Sobre los empleados públicos

Ser funcionario de habilitación nacional en tiempos difíciles

Los funcionarios de habilitación nacional son juguetes de las olas de la crisis económica y del vendaval de corrupción, haciendo equilibrios entre los reyes del mambo local y las leyes estatales y autonómicas.

funcionarios nacionales ¿ Funcionarios de debilitación nacional? Sé que el calambur es un tanto simplón pero cuando se examina la evolución normativa del régimen de los funcionarios de habilitación nacional, da la sensación de un proceso de «acoso y derribo» de tales cuerpos en nombre de la política y de la eficacia.

1. El fuego cruzado ha sido implacable.

En nombre de la política, puesto que mas de una vez se escuchó a algún Alcalde sobrevalorarse para ningunear el dictamen del secretario o interventor aduciendo eso de » a mí al menos me ha elegido el pueblo».

En nombre de la eficacia, puesto que so pretexto de poder conseguir resultados en cuanto a programas o actuaciones, se ha calificado al secretario o interventor de obstáculo que bien podía ser eliminado o sustituido.

Paradójicamente, unas figuras llamadas a actuar como fuerzas de la legalidad y baluarte del Estado, fueron sutilmente desmontadas.

En primer lugar, su Estatuto normativo fue repartido entre Estado y Comunidades Autónomas dejando manos libres en ciertos aspectos estratégicos a la Administración a la que sirven.

En segundo lugar, sus funciones fueron recortadas de manera que su informe pocas veces sería preceptivo y muchas menos vinculante.

En tercer lugar, sus destinos fueron rociados de un toque clientelista al calificarse en plazas relevantes como de «libre designación».

Y para dejar bien atado el novillo, su posición institucional fue jibarizada mediante la sutileza de permitir que Doña Errepeté, con la varita mágica de la potestad de autoorganización pudiera repartir complementos a diestro y siniestro, o reclutar fieles, que permitiesen al poder poder local de turno conseguir sus fines mientras secretario y/o interventor ( y en menor medida los tesoreros) quedaban en el banquillo lamiéndose las heridas.

Es cierto que no faltaron habilitados colaboracionistas que se dejaron seducir por los cantos de sirena de jugosos complementos pero en su inmensa mayoría, por lo que yo sé, contaban con la vocación y formación suficiente para creer en su importante papel.

2. Algunas luces van asomando ya que es innegable que la crisis económica y la oleada de corrupción está devolviendo a muchos funcionarios de habilitación el respeto y fuerza que nunca debieron perder.

En efecto, las leyes de «estado de necesidad económico» se han dado cuenta de que mal se puede achicar el agua de un buque que se hunde si alguien no asume el papel de advertir donde están los agujeros y de alertar a la tripulación de donde están las prioridades.

Junto a ello, la epidemia de corrupción ha llevado a robustecer el informe de secretarios e interventores, puesto que su ausencia o apartarse de su criterio, puede dejar al Alcalde o concejal a las puertas de la prevaricación (» a sabiendas») sin olvidar que el Tribunal de Cuentas y las Sindicaturas están prestos a oler la sangre fresca de la frivolidad política.

3. Todo lo expuesto, dicho como reflexión rápida, viene al caso ya que paseando el fin de semana me topé en una librería de antiguo con una curiosísima novela, titulada » Señor Secretario», que alza por toda editorial a la Imprenta Sáez en 1974 y alude a un críptico «Premio Certamen»; además la contraportada nos muestras otras obras de su autor, D. José Fariña Jamardo, siendo de destacar por lo que nos interesa, las » Instrucciones a los Alcaldes de Barrio»(1948) y el » Mosaico Municipal» (1961).secretario municipal

Gracias a wikipedia me entero, que entre muchos otros méritos, D. José Fariña fue secretario de los ayuntamientos de Vila de Cruces, O Carballiño, Cáceres, Corral de Almaguer, Getafe, y la Diputación provincial de Pontevedra, donde se jubiló; además fue Presidente del Colegio Nacional de Secretarios, Interventores y Depositarios de España, y en la primera etapa del Parlamento de Galicia fue Oficial Mayor.

