Actualidad Triunfos y homenajes del Derecho Público

Villar Palasí no merece el olvido

Me entero de una iniciativa política encaminada a suprimir el nombre de Villar Palasí de los colegios públicos en Valencia so pretexto de evitar referencias al franquismo, ya que José Luis Villar Palasí fue Ministro de Educación.

Me quedo sorprendido por tamaño disparate, y lo digo fuera de posicionamientos ideológicos, sino sencillamente porque me temo que se está confundiendo el período del «franquismo»  con las personas que vivieron o trabajaron en la época franquista, o para el gobierno franquista, lo que es muy distinto.

A las personas hay que juzgarlas por su trayectoria y legado, y no apagar su valor por acusaciones genéricas y limpiezas de sangre que encierran errores e ingratitud.

En el caso de José Luis Villar-Palasí (1922-2012) a quien solo conozco de sus lecturas, o mejor, a quien debo mucho por lo que escribió ( y que expuse desde el agradecimiento), me parece de justicia reivindicar su figura y aportar mi granito de arena para no cometer un error mayúsculo e injusto con un personaje de tamaña estatura.

Al menos, antes de condenar al supuesto hereje, bien está conocer sus hechos, su genio y figura. Y decidamos si estamos a tiempo de frenar tropelías…

1.Villar Palasí, desde su posición de Ministro de Educación y Ciencia (1968-1973) fue el padre del Libro Blanco de la Educación que abrió paso a la Ley de Educación de 1970, ley que por un lado encerraba el reconocimiento del fracaso educativo del franquismo en sus primeros treinta años y por otro lado, abría las puertas a la integración social escolar, sin discriminaciones para los españoles  e implantó la obligatoriedad de la enseñanza primaria pública hasta los 14 años (desde los 6 años) con la Educación General Básica (EGB) y creó la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Además tal Ley fue bautizada justamente como «Ley Palasí» ( siguiendo la estela de la revolucionaria Ley Moyano de 1857) pues aquél la elaboró de su puño y letra, y como padre quería que viniese con un pan bajo el brazo, para que no fuese ley muerta, por lo que consiguió la financiación precisa para tan ambicioso reto de educar una generación.

Su nombramiento como ministro en 1968 posiblemente marca un punto de inflexión hacia el aperturismo del régimen franquista, y de hecho en 1969 se nombra como sucesor a D.Juan Carlos de Borbón.

Así pues, si en el marco de un gobierno franquista consiguió tamaña proeza, para un cargo que no pidió y al que fue reclutado por su perfil técnico, podemos imaginar lo que hubiese supuesto un fénix de los ingenios jurídicos en un gobierno democrático.

Para disipar toda reserva sobre su implicación política podemos tener presente lo escrito por el profesor Manuel Arias Senoseain: « Si la investigación y la enseñanza, consustanciales con su verdadera vocación, se centraba en la cátedra, en cambio su imprevisto cargo de Ministro no cuadraba con su forma de ser y de sentir. Villar Palasí ni «era un político», ni tenía tras de sí  «un equipo político», ni tenía la menor «ambición política» ni le respaldaba ninguna de las entonces llamadas corrientes «familias políticas» . Y sobre sus dificultades para sacar adelante la Ley General de Educación, tuvo ocasión de comentar en una entrevista al Diario Levante en 2008:“Yo no era apolítico, pero no tenía un grupo detrás. Ni era del Opus ni falangista. Era un freelance. Tenía el Consejo de Ministros en contra y si hubiera tardado un año en presentar la propuesta hubiera habido sus más y sus menos”.

2.Villar Palasí, como Catedrático de Derecho administrativo fue una de las mayores cabezas del derecho público español, laurel compartido con Eduardo García de Enterría, quien glosó justamente su figura con ocasión del Discurso de ingreso de aquél como Académico de Número en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. el 10 de Febrero de 1975.

Como dice el propio García de Enterría en el Prólogo a su Libro Homenaje (Civitas,1989): «Asombra que hay podido mezclar en su bibliografía contenidos tan varios, si a su carrera administrativa sumamos su carrera política (en la que se ganó el respeto de todos ( y su fecunda historia universitaria)

 

3.Villar Palasí, demostró que era posible ser embajador de la ciencia con mayúsculas, la que superaba barreras disciplinares, pues sus libros, artículos y conferencias destilan la unión de derecho, historia, ciencia,  física o de filología y son un prodigio de erudición. Un ejemplar Leonardo Da Vinci de las letras modernas.

