Sobre los empleados públicos

Elogio del funcionario que accede a Internet en horario laboral: Ventajas (I)

Corren buenos tiempos para la Administración electrónica y es normal que buena parte de los funcionarios públicos cuenten en su oficina dotada con ordenador con acceso a Internet. Tanto para la Administración como para el empleado público, el ordenador conectado es una valiosa herramienta de trabajo y su utilización descansa en la buena fe de ambas partes. Sin embargo no siempre es así.

Para Sevach, adentrándose en el mundo de la Sociología de la Administración, diez son los beneficios o ventajas de que el funcionario público cuente con un ordenador con conexión abierta a la red :

1º Permiten que el funcionario en tiempo real consulte cuestiones directas o colaterales a su puesto de trabajo (normativa, trámites, direcciones de oficinas, etc), atendiendo con inmediatez las consultas, quejas y peticiones del ciudadano (dejando fuera el clásico “vuelva usted mañana”).

2º Permiten que el funcionario, en “tiempos muertos” (cuando no perjudica a nadie si tiene el trabajo al día y no hay ciudadanos esperando) navegue libremente por la red. No hay mejor estímulo que un breve pero oxigenante descanso dentro de una labor rutinaria, que además forma en una habilidad universal, útil como persona y útil como funcionario. ¿ Por qué prohibir lo que a nadie perjudica?. Y ello, teniendo en cuenta que si no tuviera ordenador conectado a la red, muy posiblemente estaría asomado a la ventana con ojos perdidos en el horizonte, dedicado a hacer pajaritas de papel u otros menesteres privados.

3º Permiten que el funcionario, en vez de ausentarse momentáneamente para muchas gestiones particulares ocasionales (como es propio también de los trabajadores de empresas privadas, y el que sea libre que tire la primera piedra), realice con celeridad las consultas o gestiones desde el mismo ordenador, donde encontrará de forma inmediata y sin abandonar la oficina, la información que precisa.

4º Permiten que el funcionario alcance mayor bienestar en términos de comodidad, autoestima y responsabilidad. No permitir el acceso a Internet, limitarlo en duración o en páginas de acceso, supone una desconfianza y tratamiento propio de menor de edad que no merece el empleado público.

5º Permiten que el funcionario se forme con espontaneidad en técnicas jurídicas, Derecho Administrativo y Derecho Constitucional. Todo está en la red: ponencias y publicaciones. Se insiste mucho en Leyes y reglamentos sobre la profesionalización del funcionario y la necesidad de formación continua, y sin duda se puede aprender mucho desde el puesto de trabajo con un simple ordenador con conexión a Internet. No se trata solo de acceder al frío BOE, sin interpretación ni explicaciones. Se trata de poder acceder a informes, sentencias y problemática en general relacionada con el puesto y caso concreto de cada funcionario, lo que jamás se logra con los estereotipados cursos oficiales de buena parte de centros de formación burocrática, de pupitre, siesta y canapé.

6º Permiten que el funcionario consiga acceder a webs que constituyen plataformas vinculadas directamente a sus derechos como trabajador, propias de sindicatos o de la propia Administración a la que sirve.

7º Permiten que el funcionario se apee del pedestal del poder público por unos instantes y entrar en esas numerosísimas webs de humor a que reenvían los correos electrónicos, con la consiguiente liberación de endorfinas y bienestar. No hay necesidad de convertir al funcionario en un esfinge con “cara de perro mal almorzado”.

8º Permiten que el funcionario pueda acceder a primera hora a las noticias locales, pues al servidor público no puede serle ajena la resonancia de la gestión pública ni las vicisitudes de sus autoridades, de manera que el termómetro de la prensas sirve para detectar carencias y buscar soluciones.

9º Permiten que el funcionario, mientras consulta para asuntos privados la red, ofrezca al ciudadano que se acerca a la ventanilla, y desde la distancia,  una imagen de ocupación y actividad que contribuye a no consolidar los prejuicios sobre los funcionarios. Es más, desde otras perspectiva, el acceso a la red permite incluso, que el funcionario evite tener que mantener conversaciones insulsas con sus compañeros y preservar su esfera de intimidad, refugiándose en consultas en la red. Una cosa es compartir oficina y otra convertirse en peña.

10º Y permiten que el funcionario se encuentre en idénticas condiciones que la inmensa mayoría de los trabajadores de las empresas privadas, donde el control de los empleados es por los resultados y no por la presunción de distracción de los mismos.

Y no se diga que dejar acceso a internet en la oficina es promover la holganza o la distracción, ya que cualquiera que tenga un poco de experiencia en el mundo burocrático sabe que, con o sin ordenador, con o sin internet, el que es trabajador y diligente seguirá cumpliendo con su trabajo, y en cambio, el que es un caradura, aunque tenga las mejores condiciones del mundo y sea vigilado, siempre conseguirá escaquearse. Como decía una película de Tarantino cuyo título no recuerdo, «Todos cambiamos hasta los treinta años. Después intentamos hacer creer a los demás y a nosotros mismos que cambiamos de convicciones, pero solo son ilusiones«. Y como decía el Catedrático de Historia C. Northcote Parkinson (autor de las célebres Leyes de Parkinson) cuando se trata del funcionamiento burocrático en las oficinas públicas » el trabajo siempre lo hace alguien, no importando el rango ni la capacidad, sino la voluntad».

