Actualidad Sobre los abogados

El triste caso de la abogada que estafaba a los clientes

big-law-firms-where-attorneys-were-arrested-for-embezzlingLeo estupefacto la noticia de que la Audiencia Provincial de Asturias ha condenado a una abogada como autora criminalmente responsable de un delito continuado de apropiación indebida; como autora de un delito continuado de estafa agravado en concurso con el delito continuado de falsedad en documento público, oficial y mercantil, y por un delito continuado de deslealtad profesional. Tales delitos según la sentencia

fueron cometidos de modo continuado, prolongándose en el tiempo desde la realización de las primera de las infracciones en el año 1998 hasta la presentación de las denuncias en el año 2013, sin solución de continuidad.

Veamos el caso con cercanía.

descarga (7)1. Me resultan llamativos los términos del reproche por deslealtad profesional:

la no presentación de demandas; pasividad profesional prolongada; ausencia o defectuosa reclamación de todo lo que sus clientes interesaban; la renuncia no consentida al ejercicio de la acciones; la generación en sus cliente de expectativas de difícil o imposible viabilidad; hacer decaer trámites procesales sin comunicarlo; abandono de las actuaciones hasta el punto de llegar a la prescripción de acciones y caducidad de procedimientos; retrasos en la entrega indemnizaciones, produciendo todas esas conductas activas y omisivas un perjuicio que, como se verá en cada caso concreto, lleva implícita la causación a los afectados de un estado de zozobra, angustia y ansiedad, al constatar que, tras haber depositado su plena confianza en el “buen hacer” de la acusada, sus expectativas se vieron frustradas, a la par que se percataron del engaño del que habían sido objeto, a lo que no es ajeno el que hubiese transcurrido un lapso considerable de tiempo, ya que en todo momento les hacía ver que era el normal en la dinámica de sus pretensiones. Dicho proceder debe ser calificado de doloso, pues su dilatada trayectoria y quehacer profesional, se concilia mal con un comportamiento fruto de un puntual actuar imprudente en el cumplimiento de sus obligaciones o con una falta de conocimiento de los graves perjuicios que con su actuación causaría a sus clientes.

La apropiación indebida nace porque hizo suyas “las cantidades de dinero que solicitó y obtuvo de sus clientes en concepto de provisión de fondos”.

Se riza el rizo con la falsedad documental pues

la misma creó o manipuló lo que aparentaban resoluciones judiciales, acuerdos transaccionales y formularios mercantiles que entregó, a algunos de sus clientes, para dar verosimilitud a sus maquinaciones, tratando de sostener y justificar ante ellos el recto curso de sus gestiones profesionales.

2. Esta noticia es triste para todos y abre interrogantes:0315CONTENTS-FALL250px

  • ¿Qué lleva a un abogado, con una titulación y profesión de prestigio a tamañas felonías?
  • ¿Qué explica una huida hacia adelante durante años, tapando chapuzas con engaños y éstos con delitos, sabiendo que acabaría en un callejón sin salida?
  • ¿Cómo es posible que esa situación persista quince años (¡) sin que alguien reaccionase, sin que el Colegio de Abogados lo detectase, sin que los colegas de una ciudad pequeña sospechasen

3. Nada explica el engaño, fraude y estafa a personas que acuden en busca de apoyo legal. Ni siquiera los apuros económicos de los tiempos actuales porque lo suyo es reconvertir la orientación profesional o renunciar a condiciones de vida pero no ceder al egoísmo de engañar al tercero, por aquello de «no se va a enterar».

4. El problema me temo que radica en la escala de la infamia. Se comienza con una mentira piadosa al cliente (“Está todo tramitado y se ganará”), sigue con una travesura («le enseño un papel con membrete o con palabrería para que vea que ha ganado un trámite»), luego un pequeño préstamo (“utilizaré la provisión de fondos para asuntos propios que confío en devolver”), vendrá la vendetta (“perdí el pleito injustamente y no voy a perder dinero”), la conducta piramidal (“engañaré a otro cliente para tapar el engaño al anterior”);  la estrategia maliciosa (“engañaré selectivamente a ese cliente que es mayor de edad o de clase media o ignorante”) y quizá luego se desate la sensación de impunidad que abre el camino a la descarada estafa, deslealtad y apropiación indebida (“nunca pasa nada… soy mas listo que nadie”).