4.Villar Palasí, no solo alumbró espléndidos ensayos de derecho administrativo, sino que fue el paladín de la lucha contra la ignominia jurídica, contra la letra de la ley avasalladora, pues construyó y defendió la interpretación justa frente a lo que calificó de «iniquidad manifiesta«, esto es, frente a la ciega norma. Y este claro antídoto frente a la injusticia, es el que paradójicamente debería oponerse frente a las lecturas desorbitadas de la Ley 52/07 de Memoria Histórica, que puedan conducir al atropello de quienes tienen motivos para permanecer en nuestra memoria.

5.Villar Palasí, en el plano personal, nos lo resumen las claras palabras de García de Enterría,«su sencillez, su bondad, su afabilidad, su disposición generosa, sus grandes cualidades personales.«

De ahí que me sorprenda e indigne, que en Valencia (donde nació en 1922) se pretenda por algunos grupos borrar su nombre de los centros escolares. Ya puestos con el desatino, habría que suprimir los nombres de los institutos públicos como el Jovellanos de Gijón, ya que Gaspar de Jovellanos  fue ministro de Gracia y Justicia con el absolutista y traidor Rey Carlos IV. Como decía el cardenal Richelieu sobre la facilidad del gobernante para justificar tropelías: «que se me den seis líneas escritas de puño y letra del hombre más honrado del mundo, y encontraré motivo para hacerle ahorcar«.

Esa actitud indiscriminada de borrar la memoria histórica y que demuestra una memoria histérica, me recuerda la enloquecida hoguera de las vanidades, con que el dominico Savonarola en 1497 ordenaba quemar en hoguera pública todo lo que parecía pagano, joyas, libros, cuadros y todo tipo de ornamento u obras de arte.

Y es que una cosa es eliminar los signos externos del franquismo y la lógica retirada de placas o nombres de centros públicos referidos a personas que cuenten con el solo mérito de sus supuestas gestas militares en la guerra civil, o la de aquellas personas que cuenten con felonías a sus espaldas, o que emborronaron indignamente las páginas de la historia vividas por nuestros padres. En estos casos, nada debe objetarse pues el viejo principio el que la hace, la paga, conserva su vigencia.

 Ahora bien, lo que resulta un exceso, una torpeza y una injusticia impropia de una ciudadanía madura, es ajustar cuentas con personas por el solo crimen de tocarles una coyuntura temporal gris, y que no solo son inocentes, sino que merecen el beneplácito y aplauso de generaciones, como la nuestra. Como su propio hijo ha expuesto lúcidamente  «honrar a los muertos es rendirles el honor que merecieron en vida».

En fin, confío en que aquellos políticos o gobernantes que tienen en sus manos dar ejemplo de lo que es la congruencia y agradecimiento a quienes se han hecho un lugar en la historia de Valencia y de España, aprovechen la ocasión para aportar su buen juicio y evitar la retirada del nombre de tales centros educativos, pues la etiqueta de Villar Palasí, es un nombre objetivamente inspirador para los alumnos de lo que significa la educación y educarse como hombres de bien.

 

81 comments on “Villar Palasí no merece el olvido

  1. Isaac Ibáñez García

    Acabo de leer el post, que suscribo entero, y te felicito por él, José Ramón. No olvides que en este país nuestro, por desgracia, cada vez hay más descerebrados, rufianes e ignorantes en las instituciones públicas. Un abrazo. Isaac Ibáñez

  2. Suscribo las aportaciones de Juanjo.

    Los propios comentarios que anteceden demuestran que, so pretexto de la loa al intelectual Villar Palasí, muchos acaban alabando al ministro Villar Palasí y al propio franquismo.

    Entiendo que de esa situación trae causa la decisión municipal criticada – a mi juicio, indebidamente- en el post,

    • Phelinux

      No es por alabar al franquismo, sino que hay muchas cosas que considerar. Yo no creo en negro y blanco. No creo que todo en el franquismo fuera negro ni todo en la República fuera blanco. Hay que preguntarse qué falló en la República (en mi opinión, muchas cosas) para que se produjera una rebelión militar, una guerra civil y una victoria de los alzados, cuando el gobierno republicano tenía casi todos los ases en la mano para haber aplastado aquella rebelión.

