No deja de ser curioso que pese a que la Ley Reguladora de lo contencioso-administrativo y su hermana supletoria, la Ley de Enjuiciamiento Civil, nacieron respectivamente en 1998 y 2000, las contiendas contencioso-administrativas se zanjan en buena parte con trifulcas procesales (plazos, formas, pruebas, pretensiones desviadas, etc).
Es como el ajedrez o la guerra. No basta con el ingenio estratégico sino que hay que dominar las reglas del juego y el marco general.
¡¡Cuántas veces he visto a letrados arrugar el ceño ante un auto o sentencia que les inadmite una demanda, rechaza una prueba o desestima unas alegaciones por razones procesales!!. Posiblemente la misma expresión que un médico cuando comprueba que ha metido la pata, pese a su destreza quirúrgica, por no haber consultado el historial clínico, no haber verificado la asepsia del quirófano o no haber seguido el protocolo del consentimiento informado previo.
De ahí, el interés para el jurista de contar, no solo con el estudio del Derecho administrativo sustantivo y la razón de fondo, sino con una sólida formación del proceso, y si somos mayorcitos y no estamos para teorías y amontonamiento de sentencias, pues mejor un manual con fragmentos de las sentencias del Supremo o Constitucional que nos saquen del apuro y que nos permitan «salvar la honra, aunque no los barcos», porque insistiremos: es mas fácil explicarle al cliente la derrota por razones jurídicas de fondo que explicarle el varapalo procesal. El cliente se irá rumiando que alguien no sabía su oficio y el abogado culpando al juez, aunque en su interior jurará que no se repetirá.Por eso, me complace anunciar que ya está en la calle, o en las librerías, la segunda edición actualizada del Diccionario jurisprudencial contencioso-administrativo (El Consultor de los Ayuntamientos, 2018- Wolters Kluwer), en que María Dolores Galindo Gil – magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Madrid- y el que suscribe, José Ramón Chaves- magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, abordamos el reto de un manual de cabecera procesal para el jurista contencioso-administrativo.
Tras el éxito de su primera edición (Junio,2015) se han incorporado nuevas voces, renovado las citas jurisprudenciales y como no, hemos recogido los autos recientes que perfilan el novedoso recurso de casación que pivota sobre el interés casacional. O sea, en esta segunda edición tocó la labor jurídica de «limpiar, fijar y dar esplendor».
Con ello, pretendemos ofrecer un libro sencillo pero tremendamente práctico para dar respuesta al jurista sobre las cuestiones procesales candentes que han cobrado vida propia mas allá de la fría y parca letra de la Ley Reguladora de lo Contencioso-administrativo 1998 y de la Ley de Enjuiciamiento Civil 2000, y que curiosamente son el eje de resolución de la quinta parte de los procesos (inadmisibilidades, plazos, pérdida de objeto, desviación procesal, nulidad de actuaciones, vicisitudes probatorias, aportación de periciales, fraude de ejecuciones de sentencia, etc.)
En suma, mas de ochocientas voces procesales con el fragmento de cita jurisprudencial, para facilitar su pronta localización y comprensión. En suma, lo que el foro reclama: cita jurisprudencial exacta, actual y útil.
Solamente con que una consulta al libro evite un tropezón procesal, quedarán amortizados los sesenta euros mejor gastados del mundo jurídico. Un libro que no vale para un solo pleito, sino para todos los pleitos contenciosos.
Reblogueó esto en IUSLEXBLOG. .
Y lo del monumental follón procesal español…¿Lo tienen en otros países avanzados o solo nosotros? ¿Alguna explicación?
MUCHAS GRACIAS POR ESTA OBRA CLARISIMA Y PRACTICA. COMPRADO. MUCHAS GRACIAS POR ESTAS HERRAMIENTAS QUE HACEN NUESTRA PROFESION MUCHO MAS FACIL.
Yo lo compré, y me gustó mucho: lo uso a menudo… sólo eché en falta el nuevo recurso de casación (tras la reforma por LO 7/2015), y mi economía no me da para actualizar versiones continuamente… Otra cosa es el Vademécum, donde la versión de 2017 de Amarante es mucho más completa que la de ¿2008? de Reus: ahí sí compré las 2 versiones… muy recomendable diccionario, y útil.
Muy recomendable yo compré la primera edición.
Como dicen los compañeros yo tengo la primera edición y recomiendo la segunda porque ahorra tiempo y como decía Lincoln el tiempo es el único capital del abogado (y de tod@s).
Feliz semana
Estimado J.R.
He intentado comprarlo, pero hasta el 24 de enero no está disponible. Me lo apuntaré en la agenda ¡Si es la mitad de útil que el blog será excepcional! Por cierto, el artículo del Quijote que has publicado en Linkedin es fantástico.
Saludos y gracias
Su referencia al articulo publicado por JR en Linkedin, me ha llevado a buscarlo. No me ha sido fácil porque las redes son para mi como un complicado laberinto (con Minotauro muerto hambre incluido) al que he accedido, pero sin portar GPS lo que no dejar de tener su aquél.
En todo caso el esfuerzo en localizar el artículo me ha merecido la pena. Tanto es así que luego me he ido a Juan de Mairena y de él he seleccionado y luego pegado, el siguiente comentario.
“Decía mi maestro Abel Martín que es la modestia la virtud que más espléndidamente han solido premiar los dioses. Recordad a Sócrates, que no quiso ser más que un amable conversador callejero, y al divino Platón, su discípulo, que puso en boca de tal maestro lo mejor de su pensamiento. Recordad a Virgilio, que nunca pensó igualar a Homero, y al Dante, que no soñó en superar a Virgilio. Recordad, sobre todo, a nuestro Cervantes, que hizo en su Quijote una parodia de los libros de caballerías, empresa literaria muy modesta para un tiempo y que en el nuestro sólo la habrían intentado los libreristas de zarzuelas bufas. Los periodos más fecundos de la historia son aquellos en que los modestos no se chupan el dedo.”
Pues ya el maestro Abel Martin lo dejaba claro: recordad, a…, pero sobre todo a Cervantes. O sea.
Buenas noches.
Ya empezamos el año con un libro!!!
Cuál es la previsión para este año?, lo pregunto para ir ahorrado.
No me parece mal que tus sabios consejos nos cuesten algo.
Un saludo.
Tienes toda la razon…. El contencioso adiministrativo necesita buenos conocimientos de procesal desde hace tiempo. Resulta esencial conocer y saber aplicar todas las tecnicas procesales para tener exito. La prejudicialidad homogenea frente a las denegaciones de acumulacion es solo un ejemplo mas de la necesidad de conocer bien los entresijos procesales de la LEC. Muy buena llamada de atencion sobre el tema Jose Ramon… Cordial abrazos
Es repeluznante darse cuenta de que los pleitos son ganados por un técnico hábil en el manejo de las herramientas jurídicas(abogado)con independencia de que lo diga la justicia del caso. O dicho en gallego «allá van leyes do letrados quieren».
Enhorabuena por el libro.Saludos
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Voy a adquirirlo.
Por otro lado, para mayor confusión, hay jueces de lo Contencioso (Conozco a más de uno) que para argumentar su resolución fundada en motivos procesales (y no materiales, para incomprensión y desdicha del cliente) no recogidos ni en la LJCA ni en la LEC, alegan que la remisión de la primera se hizo antes de la entrada en vigor de la Ley 1/2000, por lo que la que se aplica subsidiariamente es la de 1881 con todas sus modificaciones.
El papel lo aguanta (casi) todo.
un saludo y muchas gracias por compartir tus conocimientos.