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Lucía Etxebarría y su sabia opinión sobre los jueces

images (21)Leo una entrevista a Lucía Etxebarría, posando ayer en la escalera 12 de la playa San Lorenzo de Gijón, y no puedo menos de arremeter contra quienes como ella, desde topicazos y la ignorancia, pontifican para hacer guiños al público y vender más.

Al hilo de los delitos sexuales y abusos de menores, en que quede claro que comparto que el modelo de detección y castigo es manifiestamente mejorable y de reforma inaplazable, lanza esta perla en una entrevista al diario La Nueva España de hoy (16/8/18):

El sistema judicial está formado por señores magistrados de sesenta años con formación en derecho que han sacado una oposición y han estado cinco años de su vida encerrados estudiando. No tienen formación en psicología. Estos casos no deberían decidirlos un juez, estos casos deberían ser juzgados por un grupo de psicólogos formados específicamente en esto, no cualquier psicólogo. El sistema judicial no está hecho para esto.»

¿ Sesenta años?…¿todos los jueces?,¿ mejor que juzguen menores de edad?

¿Sólo han sacado una oposición?…¿ no leen, no viajan, no tienen familia, no son seres humanos?

¿Cinco años encerrados estudiando?… ¿ encadenados y azotados, sin ver la luz del día?

¿No tienen formación en psicología?…¿Acaso no están formados en valorar testimonios y pruebas?, Acaso no están los peritos para algo?

6a011570338375970c01bb0873e638970dConcluye con una afirmación sesuda: «el sistema judicial no está hecho para esto».

Tiene razón Dª Lucía. El sistema judicial está hecho para que no se apliquen las leyes sino las opiniones, para que lo formen adolescentes sin conocimientos jurídicos y para personas que en vez de estudiar esas leyes se ocupen de palpar la vida a golpe de reggaeton o con cursos de formación de la Escuela Judicial en noches ibicencas y con lectura obligatoria de las novelas y poesías u ocurrencias de la Sra. Etxebarría.

En descargo de Dª Lucía, quizá tan ligerísimas y tajantes opiniones, sin matices y con una fórmula mágica que ella atesora, no le son imputables pues quizá no sean suyas ya que su trayectoria de corta y pega, plagio incluido, es conocida.

Pero no, la culpa la tienen todos los jueces que son viejos, autistas e ignorantes. ¿Nadie le enseñó que los jueces aplican las leyes y que no son infalibles pero que el sistema tiene correctores en forma de recursos, de igual modo que las leyes se cambian por otras leyes a través de los parlamentarios electos?

Denunciemos con vehemencia la enfermedad pero no condenemos a todos los médicos ni propongamos cambiarlos por curanderos o brujos.

main-qimg-949de2ff5f721ace76ff51762e1d547bEn fin, Lucía y yo seguiremos con nuestro pacto secreto. Yo no leo sus novelas y ella no lee la Constitución.

Y siento haber salido del letargo veraniego, pero como el alacrán de la fábula, el instinto no se domina cuando le pisan.

Vuelvo al relajo, modo vacaciones.

40 comments on “Lucía Etxebarría y su sabia opinión sobre los jueces

  1. Estimado J.R.
    ¡Me sorprende tu capacidad de sorpresa! Creo recordar que uno de los hechos más notables del sistema comunista de Vietnam y Camboya es que los «niños» (no es una metáfora) educaban a los «viejos». En la película «Los gritos del silencio» («The Killing Fields» en inglés), que se hizo sobre el testimonio del periodista Dith Pran, tras escapar de uno de ellos, hay una buena muestra de ello.
    Yo creo que Dª Lucía tiene razón: lo primero que haremos será matar a todos los abogados. La frase (de Shakespeare, Enrique VI), ha mudado su significado original(ahora se suele decir para denostar a los juristas), pues en la obra la pronuncia Dick «The Butcher» para reflejar que los abogados son un obstáculo para cualquiera que quiera ser un tirano, y de allí que en su drama el carnicero propone su eliminación como uno de los primeros pasos a darse.
    Quizá Dª Lucía también quiera instaurar una tiranía o quizá piense que ya ha sido instalada y que los jueces son sólo una pequeña molestia de la que hay de librarse cuanto antes.
    Una entrada muy acertada, saludos y como siempre, gracias.

