Contencioso No todo es Derecho en la Administración

Cuando la administración miente descaradamente

pinocitoMe he tropezado con ciudadanos que, al hilo de sus relaciones con la administración, me espetaban: “La administración miente descaradamente”.

Quizá un desahogo ante el infortunio administrativo. Quizá una licencia expresiva. En todo caso, una generalización absurda e injusta. Creo que merece una reflexión analítica y crítica. En su día me ocupé de mentiras, jueces y facebook, y ahora toca ocuparse de las mentiras achacadas a la administración.

1. En unos casos se trataba de ciudadanos a los que se les daba por notificados en vía edictal y juraban y perjuraban que en su domicilio siempre había alguien.

En otros casos, que el agente o inspector denunciante mentía y los hechos denunciados no eran como los relataba.

monosO que en los pleitos de responsabilidad administrativa los informes declaraban que el estándar de limpieza o cuidado de la vía pública se cumplía con frenesí exquisito.

O que en los procedimientos tributarios los informes sobrevaloraban los bienes para recaudar más y en los procedimientos de expropiación los informes los infravaloraban para gastar menos.

O que se calificaba un terreno como no urbanizable cuando estaba urbanizado, o viceversa. O se declaraba en ruina una casa sólida, o se declaraba sin arraigo en España a un extranjero que residía en España diez años y con cuatro hijos. De todo hay en las viñas administrativas.

2. A veces la queja por la mentira administrativa se prolongaba al templo judicial, donde el particular o su abogado porfiaban en quejarse de que la prueba aportada sorpresivamente al proceso era falsa ( informes de técnicos o funcionarios que afirmaban la plenitud y exactitud del servicio público, con lealtad mercenaria).

3. Varias explicaciones se nos ofrecen de esas “mentiras administrativas”. Ofreceré las respuestas por orden desde la más excepcional hacia la mas frecuente.

  • La maquinación de autoridades perversas con o sin la complicidad de empleados públicos. Aunque la inmensa mayoría de los empleados públicos son honrados y probos, todo rebaño cuenta con su oveja negra.
  • pille-mentiraEl error humano del ciudadano. No pocas veces nos creemos una situación o actuación y olvidamos que la memoria juega malas pasadas. A veces juraríamos que circulábamos despacio con el vehículo y el cinemómetro nos demuestra que emulábamos a Fernando Alonso.
  • El error del funcionario. El funcionario aplica las leyes administrativas y estas son muchas y con jurisprudencia cambiante. Es difícil acertar.
  • Las reglas del juego procedimiental y procesal. El resultado probatorio en vía administrativa y jurisdiccional nos ofrece una “verdad probada”, distinta de la “verdad real”.

4. Pienso que la administración es un conglomerado de órganos y procedimientos que persiguen la prueba de los hechos, y no es infalible. El acto administrativo (como las sentencias) es el laborioso resultado de una actividad procedimental y especialmente probatoria, lo que explica que a veces se declaren como ciertos hechos que la realidad desmiente. Es el precio de la seguridad jurídica.

Como el legislador es consciente de que la administración puede equivocarse en los hechos, existe la posibilidad del recurso extraordinario de revisión para casos en que aparecen pruebas, hechos o documentos nuevos o en que se confirma penalmente que el testigo mentía o que era falso el documento.

5. La alternativa para los casos en que el particular cree que un funcionario miente a sabiendas, es promover su denuncia, bien en vía administrativa ante la Inspección de servicios u órgano equivalente. O bien ante la fiscalía por posible delito de prevaricación o falsedad.

Sin embargo, el largo tiempo de reacción judicial ante posibles desafueros, desalienta a todo Quijote de la cosa pública.

verda-sentenc6. Sin embargo, las ruedas de la verdad tienen limitaciones y frenos cuando se habla del Derecho administrativo.

En primer lugar, el instituto de la preclusión del trámite administrativo de prueba que impide la aportación o proposición de pruebas fuera de plazo (o que no respondan a alegaciones temporáneas).

En segundo lugar, la vinculación entre expediente administrativo y procedimiento jurisdiccional, pues aunque esta no es una vía revisora, sino protectora, el marco de decisión y el escenario de debate previo no puede alterarse en vía contencioso-administrativa.

