Hace unos días me preguntaron tras impartir una charla sobre los retos de la abogacía cual me parecía de los cinco sentidos, el mas útil para la profesión.
Me apresuré a contestarle: “El mejor sentido no está entre los sentidos clásicos: el “sentido común”; y además todos los sentidos fisiológicos, los clásicos y los añadidos por la ciencia actual, contribuyen a forjar un buen abogado”.
Así que, como me encantan las metáforas para explicar los fenómenos de la realidad, como saben quienes hayan leído mi último ensayo, La mirada de Einstein sobre el universo jurídico (Amarante, 2015), me pareció oportuno ofrecer en menos de quince minutos una panorámica impresionista de cómo las facultades sensoriales pueden contribuir al éxito en la profesión de la abogacía.
El resultado está en este video, con pocas pretensiones para los veteranos pero al menos será una perspectiva original para quienes comienzan en la profesión.
Otra presentación que sólo puedo calificar de MARAVILLOSA. Me viene, sin embargo, la duda: ¿se puede dar en la realidad este ‘idealtypus’? ¿No estaremos, una vez más, entre el ‘söhlen» y el ‘sein’? ¿Será nuestro E=mc2 un nuevo ‘Principito’? Señoría: ‘dessine-moi un mouton’…
Estimado SEVACH, genial. El más difícil es el noveno. Al menos así lo creo por mi experiencia. En muchas ocasiones a mis clientes les indico cómo actuaría si fuera el abogado contrario y muchos se escandalizan, llega a manifestarme que ellos son los que me pagan y no el contrario, le hago ver que para poder defender bien su causa no tengo que mirar sólo mi ombligo. Un saludo.
Muchas gracias, aqui un recien estudiante de derecho de primer año que le sigue con admiración. Un consejo a la hora de redactar, usted tambien puede soltar alguna palabrota de vez en cuando aunque sea juez. Gracias!
Las palabrotas del juez van implicitas en las costas por temeridad😃
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