Al final la burbuja estallará. O no…

En la serie americana Better Call Saúl, el desaprensivo abogado confiesa

Si estás lo suficientemente enfangado, puedes hacer que cualquier historia funcione. Una vez le dije a una mujer que era Kevin Costner, y funcionó porque yo me lo creía y ella quería creerme.

cafe-funcionario5. Lo bueno radica en que sienta un aviso de navegantes para los desaprensivos, con o sin toga, ya sean abogados, fiscales o jueces, aunque sean casos excepcionales y posiblemente con trasfondo de problemas psicológicos, aunque algún caso responde a angustias de nuestro tiempo (deudas, adicciones, etc).

También revaloriza el valor ético de una profesión que lucha por la justicia y el buen servicio a un cliente, refuerza el papel y la utilidad de los Códigos Deontológicos y emplaza a los Colegios Profesionales a velar por la dignidad de la profesión. También nos enseña a molestarnos a indagar a quien contratamos las cosas importantes (y vale tanto para la abogacía como para los negocios o decisiones que comprometen nuestros ahorros o sueños).

41 comments on “El triste caso de la abogada que estafaba a los clientes

  1. Emilio Lizarraga Bonelli

    No tendrías el texto íntegro de la sentencia

  2. Buenos días, enhorabuena por el contenido del blog que sigo desde hace poco tiempo, soy abogado en ejercicio con 25 años de actividad en la profesión.

    Tan solo indicar, que echo en falta en su artículo, y lo digo sin defender en absoluto el comportamiento de la abogada y sin que esto pueda ser considerado en modo alguno como corporativismo, dos consideraciones que entiendo que por objetivas deberían hacerse hecho constar:

    1º. Que la sentencia no es firme. (desconozco si a esta fecha se ha interpuesto recurso, pero la noticia en la que se basa el artículo lo deja meridianamente claro).
    2º. Que la abogada condenada padecía un trastorno de personalidad, lo que sin duda afectaba a sus capacidad intelectiva y volitiva, toda vez que la Sala aplica una atenuante (debe estar suficientemente probada pues es complicado que se aplique una atenuante así)

    Un saludo

    • Un trastorno de personalidad no afecta a la capacidad cognoscitiva ni volitiva. Y le doy ejemplos: los diagnosticados de esta manera no abren el monedero y se ponen a regalar su dinero. Tampoco dejan de reclamar sus derechos cuando los consideran vulnerados, ni adpoptan conductas que les perjudican: no se ponen a hacer piPi y popø en la plaza publica. En este caso, por lo que leo no es que olv

    • Olvidará presentar las demandas y ya está sino que no las presentaba y no lo comunicaba al cliente. Y por último ¿olvidaba cobrar? Se llama trastorno de personalidad a muchas cosas distintas, también a los psicopatías de libro

    • Estimado Diego: Supongo que la sentencia no es firme cuando acaba de dictarse y publicarse, y sobre la atenuante de trastorno de personalidad, nada mencionaba la noticia ofrecida por la web del Consejo General del Poder Judicial, cuyo enlace incluyo, aunque intuitivamente en el texto incluyo que suele subyacer problemas psicológicos. En todo caso, el post no va contra esa abogada concreta sino que pretende mover a la reflexión sobre la importancia de la ética y la dignidad profesional que peligra en tiempos convulsos. Gracias. Un saludo

      • GRACIAS A TI.

        No obstante, en el segundo párrafo de la nota del CGPJ a la que se accede pinchando en tu artículo se hace constar (copio y pego):

        «La sentencia, que no es firme, reconoce como atenuante un trastorno de la personalidad de la condenada, y establece distintas indemnizaciones para los 17 perjudicados por los delitos cometidos por la letrada en su ejercicio profesional durante quince años»

      • Perfecto, así todos se enteran😊👍

  3. Luis Albo Aguirre

    El Colegio de Abogados de Oviedo tramitó varias decenas de informaciones previas seguidas en la mayoría de los casos de procedimientos disciplinarios. Las sanciones impuestas no se pudieron ejecutar al haber causado baja voluntaria como abogada en ejercicio.

