Sobre los abogados

Las pesadillas que acechan a los abogados

pesadillas de abogadosEl sueño del legislador produce pesadillas para jueces y abogados que se ven obligados a trabajar con leyes enmendadas y remendadas, leyes oscuras o leyes técnicamente fallidas. Pero también las «pesadillas» abundan en la abogacía. En unos casos, es el calificativo favorito que aplica el abogado para ciertos fenómenos jurídicos ingratos (¡Qué pesadilla!), y en otros es el desasosiego del sueño nocturno del abogado en vísperas de la vista oral, la sentencia o el desenlace de un litigio. Veamos los casos.

1. ¿Quien en el mundo de la abogacía no ha utilizado el calificativo de «pesadilla» en su vida profesional?:

¡Qué pesadilla de cliente! El cliente que «acosa» a su abogado pretende aconsejarle sin haber estudiado derecho, sin paciencia ni prudencia.

¡Qué pesadilla de pleito! El litigio interminable o plagado de incidencias procesales.

¡Qué pesadilla de perito!, o ¡Qué pesadilla de testigo! Los que son oscuros, lentos o ambiguos en la exposición de su versión o testimonio.

¡Qué pesadilla de juez! El que demuestra ser un maniático o puntilloso en el foro con las formalidades o demuestra indecisión, desorientación, etc. O sea, un juez irritante que los hay.

2. Por otra parte, el abogado que se enfrenta a un caso no suele abandonarlo cuando está fuera del despacho y sobrevuela su mente, e incluso es conveniente aquello de «consultarlo con la almohada». Y como no, a veces el sueño inquieto se convierte en delirio y se torna en pesadilla de la que despierta el letrado sudoroso, agitado y nervioso, hasta que comprueba que sigue en el lecho y que lo vívidamente soñado fue una angustiosa fabulación de la imaginación.

Pues bien, me atrevo a exponer algunas de las pesadillas que pueblan el sueño de abogados intranquilos, especialmente en vísperas de las vistas orales o de dictarse la sentencia. Y si algún abogado no experimentó ninguna… ¡enhorabuena: tiene el sueño de los justos!.

pesadilla de abogadoLas veremos en escala de menor a mayor desasosiego con las señales que los acompañan.

I. El abogado se ve y siente examinándose de nuevo en la Facultad de Derecho; el Derecho Romano, el Tributario o el Administrativo se le atragantan y no ve como superarlo. (Sueña una y otra vez lo mismo)

II. Se ve impotente para cobrar de un cliente que le ha generado mucho trabajo, con el añadido de que el moroso le difama. (Sueña que tropieza y se levanta y cae en pozos y mil obstáculos).

III. Se ve en estrados con una súbita afonía o sin localizar las notas, o con repentina amnesia sobre cuestiones esenciales, o se ve enfrentado a un compañero abogado famoso por sus artimañas, agresividad o medios (Sueña con desasosiego).

IV. Pierde el pleito en cuanto al fondo pese a lo mucho que lo trabajo y pese a lo mucho que estaba en juego. (Se voltea inconsciente en la cama)

V.Pierde el pleito por razones formales: inadmitido por fuera de plazo o falta de requisito documental. (Se voltea y gruñe)

VI. Pierde el pleito por llegar tarde a la vista oral. (Se voltea, gruñe, agita la cabeza a ambos lados).

VII. Pierde el pleito y además la sentencia se ensaña con su actuación procesal pese a haberse esforzado lealmente. (Se voltea, gruñe, agita la cabeza, se tira del pelo).

VIII. Ve coartada en estrados  su libertad de expresión y derecho de prueba o alegaciones por un juez rigorista y formal, y multado por su conducta. (Se voltea, gruñe, agita la cabeza, tira del pelo, masculla palabrotas en sueños).

IX. Su testigo y documentos estrella son hechos trizas por pruebas concluyentes y ve con sorpresa que su oponente se ha sacado ases de la manga. (Voltea, gruñe, agita, tira del pelo, masculla palabrotas y arroja las mantas de la cama, sin despertarse).

X. La sentencia victoriosa que comunicó gozosamente al cliente en primera instancia es revocada en apelación y/o casación, lo que comunicará con menor presteza. (Hunde la cabeza en la almohada).

XI. El abogado se ve sentado en el banquillo de los acusados y se ve obligado a hacer uso de la prerrogativa de defenderse a sí mismo. (Se despierta sudoroso en mitad de la noche)

XII. El abogado ve a su cliente condenado penalmente y sabe que es inocente (Se despierta sudoroso y obligado a tomar somníferos).

XIII. El abogado ve como su primoroso bufete no recibe visitas, nadie llama mientras espera sentado al cliente que no llega, nadie telefonea y solo llegan facturas (Deja de sufrir pesadillas: sencillamente no se duerme).

3. Quizás pueden añadirse mas situaciones que nublan el sueño del letrado, pero bien está parafrasear el conocido fragmento de «La vida es Sueño» de Calderón y contentarnos con recitar aquello de:

¿Qué es un pleito? Un frenesí.

¿Qué es la sentencia? Una ilusión, una sombra, una ficción

y el mayor triunfo es pequeño;

que toda la vida profesional es sueño,

y los sueños, sueños son.

2 comments on “Las pesadillas que acechan a los abogados

  1. Anabel Rodríguez

    Hay abogados que en sueños tiran de los pelos y muerden a su cónyuge, palabrita. Te lo digo por si encuentras alguna interpretación al respecto.

  2. Concha

    ¡Interesante lectura para la madrugada de un sábado, después de una pesadilla…! Muy identificada…

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