Actualidad Procesal Sobre los abogados

Clases gratis de derecho por magistrados

IMG_3753Eso es lo que suelo decir cuando me preguntan cómo aprender a ser un buen abogado administrativista. Les digo que hay clases gratis impartidas por magistrados a la hora que deseen. También les digo que tienen que poner letra y música a su labor jurídica.

Pero al decir de Jack el Destripador, vayamos por partes…

1. La letra de leer y estudiar. Está muy bien ser graduado en derecho y superar las pruebas de acceso a la abogacía, pero no basta saber como se mueven las piezas del tablero para jugar torneos o enfrentarse a los veteranos. Cuando se trata de afrontar la batalla procesal, de la responsabilidad de defender un cliente, de luchar por el derecho, es inexcusable leer y estudiar.

El ingenio está bien pero pocos pueden improvisar o acertar con normas o jurisprudencias si no conocen su existencia. Y de poco sirve tener buena memoria de datos normativos o jurisprudenciales si no se manejan con la destreza de un malabarista.

shutterstock_143889826Un buen abogado se hace y para eso hay que llenar la alforja de palabras, leídas en libros y oídas en charlas, sin perder de vista la necesidad de educar el sentido crítico para alimentar su fortaleza ética.

En suma, como afirmó Sosa Wagner en su Lección de despedida por su jubilación allá por Octubre de 2016: “Si en mi mano estuviera sustituiría esas milongas de clases que nos quieren dar los pedagogos y buena parte de los másteres por una asignatura obligatoria que se llamara “curiosidad” como sustituiría los estudios previos al doctorado que hoy se practican por la lectura y debate de ocho o diez obras básicas”. Incluso yo tuve el atrevimiento de indicar las lecturas para ser Cinturón negro de derecho administrativo.

Y nadie diga que son caros los libros ni los cursos, porque hoy día internet y el papel están prácticamente libres y accesibles al gusto, ya que jurista sabe que tiene libros especializados en las bibliotecas públicas, del Colegio de Abogados, del Parlamento o de su compañero, sin olvidar ese gran filón que es internet. No será por falta de fuentes sino mas bien de sed de saber.

thCAJG8V8N2. Cuando el abogado tiene clara la letra jurídica de su alegato o defensa, es hora de ponerle música, de darle orden y realce, dotarlas de un ritmo que consiga llevar al juez de la suave introducción al problema, a la bella melodía de la solución. O sea, los alegatos procesales, principalmente demanda y contestación en lo contencioso-administrativo, deben cuidarse como un libreto y partitura de de ópera, aunque algunos pasan por operetas y los menos suenan a auténtica chirigota.

Y para conseguir componer con acierto y conseguir una armonía de melodía y palabras en el proceso, al igual que hay que educar el oído acudiendo a óperas y conciertos, hay que asistir a vistas judiciales. Ver, oír y callar ante un pleito vivo.

3. Por eso, me maravilla que las salas de vistas de Salas y Juzgados de lo contencioso-administrativo suelen parecer misas por aniversario del fallecimiento de personas con pocos amigos, o sea, que acuden cuatro por compromiso y con ganas de irse. En particular las Salas de Vistas de los Juzgados suelen ofrecer juicios en vivo y directo, con abogados privados y letrados públicos enfrentados, con asistencia de testigos y peritos, brindando la oportunidad de ver a los abogados veteranos batiéndose el cobre e ir catalogando el tipo de juez. En suma, clases prácticas gratuitas y disponibles para forjarse como buen abogado.

Sin embargo, parece que muchos abogados novicios prefieren tirarse a la piscina sin flotador, tropezar con los muebles procesales y aprender por el método de ensayo-error.

Captura de pantalla 2018-03-16 a las 8.51.54De ahí que insista en la grandísima oportunidad de poder asistir a las vistas judiciales de juicios abreviados contencioso-administrativos (multas, responsabilidad médica, tributos, reclamaciones de funcionarios, etc) sin necesidad de registrarse, sin necesidad de pagar, y pudiendo elegir sesión y horario.

Nunca se dio tanto por tan poco. No se trata de convertir en espectáculo una cosa seria. Además quizá la mayoría de los juicios sean aburridos. Pero una cosa está clara: se aprende mucho del talante, expresión, jerga y argumentos. Solo con que se aprenda una triquiñuela procesal y se evite morder el polvo en el futuro en los propios pleitos, habrá merecido la pena.

De lo que estoy seguro es que si se cobrase por asistir a los juicios, acudirían más visitantes. Y no digamos si se expidiese un certificado de asistencia al juicio… habría que celebrarlos en estadios.