Pues bien, tras leerme la citada novela (256 páginas de rápida digestión), me atrevo a no descubrir un gran talento literario pero sí un profundo conocimiento de la vida local y de las encrucijadas en que se encuentra un secretario de administración local, muchas de las cuales tienen resonancias que, salvando las distancias, resultarán familiares a los actuales funcionarios de habilitación nacional. Me limitaré a exponer algunos párrafos y fragmentos literales de la novela:

3.1 Comencemos por unas anécdotas de situaciones noveladas y vividas por el nuevo Secretario, Don Luis, tras superar una flamante oposición en el imaginario municipio de Montemar, de tamaño medio y rasgos rurales.

El Pleno.

– ¡ Señores!. Vamos a empezar.

Los concejales, que hablaban a gritos de cosechas y de ganado, de ferias y de precios, del tiempo y de los más destacados sucesos locales- centro y fin de cotillas y cotilleos-, atendieron a regañadientes la voz de su alcalde- cesando en las suyas-, mientras se acomodaban en las sillas alineadas sobre el estrado, a derecha e izquierda de la mesa presidencial.(…) La voz del secretario era firme y clara. Sentado a la derecha del Alcalde, sobre la misma mesa presidencial- por no haber otra- tenía libros y papeles e incluso la máquina de escribir. Iba desgranando acuerdos que los ediles escuchaban atentos. (…) Continuó el secretario con la lectura del acta, y terminada ésta, se entró en batalla. El orden del día hablaba de presupuesto ordinario para el próximo año. Y tan próximo ya, que poco mas de un mes faltaba para su nacimiento. (…)

* Los concejales querían a toda costa consignar una cantidad para atender a los gastos que ellos tenían como tales concejales: días perdidos por asistir a las sesiones, gastos de comidas fuera de casa, desplazamientos y demás. El secretario, aun dándoles la razón desde el punto de vista moral, esgrimía la imposibilidad legal de la consignación (..)

* El Secretario hizo ver la necesidad de adquirir algunos libros de carácter jurídicoadministrativo, a fin de ser consultados por los funcionarios y concejales. Ante tamaño atrevimiento y rara propuesta, nunca oída en Montemar, se escandalizaron los ediles, quienes por boca del fino Gonzalo resumieron su opinión con estas sacramentales palabras:

– Pero, señor secretario, ¿para qué quiere usted más libros y revistas, después de haber estudiado tanto y ser abogado? Déjese usted de lecturas. Y en cuanto a los escribientes, más les ha gustado siempre jugar la partida de dominó que leer. Y a nosotros, la verdad, no nos hacen falta para nada los libros. En absoluto. No entendemos mucho lo que dicen. Ni nos importa.»

3 .2. Veamos ahora la tensión entre legalidad e interés políticosecretario municipal

* Secretario: -Mi tecnicismo es para defender la ley, no para burlarla.(…) No veo la forma de arreglar ese lío.

Alcalde: – Ya aparecerá. Estúdiela con calma. Ya aparecerá. Usted es un buen secretario y le encontrará un hueco. No faltaba más.»

* No era Don Luis de los hombres que vendiesen su primogenitura por un plato de lentejas o por un par de jamones. Ni por nada.»

* «El estorbo es el secretario cuando exige que se marche por la senda recta e impide le uso de las mañas torticeras.»

* «Ya sé que el tener que decir no origina mucha veces enemistades. Que no es agradable: pero el que no sepa decir no, nunca será un buen funcionario»

3.3 La soledad del funcionario de cuerpo nacional

* » El quehacer secretarial se desarrollaba aislado. Cada funcionario es uno y sólo dentro de su municipio. No tiene con quien cambiar impresiones acerca de su trabajo ni quien le ayude a resolver los problemas que el ejercicio de su profesión le plantea a cada paso. Ha de valerse por sí propio, sosteniéndose en los ataques que le lancen la maledicencia o el resentimiento, sin el calor y la ayuda que le puedan prestar dentro de su ámbito de actuación otros seres humanos que comprendan su lucha. Otros individuos de su mismo gremio. Le queda el consuelo de saber que en cada pueblo, en cada Ayuntamiento de los que forman la nación trabaja otro compañero que ha de soportar los mismos problemas de hombre y funcionario, echándose, además a las espaldas los de la entidad a que sirve como si fueran propios».

