Sobre los políticos

Matemáticas y Poder público: Ni contigo ni sin ti

La campaña electoral desafía las reglas de la matemática. Todos cuentan con ganar y si sus pronósticos se cumplieran se cubrirían diez veces el número de cargos electivos que los disponibles. Todos prometen mas gasto social y menos impuestos. La cuadratura del círculo. Todos se consideran en condiciones de traducir sus programas en presupuestos y siguiendo el ejemplo bíblico, capaces de “multiplicar los panes y los peces” en tiempo de crisis. En suma, muchas palabras y un festival de números y magnitudes económicas que según la manipulación electoral pueden venderse como victorias o reprocharse como fracasos.

1. Pese a esta dimensión matemática del poder, siempre me ha llamado la atención como pueden manejar enormes presupuestos algunos Alcaldes, Consejeros o Directores Generales que “cuentan con los dedos” … y no siempre aciertan. Es verdad que cuentan con asesores y funcionarios para ello, pero hasta para comprender el mensaje e informe del asesor, y decidir en consecuencia, hay que tener unas mínimas nociones. Y no digo economistas (que barajan cifras y dan resultados al gusto del consumidor), sino matemáticos que son amantes de la exactitud, por definición. De hecho, no son pocas las interpelaciones parlamentarias o de los Tribunales de Cuentas que al solicitar información a altos cargos sobre determinadas partidas de gastos se tropiezan con la respuesta al mejor estilo del Gran Capitán, “entre picos, palas y azadones, cien millones”.

2. Todavía recuerdo episodios llamativos, como cuando el Presidente Zapatero, en anécdota cuyo mensaje podría predicarse de la mayor parte de los Presidentes, en una comparecencia pública confesó por lo bajinis a su asesor su dificultad para entender la materia presupuestaria del Estado a lo que éste replicó con un susurro tranquilizador pensando que los micrófonos del Congreso estaban apagados “ Lo que necesitas saber para esto, son dos tardes”.

Y dando un salto espacial, no podemos olvidar a Lee Hsien Loong, actual Primer ministro de Singapur, graduado con honores en matemáticas por la Universidad de Cambridge, y en administración pública por Harvard. Así se explica, que perciba las retribuciones mas altas de todos los presidentes del mundo, cercana a los tres millones de dólares anuales. No me extraña que precise de tan cualificada formación matemática para contar tamaños emolumentos.

Otros casos no son tan meritorios, como el de Alberto Fujimuri, expresidente de Perú (1990-2000) quien ostentaba la condición de Catedrático universitario de álgebra y se ve que sumar, (mercenarios), restar ( garantías) multiplicar (patrimonio) y dividir ( enemigos) le dio buen resultado a corto plazo.

3. Pero lo que auténticamente me maravilla es cuando descubrimos los entramados de corrupción de cargos públicos que revelan proezas de ingeniería financiera y trasiego de cuentas bancarias y billetes en cuyos entresijos se maneja el truhán con dominio de la disciplina de Leibnitz. Por eso no tendría mal perfil de gobernante ofrece el matemático Perelman que tras resolver la conjetura matemática del siglo renuncio al jugoso premio en metálico, pues bastante es que un político sea indiferente a los bienes terrenales.

4. A veces se plantean auténticos desafíos matemáticos para el gestor público.

No me refiero a como las autoridades ignoran la ausencia de crédito presupuestario y demuestran que » Cero» es igual a «Medaigualeldeficit». Tampoco a la valoración del aprovechamiento urbanístico, de los justiprecios expropiatorios, del cálculo de las bajas temerarias, de la valoración de fincas sometidas a concentración, de la imposición de sanciones pecuniarias o de los intereses legales. No, me refiero a otros casos.

Por ejemplo, cuando se anulaba una oposición y el flamante aprobado se enfrentaba años después a tomar posesión de una plaza que ya estaba cubierta, la Administración para no exceder el número de plazas convocadas y poder cumplir la sentencia inventó aquello de las plazas “bis”, y así el BOE reflejaba la toma de posesión, por ejemplo, de la plaza 15 bis.