      Una pista: el jefe de la oposición al gobierno republicano fue asesinado por policías del régimen pocos días antes de la rebelión militar.

      Por no hablar de los fusilamientos sistemáticos durante la guerra en el bando republicano de presos ideológicos, al igual que ocurría en el otro bando. Mientras no se reconozcan públicamente estas verdades históricas, flaco favor se está haciendo a la sociedad con una Ley de Memoria Histórica que nace desmemoriada.

      Una vez escuché esta frase y me la apropié: «Las mentiras son simples, las verdades complejas». Por eso suelo explayarme mucho con explicaciones, aunque no sé si finalmente consigo el objetivo de combatir el error, no digamos ya la mentira.

      Decir que todo en el franquismo fue malo es tan simple y falso como decir que todo en la República fue casto y bueno. Desmontar ambas mentiras es complicadísimo y algunos, la mayoría, renuncian al esfuerzo que conlleva ese desbroce. Es más fácil apuntarse ideológicamente a uno de los bandos y denigrar al otro sin valorar lo bueno y malo que pudo haber en cada uno. Y esto no lo digo por ningún comentario concreto de esta entrada, sino como un apunte sociológico.

      • Claro que no todo es blanco ni negro -afortunadamente-, pero sí existen líneas rojas: el régimen franquista nació de una rebelión militar apoyado por los estados fascistas de la época frente a un gobierno democrático. Y se perpetuó durante casi cuarenta años encarcelando, torturando y asesinando a quienes se le opusieron. Me causa asombro que cuanto más tiempo pase más se deba recordar.

      • Phelinux

        Respondiendo a Mikel. No quería entrar en esta arena porque podríamos hacer de esta entrada una «causa general» del franquismo interminable y no quiero, tampoco, parecer un defensor de aquél régimen. Pero simplificar no creo que ayude a la reconciliación de las dos españas.

        La República se vio ayudada, entre otros, por el autoritario régimen de Stalin (todavía no se sabía seguramente lo brutal que iba a ser y estaba siendo ya con sus propios ciudadanos debido a la opacidad propia de las dictaduras). Tanques y aviones rusos fueron fundamentales para la República. Comisarios políticos rusos se inmiscuían e influían (tal vez desastrosamente) en las estrategias militares de los generales y gobernantes republicanos para la contienda.

        Pero, antes de eso, (creo que hay suficientes pruebas documentales y testimoniales) miembros del Frente Popular -del PSOE- pretendían convertir España en una república al estilo soviético y, para ello, las relaciones secretas y no secretas con la URSS eran intensas.

        Es probable que los mismísimos asesores rusos aconsejaran la muerte de un alto dirigente derechista para provocar una rebelión militar que sacara a la luz los militares más desafectos a la República y así poder eliminarlos y purgar el Ejército, como un paso previo a la instauración de una república de corte soviético. El asesinato de Calvo Sotelo (después de intentarlo con otros dos dirigentes derechistas pero que al no estar en sus domicilios se salvaron) habría sido el intento de la cúpula de la República para descubrir a los generales infieles. Pero este terrorismo de estado les salió mal y no sólo no aplastaron a los rebeldes en pocas horas o días como esperaban, sino que provocaron con él una guerra civil de tres años, que además perdieron. Y eso no es inseparable de la posterior dictadura ya que ganar una guerra -por suerte en unos casos y por desgracia en otros- es lo que da legitimidad a los vencedores. Y para los cánones de las dictaduras del siglo XX, la franquista no fue de las peores, aunque así se lo parezca a las víctimas inocentes y a los allegados de estas, que deben tener todo nuestro afecto, apoyo y comprensión. Pero no hasta el punto de cambiar la realidad de los hechos.

        Recientemente se ha publicado un libro en el que dos historiadores aseguran haber revisado todas las actas de las votaciones que dieron el triunfo al Frente Popular en 1936. Ha sido un trabajo de años. Según ellos se pudieron manipular las suficientes actas como para dar unos 50 escaños más al Frente Popular, con los que conseguía una mayoría absoluta que, de otro modo, habría sido favorable a los partidos de derechas. Si esta versión se confirmara, el gobierno republicano del momento de la rebelión militar carecería también de la legitimidad democrática necesaria. Eso no obsta para que los vencedores hubieran hecho unas elecciones democráticas y haber restituído la república o una monarquía parlamentaria. Pero sus ideas militaristas y los vientos que corrían en Europa de uno y otro lado les impedía ese camino.