3.4 El balance de la vida burocrática

* Finalmente un compañero secretario le confiesa al protagonista sobre el Estatuto del Cuerpo nacional:

» No creas que es oro todo lo que reluce. Algo se ha ganado, es cierto, pero yo en lo que se refiere a garantía reales, a luchas, a templado de gaitas, a entorpecimientos, a desagradecimientos y disgustos no encuentro una gran diferencia entre los tiempos de antes y los de ahora».

4. En fin, quede este post como mirada serena hacia un prestigioso colectivo que en tiempos jurídicamente difíciles consiguieron alzar un régimen local sólido – en términos jurídicos- que entre todos estamos consiguiendo desmoronar ( partidos políticos, tensión Estado-Comunidades, clientelismos, corporativismos, autonomía local frivolizada,etc ).

No me resisto a invitar a releer un viejo post en que contaba una anécdota jugosa de la perplejidad de un Secretario ante los informes de dos profesores de Universidad de signo y conclusiones contrarias, cada uno enarbolado por un grupo político, y que titulé » Fulgor y miseria de los informes del Secretario General».

 

25 comments on “Ser funcionario de habilitación nacional en tiempos difíciles

  1. César Herrero

    Mi agradecimiento a Sevach por recordar la trascendencia y el sufrimiento de ese pedacito de la garantía del Estado de Derecho en el ámbito local que somos los habilitados nacionales. Y lo dice uno que se ha visto profundamente atacado por intentar ser imparcial.
    A quien le interese actualizar la obra del Sr. Fariña, me atrevo a aconsejarle «Todo lo que era sólido», de Antonio Muñoz Molina.

  2. Sevach, completamente de acuerdo con lo que dices. Ahora bien, ¿qué han hecho en todos estos años los funcionarios de habilitación nacional e defensa de la legalidad y del estado de derecho? Pues la mayoría, nada. Bajar la vista, no poner pegas a las ocurrencias del político de turno…, y, a cambio, ver incrementadas sus retribuciones, en la parte discrecional de las corporaciones locales. En resumen, defraudar la Ley y la confianza que los ciudadanos teníamos depositada en ellos…
    Recientemente leí un artículo en diarioliberal.com de Ramiro Grau Morancho, que hacía este reproche a los cuerpos nacionales. Voy a ver si lo encuentro y te mando la fecha en que fue publicado, pues como es un diario digital, seguramente será fácil localizarlo y poder verlo.
    Gracias por tu esfuerzo, y mis mejores deseos, para tí y los tuyos.

    • Perdona Antonio. Creo que hay una contradicción enorme entre lo que dices en primer lugar («Sevach, completamente de acuerdo con lo que dices») y lo que dices a renglón seguido. Parece como si no hubieras leído el post. Desde luego es lícito que discrepes, pero, además de que eso exigiría no haber dicho lo primero, por coherencia, para que tu discrepancia se pueda considerar razonable deberías explicar algo acerca de cómo has conseguido medir «la mayoría» para poder llegar a afirmar lo que afirmas. Aunque ese comportamiento que dibujas se dé individualmente en la realidad, según mi criterio resulta ofensivo referido a la totalidad de los funcionarios aludidos, en sí mismo y por su falta de fundamento. Quizá debieras auto aplicarte un viejo aforismo jurídico como el de que «El que afirma debe probar». Conocer más la realidad y después… opinar con mayor garantía de acierto. Ramiro Grau no justifica tampoco su afirmación. Y las generalizaciones como esta, en mi opinión, no se pueden admitir sin queja. Dicho sea sin la más mínima acritud, pero sí con contundencia, en defensa propia y de mis compañeros.

  3. José Ramón, lo prometido es deuda.
    He localizado el artículo en cuestión. Se publicó en agosto de 3013, por lo que supongo que no lo leyó ni Dios. Los datos son los siguientes:
    La responsabilidad de los secretarios e interventores en la corrupción administrativa.
    Ramiro GRAU MORANCHO, Diario Liberal, 9 de agosto de 2013.
    Reitero saludos.

