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Hablando de la Justicia desde la experiencia

ojo justicia magistrado chavesTal y como anuncié en su día, tuve ocasión de hablar para TEDx (Technology, Entertainment, Design) ofreciendo una breve charla sobre el tema «De qué Justicia hablamos cuando hablamos de Justicia». Para mí era un reto hablar sin partitura ni pinganillo de algo tan importante en tan poco tiempo y para todo el universo de destinatarios de TED.

 

El resultado ya está subido a Youtube, y aquí lo tenéis. Creo que algo aportará pues al fin y al cabo es la visión de la Justicia en quince minutos por parte de alguien que desarrolló quince años de su vida como jurista y/o abogado y otros quince como magistrado, y que aquí se esfuerza en concentrar de forma sencilla y accesible como entiende lo Justo y la Justicia, «mirando hacia atrás sin ira».

 

 

¡NO OS LO PERDÁIS, AMIGOS!  ↑↑↑

TED chaves justicia

14 comments on “Hablando de la Justicia desde la experiencia

  1. MERCEDES GARCÍA

    Justicia???, eso no existe. Simples seres humanos, con los defectos que, por desgracia tenemos, no deberíamos poder justicia, o por lo menos no así; después de mi experiencia todo debería ir completamente sujeto a unas leyes y a unos baremos, y no se debería poder salir de ahí.Para mí hoy en día hablar de justicia es hablar de injusticia. Un juez no debería poder usar la jurisprudencia a su antojo.

    • Te comprendo Mercedes, pero solo caben dos alternativas: o unas máquinas en vez de jueces ( lo que es aterrador), o bien que el legislador regule mejor y mas completamente, de manera que quede poco espacio para la jurisprudencia. Al fin y al cabo el derecho son vasos comunicantes: lo que el legislador avanza, retrocede el juez, y si el legislador se queda corto, lo completa el juez.
      La tercera vía que es la que me parece la mas útil sería establecer mecanismos procesales de revisión de sentencias en todas las instancias de manera que se asegure el acierto al máximo.
      Un saludo

      • daniel

        Esa tercera vía sería un buen remedio.Pero quién revisaría?porque el problema no son los jueces a quo , sino quienes están por encima de ellos y no les enmiendan la plana a sabiendas de que se equivocan , todo ello en aras de preservar el espíritu de cuerpo.El caso más paradigmático ocurre en los jueces de entrada , normalmente en pueblos de menos de 10000 habitantes.La revocación sistemática de varias sentencias en unos meses produciría tal alarma en la Audiencia Provincial respectiva ,que habría que atajar , pues añadiría más leña al fuego de la insatisfacción del pueblo.Y el atajo sería confirmar la sentencia injusta.

  2. DiegoGómez

    Felicidades Sevach!

    De una manera lúdica, has tocado palos de mucha profundidad.

    Me gusta mucho la frase del final: «Conseguiremos algo mucho más grande: Ser justos y sentirnos justos» porque conecta con un concepto olvidado en la sociedad de consumidores y del gratis total en la que estamos instalados y es la responsabilidad individual de cada uno de nosotros como ciudadanos, depositarios de derechos, pero también de deberes. La casita sea de paja, barro o ladrillo se debe de empezar por los cimientos y, en sociedad, el cimiento es uno mismo. No hace falta cambiar el mundo, sólo cambiarnos a nosotros mismos.

    Si subimos de nivel del individuo a la sociedad en la búsqueda de la justicia y ligado a lo que dices sobre el contexto en el que se puede dar esa situación, creo que cumplir con la Constitución sería un buen objetivo.

    El Estado social, democrático y de derecho, en el que no solo el sistema proteja de manera «pasiva» los derechos y libertades fundamentales, sino que los poderes públicos realicen una defensa proactiva de los mismos según lo dispuesto en el art. 10 de la Constitución, con políticas sociales que promuevan la igualdad. Y en el que no sólo los políticos sean los verdaderos representantes de los titulares de la soberanía, sino en que los ciudadanos seamos verdaderos demócratas, aceptando que puedan salir electos los que nos gustan menos, porque así es el sistema.

    Muchas gracias por compartirlo y buena semana a tod@s

  3. Carlos

    Enhorabuena , con tu permiso te lo cuelgo en mi empresa , para que se empàpen de sentido de la justicia.
    Saludos

  4. Estimado José Ramón, como siempre, muy didáctico.

    En relación la sentencia dicta y comprendida por la anciana, ojalá fuera así, pero la realidad es otra, muchas de las sentencias son infumables, «la excepción (tú) confirma la regla».

    Sobre el asunto de la igualdad de armas, habría que matizar, en la jurisdicción contencioso creo que no es así y para muestra el contenido de este maravilloso blog.

    Muy bien integrar en el video el lenguaje de signos, así quien tenga que hacer algo sobre la situación actual de la justicia no podrá decir que no entendía.

    Un saludo.