En tercer lugar, porque la sentencia dictada en primera instancia podrá recurrirse en apelación pero siendo excepcionales en segunda instancia las pruebas nuevas (sobrevenidas, o que fueren denegadas en la instancia haciendo constar la protesta).

Y en cuarto lugar, porque el recurso de casación solo se mueve en el derecho y no le importa la valoración probatoria.

7. El resultado final nos lo ofrece bellamente Piero Calamandrei (uno de los 30 mejores juristas de la historia) en su obra, el Elogio de los Jueces:

La cosa juzgada hace de lo blanco, negro; origina y crea las cosas; transforma lo cuadrado en redondo; altera los lazos de sangre y cambia lo falso en verdadero. El aforismo tan estudiado por los doctores… hace hoy sonreír; sin embargo, pensándolo bien, debería hacer temblar. El Juez tiene efectivamente como el mago de la fábula, el sobrehumano poder de producir en el mundo del derecho las más monstruosos metamorfosis, y de dar a las sombras apariencias eternas de verdades; y porque dentro de su mundo, sentencia y verdad deben en definitiva coincidir, puede, si la sentencia no se adapta ala verdad, reducir la verdad a la medida de su sentencia.

La situación es tan pintoresca que incluso llegué a desarrollar la idea de que si en un futuro por los avances de la ciencia, las mentiras fueran siempre descubiertas sería el fin del Derecho público (sancionador, responsabilidad,etc).

NOTA DE SOCIEDAD
altavoz-atencionRecuerdo que el próximo viernes, 30 de Septiembre de 2016, a las 19,00 horas, en la clásica y entrañable Librería Cámara en Bilbao, C/ Euskalduna Kalea, 6, ofreceré a quienes tengan tiempo y ganas de asistir libre y gratuitamente, a una microcharla de siete minutos sobre las Claves de la supervivencia del funcionario en tiempos de desgobierno. 

Dicha charleta, irá seguida de la breve presentación del ensayo titulado Los diez pecados capitales de los empleados públicos (José Ramón Chaves y Juan Manuel del Valle, Amarante, 2016), que correrá a cargo de Don Luis Garrido Bengoechea, Presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Bilbao.

36 comments on “Cuando la administración miente descaradamente

  1. Generoso Tato Becerra

    Buenas tardes:

    Sin ánimo de ofender, está bien en creer en la bondad de la gente (no sólo de los funcionarios, sino también de los particulares) pero con la corrupción generalizada (salvo error por mi parte, creo que es evidente la existencia de la misma, dado el gran número de imputados = https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Casos_judiciales_relacionados_con_corrupci%C3%B3n_pol%C3%ADtica_en_Espa%C3%B1a) creo que su artículo es muy benévolo.

    Además hay muchos funcionarios, muchísimos, que aunque no sean autores de la mentira son responsables por omisión, porque miran hacia otro lado, cuando su trabajo y responsabilidad precisamente es no mirar para otro lado.

    Evidentemente, «Spain is diferent» en todo (me incluyo).

    Saludos.

    • Pues me temo que seguiré siendo cándido ( pero «cándido ilustrado» por la experiencia y por el dato objetivo de que frente al centenar de casos de corrupción vivos, se alzan dos millones de empleados públicos de las administraciones que dictan, participan o han participado en millardos (¡ Si, millardos!) de actos administrativos con honradez y buen hacer, y que resisten el test de legalidad y que no son invalidados judicialmente. Reconozco que España es un país de pícaros, muy mediterráneo, pero sigo pensando que la oveja negra no mancha el rebaño.
      Un saludo cordial

      • A mi entender, las normas están puestas para evitar precisamente que tengamos que fiarnos de la honradez personal de los personas.

        Y en este país lo que han fallado en el problema de corrupción son las normas, porque los corruptos han «saltado» sin problemas el control de la jurisdicción contencioso-administrativa y sólo se han visto frenados por la jurisdicción penal (los que lo hayan sido, que habrá todavía por ahí delincuentes sueltos).

      • Adriano

        Estamos de mentiras de la adm. pública, ¿con pruebas o sin ellas? Pregunto.

    • Adriano

      Es que ademas ¿como es posible que en este país e haya cesado un sistema tal, que existe un organismo publico por cada 2.800 ciudadanos? como es posible? solo ese dato no es sinónimo de corrupción?