  4. Monsieur de Villefort

    Es muy ilustrativa la película de José Luís Garci, «Luz de domingo», donde Urbano, un joven Secretario municipal llega al municipio asturiano de Cienciella, gobernado con mano de hierro por el cacique local y alcalde don Atilano. Cuando Urbano se niega a obedecer las órdenes del alcalde, éste, acompañado de sus tres hijos y un criado, ordena a sus tres hijos que violen a la prometida del Secretario en presencia de éste. Hay una escena impagable cuando el criado, después de contemplar la triple violación de la joven, le pregunta a su señor si él también puede hacerlo, a lo que el alcalde le lanza una mirada asesina y le espeta la siguiente frase: «Imbécil. Esto no es vicio. Esto es política»!.
    Para ver la otra cara de la moneda, ver cómo el Secretario municipal a veces se somete a los nada lícitos planes del alcalde, la divertidísima obra «Los caciques», de Carlos Arniches, viene que ni pintada (su adaptación televisiva para el clásico «Estudio Uno», puede verse en este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=AX4RbQUSRdA). Como botón de muestra, un diálogo entre el alcalde y el secretario municipal cuando averiguan que van a hacer una inspección al Ayuntamiento: «Alcalde: Una inspección? Hay que quemar los libros. Secretario: Es que si quemamos los libros podemos ir a la cárcel. Alcalde: Pero si no los quemamos vamos seguro»

    • López Lera

      Gracias Monsieur de Villefort, he pasado una tarde muy agradable viendo la «Luz de domingo», recomiendo a todos los que tienen la suerte de leer este blog que vean la pelicula, esta ambientada en épocas pasadas pero los hechos se repiten hoy día, debería ser vista por todo funcionario la primera semana de su trabajo en la administración. No os la perdáis, tiene una gran cantidad de mensajes subliminales.

  5. Nicolás

    Felicidades por el post a Sevach, y de acuerdo y mi solidaridad con César por lo que comenta. Con el tiempo uno se va dando cuenta que cuando se intentan hacer las cosas de modo objetivo y ajustado a la legalidad, la ensalada de tortas que se viene encima no es pequeña. Pero no es algo exclusivo de estos tiempos. En esta profesión he aprendido más de la condición del ser humano que en cualquier otra etapa de mi vida, y ello sin duda condiciona mi forma de ver las cosas desde entonces. Por lo demás, un apunte: la peor persona que he conocido en mi vida profesional-personal no fue un alcalde o un concejal, sino un «compañero» Interventor (en realidad, un Secretario-Interventor en régimen de nombramiento provisional en una Intervención de categoría superior a la suya, y con acumulación en otro municipio, que estos personajes son mucho de acumular) absolutamente desleal, traidor hasta el extremo y que en todo encubría y falseaba para dar gusto a su Señor Alcalde (y a nivel personal, imaginaos como era el personaje, totalmente carente de escrúpulos y una mínima ética, mintiendo a todos y de todo). La suma de ilegalidades, arbitrariedades, mentiras y fraudes de ley era sencillamente demoledor. Y en ese ambiente tan enrarecido y contaminado, aludir a la ley o la necesidad de actuar conforme al principio de legalidad era cuando menos visto y tratado como un apestado y un atontado («es que el Secretario no se entera de qué va esto…»). Siento estar de acuerdo con la afirmación de que los peores no son ya los políticos (que actúan conforme a sus lógicas y presionan hasta el extremo, aquellos cuyas personalidades son depredadoras, pues no todos son así), sino los propios compañeros desleales, traidores y encubridores que manchan esta profesión de la habilitación nacional (y que abundan en los Colegios de habilitados, suelen estar en sus directivas) y que perjudican a quienes creemos en la lógica del Estado de Derecho. Y mi solidaridad y apoyo a mis compañeros decentes y que creen en lo que hacen, magníficos profesionales, y de los que también conozco unos cuantos

  6. CONCEJAL TOZUDO

    Concejal Tozudo
    Algunos concejales, empecinados en hacer ver al Sr. Secretario que no se está cumpliendo la legalidad: la calificación de los contratos, el fraccionamiento, el recurso sistemático al negociado sin publicidad, la necesidad de desafectar los bienes antes de ponerlos a disposición del particular…..obtenemos por toda respuesta ¡No me voy a enfrentar yo a los que mandan! Sin duda habrá de todo, pero algunas sin duda viven muy bien olvidándose de los anodinos preceptos legales y NO ENFRENTÁNDOSE A LOS QUE MANDAN.