También recuerda Sevach la polémica judicial que se planteó cuando se suprimió la obligación de la Administración de no convocar mas del 50% de las plazas a promoción interna ( dejando lo restante para el turno libre). El problema brotó cuando la Ley suprimió dicho limite, y entonces se planteó si era admisible ante tal libertad, que pudiesen convocarse el 100% de las plazas a promoción interna. El Tribunal Supremo hizo una aplicación espiritualista y dijo que, aunque se hubiere suprimido la garantía porcentual de turno libre, un sistema de igualdad, publicidad, concurrencia, mérito y capacidad exigían que al menos una plaza se convocase a turno libre. Pero como el diablo no descansa, no faltó quien interpretó que esa plaza se refería a una de entre todas las plazas de distintas categorías de una misma convocatoria, y nuevamente el Tribunal Supremo como ángel protector intervino precisando que ese mínimo se predicaba de cada bloque de plazas de la misma categoría.

5. Veamos ahora un ejemplo de la utilidad de las matemáticas para autoridades y Secretarios Generales, que he adaptado de un problema matemático clásico de corte árabe sobre camellos. Prestemos atención al caso:

Había una vez un Alcalde que tenia que efectuar una convocatoria de plazas en el Ayuntamiento pero por la crisis económica y austeridad presupuestaria sólo tenía dotación para 17 plazas.
El problema era que se había comprometido con los sindicatos en convocar las plazas en la siguiente proporción: al turno libre la mitad (1/2), a la promoción interna la tercera parte (1/3) y para funcionarización la novena parte (1/9). Al Concejal de Economía no le salían las cuentas, pues solo tenía 17 plazas:
Al Turno libre 17 : 2 = 8,5
Al Turno de promoción interna 17 : 3 = 5,6
Al Turno de Funcionarización 17 : 9 = 1,9
TOTAL = 16,0

Al ver que no le salían las cuentas puesto que los sindicatos no toleraban que dejasen libre una de las diecisiete plazas y sobre todo, porque no podía partir una plaza (imposibilidad jurídica) decidió consultarlo con el Secretario General y le dijo:

– Querido Secretario: tengo un problema que no se como resolver. Quiero convocar 17 plazas para cumplir lo acordado con los sindicatos, y no se como hacerlo sin que tenga que partir una plaza o me sobre alguna.
A lo que el Secretario General respondió…

-Querido Alcalde: debes proponerles convocar una plaza mas con lo que tendrás 18, hablas con los sindicatos y efectúas el reparto en su presencia y una vez hecho, amortizas la plaza sobrante.

Y así lo hicieron.
Al Turno libre18 : 2 = 9
Al Turno de promoción interna 18 : 3 = 6
Al Turno de funcionarización 18 : 9 = 2
TOTAL = 17
Acto seguido, tras firmar el Acta del reparto en la Mesa de Negociación, les informó que amortizaría la plaza adicional, puesto que había quedado sobrante, y estando todos contentos le dio las gracias al Secretario.

6. En fin, la matemática todo lo inunda. No dejo de recordar una entrañable y divertida anécdota de mis años de bachiller escolapio en que el entrañable profesor Jesús Espías, dotado para las matemáticas de “una mente maravillosa” como el Nobel de Economía John Nash, nos explicó gráficamente la regla de tres: “ Si eres blanco, tu mujer es blanca y tienes un hijo amarillo, puedes inferir que tu vecino es chino”.

P.D. Este post fue parcialmente publicado en el Diario La Nueva España

0 comments on “Matemáticas y Poder público: Ni contigo ni sin ti

  1. Enrique

    De hecho, Grigori Perelman renunció al premio de 1 millón de dólares porque no lo necesita ya que «puede controlar el universo».

    Puede que ya esté siendo en efecto un buen gobernante supremo pero sus jefes de zona en cada país… 🙂

    Un saludo.

  2. De hecho, hay funcionarios muy buenos matemáticos..cuentan los días de asuntos propios, le echan un vistazo a la nómina y saben lo que le falta pero no lo que le sobra ,cuentan los trienios…¡¡ Y sin calculadora!!

  3. peterlove

    Resolviendo la historia del camello:

    «El problema era que se había comprometido con los sindicatos en convocar las plazas en la siguiente proporción: al turno libre la mitad (1/2), a la promoción interna la tercera parte (1/3) y para funcionarización la novena parte (1/9)»

    O, lo que es lo mismo:

    «El problema era que se había comprometido con los sindicatos en convocar las plazas en la siguiente proporción: al turno libre la mitad (9/18), a la promoción interna la tercera parte (6/18) y para funcionarización la novena parte (2/18)»

    Por lo tanto: 9/18 + 6/18 + 2/18 = 17/18

    Conclusión: falta añadir «y para amortización la diochoava parte (1/18)»

    Saludos matemáticos!!!

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