  2. Sabino López

    Estas personas son las que inundan las tertulias de tv y radio, con sus «saberes» que se dicen «progres»,cuando, en realidad,son antigüos.

  3. Tiene suerte Lucía que el sistema judicial es tan benévolo que nadie la va a procesar por esas declaraciones, sin nocturnidad y con bastantes reiteraciones..

  4. Sólo puedo (quiero) contestar con mi última reflexión, publicada recientemente en un periódico local, titulada JUSTICIA PLEBEYA y que se puede encontrar en el apartado de noticias de mi web http://www.conciliacioneslaborales.es

  5. Contencioso

    60% de la carrera judicial son mujeres y la media de edad está por debajo de los 50. Datos oficiales del CGPJ. Pero como la progresía de guardia ha decretado que es una carrera heteropatriarcal-machista, olvidemos toda esperanza. Ojalá algún día a la Sra. Etxebarria de viaje por el extranjero le toque ser juzgada por un sistema parecido al que propugna, para que disfrute de sus delicias. Saludos y buen verano a todos.

    • Sitogr

      Los datos estadísticos de la carrera la gente no debe saberlos/leerlos/creerlos o que sé yo. El imaginario popular se basa en películas americanas/británicas con jueces mayores, con peluca blanca y mazo. Tengo 30 años, soy juez y cuando me ven oficiar una boda o se enteran de mi condición por cualquier razón, se sorprende mucha más gente de la que debería. Todos suelen imaginarse señores cuasi ancianos con peluca blanca y te preguntan si tienes mazo… el desconocimiento de la justicia en España es brutal.

  6. Javier Rodríguez

    Como cada vez más gente, viven de vomitar estupideces y su fuente de conocimiento son las redes sociales. Pero generan un sensacionalismo que impregna en la masa y que crea opinión. De algun modo, esas opiniones que cuestionan cosas de manera ignorante y falsa no debieran salir gratis.

  7. carlos

    Aparte de lo que ya has dicho, se te ha olvidado decir que el poder judicial lo forman jueces y juezas. Resulta curioso ver como los y las talibanes de lo políticamente correcto se han empeñado en decir que resulta machista usar exclusivamente los términos «jueces», «doctores», «médicos», «abogados», etc, ya que estas profesiones de alto nivel académico también están desempeñadas por juezas, doctoras, médicas, abogadas, etc,
    Sin embargo, para machacar en los medios de comunicación a los magistrados que han dictado la sentencia de la manada, ya no se usan los términos «jueces y juezas», sino que ya únicamente ahora se habla de «jueces». Recordemos que esta sentencia fue dictada por dos hombres y una mujer.
    En fin, cuando se trata de ensalzar el esfuerzo y lo difícil que resulta el acceso al poder judicial hay que hablar de «jueces y juezas», pero cuando hay que ponerles a parir solo hay que hablar de «jueces».
    En fin, curiosa utilización no sexista del lenguaje solo apta para hipócritas.

    • yeyutus

      sin olvidar hoy en día a los dentistas y dentistos. (si no los hay varones que los inventen). He decidido no seguir el juego de lo políticamente correcto y los lenguajes a gusto de la moda…Para mí son, Su Señoría La Juez, y no le pongo nunca el remate de JUEZA, creo que se muestra respeto con indicar su Señoría y su profesión de Juez o Magistrado

    • Germán

      Del mismo modo que no se dice “talibanas, incompetentas o imbécilas” adjetivos que a mi juicio le son aplicables a la propia Etxebarría.
      El problema es que ésta es la gente a la que los periodistas dan notoriedad en lugar de a gente docta en Derecho, Sociología o psicología

  8. Totalmente de acuerdo con su artículo. Ya basta de opiniones incultas, populistas y antidemocráticas

  9. Falomir

    Yo no comparto para nada las opiniones de esa señora que no es operador jurídico y desde luego desconoce la administración de justicia, pero tampoco es para ponerse así.