  2. Pilar Pérez

    La Administración española tiene importantes virtudes y algunos defectos que ponen a los ciudadanos al borde del suicidio por lanzamiento al barranco en más de una ocasión. Entre las virtudes y no es pequeña es que el funcionario español no es corrupto. Nadie se imagina yendo a un despacho con un billetito de cincuenta euros a ver si te quitan una multa, o con otra cantidad a ver si te cambian una liquidación de Hacienda, es absolutamente impensable.Algún caso habrá y será a altísimo nivel, pero la inmensa mayoría de los funcionarios españoles no son corruptos. Tampoco son vagos, y sé de qué hablo. He sido funcionaria pública varias décadas y los funcionarios cuando tienen tarea trabajan y además con un gran sentido del pundonor, de lo mío tiene que salir a tiempo y bien hecho. La inmensa mayoría. Si hay en muchas ocasiones sensación de parálisis es más bien al desmadre de los cambios políticos, la indefinición de los objetivos, y la carajera organizativa: el «esto ya se lleva en otro lado»,…. A veces el tiempo del café se estira algo y otras muchas, muchos funcionarios no salen a tomar su café porque tienen que acabar expedientes que van a una Comisión de Gobierno. Pero si hay tarea, se hace. Los problemas son otros. El primero es la cobardía…» no hago esto que es diferente, porque no se hacerlo y como no sé, le digo al ciudadano que no tiene derecho», o «no le voy a decir al político que esto técnicamente no se sostiene, aquí vengo a obedecer». No existe concepto tal como independencia de criterio técnico. «Habla Señor, que tu siervo escucha». El segundo y muy importante es que como un expediente, en algo sea diferente ya la hemos liado, como se aparte de la rutina, ora se aparca, ora se resuelve como no es, o lo que sea. El tercero que «sostenella y no enmendalla» parece la primera estrofa del himno nacional. Si la hemos liado mala suerte, a ver si me la voy a cargar por decir que me equivoqué, esto no se corrige. El cuarto que el «silencio administrativo» sirve para cubrir la incompetencia y la irresponsabilidad. El quinto que la autoridad está para hacer de «jefe majete» que se lleva bien con todo el mundo y si hay que cerrar tres plantas de un hospital en agosto, se cierran, a ver si me voy a enemistar con los médicos. Y lo mismo con los funcionarios: si uno se ha equivocado y luego ha mentido para tapar el desastre, la capa que todo lo tapa le convierte en invisible como en Harry Potter. Y, por último, que no se utiliza la denuncia por prevaricación. Una de vez en cuando, y se arregla un departamento para la próxima década. Conozco un caso en el que sí se ha utilizado con copia a los jefes y órganos de inspección que han practicado la política del avestruz hasta el punto que se les ha debido de quedar la cabeza pegada al subsuelo como sellada con hormigón…A veces, poco, pero a veces, la Administración miente. Descaradamente. Y , en esos momentos, el problema es que el sistema no conoce de una herramienta eficaz y rápida para intervenir

    • José Luis Pizarro

      Chapeau!

    • Estoy de acuerdo en lo general, pero mi impresión en cuanto he tropezado con la Administración es nefasta y no por corrupción sino por otros muchos conceptos como los que tan bien defines, la conclusión es que lo que para el administrador no significa mucho o nada para el particular soportar tiempos administrativos francamente innecesarios es un suplicio en todos los frentes y un sentimiento de impotencia indescriptible al observar que desde el poder concedido por nosotros se vuelven prepòtentes abusando de el sobre nosotros mismos.
      Te someten a un vergonzoso Silencio administrativo, luego puede usted…. traducido irse al carajo porque mientras usted se aburre y se va vaciando económicamente a nosotros nos da franca mente lo mismo por que seguimos viviendo y cobrando.
      Y eso es lo que yo sufriéndolo he comenzado a criticar y continuaré haciéndolo a pesar de no hacer mucho ruido, porque no nos merecemos el circo legal que tenemos montado y vuelvo a repetir no podemos excusarnos diciendo que la mayoría de funcionarios no son corruptos, que así lo creo, pero si que hay una gran parte que ven pasar por delante errores y abusos e incluso corruptelas y corrupciones y no denuncian, ellos sabrán porqué.
      Un abrazo cordial.