        Añado que no sabemos qué habría pasado sin el alzamiento militar: ¿habría España desembocado en una república de corte soviético hasta la caída del telón de acero (posterior a la muerte de Franco) o incluso más allá, siendo la Cuba de Europa, dictadura incluso después de la muerte del dictador y de la caída de la URSS?. Y si, una vez desatada la contienda, hubiera ganado la República, ¿habríamos vuelto a un régimen democrático o eso habría consolidado la vía de la república satélite de la URSS, como en el primer escenario? Son conjeturas, pero me temo que estaríamos mucho más probablemente cercanos a este segundo caso de la república satélite.

        Estas cosas también hay que recordarlas porque, si no, nos quedamos con el análisis simplista de que todo en el franquismo fue mal o malo porque fue una dictadura.

        Como dije en otro comentario, las mentiras son simples, las verdades complejas.

  3. Tuve la ocasión de llevar en mi coche a este distinguido jurista y me apena ver que seguimos insistiendo en conductas tan lamentables con personas que fueron tan valiosas.
    Aquí tenemos más interés en borrar la memoria que en rescatar figuras que en cualquier época de la historia hubieran hecho una gran contribución al conjunto de la sociedad. De esa forma seguimos actuando como Fernando VII que en 1823 declaró ilegales y «nulos y de ningún valor» todos los actos de gobierno y normas dispuestas en el Trienio Liberal o como Franco que en 1939 promulgó una ley derogando la del divorcio republicana, estableciendo que cualquier sentencia de divorcio sería anulada automáticamente a petición de uno de los cónyuges, que solo tenía que dar como razón su «deseo de reconstituir su legítimo hogar, o simplemente, el de tranquilizar su conciencia de creyentes». En ambos casos sin tener en cuenta la situación o conducta de los afectados.
    Si eliminan el nombre de Villar Palasí se ponen a la altura de la censura franquista que impedía que muchos notables personajes como Pablo Iglesias apareciesen en las enciclopedias y en los libros de texto.

  4. Marcos Yegros

    Fui alumno de D. José Luis Villar Palasí en 1997. Un curso de doctorado. Acudí siempre a sus clases fascinado. Si tengo alguna base de derecho administrativo a él se la debo. Persona ejemplar, profesor generoso, y siempre respetuoso con todos. Un hombre culto. Muy culto. Enseñaba el derecho en todas sus dimensiones. En todas. Mostraba especial pasión por el Tribunal de Derechos del Hombre, por la dignidad humana, en todo su recorrido, desde la profundidad hasta el respeto más básico y cotidiano. En aquel curso (y ya hace 20 años) de un cuatrimestre, nos contagió su pasión por las comunicaciones digitales y la protección de datos en el ámbito administrativo. Fue el primer profesor que facilitó a sus alumnos su correo electrónico. Y contestaba, siempre, con celeridad, acierto y respeto.
    Vivió su tiempo y el gobierno que le tocó, y, seguro estoy, su intención fue la de mejorar la vida de los españoles con planes educativos y estructuras accesibles a todos. Y lo hubiera hecho con cualquier gobierno. En el siglo XV o en el XIX, en el XX o en el futuro siglo XXII si hubiese sido su tiempo vital. Quien es brillante y generosos, lo es en cualquier papel que desempeñe.
    Está entre mis profesores más queridos y más respetados. Y lo estará. Su nombre no lo cambio de mi memoria.