  7. Vicent Ferrer

    Uno de los problemas del oficio de secretario, Antonio García Gómez, es que cuando se hace bien esa función de garantía de la legalidad, no se entera nadie. Cuando se propone modificar un contrato, y el secretario advierte que se va a tramitar el expediente, pero con su informe en contra, mi experiencia es que no llega a tramitarse, con la consecuencia de que no se tramita el expediente, pero tampoco se ha enterado nadie de ello. Por eso, precisamente cuando se trabaja de verdad defendiendo la legalidad, parece que el secretario no hace nada.
    Tampoco se entera nadie cuando, como me pasó en un ayuntamiento del que salí, afortunadamente, hace ya muchos años, el alcalde te exige que sustituyas unas plicas por otras, y ante tu negativa, te amenaza claramente con un «esto no se va a quedar así».
    No me estoy quejando de ello. Este es el trabajo del secretario, y precisamente, creo que en esos momentos es cuando nos ganamos el sueldo. Lo que digo es que nadie se entera de esa labor.

    Es cierto que no todos los habilitados funcionan así, pero que haya habilitados dispuestos a mirar hacia otro lado con tal de conseguir un nombramiento o simplemente de vivir tranquilos no debería ser motivo para desacreditar a todo el colectivo. Lo que hay que hacer es actuar contra esos profesionales concretos, hay recursos para ello.

    Un saludo

  8. JOAQUÍN SMZ

    «Paradójicamente, unas figuras llamadas a actuar como fuerzas de la legalidad y baluarte del Estado, fueron sutilmente desmontadas.» Por fin una voz (autorizada) que denuncia este formidable fraude al Estado de Derecho. A los políticos mediocres solo se les llena la boca de Derecho cuando son imputados (presunción de inocencia). La involución jurídica es clamorosa, desde el reparo hasta la libre designación. Una verguenza, y (casi) nadie dice nada. Gracias Sevach.

  9. Aunque habría cosas que matizar, te agradezco en nombre del colectivo la defensa de los Secretarios de Ayuntamiento en un momento en el que la profesión (añadan ustedes a los Interventores), no pasa por su mejor momento por diversas razones que desde luego no se pueden analizar en un comentario a una entrada. También dicen que toda crisis es una oportunidad, y este es el argumento que precisamente estamos esgrimiendo algunos para reactivar la profesión, demostrando que es, no ya útil o conveniente, sino imprescindible para el sistema, y el pilar fundamental de la administración local. Lo fuimos en los tiempos de la novela «Señor Secretario» (muy bien traída a colación), lo hemos sido en las primeras décadas de la democracia, y lo seguiremos siendo en este caso desde el rol de directivos públicos. Siempre habrá dificultades pero ¿cuándo o dónde no las hay?

    En todo caso insisto en que los compañeros que hemos leído la entrada, como mi amigo César arriba firmante, estamos muy complacidos por el hecho de que el autor del más importante blog jurídico español ponga nuestra figura y nuestra problemática encima de la mesa.

    Gracias José Ramón.

    P.D.: En Nosoloaytos hacemos entrevistas. Invitado quedas…

    • sevach

      Estimado Víctor: Agradezco enormemente tus generosas palabras, y aunque mi blog no es el más importante de España al menos es de los de mayor grado de independencia de criterio, lo que me permite gritar a voces cuando veo con pesar la deriva de la Administración local y los funcionarios de habilitación nacional, colectivo éste que siempre me ha merecido el mayor de los respetos y admiración (algunos auténticos héroes… y otros perecen en la refriega).
      Gracias por la invitación a Nosolaytos, que por supuesto algún día aceptaré complacido.
      Suerte con el blog, suerte con la profesión… y no olvidemos que lo que es bueno para el pato es bueno para la pata, y por eso lo que es bueno para los funcionarios habilitados es bueno para las Administraciones locales.
      Un abrazo
      JR