Dicho esto, y dejandoos reflexionar sobre la cara dulce del acceso a internet por los funcionarios, pospondré para el próximo post la cuestión de los límites…

0 comments on “Elogio del funcionario que accede a Internet en horario laboral: Ventajas (I)

  1. Tengo que decir honradamente que, pese a ser funcionario del Principado desde hace mas de diez años, he aprendido más de internet y google durante el trabajo, que con los cursos de la Escuela de Administración Pública Adolfo Posada, donde sí he perdido el tiempo, ya que lo que allí se decía- en las pocas ocasiones que se decía algo nuevo y/o útil podía haberse facilitado por escrito. Es más, coincido con Sevach en los beneficios del acceso libre a internet desde el despacho, pero añado que a mí nadie en la Administración del Principado me enseñó a buscar en google ni a navegar por internet ( ni se pregunta en los temarios de oposiciones, teóricos ni prácticos) y sin embargo, la Administración se ha beneficiado muy mucho de mi aprendizaje personal en mi trabajo.

  2. Yusilios

    Desde Virginia esperamos el siguiente post.

    Un abrazo

  3. Juan Manuel del Valle Pascual

    Lo que leo me da vida
    y en lo que escribo le entrego,
    y si eso todos hacemos
    no volverá la ignominia
    del ominoso silencio
    y las palabras perdidas
    que hicieron de España un yermo
    de ilusión sobrentendida.

  4. Prueba

    Prohibir el uso de Internet tanto en la Administración Pública como en la empresa privada es una tontería.

    Qué más dará leer http://www.lne.es que llevarse el periódico físico… estoy de acuerdo, aunque suene un poco cínico, que siendo el resultado sea el mismo, no queda igual leer el periódico en la web que encima de la mesa… 😀 Supongo que casi todos estaremos de acuerdo.

    En otro orden de cosas voy a haceros una consulta jurídica, puede ser aplicada a la Administración pero se produce con más frecuencia en la empresa privada:

    1.- Caso UNO: trabajador que descarga películas en alta definición aprovechando el ancho de banda brutal de la empresa, total descargado en tres días 78 GB de datos. La empresa despide al trabajador.

    Resultado judicial: despido procedente. Uso de internet dañino para la empresa. Estoy de acuerdo con la resolución judicial.

    2.- Caso DOS. Trabajador que consulta periódicos online, navega algo por Internet, etc. En resumen sin abusar. La empresa despide al trabajador.

    Resultado judicial: despido improcedente. (lógicamente estoy de acuerdo además)

    3.- Caso TRES. Trabajador que en horario de liga de campeones, evento deportivo especial, etc, navega por Internet con constantes actualizaciones de la página, etc que acreditan que está siguiendo prácticamente el evento…

    Resultado judicial: despido improcedente. Y estoy de acuerdo.

    4.- Caso CUATRO:

    Trabajador que realiza consultas cortas y no frecuentes, pero sí todos los días, pongamos 4 o 5 visitas a páginas pornográficas.

    La empresa despide al trabajador.

    Resultado Judicial: despido procedente. ¡¡!! No alcanzo a comprender porqué dicho despido es procedente…

    ¿Cuál sería vuestra respuesta jurídica a cada asunto?

    De despidos por Internet he llevado unos cuantos, pero nunca sobre uso o abuso de correo privado, ni mensajería instantánea, que serían divertidos por mezclarse más cuestiones muy interesantes y que producirían un debate bonito.

  5. Buenas, Sevach. Totalmente de acuerdo con lo que aquí se comenta. Personalmente, soy uno de esos que tiene poco trabajo y, consecuentemente, mucho tiempo para navergar por internet. Parte lo dedico a cosas personales (correo electrónico, facebook, etc.) y parte a pasarme por lugares como este, donde me formo y puedo aplicar esos conocimientos en el puesto de trabajo (coincido con Atila en que, a veces, se aprende más de manera autodidacta que en cursos, porque estos últimos siempre se mueven a la velocidad del más lento en aprender las cosas).

    Por lo tanto, ahora debe tocar ver las desventajas, que no supongo tan importantes como para que se niegue el acceso a internet a ningún funcionario.

  6. Dice Albert Boadella que una de las cinco frases que resumen su felicidad es coleccionar enemigos.

    «Coleccionar enemigos:
    Nada peor que intentar estar a buenas con todo el mundo. El buen rollo es uno de los ingredientes básicos para generar la mediocridad y el tedio. Además, la disposición al consenso provoca un trabajo pesado, inútil y sobretodo frustrante. Tampoco tener enemigos resulta una tarea sencilla porque lo esencial es saberlos escoger, ahora bien, si acertamos, el divertimento está asegurado de por vida.»