  5. EPETXA

    Gracias, Sevach. Más que nunca y seguramente desde la discrepancia política. Quiero jueces como tu, que no prejuzgan a nadie por la compañía o por quien le encargue un trabajo o una labor sino que analizan los actos concretos de cada uno. Actos que, en el caso de Villar Palasí, son más de los que dices, aunque sé que el fin de la entrada del blog no era glosar su figura. Entre otras cosas fue el artífice de la enseñanza de las lenguas regionales (hasta entonces prohibidas y perseguidas), algo que en aquel entonces para dichas lenguas era como la lluvia de primavera para las flores y que ayudó a que ahora alguinos podamos impartir docencia en ellas en la Universidad.
    Entrando en el tema, se me revuelven las tripas cuando veo apologías al régimen de Franco y al mismo Franco como las que veo en ocasiones, por ejemplo la venta de lotería de la Falange Española con la cara y nombre del dictador y de Primo de Rivera. Pero no se puede meter a todo el mundo en el mismo saco y no cabe duda de que no todos hemos estudiado el mismo derecho porque tenemos una idea de la Justicia muy dispar. En ese sentido me asustan sobremanera comentarios que prejuzgan y condenan (en este caso al olvido) sin estudiar los hechos de cada uno, solo por la afinidad política que se supone (y aunque sea cierta). Ya que hay quien saca el tema de la Alemania nazi, veo que hay comentaristas que se van a llevar un disgusto cuando se enteren de que el NAZI (con todas las letras) Oskar Schindler fue enterrado con todos los honores en el monte Sinaí por el propio Estado de Israel. No tuvieron en cuenta su adscripción nazi, sino las miles de vidas que salvó sobornando a militares hasta arruinarse. Era nazi, pero sus acciones fueron mayormente buenas y tuvo el reconocimiento que merecían esas acciones, no su adscripción política.
    Pero además creo (pura opinión) que no tienen en cuenta que esa forma de juzgar (haciendo abstracción del estudio de los hechos) causa y ha causado estragos historicamente. Para evidenciarlo sin ir demasiado atrás viene muy a cuento (por la época) la farsa de juicio del 75 a Juan Paredes Manot, «Txiki», que supuso su condena a muerte y su asesinato (para mi fue esto). El pseudotribunal que lo juzgó solo quiso saber que era de ETA, pero no quiso estudiar sus hechos ni admitir las pruebas que acreditaban que en el día de los hechos (un atraco a un banco en cuyo tiroteo murió un policía) el acusado estaba en Perpignan. Me da la impresión de que igual que a Villar Palasí ahora algunos, a Txiki entonces lo juzgaron otros no por lo que hizo sino por puro prejuicio: pertenecía a ETA (esto era absolutamente cierto) luego es culpable (y recalco que de ninguna manera quiero equiparar efectos -asesinato versus eliminación de nombres- sino la forma de juzgar a una persona, que es la idea sobre la que quiero llamar la atención, con mayor o menor fortuna).
    Por cierto, que Villar Palasí fue uno de los que ayudó a la conmutación de las penas del Juicio de Burgos del 70. Dejó el cargo tres años después y sin él la misma o mayor presión internacional del 73 no consiguió evitar los asesinatos de Franco en el 75. Quizá hizo más de lo que se cree.
    En todo caso, gracias también a los discrepantes, que me obligan a rememorar cosas que no hay que olvidar y a analizar su argumentación.

    • bruixaveriada

      Estoy totalmente de acuerdo con su comentario. Expresa lo que lleva dos días dándome vueltas por la cabeza. Sólo añadir que éste caso demuestra la teoría del péndulo en la historia: hemos pasado de la inquina de un extremo a la inquina del contrario. Como en todo, la moderación y la reflexión son necesarios: probablemente fue una buena persona a la que le tocaron malos tiempos.

      Sin embargo yo si que creo que es necesaria una Ley de la Memoria Histórica. Las injusticias que se cometieron en su momento si que deben resarcirse porque lo contrario sería dar alas a futuras actuaciones extremistas (que nunca se está suficientemente lejos de que vuelvan). No creo en el olvido, más bien creo en el aforismo aquel de que si olvidamos nuestra historia estamos condenados a repetirla. Y unos por intentar el ahogo económico de la Ley para evitar cumplirla, y otros que luchan para que se cumpla, parece que no acabaremos jamás con nuestra posguerra porque parece que algunos siguen defendiendo al dictador y a los crímenes que si cometió.

      Además, en los últimos tiempos parece que las posiciones se están enconando y no sólo por un lado de la balanza: recuerdo en mi niñez que mi padre, que no era precisamente de izquierdas, contaba unos chistes muy poco caritativos de un tal Carrero Blanco, que ahora no podría reproducir sin miedo de represalias judiciales. Hasta donde hemos llegado!

      • EPETXA

        Amen, Bruixa. Por supuesto también respecto de la necesariedad de la Ley de Memoria Histórica. Como bien dices no debe de haber olvido. Somos actores de la Justicia y ésta tampoco debe ser venganza contra quien, estando en el bando que fuere, obró correctamente.