  5. Contencioso

    El problema es que la gente tiene una idea equivocada de lo que es la justicia. La justicia es una virtud, un medio para un fin que no es ella misma. Lo justo es dar a cada cual lo suyo, pero ¿Qué es lo suyo?. Pues lo suyo es lo que ley define que le corresponde (derecho subjetivo) de modo que una sentencia es justa cuando dá a alguien lo que la ley le reconoce. Y la ley es justa cuando se mueve en el márgen que la Constitución permite. A partir de ahí, viene el problema y la confusión, porque la Constitución ya no se ajusta a una ley superior, sino a principios políticos. De modo que si tenemos los mismos principios políticos que la Constitución, nos parecerá justa la ley que hay por debajo y la sentencia que la aplica … y si no los tenemos nos parecerá injusta. Pero no lo será. Asi que lo que pasa es que, por poner un ejemplo simplista pero comprensible, a un comunista le parecerá injusta una sentencia de desahaucio porque niega la propiedad privada, pero mientras la propiedad privada sea reconocida en el código civil y la Constitución, la sentencia será justa porque se ajusta a lo que debe, que es la ley que aplica. El error del comunista es saltarse ley y constitución y comparar la sentencia con sus propios principios, a los cuales aquella evidentemente no se ajusta. Y ese es el error general en la sociedad, pues todo el mundo habla de sentencias justas o injustas sin preocuparse de si las sentencias se ajustan la ley o no, sino inconscientemente confrontándolas directamente con sus propios principios morales y políticos. Es decir, saltándose los pasos intermedios.

    Saludos

  6. Muy entretenido y didáctico, no parecía sencillo en 13 minutos 42 segundos realizar una aproximación al concepto de justicia tan amplio y acertado, pero sobre todo cercano. No habrá nadie que haya visto el vídeo o asistido a la charla que no haya interiorizado mucho de los ejemplos expuestos, empezando por los de cualquier padre que viene escuchando la letanía de sus hijos “no es justo” desde que tienen uso de la palabra (muchas veces con el ceño fruncido), para luego darnos cuenta que efectivamente ese “no es justo” lo seguimos repitiendo de mayores con mayor o menor razón.
    Saludos.

  7. Epetxa

    Precioso debate.
    La Justicia (en mi modesta opinión y discrepando de Contencioso) no tiene que ver con la Constitución. Personalmente la entiendo como algo sin relación a ésta o, a lo sumo, con relación muy tangencial. La Rusia de Stalin tenía constitución y también la tienen la mayor parte de países en los que existe pena de muerte (China incluido) o se corta una mano por robar, y yo no hablaría ni de Justicia ni de leyes justas en estos lugares, por mucho que una y otras se ajusten a esas constituciones. Y no hay porqué acudir a extremos para ilustrarlo. Por poner un ejemplo muy nuestro y sin ningún ánimo de polemizar, por mucho que esté en la Constitución seguro que no a todos les parece justo que tengamos un monarca, que su cargo sea vitalicio, etc… y solo por la lotería del nacimiento (en palabras de Sevach y con perdón por servirme de ellas para el ejemplo). Más diré. La Constitución avala su irresponsabilidad y nuestras leyes impidieron incluso que se admitiera a trámite cualquier demanda de paternidad contra el anterior monarca mientras lo fue.
    Los ejemplos posibles son casi infinitos (ahí tienes el Auto de Archivo del caso Couso, en el que el propio Juez se lamenta de tener que dejar sin castigo a tres másquepresuntos autores de una muerte por una ley que no es inconstitucional). Todo esto puede no ser justo (opinable) pero en todo caso es legal y constitucional.
    La Constitución y las leyes son el espacio, el marco o el campo en el que cada Estado permite moverse a la Justicia, y serán tanto mejores a mi juicio cuanto más espacio dejen a la Justicia y menos la constriñan.

    Gracias Sevach, por ilustrarnos y por este bonito debate.

  8. Pingback: Pensando sobre Justicia vencida por malas leyes y viceversa | Contencioso.es

  9. Pingback: ¿ Hace cuanto que no echas un buen vistazo a un artículo jurídico ? | Contencioso.es

  10. Sevach,
    Respecto a tu último post.
    Legitimidad Vrs. Legalidad.
    Justicia Vrs. Legalidad.
    Supuesto que han pasado en nuestro país, y otros que todavía pasan en otros paises.
    Es justo el Juez que dicta sentencia impidiendo votar a un mujer en unas elecciones políticas en base a la estricta aplicación de la Constitución/Ley que así lo estableciere?
    Es justo el Juez que sentencia la condena de muerte de una persona en base a la estricta aplicación de la Constitución/Ley que así lo estableciere?
    Es justo el Juez que condena a la lapidación de la mujer adelutera en base a la estricta aplicación de la Constitución/Ley que así lo estableciere?
    Era justos los jueces que condenaron a Galileo
    Galilei?
    Me temo que no … o así me gusta pensarlo.

  11. Pingback: Las confidencias de Einstein a su abogado y viceversa en Nerd Nite – delaJusticia.com

  12. Sergio Lorente

    Justicia: Nombre femenino,
    Principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde.

    «por encima de todo deben primar la justicia y la igualdad»

    La he visitado hace poco. Siendo yo quien apeló a ella en busca de un derecho, no de un privilegio, debo decir que su representante logró que más que como demandante, me sintiera como un delincuente.

    Aunque de antemano pareciera tener claro el resultado, al menos podía haberme dejado expresar mis argumentos, Pero no fue así.
    Debemos seguir confiando en la justicia, dicen.

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