni nada de todo esto). Sólo personal.

  9. En primer lugar aclarar que con el IBI (cap. 1) no se paga al personal (cap. 1) y nada más, sino los gastos en general, aún siendo conscientes de que en el SP el gasto en personal es gigantesco por muy diversas razones que todos conocemos.
    ¿Alguna propuesta sobre el IBI? Si: la principal es dejar fuera la vivienda habitual o al menos con una importante bonificación.
    Para paliar los efectos de un solo recibo, en Alicante han puesto en marcha la cuenta tributaria ciudadana para cobrar mes a mes los impuestos locales anuales, esto es, 12 pequeños golpes en lugar del recibazo de noviembre (IBI) o mayo (viñeta), en fin, se puede pensar (algo así como las retenciones mensuales del IRPF).
    Y para terminar, en cuanto al recorrido por los tributos que pagamos día a día (un calvario si los vamos anotando al instante) dos notas. Una, parece claro que hay que reformar el sistema fiscal español para tener menos impuestos, aunque recaudemos lo mismo. Dos, no olvidemos que nuestra presión fiscal está por debajo de la media europea y queremos paro, sanidad, pensiones, dependencia… y tenemos fraude, corrupciones… Otra cosa es el reparto de la carga, manifiestamete mejorable para que no recaiga tanto sobre los asalariados.

  10. El IBI ni ningún impuesto municipal es el problema, sino la consecuencia. El problema es la Ley de Régimen Local (en mi opinión, más arriba la «autonomía local» con-sagrada en la CE78), que está diseñada para implantar el caciquismo y la financiación irregular de los partidos, y mantener sus canteras políticas.

  11. Cesare Cantú

    Coincido con lo expuesto por sed Lex. Y es más, considero que los entes locales deberían financiarse con más tributos y con menos transferencias de capital. De

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