      • Phelinux

        Las represalias judiciales pueden existir siempre que exista alguien dispuesto a denunciarte, por burlarte de Carrero Blanco o de Pablo Iglesias (el de ahora o el de antes). No por otra cosa.

        A mi me ha escandalizado que un periodista catalán hace unos días haya publicado un artículo describiendo detalladamente cómo le encantaría comerse y se comería «la papada de (el ministro) Zoido». ¿Va a pasarle algo? Presumo que no, mientras nadie le denuncie.

        Y cosas de ese estilo nos encontramos un día sí y otro también, de un lado y del otro.

        Como tú misma has dicho, la moderación y la reflexión son necesarias, incluso para aplicar la Ley de Memoria Histórica.

      • Phelinux

        Estoy de acuerdo con Bruixaveriada en que las posiciones de ambos lados se están enconando. Se ha perdido ese espíritu de la Transición de «discrepo con lo que dices pero daría mi vida por defender tu derecho a decirlo». Se entendía referida a que se defendían cosas razonables y con espíritu constructivo (aunque no siempre lo fueran).

        Claro que… hoy día se dicen tantas y tan grandes burradas que a ver quién es el guapo que se ofrece a dar su vida por defenderlas… Y luego están los bulos, viralizados por las redes sociales…

  6. Pedro Fernández

    Debate interesante que a mí personalmente me deja muchas dudas. Reconozco que no tengo una postura clara. Ya me ha pasado en otras ocasiones con el papel que hay que conceder o reconocer a personas que participaron en instituciones de regímenes dictatoriales (por ejemplo, algunos políticos de los países del Este o de la Transición).

    En este caso, por un lado, estamos ante un dirigente político de una dictadura, y que como tal fue colaborador y partícipe de la misma. Sabía perfectamente cuando asumió el cargo que ese régimen estaba cercenando todo tipo de libertades y derechos fundamentales durante décadas. Como se ha dicho, no era un funcionario o un técnico sin capacidad de decisión.

    Por otro, era un gran jurista, que decidió participar en las instituciones públicas que había en su país durante décadas para intentar mejorarlas. Además, al parecer, hizo un trabajo correcto en su cargo e incluso intercedió con éxito para que tal régimen no aplicara la pena máxima a determinadas personas. Es más, también parece que, si excluimos la valoración por su faceta política, era una buena persona.

    No veo una solución fácil y equitativa. Personalmente me inclino a reconocer su labor como jurista, pero no como político. Quizá sea más adecuado ver su nombre en instituciones jurídicas que en un colegio público.

    • Isaac Ibáñez

      Estimado Pedro. Seguramente tengo parecidas dudas a las tuyas. Aunque poco más joven que el “Carlitos” de “Cuéntame”, recuerdo una infancia y una vida parecida, en la que mis padres se preocupaban más por ser felices y sacarnos adelante que de otra cosa. No recuerdo a gente excesivamente politizada. Creo que Franco fue un Dictador. Pero hace muy poco estuve en Cuba con mi mujer y comprobé que vivían peor que nosotros en los 70, y sin libertades. Todo es relativo. Saludos.

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  7. Pilar Pérez

    Es como si hubiera que descalificar y sacar su nombre de los institutos, a Rafael Alberti, miembro del Partido Comunista, por todo lo que hizo el Partido Comunista. Un disparate

  8. Juan Carlos Morcillo

    Querido J.R. tu bonhomía te puede. Como sigas así te acabarán acusando de colaboracionismo con el régimen de 1.978. Anda, vente a la Rioja, te invito a comer y brindamos a la memoria de Villar Palasí, que merecido lo tiene.

    • No me tientes con La Rioja, que ya decía D.Ramón Martín Mateo (por cierto, amigo de Villar Palasí) que «lo único que haría a un pacifista como él, alzarse en armas, sería defender La Rioja frente al invasor, porque sus caldos son una justa causa». Un saludo afectuoso.

      • EPETXA

        jajaja, no conocía la cita pero la suscribo.