  10. Fernando

    ¡Incluso a los que tenemos formación en Psicología nos la cuelan! Y partiendo del punto de partida de o aceptando que todos los trabajadores y profesionales, con mayores o menores requisitos de cualificación, debemos estar en continuo proceso de formación y mejora, sí puedo creer que los magistrados puedan (y tal vez deban) recibir mayor formación en esa y otras materias de igual manera que el resto de profesionales y trabajadores las deban recibir en otras incluído el Derecho. Hasta aquí es todo lo que puedo concordar con la señora Etxebarria.
    Por lo demás, como la gran mayoría de ciudadanos de este país multi regional y lingüístico con libertad de expresión y opinión, entiendo y creo que los jueces realizan su trabajo por lo general con objetividad, honestidad y profesionalidad a pesar de sus mayores o menores recursos. Y como dice nuestro admirado J.R Chaves, tenemos los recursos de suplicación, de casación, de amparo, etc (si bien no siempre fácil o económicamente accesibles especialmente en su área de actuación, la contenciosoadministrativa) para buscar que nuestros intereses sean atendidos o mejor valorados.
    En definitiva, las opiniones son sólo eso y por ello hay que afrontarlas con respuestas objetivas y bien fundamentadas en hechos y datos (como hacen algunos tertulianos de este blog), para que las personas estén bien informadas, aunque con aquellos que quieran mantener actitudes y opiniones erróneas e inamovibles poco se puede hacer para modificárselas o influírselas.

  11. Anónimo

    No comparto nada las sandeces de esta pseudoescritora, pero es cierto que la justicia necesita una gran remodelación.

    Basta con detenerse en la jurisdicción contenciosa administrativa donde la administración es comparable a las liebres sacando varios kilómetros de ventaja al ciudadano ( el galgo) y cuando la coge, llega el juez de turno y le agarra para que se vuelva a escapar…..

    O la laboral protrabajador…..

    O la penal donde se suele dar en conformidades con el fiscal al juez en primera fila escuchando y dando consejos para llegar a un acuerdo ( como para no conformarse y seguir el pleito una vez ha escuchado los comentarios); o donde en la mayoría de los casos salvo pruebas sorpresivas el juez tiene decidida, tras leer los autos, lo que va a resolver, diga lo que diga el letrado

    Y así un largo etcétera

    Y no sigo con la Constitucional porque es de chiste él tratamiento de los recursos de amparo, o la imposibilidad directa de un recurso contra leyes manifiestamente inconstitucionales o con abuso de los decretos leyes

    Algo no funciona

    Nota: no he utilizado el os/as porque soy políticamente incorrecto a pesar de los vientos que tenemos

  12. Anónimo

    Como decimos en Galicia : “O falar non ten cancela”…..

  13. Generoso Tato Becerra

    Buenas tardes: Sin ánimo de faltar al respeto y partiendo de que los jueces tienen una labor muy compleja y muy dura que exige mucho y está mal pagada, un poco de autocrítica no viene mal, porque muchas veces, algunos Sres Magistrados se pasan tres pueblos y no les pasa nada. No digo que lo hagan a posta ni cosas raras, pero muchos están en una dinámica que no es aceptable. Todos nos equivocamos, pero muchas veces los jueces hacen cosas que a los demás si las hiciésemos nos saldrían muy caras. Saludos para todos.

    • Claro, Generoso, tan falibles y humanos como los abogados, pero eso no autoriza a decir que los abogados deberían ser sustituidos por sastres o personal shoppers. Un saludo astur

  14. FELIPE

    ¡Gallo cantor acaba en el asador!

    Decía Gracián que el primer paso de la ignorancia es presumir de saber. Aunque quién lo haga afirme -de sí misma- tener un coeficiente intelectual de 162 y ser -ahí queda eso- una superdotada. Y es que, como decía Cela, lo malo de los que se creen en posesión de la verdad es que cuando tienen que demostrarlo no aciertan ni una.

