Contencioso

Sosa Wagner, eurodiputado ejemplar pese a quien pese

 

Internet es la tierra de libertad, pero también un campo de minas para la verdad ya que no es infrecuente que se propaguen bulos, difamaciones o insultos, o incluso la usurpación de personalidades. El problema viene dado cuando la información falsa, el dato calumnioso o la verdad a medias (media mentira), adquiere vida propia en la red y como un virus desbocado e inmune, se hace resistente a la vacuna de la verdad o al desmentido procedente de la fuente real.

Viene al caso porque en los últimos tiempos, dentro del torrente habitual de spam y “correveidiles” ( o sea, correo para que lo “veas y diles”) me llegaron versiones incendiarias sobre la supuesta actitud del eurodiputado Sosa Wagner proclive al uso y abuso de vuelos “high cost” y prebendas propias de su condición parlamentaria. Nada tengo que reprochar a la libertad expresión ni a la crítica política pues dentro del cargo de diputado va la carga de soportar las críticas y elogios inherentes  a la función; tampoco creo que la condición parlamentaria deba comportar “voto de pobreza alguno”, aunque sí contención por aquello del ejemplo.

Ahora bien, necesario resulta reaccionar cuando nos encontramos con informaciones sesgadas, insidias y difamaciones que, a fuerza de la gota malaya de internet, se convierten en “leyendas cyberurbanas” , esto es historias que todo el mundo las da por ciertas pese a que nadie conoce de primera mano la realidad.

    Por eso, pese a los visos de gamberrada malévola del pretendido Sosaleaks, no me ha extrañado que el propio Francisco Sosa Wagner  haya ofrecido personal respuesta o desmentido al “burdo rumor”, con términos tan claros, convincentes y lúcidos que no me atrevo a glosar, sino sencillamente a reproducir, con la sola reivindicación desde este blog del respeto que tal figura debe merecernos pues ya quisiéramos que todos nuestros representantes electos tuvieran tal productividad profesional e integridad personal. Aquí está.

I.

SOSA WAGNER ACLARA A QUIEN LEYERE (O CÓMO SE DESENREDA UNA PATRAÑA).

Circula por la red un mensaje escrito en negra y rencorosa tinta que denuncia mi afición a volar en clase business cuando acudo a mi trabajo en el Parlamento europeo. Eso es falso: yo sencillamente no viajo en business en mis desplazamientos semanales a Bruselas o a Estrasburgo y, como no vivo en Madrid, he de utilizar además un tren de largo recorrido o regional (siempre con billete del anciano que soy) o un autobús para llegar a la ciudad de provincias en la que vivo.

El equívoco puede proceder de un inicial voto en contra (luego de abstención) de una enmienda que pretendía limitar tales vuelos. A él han seguido otros votos míos en sentido contrario y, por tanto, a favor de los recortes, tal como anuncié que haría cuando se votaran los presupuestos de la Unión Europea, es decir, en el momento pertinente (véanse los votos nominales de los días 23.10.1012, 26.10.2011, 10.5.2011). Debo consignar que hasta noviembre de 2012 he votado en el Pleno en voto nominal (35% aproximadamente de los votos que he emitido) 2.944 veces, lo que he podido hacer gracias a la ayuda de mis valiosos asistentes parlamentarios pues, diputado solitario, carezco de apoyo político alguno.

Si de limitar gastos se trata, sépase que soy el autor de una propuesta destinada a unificar las sedes parlamentarias, hoy dispersas entre Bruselas, Luxemburgo y Estrasburgo. Iniciativa que mereció la felicitación personal del presidente del Gobierno francés.

Me parece raro que el autor del mensaje, al parecer interesado por mi actividad como parlamentario, no conozca ni aluda a mis intervenciones -66 desde el inicio de la legislatura y hasta noviembre de 2012-, en las que he defendido una Europa federal y me he pronunciado sobre aspectos de la crisis económica, la reforma financiera, las ayudas a los estudiantes, los problemas de los agricultores españoles con una imagen que dio la vuelta al mundo etc, etc. Ni tampoco conozca mi labor en la Comisión de Industria, Energía e Investigación; ni las preguntas (92) que he presentado a la Comisión, al Consejo europeo, al Banco central europeo … Información que facilita la web del Parlamento Europeo y que, por cierto, es analizada por un grupo de investigadores ingleses que controlan nuestra la labor. En   su página estos estudiosos me colocan (octubre 2012) por esta actividad en el puesto 122 entre más de setecientos parlamentarios. He redactado cuatro informes, votados mayoritariamente por los diputados: sobre la gobernanza de Internet en el mundo; sobre las prioridades de las infraestructuras energéticas en el horizonte 2020… Asimismo soy el único diputado que participa, por invitación personal del Presidente del Parlamento, en la Conferencia de presidentes de grupos parlamentarios, el órgano más importante del gobierno del Parlamento.

