De Jueces y la Justicia

De mentiras, jueces y Facebook

El derecho a mentir y Facebook

«No mentirás» figura como el octavo mandamiento bíblico pero la Constitución tolera la mentira si es el acusado penalmente quien la dice ( por el derecho a no declararse culpable) pero permite que se castigue severamente al testigo que miente ( delito de falso testimonio). Además, si tras la mentira hay un fraude, estafa, calumnia o perjuicio al honor o imagen de otro, las acciones civiles y penales acuden a favor de la víctima. No digamos ya las responsabilidades penales derivadas de mentiras para la captación de menores con fines abusivos o pornográficos.

Fuera de ahí parece que la mentira es impune y precisamente ha sido noticia que la Corte Suprema del Estado de California debe determinar ante del próximo mes de Junio de 2012 si la libertad de expresión presta cobertura a la mentira en el caso de Xavier Alvarez, quien aseguró falsamente ser un héroe de guerra en una declaración pública tras ser elegido concejal . El debate se plantea en si existe un “derecho a la mentira” y si el gobierno “debe proteger la verdad”, y las consecuencias de una sentencia condenatoria son incalculables si tenemos en cuenta que en EEUU entre Facebook, blogs, webs, foros y otros “confesionarios cibernéticos” se miente mas que se teclea, y además con impunidad. No solo la mentira piadosa de ocultar la opinión negativa a los demás sino la mentira estratégica de adornarse con plumas ajenas para obtener un empleo,  seducir a la persona amada, ser admitido en un grupo ideológico, subir fotos retocadas, ampliar círculo de clientes o amigos, etc.

1. Especialmente convincente es la opinión del juez Alex Kozinsky, de la Corte del Noveno Circuito en San Francisco quien opina que no puede penalizarse la mentira pues de lo contrario podría ser un crimen «mentir acerca de su estatura, su peso, su edad, o su estado financiero en Match.com o Facebook. O si uno falsamente se presenta ante su mamá como una persona que no fuma, que no toma, que todavía es virgen y que nunca excede el límite de velocidad, e incluso podría inculparse al  dentista que te dice que no te va a doler”.

2. Mas agudo fue  Jamin Raskin,  profesor de Derecho Constitucional  de la American University cuando afirmó que” Muchos políticos han mentido acerca de su hoja de vida y sus logros. Sin hablar de las promesas de campaña. En la política la  raya entre la verdad y la mentira se tambalea».

3. Habrá que esperar a la sentencia del Tribunal Supremo californiano. Y si no fuera satisfactoria, quizás la tecnología algún día nos ofrezca una aplicación que al igual que permite detectar y mandar el spam a la papelera, permita identificar las mentiras y mandar a su usuario al ciberespacio.

Mientras tanto, por si quedara alguna duda, no hay multas ni castigos penales por mentir en las Redes Sociales, aunque hay la mentira tolerable ( la de quien se vende a si mismo por más de lo que vale, como hacen los comerciales respecto de sus productos) y la mentira reprochable que puede traer consecuencias indemnizatorias civiles o carcelarias penales ( la de quien perjudica o daña a otros, en el honor, imagen, negocio, amistades,etc).

 Ya comenté como se derrumbarían los cimientos del mismo Derecho Administrativo si las mentiras fuesen descubiertas, en un post anterior.

4. Por cierto, me agrada especialmente el juez Alex Kozinsky antes citado, presidente de la Corte Suprema de California, ya que es el autor de la sentencia mas famosa de EEUU , dictada en el año 1990 por su sentido del humor al introducir en su célebre sentencia (United States v.Syufy Enterprises, 1990) la cita de 200 títulos de películas entre su argumentación.

Además ese mismo Juez fue el que desestimó en el año 2002 la demanda de la empresa Mattel para defender el honor de su muñeca Barbie frente a un grupo musical cuya canción la presentaba como una chica fácil, aduciendo el juez que Barbi es mas que una muñeca, alzándose en un icono cultural y como tal compatible con la parodia y el humor.

Para mas Inri hace cuatro años ese mismo juez fue denunciado por estar juzgando a un productor de películas obscenas pese a que el propio juez mantenía una web personal con fotos humorísticas de mujeres desnudas pintadas como vacas.

Y como el suyo debe ser un Tribunal divertido, le correspondió zanjar la polémica sobre la demanda de los herederos del autor de Superman frente a Marvel.

Por si fuera poco, ese Juez es el que hace un mes desestimó la apelación de los hermanos Winklevoss, mellizos, remeros y aristócratas,  para revocar el acuerdo que cerró el pleito contra la compañía Facebook en 2008 a cambio de 200 millones de dólares, situación que inspiró la conocida película » La Red Social»(2010) sobre la meteórica carrera del padre de Facebook,Mark Zuckerberg, retratando su personalidad difícil y como se apropió de la idea de aquéllos mellizos de crear una red social.

Y en línea con este singular juez que abandera el humor en EEUU, hora es de recordar que se inicia la cuenta atrás hasta el vencimiento del plazo para presentar relatos cortitos de humor sobre la Administración, los funcionarios o la Universidad, en el I Concurso Internacional promovido desde esta web,

¡¡ Os recuerdo que quedan 14 días hasta el vencimiento del plazo (31 de Mayo de 2012) para remitir vuestras ocurrencias o relatos breves de humor sobre la Administración en el I Concurso Internacional  de Relatos de Humor promovido desde esta web. ¡¡ Animo!!    ¡¡ Que esa anécdota, historieta o relato de la Administración, de la Universidad o de la Justicia no se pierda !!

2 comments on “De mentiras, jueces y Facebook

  1. Creo que en sentido del humor no le iba a la zaga el que fuera chief justice William Renhquist. Hasta Bernard Schwartz, una de las personas ideológicamente más alejadas de Rehnquist, reconocía que junto a su conservadurismo lo que le caracterizaba fue su buen trato y su sentido del humor. Cuenta Sandra Day O´Connor que en uno de los últimos casos resueltos con Rehnquist de presidente, donde cuatro jueces anunciaron votos particulares, Rehnquist manifestó «No sabía que hubiera tantos jueces»; o cuando en una vista ante el Tribunal Supremo un letrado manifestó que los hábiles argumentos de su rival sin duda no engañarían a los jueces, Rehnquist manifestó: «No nos sobreestime».
    Sin duda alguna el buen humor no está reñido con el rigor ni con la justicia.

  2. Pingback: Cuando la administración miente descaradamente – delaJusticia.com

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