El BOE de hoy (13/11/15) nos regala un curioso acuerdo. Se trata del acuerdo de la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial que “deja sin efecto, por inexistente” , nada menos que otro acuerdo que convocaba una plaza de magistrado de la Sala Tercera, “disponiendo la cesación de esa apariencia”. Frenazo y marcha atrás.
El acuerdo es correcto pues evita la buena fe y confianza legítima en lo publicado y que alguien en el futuro invoque aquello de la prohibición de la revisión de los actos favorables. Sin embargo, no deja de ser llamativo que se deje sin efecto lo que no existe, lo que en buena lógica llevaría a que… ¡exista!. Y es que si se deja sin efecto un acto muerto, se le resucita. En fin se ve que esa plaza es como el experimento del gato de Schrödinger, que estaba “vivo y muerto” a la vez. No deja de tener su gracia que tan siniestro acuerdo se publique en el BOE de un Viernes, 13.
En esta línea jocosa, que ya es viernes, y en el mismo ámbito judicial aprovecho para mostrar otro “gazapo” que estaba escondido hace unos meses, y digo gazapo porque es un conejo juguetón… Fijaros aquí en este acuerdo del BOE de 6 de Marzo de 2015, que lo adopta el Pleno del Conejo General del Poder Judicial:
Se ve, como dice el refrán que «las prisas no son buenas conejeras«.
Al menos ya no se dan erratas como la chusca padecida en el BOE de 22 de Septiembre de 1984 que publicaba un nombramiento de juez bajo la firma del “Presidente del Consejo General del Joder Judicial”.
En fin, ya queda poco para el fin de semana… ¡Disfrutad!
Despedir la semana con una sonrisa………….no tiene precio.
Gracias una vez mas
Gracias Sevach me he reído un rato, magnífico el final!
Buen fin de semana a tod@s
Los ejemplos de Sevach nos muestran con claridad que hasta el mejor borrón tiene un escribano… ¿O era al revés?
Gracias, José Ramón, por ofrecernos de vez en cuando estas «bromas y veras» de la ciencia jurídica -y, también, por servirnos de guía a los que estamos empezando a adentrarnos en la procelosa senda del Derecho administrativo-.
La «calidad» de las resoluciones judiciales cada vez es peor…, pues se usa Y ABUSA del «cortar y pegar», y en ocasiones aparecen nombres, cifras o datos que no tienen nada que ver con el pleito en cuestión.
Y esta situación, que ya he vivido en varias ocasiones, produce vergüenza ajena.
Por no hablar de los «formularios» de escritos, que te aplican el formulario 63 o el 14, tenga o no tenga una mayor o menor relación con el asunto… Y se quedan tan frescos.
Siempre he pensado que el jurista que usa formularios NO ES UN BUEN JURISTA, pues no hace los razonamiento correspondientes al caso que estudia y sobre el cual tiene que dar su opinión jurídica, con imparcialidad, objetividad y probidad.
Me alegra comprobar que ya en 1984 el Poder Judicial era fastidiado ‘con jota’.
Cada vez tengo más claro que los correctores ortográficos, como los intermitentes de los coches, acabarán desapareciendo por desuso…
Aunque cada vez que leo este blog lo hago para aprender, en esta ocasión me voy a permitir la licencia de hacer una pequeña corrección a propósito del empleo de la forma verbal «fijaros» en lugar de la correcta «fijaos»; y es que el uso del infinitivo en lugar del imperativo para dirigir una orden a una segunda persona del plural, como se hace a menudo en el habla coloquial, no se considera correcto en el habla esmerada.
Como quiera que en este blog se usa la escritura cuidadosa y minuciosa, sirva este breve comentario como reconocimiento a quién post tras post, desde hace ya unos años, consigue no sólo dibujar una sonrisa en sus lectores (entre los que me encuentro), sino que también logra que nuestras cabezas se aireen con la frescura de sus comentarios, por lo que tan sólo me resta decir: muchas gracias, Sr. Chaves.
Pues acepto de buen grado la corrección que todos aprendemos.¡ Pardiez!
Un cordial saludo y gracias
Aprendemos (al menos en mi caso así es) los que le seguimos. Gracias por su atención. Saludos cordiales.
Tampoco está mal este otro gazapo, que ya tiene sus añitos (BOE de 20/02/2004):
«RESOLUCIÓN de 29 de enero de 2004, de la Universidad de Cádiz, por la que se nombran Profesores de los Cuerpos Decentes Universitarios». A alguien le jugó una mala pasada el subconsciente…