  3. El artículo Artículo 103 de la CE, dice que «La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho.»

    Como decía Don Antonio Torres del Moral, los derechos valen, lo que valen sus garantías, y por ello habría que potenciar la igualdad mérito y capacidad, para que manden los mejores, y no los más complacientes con sus superiores. Los jueces de lo contencioso tienen mucho que decir al respecto, en las impugnaciones de nombramientos.
    Un saludo.

  4. Felicidades por el Blog.
    Disiento de Pilar Pérez, tan corrupto es el que lo hace, como el que mira para otro lado, se llama acción por omisión. Ese es el grave problema de la Administración, que en el caso de la Administración Local, donde la precariedad laboral campa muchas veces, es un autentico mal que se refleja en la inacción, ya por astio, desidia u porque es un compañero.

    • Pilar Pérez

      No le falta a ud razón, pero yo me estaba refiriendo a otro tipo de corrupción, la de llenarse los bolsillos el propio funcionario.

      • Adriano

        O por ascenso acordado..o por colocación de familiares, son múltiples y variadas las formas……eso si.. SIN LA NECESARIA COLABORACIÓN DE LOS FUNCIONARIOS EL POLITICO NO PUEDE LLEVAR A CABO NINGUNA MALA-ACCIÓN-.

  5. A veces se miente porque la persona es mala, inmoral. Puede parecer fácil pensar que haya personas malas entre vecinos de barrios del extrarradio.., entre los vendedores de burros (cuando había)…, entre los viajeros de trenes de tercera de países subdesarrollados… Pues hemos de caer en la cuenta de que la misma presencia de maldad hay entre los funcionarios que ocupan una mesa de trabajo y entre los políticos que suben y bajan a un coche oficial.
    Carlo María Cipolla («Leyes de la estupidez humana») mantiene que el porcentaje de estúpidos es constante con independencia del grupo al que se pertenezca: el mismo porcentaje entre pelirrojos que entre cirujanos, entre premios Nóbel y entre marinos. Es una constante.
    Eso pienso yo que ocurre entre los malos; pero los jueces, no acaban de apreciar que entre las Administraciones Públicas se dan casos de maldad, cegados como están por el brillo que destella de la autoritas y prestigio de las Instituciones.

  6. Opino, también, que el artículo es «benévolo». De la AEAT no sale ni el 20% de notificaciones, comunicaciones, liquidaciones provisionales, expedientes sanionadores y demás resoluciones administrativas-tributarias que cumplan la legalidad. El resto son, amén de illegítimas, ilegales y casi siempre inconstitucionales. No quedando a los administrados otra solución que la de ser esclavos vitalicios del «estado» o como ha dicho otro comentario suicidarse, aunque en muchos casos seguirán siendo esclavos sus descendientes. Una pena hasta que no se resuelva todo esto no habrá verdadera democracia y, sobre todo, Estado de Derecho. Lo mismo digo de la SS.

    • Pilar Pérez

      Cuando la cosa es obvia y las pruebas son claras, la denuncia por prevaricación debe de ser una solución. ¿Que no se tramitará? no me cabe la menor duda, en muchos casos. Pero ahí está y cualquier funcionario prefiriría no tenerla que tenerla, además si después de una viene otra, y otra, y otra, de otro administrado….no debe de ser plato de buen gusto.
      Denuncia en los tribunales y dar a conocer los hechos. Estamos en la era internet, y la posibilidad de que casos individuales se transformen en casos y denuncias colectivas no es tan remota.

      • Gracias por el consejo, Pilar, creo que tienes toda la razón, denunciaré siempre que pueda, aunque a veces la vida de abogada no te da para tanto, bastante tiene una con el caso en sí.

        Y tus «confesiones» de lo que pasa ahí dentro son impagables. No ya para criticar el funcionamiento de la Administración, sino para comprender, incluso con empatía y entendiendo la sencilla humanidad que hay detrás de algunos comportamientos. Un abrazo, Francisca

  7. Reblogueó esto en Iuslexblogy comentado:
    Interesantes reflexiones.

  8. Mi experiencia particular con los Inspectores de Sanidad, que son médicos ellos mismos, es que en el 99% de los casos respaldan la actuación de sus compañeros y aunque sean médicos rasos, no tienen empacho en abordar cualquier especialidad o hacerse pasar por psicólogos y catalogar las afecciones psiquiátricas o psicológicas de los pacientes. Forenses que hayan reconocido: mire, este señor es catedrático de la especialidad y lleva 30 años ejerciendo de neonatólogo y su valoración es mejor que la que yo pueda hacer… Me contaron que pasó una vez.