    • Nicolás

      Lo del rol de los directivos públicos es otra de las milongas en las que algunos siguen insistiendo, sobre todo quienes ocupan cargos directivos en los colegios de secretarios. Habitualmente, todos estos están a favor del directivismo profesional. Las recetas son: control de legalidad y económico-financiero, dependencia directa del ministerio, retribuciones homogéneas según parámetros, pero homogéneas al fin y al cabo, fin de las libres designaciones, fin de los nombramientos provisionales. Con estas simples medidas se avanzaría en la independencia bastante, evitando las competiciones absurdas entre los propios FHN. Y lo de directivos profesionales, de verdad, sin palabras esté reinvento de un grupete de espabilados

  10. Esta entrada, que agradezco a Sevach, como ya lo han hecho otros anteriormente, creo que da detalles de una situación de la que muchos profesionales jurídicos somos conscientes y que ya motivó históricamente otros comentarios en prensa, como el del profesor Sosa Wagner que utilizó también la expresión de acoso y derribo empleada aquí (por algo será) para significar la técnica empleada para la obtención del resultado del debilitamiento interesado por parte de quienes tiene que «sufrir» el control de legalidad de la actuación administrativa. A lo que se ha dicho en general en positivo solo me gustaría añadir el justo recuerdo de un texto más: «El huerto de las Mariposas» de Luis Chacón Ortega. Otra pincelada más, salpicada de experiencias personales y profesionales del autor.

  11. Fuí Concejal en una de las primeras corporaciones democráticas, 1979-1983 en un municipio que no viene al caso. Nunca vi que el secretario-interventor (habilitado, que nunca había opositado, pero a los que hicieron fijos en la transición política) pusiera pega alguna a las múltiples ocurrencias y paridas del Alcalde (yo era de la oposición y poco podíamos hacer, pues a la hora de votar no conseguíamos mayoría).
    Ahora observo, con sorpresa y estupefacción, que después de jubilarse el padre, una hija suya es la nueva secretaria interina…, porque por lo visto a la gente le parece normal que los empleos públicos se hereden.
    Obviamente, si el padre hubiera actuado legalmente, hubiera tenido muchos problemas, y seguramente le hubieran hecho la vida imposible, y, desde luego, no habría conseguido colocar a su hija en el mismo empleo…
    Lo triste es que casos así hagan que desmerezca el conjunto de los funcionarios de la administración local…

  12. «»»…sus destinos fueron rociados de un toque clientelista al calificarse en plazas relevantes como de “libre designación”. Y para dejar bien atado el novillo, su posición institucional fue jibarizada mediante la sutileza de permitir que Doña Errepeté, con la varita mágica de la potestad de autoorganización pudiera repartir complementos a diestro y siniestro, o reclutar fieles, que permitiesen al poder poder local de turno conseguir sus fines mientras secretario y/o interventor quedaban en el banquillo»»» He aquí contada por Sevach en dos líneas la historia de la planificada destrucción de la independencia, imparcialidad y objetividad de los funcionarios municipales que comenzó con la Ley 30/1984 de Medidas para la REforma de la Función Pública que trajo la libre designación y la RPT. Ahí empezó todo. La pregunta es ¿en todo ese macabro plan para subyugar la Administración Pública, en especial la Local, a la partitocracia…no participó ningún eminente Secretario Municipal?…alguno habría.

  13. @Antonio García Gómez, si los dejas inermes y a merced de los políticos a los que han de controlar, ¿te extraña que se rindan? . Los principios mas elementales del control y la auditoria dicen que el controlador no debe depender del controlado. En cuanto creas esa dependencia te cargas el control.

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  15. Carlos Goyo

    Además, con una remuneración muy por encima de «la media», creo, sobre 4.000 euros mensuales, Espero nadie se ofenda. Pero es el único colectivo que en caso de un «ERE», tendría derecho a recolocarse en otra administración del Territorio Español. O sea, privilegios no le falta.
    Saludos.