Como, además de parlamentario, soy un catedrático universitario que mantiene las antenas intelectuales levantadas, me he ocupado de reflexionar en dos ensayos (con Mercedes Fuertes): » El Estado sin territorio. Cuatro relatos de la España autonómica» y «Bancarrota del Estado y Europa como contexto» (Marcial Pons). Y sigo en la brecha: ahora preparo otro librito sobre problemas jurídicos alemanes en el siglo XX. Gracias a la generosidad del diario El Mundo, estoy presente en sus páginas con colaboraciones cuidadamente escritas acerca del Estado o de la construcción europea.

Termino pensando con nostalgia que, en otros tiempos, lo que acabo de contar sería suficiente para solicitar en Bruselas una ejecutoria de hidalgo de Europa.

 

II. En fin, y ahora ya es Sevach quien os habla, para finalizar me viene a la mente la historia que se cuenta del filósofo Sócrates de “Los tres filtros”.

 Cuentan que un discípulo llegó alterado a la casa de Sócrates y empezó a decirle:

– Maestro, quiero contarte como un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia…

Socrates lo interrumpió diciendo:

 – !Espera! Ya hiciste pasar a traves de los Tres Filtros lo que me vas a decir?

– ¿Los Tres Filtros?

– Si- replico Sócrates- El primero es la VERDAD ¿Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieres decir es verdadero en todos sus puntos?

– No….lo oí decir a unos vecinos…

 – Pero al menos lo habrás hecho pasar por el segundo filtro que es la BONDAD, ¿ Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?

– No, en realidad no; al contrario…

 – !Ah!- interrumpió Sócrates- Entonces vamos al último filtro que es la NECESIDAD: ¿ Es necesario que me cuentes eso?

– Para ser sincero, no; necesario no es.

 – Entonces -sonrió el sabio- Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario

…..¡¡¡ Sepultémoslo en el Olvido !!!

 Claro que si en tiempos socráticos hubiese internet, el discípulo en vez de escuchar al maestro estaría conectado a una red social y posiblemente calumniando al maestro. Es más, hasta sin internet la maldad tuvo su fruto pues por lo que me enseñaron, Sócrates fue condenado por “calumniar a los jóvenes”.

 

III. Lo dicho, que cada cual juzgue por sí mismo, pero por lo que se refiere a mi opinión de Sosa Wagner como parlamentario, y dejar que mi memoria de monaguillo me ayude, como Pilatos “no veo culpa para condenar a este hombre”, e incluso veo mérito para lo contrario.

 

0 comments on “Sosa Wagner, eurodiputado ejemplar pese a quien pese

  1. Es un lujo un parlamentario que domina el Derecho y que dice las grandes verdades. Por eso, como decía el quijote, » ladrán, luego cabalgamos». Si todo lo que se puede decir del profesor son esas tonterías de viajes, no merece la pena responderlas.

  2. Maximilien Robespier

    De D Francisco Sosa poco se puede decir que no sea reiterar que es hombre independiente y consecuente con sus ideas «socialdemocratas», trabajador incansable y mordaz donde los haya.
    Enhorabuena Paco, nos queda menos para alcanzar la meta.

  3. Guillermo

    Excusatio non petita, acusatio manifesta. La carta del catedrático (como él bien recalca) podría titularse «Yo no fui, o de cómo matar moscas a cañonazos». Menos mal que no nos ha reseñado todo su C.V, habría sido excesivo, tanto como si se flagela en público en la Semana Santa por ser un eurodiputado tan guay y pobretón, defensor de los pepinos libres de fitosanitarios comprados en el mercado negro murciano, cosa que indigna a los alemanes y los deja mosqueados. Lo dice uno que le votó, pero que no le votaría de nuevo. Un saludo y felicidades por el blog, amigo Sevach.

  4. Alvaro

    Creo que el balance a favor del profesor Sosa Wagner es altamente positivo. Es claro y transparente. Y formado. Nadie puede acusarle de laxitud, de pasar de los ciudadanos ni de vago. Y lo de la votación de los billetes de altos vuelos es una anécdota pueril y que ha sido aclarada. Un parlamentario que no se oculta. Bravo.

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