    Si miramos las estadísticas sobre resoluciones de responsabilidad patrimonial en cada comunidad autónoma, veremos que son desestimadas metódicamente casi todas y en una gran mayoría hay silencio, es decir, que la Administración ni se molesta en resolver, obligando al ciudadano a soportar los costes económicos y emocionales de un proceso sólo para que alguien examine el asunto. No recuerdo si era un 6% o así las que son estimadas en vía administrativa, en vía judicial, quítale el 50% por lo menos. No me parece posible que tanto ciudadano mienta o se equivoque. Me parece que son más los que no tienen capacidad de enfrentarse a la Administración y su Aseguradora (esa es otra), tener que pagar abogados, procuradores, peritos, costas…

    Por mucho que haya Sentencias que señalan que las declaraciones de los médicos de la Administración no son equiparables a una pericial y hay que valorarlas con reservas, de facto, por lo menos en mi experiencia, son palabra del señor para los jueces de lo contencioso, en perjuicio de la «sana crítica» y el obligado examen de la «razón de ciencia» que den y «las circunstancias que en ellos concurran» del 370 LEC.

    Me encanta que hayas sacado el tema, José Ramón, y con tanta honradez. Creo que reflejas muy bien la mentalidad del común de los jueces de lo contencioso.

    Saludos,

    Francisca

    • Pilar Pérez

      Sería muy agradecer que los abogados que están por estos foros y conocen de derecho administrativo dejaran alguna referencia a página web,etc. donde se les pueda localizar.

  9. Pilar Pérez

    Después de leer los comentarios, una llegaría a la conclusión «La Administración miente y los jueces no se enteran». Preocupante.

    • La Justicia es ciega pero no tonta. Si los jueces «no se enteran» es fácil de solucionar: libertad para que se deroguen las leyes procesales y que cada juez resuelva a ojo de buen cubero.. No nos gustaría, y además no siempre los abogados son víctimas de los vericuetos procesales y prácticas administrativas, sino que a veces sus clientes triunfan gracias a ello.

      • Pilar Pérez

        Sí, Sr. Chaves, pero una cosa es que mienta el ciudadano (mal hecho) y que sus abogados (cuando son caros) sepan buscar los meandros de la ley, y otra muy distinta que mienta la Administración. Porque la ley y la sociedad le presuponen la veracidad y la buena fe y en virtud de esta prerrogativa, de esta ventaja de salida, pueden hacer embargos, etc. etc. Además, como ud. muy bien ha comentado en otro blog, de la imparcialidad de los TEAR hablamos en otro momento.

  10. Yambien e’sta: La Administración miente muchas veces y los jueces miran para otro lado otras tantas.

  11. Yo empecé en Administrativo porque me gustaba el Derecho Político y pensaba que iba a ser un juego más limpio, pero después de defender al ciudadano durante unos años y ver la facilidad mentitoria de algunas administraciones y lo inocentes que se vuelven algunos jueces cuando quien miente es otro funcionario, he pensado pasarme al civil. Imagino que ahí habrá más conciencia de la igualdad de las partes para mentir y que las mentiras sean creídas o castigadas por igual, ya os contaré.

    PILAR: si pinchas en el nombre de la persona que envía un post te sale su web (de aquéllos que han querido darla, claro).

    Saludos,

    Francisca

  12. Enrique

    Pues la Administración sí que miente descaradamente. Lo siento si a alguien le molesta pero es lo que veo y he visto siempre. Admito que es una generalización ya que no todo es mentira pero la contaminación es tan alta que es muy difícil, cuando no imposible, deducir qué vale y que no, sobre todo para los no iniciados. El resultado es la desconfianza de antemano en todas las instituciones.

    Empecemos por arriba del todo y concretamente por la que posiblemente sea una de las mayores mentiras:

    «Los españoles son iguales ante la ley»

    De ahí para abajo tienen millones de páginas de boletines oficiales. Distingan ustedes, si pueden, entre lo que es morralla y lo que no lo es.

