Numerosos estudios sociológicos demuestran que en Navidades, todos somos mejores personas, al menos transitoriamente. Ello se debe a varios factores concurrentes: el juego de las luces navideñas, el trasiego festivo de personas por calles y comercios, los niños gozosos con sus sueños de regalos, los reencuentros familiares, los buenos deseos en felicitaciones, y el bombardeo de anuncios publicitarios cargados de ilusión.
Lo cierto es que se tiende a ser más generoso con los demás, más tolerante con los errores ajenos, a mentir menos y a posponer quejas o castigos. En suma, lo deseable sería que todo el año fuese Navidades (y no que todo el año fuese Carnaval, como apuntaba Larra según la percepción del español).
Por eso, en este último post antes de Nochebuena me limitaré a recordar que en el ámbito jurídico igualmente sería deseable que la lealtad procesal, que la buena fe y el talante constructivo o propicio a la transacción, fuese lo que primase en los litigios. Y ello tanto por el lado del ciudadano (menos pícaro) como de la administración (menos soberbia y prepotente), tanto del lado del abogado del particular como del letrado público.
Así que aprovecho para ilustrarlo con un caso que me llamó la atención sobre una praxis mas generalizada de lo que se piensa, y que consiste en la artimaña del abogado, del funcionario o del juez que apoya su tesis en una sentencia o fragmento de sentencia, que nada tiene que ver con el caso, pero que hábilmente citado pretende engañar al destinatario de su lectura. ¡Y lo cierto es que muchas veces “cuela” o funciona!
Veámoslo rápidamente, que sé que tenéis que ir a por regalos, despachar felicitaciones, hablar con la familia, etcétera…
Así, la Sentencia de la Sala contencioso-administrativa del Tribunal Supremo de 20 de Diciembre de 2016 (rec. 3890/15) pilla al letrado en una trapacería anunciando que “ha de hacerse especial énfasis en la mala fe procesal de la parte recurrente”, y despachándose afirmando que “siendo patente que lo que pretende la parte recurrente no es otra cosa, bajo una patente mala fe poniendo en boca del Tribunal Supremo una doctrina inexistente”.
Así que, bien estará en el carro de los propósitos navideños para el año nuevo, que todos procuremos ser mas elegantes y transparentes en los litigios. Ya sé que aquello de que lo importante no es ganar sino participar, no se aplica al mundo de los litigios, pero si se puede aplicar eso tan valioso que es la elegancia, lealtad y juego limpio.
Y dicho esto, para poner una sonrisa, aquí dejo como recuerdo algunos post del blog con su nota de humor.
Picardías españolas ante las multas por mal aparcamiento
La tragicomedia de la Justicia en viñetas
El maravilloso circo del derecho público
Gotas de humor para endulzar el derecho
Valiente, Chaves. En efecto, no es sólo conducta de letrados. También lo es de jueces y lo acabo de comprobar en un AUTO por una apelación contra archivo penal provisional de una denuncia,¡Qué calvario el de quien pone en manos indoctas su confianza en la ley y en el derecho!
«Lo cierto es que se tiende a ser mas generoso con los demás, mas tolerante con los errores ajenos, a mentir menos y a posponer quejas o castigos. En suma, lo deseable sería que todo el año fuese Navidades.»
Efectivamente, lo deseable sería que todo el año fuese Navidades, es decir ser, durante 363 días (más o menos), más generosos, más tolerantes, menos embusteros, menos quejicas, más justos (no justicieros) más listos (no listillos) y tan sólo 2 o 3 días (más o menos) en los que sin enterrar lo bueno de los otros días, se vivan las Navidadess, conforme la actual usanza…
En cualquier caso lo que deseo para todos, es como siempre, o por primera vez, seamos felices, muy felices, entendiendo por felicidad, la reflexión de Gandhi, que, a modo de broche de oro, cierra libro de JR CHAVES «NO SOMOS MUEBLES DE CLICKEA» (que muchos ya hemos leído): «La felicidad está cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces está en armonía».
Sea.