    La Sra. Etxebarría, al dar su opinión, olvida contar su reciente experiencia personal con Jueces y Tribunales y las enseñanzas de la misma. Me refiero a su litigio con Mediaset España (Telecinco y sus programas de Sálvame y Sálvame de Luxe). Empresa con la que tuvo una relación -tan breve como bien remunerada- de prestación de servicios -disculpen pero, ante la infinidad de capacidades de la mencionada, ¡es lo que tiene ser superdotada!, me veo incapaz de concretar cuáles, aunque, para su tranquilidad, les diré que no fueron culturales, literarios, ni científicos-. Se trataba de un concurso. ¿De méritos?. No, hombre no. De méritos no, Se trataba de un reallity show. Vamos de telebasura. Comoquiera que aquello acabó como el rosario de la aurora y la Sra. Etxebarría, hoy reconvertida en experta conocedora y avezada arregladora de los entuertos de nuestra Justicia, abandonó prematuramente el reallity, fue insultada, vejada y desacreditada gravemente por una supuesta amiga y presunta cantante, el orden da igual, con la más amplia difusión -en cómodas entregas y con buen seguimiento de audiencia- de la cadena amiga, la referida interpuso la correspondiente demanda de protección al honor e intimidad personal y familiar. Pero, sorpréndanse, no lo hizo ante el Colegio Nacional de Sicólogos de España. Sino ante el órgano judicial «competente».

    Pues bien, miren por donde, tanto el Juzgado de 1ª Instancia nº 99 de Madrid, como la Sección 25ª de la Audiencia de Madrid como la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo -Sentencia 19-12-2017, Rec. 2066/2017- se pronunciaron en el mismo sentido: reconocer que se atentó el dº de honor y la intimidad de la referida, condenar a Mediaset España a cesar en tal vulneración, pagar a la escritora 50.000 euros por daños morales, abonar las costas del proceso y difundir el fallo de la sentencia en los programas Sálvame Deluxe y Sálvame diario. Destacar que se reconoció la cifra íntegra solicitada por daños morales cuando es sabido que su alcance, concreción y cuantía son sumamente abiertos, inciertos y discrecionales.

    ¿Acaso los jueces y magistrados indicados no tuvieron sicología y sensibilidad más que sobrada, amén de conocimiento del Derecho y capacidad para aplicarlo y apreciar la prueba practicada, para reconocer la realidad del daño «moral» causado y condenar a su resarcimiento?. ¿Quizás, la Sra. Etxebarría no fue a su propio juicio -o no ha ido nunca a un Juzgado- y pudo comprobar «in situ» que hay distintos tipos de jueces y que la mayoría son menores de sesenta, cincuenta y cuarenta años?. O ¿tal vez ha sufrido un oportuno ataque de amnesia y, parafraseando al dicho periodístico, no quiere que la realidad le estropee su provocativo -e irresponsable- titular?

  15. Marisol Cortegoso

    “Sire, es gibt noch Richter in Berlin”

  16. Estimado JR
    Te ruego descanses y recuperes fuerzas para el nuevo año judicial, que se espera divertido.

  17. Iñaki Virgós Sotés

    Como siempre muy bueno señoría. Me reservo la imagen que tengo de la señora a raíz de su participación en la tertulia de Julia Otero. Penosa.

  18. Lindo Gatito

    La señora Etxebarría encaja como un guante en la conocida sentencia de Harry Callahan: «Las opiniones son como los culos; todo el mundo tiene uno». Le faltó añadir que son legión quienes, al opinar, lo hacen con esa parte de su anatomía, dando descanso a sus cerebros, que lo de pensar produce desgaste neuronal.

  19. Menanda

    En judicatura pasa como en botica. Pero los jueces poco diligentes, a los que se dejan llevar por las vísceras, los prejuicios personales o los poco formados, comprueban que sus peculiaridades no les pasan factura. Hay mucho churro con nombre de sentencia y es fácil deslizarse por esa pendiente. La posibilidad de recurrir es flaco consuelo. Por eso cuando me topo con un fallo de esos bien puestos, con dedicación e interés, besarla en ambas mejillas a su señoría, sea hombre o mujer!