  13. Pilar Pérez

    Hay un tema que no se si se ha tratado en estos blogs: la ley o la jurisprudencia, o la práctica administrativa que permite interpretar que cuando un ciudadano falla en algo, por ejemplo, un anciano se equivoca a la hora de escribir su domicilio , se incorporan datos erróneos y se le notifica por edictos….en ese caso, la Administración tiene todo el derecho a hacerle la liquidación tributaria o la multa de tráfico que considere oportuno y conveniente (sea ajustada a derecho o no) y tiene que APECHAR (creo que se utiliza este término) con las consecuencias. Es como si un peatón se pasara un semáforo en rojo y el vehículo que viene tuviera licencia para acelerar (pudiendo haber frenado), llevárselo por delante, retroceder y atropellarlo cuatro veces más..»Como fue él el que se pasó el semáforo». Si se ha tratado este tema, agradezco me digan en qué blog

  14. Un post y un debate espinoso. Pienso que hay de todo. Actuaciones honestas y otras no tanto. Eso sí, me sigue pareciendo grosero encontrar representaciones procesales de la Administración que han perdido cualquier pudor. Habrá quien diga: es para igualar las tácticas a las que han de enfrentarse. No me vale el argumento. En mi caso y en el de mis compañeros de trato habitual la buena fe es la norma. El caso es que, por ejemplo, hay alguna que por costumbre se deja caducar el plazo para usar el día adicional, haciendo trabajar al Juzgado y demorando la ya de por sí demorada justicia y no se refrena a la hora de alegar disparates sin pensar más que en sostener la posición en muchos asuntos en los que solo cabría allanarse. Esta semana en unas conclusiones tras 4 años de pleito y tres de expediente va y me alega cierta administración que SU sonómetro estaba caducado, usándose sin calibrar, para justificar por qué sus propias mediciones acreditativas de incumplimiento no podían derivar en resolución alguna. Todo esto, con una pericial judicial final acreditando incumplimiento y no sé cuántas de parte y de la propia administración. De pena: cuando la administración no da ejemplo de honestidad, ¿qué mensaje se da? Saludos y gracias por el post.

    • Pilar Pérez

      Si los ciudadanos son tramposos y los abogados de los ciudadanos son muy hábiles, la manera de contrastarlo es sabiendo más y trabajando mejor. Mejores leyes, mejores procedimientos y más formación en los funcionarios. Se trata de saber más y de defender mejor los intereses de la Administración, no de compensar la ausencia de pericia con mentiras y engaños en los expedientes.

      • Recientemente un juzgado que tramitaba una denuncia, requirió de un ayuntamiento el nombre de los interventores que habían desempeñado el puesto en los últimos cuatro años. El ayuntamiento remitió el listado pero… excluyendo al único interventor que se había destacado en sus reparos y denuncias por las tropelías cmetidad. Su testimonio nunca lo pudo saber el juez.
        Si alguien hubiera denunciado esa omisión premeditada la administración hubiera dicho que fue un olvido. Y el funcionario que redactó el listado seguramente sería retribuido con algún complemento «ad hoc» quizas con una productividad.

      • Pilar Pérez

        Un ciudadano, mayor, realizó una comunicación censal en formulario 037 a la Administración Tributaria. Le enviaron liquidaciones a domicilio que no tuvo en cuenta, anterior a esta comunicación. Al conocer los hechos preguntó por escrito, a la Admon Ttributaria, los domicilios comunicados a la misma. En el listado remitido por la AEAT, le enviaron los domicilios en el listado, todos menos este que era el importante. El ciudadano les creyó, creyó que lo había hecho mal. Al cabo de los años con motivo de un expediente apareció esta comunicación censal, la copia de la administración. Preguntada la AEAT por qué había olvidado incluirlo en el listado, respondió que en una comunicación de COMIENZO, no había tachado la casilla de «modificación», en el domicilio, en contra de lo que claramente establece el decreto 1041/1990 que era el aplicable a esta fecha. La cosa además incluyó tal cantidad de otras mentiras que acabó en denuncia por prevaricación

  15. Phelinux

    Coincido con el sentir general de que en la Admon. se miente mucho, aunque con matices.