La buena fe y el trato respetuoso no deja de ser un reflejo del espíritu de la Navidad, el AMOR, mensaje de un Jesús de Nazaret que no hace falta encasillarlo en religión alguna para saber que es la clave de la FELICIDAD, palabra que repetiremos cientos de veces estos días…
Curiosamente, un muy reciente estudio ha constado que en esta época del año es en la que me se hace el amor de todo el año, con dato objetivo: finales de agosto y septiembre son los meses en los que más niños nacen en todo el mundo…
FELIZ NAVIDAD para ti y los tuyos José Ramón, y para todos los que nos asomamos tus páginas!!
En publicado en Facebbok, el siguiente comentario:
Bueno, parece que por este año, no va más; es decir el blog de JR CHAVES nos ha deleitado (a sus seguidores que somos muchos) con otra de sus páginas y con la felicitación final por las Navidades, remite, tanto a los viejos rockeros del blog, como a los recién llegados a otras viejas entradas (algunas de hace años) entre las que, por su frescura, viveza y actualidad, comparto la del enlace que abajo figura.
Algunas de las perlas yo las discutiría acudiendo a la la joya de nuestro Código civil. Me refiero al Art. 3.1 in fine. Por ejemplo: si en zona escolar hay limitación de 30 km y alguien circula, vg. a 45 k/h pero en un domingo, del mes de agosto, a las tres de la madrugada, es conforme a derecho imponer sanción ? Creo que no. Pero no es tiempo de debate, sino de pasarlo bien (y aprendiendo) entrada en el enlace…
A pasarlo bien.
Creo que no todonel vale para ganar un pleito, como no todo vale para ganar un partido. Pero a veces hay jueces que o se les cuela o se les deja colar el balón ( entiéndase argumento inconcebible). En fin, felicidades desde Málaga.
He de añadir a lo anterior que no siempre que se cita un párrafo de una Sentencia que no guarda relación con el asunto se obra de mala fe. Es conocida la técnica de copiar y pegar el párrafo que interesa bajo pabellón de conveniencia sin tener la prudencia de leer el resto de la Sentencia. El problema es que todavía quedamos letrados recalcitrantes que operamos bajo la vieja y grosera máxima de «al papel y a la mujer hasta el culo le has de ver» y se corre el riesgo de que te citen de contrario el siguiente párrafo de la misma sentencia donde se afirma exactamente lo contrario y ( este si) en la línea de la «ratio decidendi» de la sentencia. Vamos, que te cambian de caballo en mitad del rio. Yo no se si colará en algún Tribunal la cita inexistente pero, en todo caso, es labor del letrado contrario que no cuele.
Feliz navidad a todos.
Parece ser que Tribunal Supremo quiere trasmitir a los usuario de su servicio, que ya no va a pasar ni una, Hace pacas semanas, la Sala Civil del TS hizo declaración de temeridad de una parte recurrente por afirmar en su recurso extraordinario por infracción procesal que su pretensión inicial llevaba aparejada una reclamación de daños y perjuicios, que la iudex a quo había dejado sin resolver. Aun así paradójicamente el TS estimó el recurso de casación de la recurrente, y a la vez, desestimó su recurso extraordinario por infracción procesal con condena en costas haciendo expresa declaración de temeridad.
La rigurosidad del TS me parece muy bien, sobre todo cuando si trata de recurrentes con beneficio de **justicia gratuita**, pero me parece que hay que distinguir entre la mala fe procesal de la parte propiamente dicha, y la mala estrategia del letrado. pues con poder admitir cierta aventura de los abogados, no parece justo que el ciudadano tenga que sufrir las consecuencias de una descabellada interpretación de hecho o derecho, que haga su abogado, a la postre en una fase procesal muy avanzada, en donde el recurrente no suele tener ningún intervención en la redacción técnica del escrito de recurso, mas allá de dar la orden a que se interponga.
ESTIMADO MAGISTRADO:
DESEARTE UN FELIZ NAVIDAD EN COMPAÑÍA DE TU FAMILIA Y UN AÑO NUEVO 2018 LLENO DE FELICIDAD Y SALUD.
TE LO DESEA EMILIO LORIDO GONZÁLEZ. LETRADO DEL AYUNTAMIENTO DE BADAJOZ.
Estimado Magistrado, y lectores de este activo, real y buen Blog jurídico, ¡¡Feliz navidad!!. Un abogado desde Almería.