17 comments on “Clases gratis de derecho por magistrados

  1. Cuanta razón. No sé por qué no vamos más a ver juicios. Se aprende de los compañeros, se ve cómo es el juez, se aprende a interrogar a testigos y peritos. Se ve si hay que ser muy conciso, tantas cosas….

  2. Marta Sahunt Enrich

    Toda la razón …

  3. Contencioso

    Asi es, una de las cosas que siempre dije a los alumnos de la escuela de práctica jurídica es que esa idea de «No tengo clientes no tengo nada que hacer y un master cuesta mucho dinero» es errónea, pues hay muchas cosas que hacer en ese tiempo para mejorar la formación y que son gratis y quizá mejores que algunos master. E igualmente, que la principal diferencia entre un juez/fiscal/abogado del estado y un abogado privado es el número de asuntos que han visto, pues mas sabe el diablo por viejho que por diablo, y un juez cualquiera en sus primeros cuatro años de ejercicio ha visto mas asuntos y de toda clase que un abogado prestigioso en 15 años de ejercicio (A quien al principio no le daban los mas importantes, y nunca en la cantidad que un juez llega a ver). Pero esa brecha de experiencia puede reducirse a base de asistir a juicios ajenos y tomar notas, fijarse bien en las caras de todos y sus reacciones, poner la oreja en el pasillo antes de que entren para ver lo que hablan y como se traduce eso después, ir calando el carácter y preferencias de los jueces (Impagable en un partido pequeño en que serán los mismos que encuentras después cuando llevas asuntos propios). Y lo que ya es la guinda del pastel y redondea el conocimiento adquirido, si se puede conseguir la sentencia que recae después (Bien por conocer a unod e los abogados que intervino, bien pidiéndo al juzgado una copia anónima -sin nombres de las partes-) se comprenden muchas cosas. Y si además coinciden con un juez amable, que también los hay, no será extraño que no tenga reparo en comentar la vista y dejar algun consejo entre juicio y juicio.
    Asi que ánimo a todos los jóvenes abogados, hay mucho que aprender pero también muchas cosas al alcance, recordad siempre que la actitud es el factor mas decisivo en lo que se hace y aprende. Saludos

    • Iñaki Virgós Sotés

      Cierto que un juez ve muchos más casos que un abogado. Pero la óptica es distinta, éste prepara el asunto.

    • Alfon Atela

      Amen, contencioso.
      Gracias Sevach.

  4. Joaquin

    tuve un profesor de penal, Luis Ramos, ya fallecido, gran abogado, que nos hacia ir a vistas. Aprendí mucho más con eso que con los tochos academicos y clases magistrales.
    Hace poco me tocó un abreviado con.la sala llena de alumnos de la facultad. Era un pleito bonito, sobre una cuestion tributaria muy técnica. Gané, con costas y todo. Me acordé de aquel profesor.

  5. Anónimo

    Que razón tiene, así empecé, viendo juicios, antes de hacer el mio ,el primero, luego he cogido por costumbre el entrara ver las vistas anteriores a mi pleito contencioso, para ver a la Juez e inundarme de la sabiduría de los compañeros (de ambos lados).

  6. ALFONSO RAMIREZ LINDE

    Acabo de subir a mi (poco visitado ya) perfil de Facebbok el siguiente comentario

    Alfonso Ramirez Linde
    14 min ·

    «Y para conseguir componer con acierto y conseguir una armonía de melodía y palabras en el proceso, al igual que hay que educar el oído acudiendo a óperas y conciertos, hay que asistir a vistas judiciales. Ver, oír y callar ante un pleito vivo».

    Es una de las reflexiones que se pueden leer en el IMPRESCINDIBLE enlace que, con total satisfacción, comparto.

    Me ha traído uno de los mejores recuerdos en el largo ejercicio de mi profesión como graduado social y abogado. Lo voy a recordar, aun cuando (legitimamente) si alguien lo lee diga y/o piense aquello de «batallitas del abuelito.» Me da igual.

    Hace ya muchos – demasiados -años y perteneciendo yo, por entonces, a la Escuela de Practica Jurídica del Colegiado de Abogados de Jaén, sustituí la forma habitual de desarrollar las jornadas de enseñanza por la «celebración de un juicio real» en materia laboral.

    Como magistrado presidió uno de los mejores magistrados que he conocido en mi vida profesional. No creo que se moleste por citarle: Luis Hernández; como abogado de la parte demandante, asumió la defensa, mi querido compañero y excelente abogado, Romualdo Chica; como abogado de la parte demandada, actúe yo. Acudió el actor y la empresa demandada . El magistrado instó a las partes a una avenencia. No la hubo y se inició, por todos sus demás trámites la sesión, con interrogatorios a los contendientes, a testigos, etc. Después de las conclusiones, el juicio quedó visto para sentencia…

    Lo que acabo de relatar, fue algo que nos emocionó a todos, especialmente por las muestras de satisfacción que al final de la jornada, hicieron patente los numerosos alumnos que aquella tarde acudieron a la Escuela.