  20. alicia

    No creo que sea para tanto esas declaraciones, parece que la justicia es coto privado para los que nos dedicamos a esto. Y todas las opiniones deben ser respetadas y no por ello acusar de plagio y menospreciar las novelas de esta escritora (que para opinar de ellas no nos importa no dedicarnos a la literatura – y SOLO ganó un premio planeta de nada – pero nos molesta que opine una escritora sobre la justicia). Hay que tener en cuenta tanto la opinión del joven del reggaeton como la de un juez (no lo sabemos todo y de todo el mundo se aprende). Que es cierto, y no hay que rasgarse las vestiduras, que la inteligencia emocional y el contacto con la sociedad es una asignatura pendiente de muchos jueces y juezas. Reitero, que no compartamos una opinión no es motivo para menospreciar a nadie y menos su trabajo… Un afectuoso saludo!!

    • Jose A

      Lo q hay que distinguir es opinión de criterio. En ambos casos pueden gustar más o menos, cierto, pero los segundos -necesariamente las sentencias- se cuestionan con fundamentos en orden a su naturaleza -jurídica, técnica, científica, etc.-
      y las primeras …. por cualquiera, el simple placer de hacerlo o, como es el caso, por cobrar a cuenta de cierta polémica . Ejemplos varios la acompañan: Elisa Beni, Belén Esteban, etc…..

    • Anónimo

      Llevas razón Alícia, es muy difícil delimitar cuando una crítica es constructiva o destructiva. Creo que la frontera es como el papel de fumar. Hasta que lo descubramos…que todos demos nuestra opinión…por si sirve para algo.

    • FELIPE

      Una cosa es que todo el mundo tenga derecho a opinar. Y otra, bien distinta, que todas las opiniones –no hablo de las personas- sean respetables y/o estén cobijadas bajo el pretendido dogma protector de la libertad de expresión. De igual forma que hay personas, ni mejores ni peores, que piensan, razonan o están mejor preparadas que otras. Existen opiniones que son más respetables que otras. O que, sencillamente, no merecen respeto. Y admitirlo no indica prepotencia, ni menosprecio alguno sino mero realismo. Personalmente, busco la opinión del que sabe (por eso sigo este Blog) para formar, moldear y, a veces, reformar mi propio criterio. Entiendo que las opiniones, para ser relevantes y tener verdadero interés, deben ser rigurosas, responsables y sustentarse en el conocimiento, la experiencia y la realidad. Nada de lo cual se atisba en el presente caso.

      La libertad de opinión exige partir de datos veraces. Cuando los hechos son inveraces -sea por haber sido inventados, deformados interesadamente o no haber sido contrastados con la mínima diligencia por quién los aduce-, en puridad, este matiz es capital, no estamos ejerciendo libertad de expresión alguna porque la irrealidad -de la que se parte- vicia y contamina todo lo que deriva de la misma, incluido, claro está, el juicio u opinión emitido, que, por definición, nace adulterado.

      Esto, y no otra cosa, es lo que ha ocurrido en nuestro caso: la transmisión de un hecho inveraz (el sistema judicial está formado por señores magistrados de sesenta años…no tienen formación en psicología…) acompañado de una opinión sobre ese hecho irreal (…estos casos deberían ser juzgados por un grupo de psicólogos formados específicamente…el sistema judicial no está hecho para esto”) da lugar a una información falseada de la que deriva una opinión espuria y bastarda.

      PD. Los jueces, más allá de su propio criterio, y las partes, disponen, desde siempre, de la prueba pericial (Vgr. informe pericial sicológico) como medio para adverar, conocer e interpretar hechos complejos de naturaleza técnica (Vgr. violencia de género, abusos sexuales, acosos, etc.). Que la Sra. Etxevarria fue demandada y condenada por plagio no es una opinión –suposición o sospecha- es un hecho objetivo. Quienes mejor conocen y pueden buscar soluciones a las muchas y complejas deficiencias de la Justicia son/mos aquellos que trabajan/mos día a día con, por y para la misma.

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