    Por eso de Sevach sabemos, por la calidad de sus escritos (y de sus enemigos), que es todo lo contrario a la mediocridad y al tedio.

    (No se que a que genio de la lámpara se le ocurrió poner un cartel que dijese «NO ENTRAR AQUÍ», pero se ha lucido con la decisión)

  7. Totalmente de acuerdo.

    Un beso.

    MariCarmen

  8. Creo que me he perdido un capítulo… ¿Acaso os están bloqueando el acceso a http://www.contencioso.es desde la red del Principado?

  9. Más risa… y más visitas. Censura a la china.

    Si el tuyo fuera un egoblog, tocaría twitear el incidente, sacar un manifiesto mezclando la cosa con derechos fundamentales, con la libertad, la conjuración de Catilina, el intercambio p2p y tal, reproducirlo perezosamente en unos miles de blogs, dejarte entrevistar por prensa de la capital del reino, hacer una web monográfica del tipo «Contencioso y libertad» y, acto seguido, reunirte con la Sinde o con Tini para negociar. En fin. Haya salud.

  10. Como funcionario del Principado no entiendo por qué puedo acceder a páginas webs de todo tipo de periódicos, páginas web de medios de transportes, páginas webs de agencias de viajes, páginas webs sobre información meteorológica…puedo acceder a numerosos blogs personales, de todo tipo y condición, y fíjate por donde, no puedo acceder a http://www.contencioso.es. Vamos, siendo claritos, un funcionario del Principado puede usar internet para consultar el tiempo mientras lee la edición digital de su periódico y reserva sus próximas vacaciones de verano, pero no puede consultar una página en la que, entre otras cosas, se da cuenta de las últimas novedades jurisprudenciales en los más variados ámbitos del derecho. En Roma lo llamaban pan y circo, y en mi pueblo dirían, ¿ alguien piensa que somos todos tontos?

  11. Que el concepto de “interés general“ es la clave, el nudo gordiano, de toda la actividad administrativa es algo que todos sabemos. También sabía yo –que, por cierto, también tuve el honor de estudiar derecho en Asturias- que el interés general era un concepto jurídico indeterminado y, por ende, susceptible de ser circunstancialmente acotado en función de parámetros de lo más variopintos.

    Pero esto… Esto raya lo estratosférico, lo galáctico, lo kafkiano, lo surrealista, lo majadero (¿?)

    Que por el interés general no se pueda consultar este Blog… es increíble (nunca mejor dicho).

    P.D. Por cierto. ¿Alcanza este interés general solo a habitantes del Principado o se extiende más allá? Porque en caso de que así sea habría que tomar medidas en otros territorios, no sea que… (¿Sabrá Obama el peligro que corren los que desde allí le leen? ¿Y si sus funcionarios quedan suficientemente instruidos y luego ponen pegas en lugar de obedecer a ciegas?)

    Espero que este tipo de medidas no se contemple también como estándar en la nueva Ley de Sostenibilidad vía enmienda promovida ante el Senado y, por supuesto, que en su momento el TC –exhausto tras su última proeza plurianual- sea capaz de abordar con acierto el tema si es que alguien lo lleva tan lejos, aunque ya adelanto que a mí me parece, sin que yo pretenda prejuzgar nada, que en este caso el interés general –como en otros- no va a aparecer por más que se le busque, de modo que la decisión original del ejecutivo puede que venga a cascar por donde más debe de doler.

    Aunque a algunos se les haya olvidado, se considera «desviación de poder» la aplicación de potestades para fines distintos de los previstos en el ordenamiento (LJCA, art. 70.2).

  12. crespo

    El blog de Sevach es pernicioso y debería haberse prohibido mucho antes ¡Qué es eso de publicar cosas!, ¡Qué atrevimiento!.
    Muy bien hecho. Deberían prohibir todas las opiniones, que para pensar ya están nuestros gobernantes, que lo están haciendo muy bien sacando a Asturias de la crisis y promoviendo el uso de las nuevas tecnologías y la teleformación.
    ¡A la hoguera!, ¡A la hoguera, con Sevach! y que sirva de ejemplo para tanto funcionario desocupado que sólo piensa en acceder a blogs jurídicos y no leer La Nueva España, que es un periódico independiente.

  13. Brillante post, como casi todos.
    Hice un comentario en facebook el dia que lei la noticia en LNE porque no daba crédito, aunque no me sorprende, porque también había leido en ese periódico, que se había implantado un código o protocolo o como se llame, que regula o limita el acceso a internet, y la verdad, viendo a los autores del susodicho (no estoy segura, pero como que prestigioso bufete externo!!) y sabiendo cómo piensan pues no me extraña que con su «mal asesoramiento» permitan que el gobierno se meta en estos charcos.
    Solo te faltó un punto acerca de las ventajas:
    –Permite a los funcionarios marginados, a los que no se permite realizar sus tareas, ofrecer una visión más amable que la de «paria», pues mientras consulta la pantalla, da la impresión de que está trabajando, y puede, si quiere, aprovechar el tiempo, en vez de sumirse en una profunda depresión.

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