    ¿Batallita del abuelo? Hoy puede. Pero ayer fue una experiencia que me impactó y que hoy he recordado al leer el blog del magistrado JR Chave

  7. Que simple, y que cierto¡. Aunque, ya llevo cierto tiempo en estos combates, no está mal verlo desde la barrera. Y creo que buscaré huecos para tal menester. Y no sólo es Derecho, también aprender a comunicar, y detectar fallos propios. Pues siempre es fácil ver la paja en ojo ajeno que la viga en el propio. Comprobar si puede entenderse una exposición sin previamente leer, ni Demandas, ni Expedientes; pues me temo, que en muchas ocasiones sus Señorías, van directamente a la plaza a que le ilustren, sin conocimiento previo de qué exactamente se está discutiendo.

    Como siempre brillante. También seguir al maestro JR nos enseña.

  8. Estimado J.R.:
    Estoy totalmente de acuerdo con tus apreciaciones. La profesión de abogado no se aprende en la Facultad de Derecho. Quizá se deba a que la mayor parte de los licenciados no se dedican a ejercer el Derecho.
    Tampoco creo que el actual examen de acceso tenga mucho que ver con la profesión, por lo que deduzco de los pasantes que circulan por el despacho, es algo así como un curso acelerado de ética colegial.
    ¿Dónde se aprende a hacer una demanda? ¿A interrogar a un testigo? ¿A hacer unas conclusiones? Como muy bien dices, viendo juicios, hablando con los compañeros, y siendo muy «curioso».
    Excelente entrada y muy didáctica.
    Por cierto, ya tengo en mis manos el Diccionario Jurisprudencial del proceso Contencioso-Administrativo (2ª Edición). Creo que no está de más, informar a los futuros abogados, al menos los que se quieran dedicar a nuestro poco agradecido campo del Derecho, que deberían adquirir tu libro para que sepan los conceptos básicos del proceso.
    ¡Enhorabuena por tu libro!
    Saludos y nuevamente gracias.

  9. Gracias José Ramón, como siempre. Mi hija -que trabaja en la Facultad de Derecho de uno de los campus de la Universidad de California- me cuenta que en ocasiones el tribunal que hay allí cerca, el de Sacramento, se desplaza a la sede de la Facultad de Derecho a celebrar sus juicios, y que son juicios reales, pero se hacen en el salón de actos de la Facultad, con presencia de los alumnos.
    Creo que en esto si se podría aprender de aquél país.
    Yo he llevado a alumnos a ver juicios contencioso-administrativos a la Gran Vía, y aunque era un grupo pequeño no cabían todos en esas pequeñas e incómodas «salitas».

  10. rafael

    Estoy de acuerdo. La asistencia a juicios es fundamental. De acuerdo también con el profesor SOSA WAGNER

  11. Anónimo

    Cada uno cuenta la feria según le va en ella, con lo que es seguro que en las vistas del honorable Chaves se darán «clases gratis de derecho». En otras, sin embargo, más que aprender cómo es el/la juez, lo que se advierte es ¡cómo es el/la juez! Lo cual tampoco es un aprendizaje vano, ni mucho menos, siempre que a los pobres alumnos que acudan se les administre previamente Prozac.

  12. Jejeje de casualidad me tope pues estaba en un ranking de los mejores blogs jurídicos con este blog y me ha gustado mucho, soy estudiante de derecho y se lo han ganado como seguidor

    Saludos! 😉

  13. Totalmente recomendable ….Aún despues de casi 20 años ejerciendo procuro ir antes del señalamiento para situarme en la Sala y observar a los compañeros/as que me preceden, (siempre aprendes o refuerzas lo que crees aprendido)…valoro el talante de «Su Señoría» ese día…..para mi es como un precalentamiento antes de hacer ejercicio, siempre necesario… para evitar en lo posible terminar lesionado…

  14. Antonio

    Impagables los comentarios de nuestro admirado JR Chaves. Y digo «nuestro» porque me refiero a un colectivo funcionarial, al que pertenezco y que seguramente no es necesario identificar, que profesa verdadera admiración por el Magistrado, como es de rigor. Únicamente un apunte: creo que quien decía aquello de «ir por partes» era el descuartizador de Boston…

Gracias por comentar con el fin de mejorar

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