  16. López Lera

    Estupendo como siempre Sevach, los comentarios también. Es cierto que existirán funcionario de habilitación nacional que sean unos jabatos, pero por desgracia son escasos, me remito a la cantidad de casos de corrupción que hay en los ayuntamientos, casos que no deberían darse si los Secretarios hubieran sido los primeros en denunciar los abusos de poder de los caciques de turno.

    • Totalmente de acuerdo con su agudo comentario. Yo vivo en Zaragoza, y no dejan de salir casos de corrupción, en los que uno de los implicados es el Secretario. Hoy mismo anunciaba la prensa que le pedían varios años de cárcel a un secretario…
      Además, y curiosamente, como las corporaciones pueden poner las retribuciones complementarias que les da la gana, aquellos funcionarios que consienten todo género de ilegalidades, son los que acaban cobrando más, mientras que los que exigen el cumplimiento estricto de la ley., cobran las básicas y poco más.
      Mientras no se reforme el sistema, y se impida que las corporaciones aumenten a discreción los salarios, no hay nada que hacer.
      La gente ha opositado para ser funcionario, no para ser héroe… Y siempre suele haber detrás una familia a la que alimentar y cuidar.

      • López Lera

        Gracias Antonio. Aquí nos encontramos, salvando las distancias, en una situación similar a los pobres funcionarios interinos que se ven en la obligación de tragar todo lo que les dicen, con la diferencia que lo que se juegan los funcionarios habilitados nacionales son unos complementos en el sueldo y los otros el trabajo.

  17. César Herrero

    En relación con las apreciaciones de Antonio García, sólo quisiera expresar mi tristeza por la visión que tiene de los habilitados nacionales. Supongo que su experiencia personal justificará su descalificación, pero debo decir que mi percecpión (y quienes me conocen saben bien que no suelo pecar de «corporativista» sino mas bien lo contrario) es completamente opuesta a la suya. Y creo que Víctor podrá corroborarlo: el 90% de la función secretarial somos gente con un profundo compromiso por la ética pública. Eso es algo que veo día a día y que, además, nos suele costar disgustos, falsas acusaciones, incomprensión y, en algunos casos, incluso mobbing.

  18. Félix

    Me gustaría llamar la atención sobre lo sucedido en un reciente pleno de la corporación municipal de Mallén, que decidió inaplicar (es decir, vulnerar) la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG), y consentir la continuidad en el cargo de alcalde de Antonio Asín, pese a haber sido condenado por la Audiencia Provincial como autor de un delito de prevaricación, lo que constituye una incompatibilidad objetiva sobrevenida para el desempeño de cargo electo, de acuerdo con el artículo 6.2.b) de la LOREG.

    Es grave que los miembros de una Corporación (en este caso, los ediles del PSOE) respalden la continuidad en su cargo público de una persona condenada por los tribunales y, por lo tanto, inhabilitada para permanecer en el desempeño del mismo, incurriendo con ello en una posible infracción penal, como expresamente les advertía el informe de la secretaría municipal, indebidamente menospreciado por el propio alcalde de la localidad, al oponer al mismo otros informes a los que ninguna virtualidad cabe conceder en el ámbito interno del Ayuntamiento, como era el solicitado a un catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona o dictámentes de su propio abogado defensor, que se permitiía contraatacar los argumentos de la propia secretaria municipal, como si el salón de plenos fuera una sala judicial.

    Como sostiene la Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa, a la que pertenezco, «conducir los intereses de un municipio desde la ilegalidad no resulta admisible dentro de un Estado de Derecho como el español, y que ello suceda debería ser evitado tanto por el Delegado del Gobierno en Aragón como por el titular del Departamento de Política Territorial e Interior del Gobierno de Aragón, a los cuales no se ha oído una sola palabra sobre el tema».

    Creo que la rebeldía de una corporación municipal a la aplicación de la causa de incompatibilidad para su alcalde que conlleva la condena por delito de prevaricación constituye un supuesto de enorme gravedad, frente a lo que no es posible no reaccionar. No es posible que el Estado de Derecho en tal situación deje en la más absoluta soledad a la secretaria municipal.

  19. Pingback: La gran ocasión : convocadas plazas de habilitados nacionales – delaJusticia.com

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