      • Juan Carlos Morcillo

        Jejeje. Yo tampoco conocía la cita,pero a fe mía que haré apropiación indebida de la misma en mas de una ocasión. Tentados quedáis tu y el resto de foreros. Un abrazo

  9. Manuel de la Peña

    Parafraseando a Antonio Machado, España, hoy, desprecia cuanto ignora. Cometer tal ignominia con el maestro Villar Palasí es una muestra más de la ignorancia ontológica que exhiben impúdicamente muchos de nuestros actuales regidores.

    Ha saltado la noticia del cambio de denominación de una plaza gerundense: de «Plaza de la Constitución» a «Plaza del 1 de octubre». Desconocen estos personajes catalanes, ignorantes por antonomasia, que así podrían estar conmemorando un hecho histórico del franquismo: el 1 de octubre no fue solo el día del referéndum ilegal; otro 1 de octubre (de 1936), Franco fue proclamado Jefe del Estado. De ahí que el madrileño Hospital 12 de Octubre se inaugurara el 2 de octubre de 1973 como Hospital Primero de Octubre. ¿Va a tenerse que aplicar entonces la disparatada Ley 52/2007, de 26 de diciembre, conocida como «de la Memoria Histórica», a este cambio? Alucinar ya es gratis; no hace falta LSD.

  10. Isaac Ibáñez

    Lo que vienen a poner de manifiesto algunos comentarios es que si don José Luis Villar no tuviera,merecidamente, colegios públicos a su nombre, habría que ponérselos

  11. JOSE LUIS VILLAR EXZCURRA

    Muchas gracias a todos los que muestran su oposición a la proposición no de ley para cambiar el nombre de los Colegios Villar Palasí, y muy especialmente a JR. Chaves por su bonhomía. Aunque ya ha sido aclarado en alguno de los comentarios, quiero insistir en que el único reproche que puede serle hecho a mi padre es haber vivido en la época de Franco y haber aceptado ser Ministro de Educación. Esa decisión fue la culpable de que hayamos tenido la mejor ley de Educación imaginable, implantando la enseñanza gratuita y obligatoria hasta los 14 años, la Universidad Nacional a Distancia (adelantándose a su época), las becas-salario y muchas otras cosas más en el ámbito de la Educación.
    Ser Ministro de Franco no es en sí mismo reprochable ni hace que le sea aplicable, sin más, la ley de Memoria Histórica porque no puede serle reprochada ninguna clase de “represión de la Dictadura” (a menos, como ya he dicho en otro sitio, que se entienda por tal la enseñanza obligatoria hasta los 14 años). Y quiero dejar bien claro que fue él (Villar Palasí) quien en el Consejo de Burgos expuso los argumentos jurídicos para evitar que se llevasen a cabo las penas de muerte previstas. En la familia guardamos una carta manuscrita de Gregorio Peces Barba dándole las gracias por ello, por si alguien duda de lo que digo y jamás fue cómplice o autor de represión alguna del Franquismo.
    En fin, tanto yo como mis hermanas vamos a seguir luchando para que no se cometa el grave error de suprimir el nombre de Villar Palasí de los Colegios valencianos porque la retirada de honores es la mayor afrenta que puede hacerse a la memoria de una persona y a sus descendientes. Dejemos que los fallecidos sigan en paz y no revolvamos la historia no vaya a ser que más de uno salga al final escaldado….

  12. Sr Chaves. Comparto plenamente su indignación ante tales disparates contra la figura excelsa de Villar Palasí.

    Lo que me sorprende, es , precisamente, que Vd se sorprenda de las estupideces de todos los ignorantes sectarios que en nombre de la democracia pretenden matar post mortem a Villar Palasí. Estaba cantado que lo harían.

    En cuanto a la eliminación de comentarios por «insultos directos o velados «, referirle que yo tengo al menos un comentario no publicado y jamás he faltado al respeto. Igual ha sido error del sistema no lo sé.

    Admiro este blog, es excelente y me encanta su elocuencia y facilidad pedagógica. Tengo varias entradas guardadas por su gran calidad.

    Pero no he faltado al respeto a nadie (salvo que se considere irrespetuoso hacer una corrección con ironía a otro comentarista a resultas de un disparate o distorsión de éste ) y tengo al menos un comentario no publicado.

    Gracias, y Feliz Navidad . Mi reconocimiento ,una vez más, a Vd y su extraordinario blog, una verdadera gozada para los amantes del Derecho

    Espero que sea publicado este comentario

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