    Como ciudadano no me puedo quejar: creo que la Administración ha sido honesta en lo que me ha requerido y en lo que me ha sancionado, salvo un caso en que una Admón no notificó unas deudas y querían hacer recaer en mis bolsillos las penalizaciones. Afortunadamente intervino el Defensor del Pueblo y como pude demostrar el fallo administrativo, pagué de buena fe (porque aún no me han justificado adecuadamente la deuda) la cantidad base y no me han vuelto a reclamar más. Eso sí, aun sigo recibiendo cartas del Defensor diciendo que la Admon no les envía la documentación que les reclama (y donde aparecería la justificación del devengo del pago que hice).

    Ahora bien, como empleado público sí que he sufrido las mentiras de mis jefes para represaliarme con expedientes sancionadores. Son muy largos de explicar y me voy a centrar en otro caso más sencillo, pero ilustrador de cómo razonan algunos jueces.

    Esta represalia consistió en negarme una hora estructural que realicé y que se pagaban sin problema a todos (incluso a mi antes de caer en desgracia) de forma automática. Eran 30€, pero como me parecía injusto y llovía sobre mojado, lo llevé a lo Social y allí presenté unas capturas de pantalla de mis fichajes, porque no tenía otra cosa que demostrase la hora realizada aquella jornada. La empresa, empeñada en represaliarme, presentó un informe falso del Director Técnico (personal laboral interino a pesar del nombre del puesto, y sospecho que enchufado) que aseguraba haber revisado los fichajes y no aparecía esa hora extra, sin aportar datos del horario de entrada y salida, que el ordenador tenía almacenados y que los empleados también podemos consultar. Esos datos sí estaban en mi listado de fichajes de esa semana que presenté como prueba.

    La juez pensó que un informe de nada menos un Director Técnico no podía ser falso, no se imaginaba ella que un señor en un cargo con ese nombre se iba a pringar mintiendo por 30 miserables euros. En la sentencia le llamó «funcionario» y le dio toda clase de presunción de veracidad, dado su cargo (en la realidad, poco más que un mando intermedio). Poco se imaginaba ella que alguien podría mentir no por ahorrar 30€ a la Admon sino por INQUINA hacia un empleado que se ha destacado en denunciar todas las irregularidades de las que tiene conocimiento. Debido a mis escasos medios económicos no quise denunciar al fulano y hacerlo por vía interna habria sido inútil porque, como dijo Pilar Pérez más arriba, estos se tapan unos a otros, todos los jefes me tenían (y tienen) ganas y además sospecho que este hizo ese informe por orden de su superior jerárquico, el gerente, quien de esta forma, en caso de denuncia, salvaba la cara. Para este tipo de trabajos sucios es por lo que estimo aupó al puesto a este personaje, es decir, para tenerle de testaferro.

    Y aquí vienen mis conclusiones:

    * la mayoría de los funcionarios aplican la máxima «al indiferente, la legislación vigente». Y por eso creo que la mayoría de actos son ajustados a derecho, «salvo error u omisión».

    * ahora bien, la corrupción del funcionario español proviene de que vive en un ecosistema donde denunciar las cosas que observa puede complicarle mucho la vida. En contra de lo que se cree, el acoso laboral existe en la Admon. y todos le tememos más que al lobo (los compañeros te hacen el vacío para no ser vistos por el jefe como cómplices, etc.). Esto produce inhibición de unos funcionarios respecto a lo que ven que hacen mal otros. Es muy lamentable pero muy humano y muy mediterráneo, porque quien más quien menos se toma unos cafés o unas cervezas de vez en cuando con los compañeros después del trabajo. Y que te dejen aparte porque eres el Pepito Grillo… nos da espanto.

    * otra corrupción es la de aquellos que se relacionan con los que tienen capacidad para decidir sobre creación de plazas o, más bien, cubrición de plazas en interinidad. Es decir, me convierto en un funcionario sumiso si colocas a mi pareja en ese puesto, o a mi hijo, o a alquien cercano que me interesa. En mi Admon esto se ha convertido en una verdadera epidemia. Y ese funcionario sumiso ya no tiene independencia sino que todos sus informes van en la dirección que le manda el superior, aunque para ello tenga que retorcer la Ley e ignorar las partes que no ayudan a lo que su jefe quiere conseguir con el informe. Se podría decir que aquí empieza a aparecer la mentira en la Admon. y esa mentira la detecta enseguida el ciudadano. Pero por la propia maquinaria administrativa, se va tapando, alargando, silenciando… a ver si el ciudadano cabreado que reclama se marcha ya harto de acudir a las instancias. Y si llega a los juzgados, se le surte al sr. juez con los informes falsos que haga falta y aquí paz y después gloria.

    * Otro tipo de corrupción que veo en mi servicio es el tráfico de favores entre jefes y subordinados. No se trata ya de colocaciones interinas en puestos vacantes sino de cosas más sutiles y cotidianas pero que son contrarias al convenio colectivo y crean desigualdades entre unos trabajadores y otros. Si eres suficientemente servil en algunas cosas que quiere el jefe, podrás conseguir otras que no están a tu alcance porque las prohíbe o regula el Convenio. Podría poner muchos ejemplos pero esto ya se está alargando bastante y creo que se sabe de qué hablo. Cuando he denunciado esto me he encontrado con amenazas de mis superiores o con el silencio más atronador.

    Seguro que hay otras corrupciones que a mi se me escapan por mi pequeñez laboral. En las monetarias no entro porque esas ya las conocemos todos y, aunque creo que son más a nivel político, un compañero mío me dijo hace poco: por cada político corrupto, hay cuatro funcionarios que han sido cómplices, por acción o por omisión. Por supuesto, es una estadística de andar por casa. En algunos casos habrán sido cuatro, en otros uno y en otros cuarenta. Es una forma de decir que si los funcionarios fueran intachables, no habría políticos corruptos.

  16. Buenos alquien parece que tiene claro que cuando los hechos son claros en la comisión del delito, el juez instructor entrará de lleno, nada más lejos de la realidad, si el fiscal no lo ve, cosa muy habitual, nada se hará, el asunto estrella de la Secretaria de una SA que como lo hacia por amor no respondía, marca un hito dificilmente superaable. Por ese motivo, muchas veces no se pierde el tiempo en acudir a la vía penal. Una experiencia curiosa que he tenido es que no conseguia la administración identificar al responsable que era el duenño de una infracción contra el medio ambiente, tenia la finca correctamente catastrada e inscrita en el Registro de la Propiedad, se ve que no habían acudido a ver eso, el responsable por inacción, antes Alcalde hoy es Consejero Autonomíco.
    Cada vez que en un juzgado CA intentas hacer preguntas que evidencia la comisión de delitos, empiezan en la mesa central a sudar y a inadmitir preguntas. Más claro agua.

  17. Me parece que en un Estado de Derecho como el que pensaba que teníamos algunas cosas que aquí se han dicho con cono cimiento de causa debían de sonrojarnos a todos por no exponerlo al conocimiento público de manera que la gente sepa como actúan a veces quienes supuestamente pensamos que están para resolvernos los problemas administrativos generales que es para lo que supuestamente les pagamos ny no para crearnos más problemas que los que en nuestra vida común y mortal tenemos.
    Mi esposa y yo estamos viviendo una situación ante la Administración que nos tiene alucinados, despues de 15 años de vivir en una república bananera, no nos lo podemos creer, allí con tanta corrupción la solución hubiese sido fácil con un puñadito de billetes, aquí nos parece peor, porque luchamos contra la prepotencia de un sistema de prepotentes (no digo que lo sean todos pero no veo a los que no lo son) donde estamos pagando con nuestro dinero de momento no grandes cantidades pero si en gotera de diversos conceptos, estamos pagando con nuestro tiempo de vida mortal donde cada día que pasa es un día que nos han robado, estamos pagando con nuestra paciencia porque pasan los días y poco se mueve el asunto que podría estar resuelto en una mañana ante un café porque su estudio no me parece en absoluto complicado, estamos pagando en salud que nos lleva a noches de mal dormir y utilizando tranquilizantes, estamos pagando con nuestros valores morales que vamos perdiendo ante organismos que considerábamos honorables y que no hacen gala de ello pensamos que tampoco nosotros tenemos que ser honorables ante ellos (lo que es igual no es trampa), etc… y al final concluimos en considerar más dañino para el contribuyente este sistema que si fuésemos capaces de valorar los daños que provoca superaría con creces a los daños que causa la corrupción puramente económica.
    Un cordial saludo.

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