  4. Fernando

    No es más que otro ejemplo de que en todas las profesiones, trabajos y’ órdenes de la realidad’ hay ovejas negras, manzanas podridas o como quiera que, con otras metáforas, se les quiera denominar. Lo más triste aún sería decir que ‘en todos los sitios se cuecen habas, y en mi casa, a calderadas’ porque nos daría una imagen de corruptos y corruptelas generalizadas, imagen que es la que un importante porcentaje de la población española piensa en relación a ciertas clases sociales y más concretamente la clase política, aunque empieza a incrementarse el número de ciudadanos que duda de la Justicia y sus magistrados (a los que casos como el reciente de la sentencia del TS sobre actos jurídicos documentados y la posterior decisión del Presidente de Sala Contenciosa-administrativa suscitan mayores sospechas sobre aquélla y aquéllos).

  5. Fernando Jabonero Orasio

    No vendría mal un sistema de clasificación objetiva de los abogados. Y por extensión, de los fiscales y jueces. Sería como un derecho del consumidor. ¿No se clasifican los electrodomésticos en función de su influencia en el medio ambiente? Pues lo mismo : una clasificación pública de todos los profesionales del servicio de la justicia.

  6. pilara112

    El ciudadano tiene la obligación de acudir, a muchos procedimientos judiciales, asistido de abogado y procurador. Otras veces, solo de abogado.
    Firma un documento por el que da poderes a estos profesionales
    Y después, si ve que no están metiendo pruebas que para él son fundamentales, si se olvidan un párrafo que luego determinará la sentencia…reclamaciones al maestro armero
    Yo solo quiero que reflexionen como se sentirían uds si lo mismo pasara con los médicos
    El problema no es este caso, que es excepcional, es la angustia de los clientes cuando no saben si su abogado, lo mejor que ha encontrado por lo que podía pagar, trabaja a su favor o en su contra. Ni siquiera sabe si lleva el caso o se lo ha encargado al becario que lo trabaja como si fuera un examen de facultad, de copy-paste y el último día.
    Y los clientes lo tenemos que aguantar
    Porque donde hay patrón no manda marinero.
    Para eso , mejor que nos dejen defendernos por nosotros mismos. No sabremos citar igual de bien el texto jurídico, pero sí los hechos , las pruebas, los matices.
    Bajo nuestra responsabilidad, con las firmas que sean
    Porque, y lo digo con todo el respeto a los que operan bien (que uno no sabe quienes son cuando tiene que elegirlo), no solo por el juicio, no solo por el dinero. Sencillamente, no queremos alguna gentuza en nuestra vida. No nos obliguen a aceptarla

    • Mucius

      Las situaciones más catastróficas suelen producirse cuando el abogado ha sido recomendado como amigo de algún amigo o conocido de la víctima y ésta va totalmente confiada y sin adoptar precaución alguna.

      • pilara112

        Cuando vamos al médico, unos aciertan y otros no. Y si no acierta te puede costar la vida. Pero no conozco a nadie, nadie , que piense que ningún médico de los que ha conocido en su vida ha apostado por enfermar o matar al paciente, de forma consciente. Nadie.
        Con los abogados no ocurre lo mismo. Una de las fantasías del cliente (seguramente influido por las películas) es la de que su abogado apueste a perder.Y a veces, ves fallos que piensas…¿cómo ha podido olvidar esto?no lo olvidó se lo encargó al «goufa» (goufa en inglés..A breviatura ..go for this, go for that)quién por desconocimiento , negligencia o deseo consciente o inconsciente de fastidiar al jefe, decidió olvidar el nudo gordiano donde descansaría la demanda. Y luego ya…
        Eso no lo sabes hasta la sentencia
        Hay gente que se juega el negocio, la casa…y ahí parece que nadie controla
        Otra cosa distinta es la vía penal, donde parece que todo va más en serio.
        Comparto con ud lo de no recurrir a un amigo, pero luego es más difícil de encontrar a nadie. En las páginas amarillas te encuentras bufetes que te dicen..»2.000 euros por estudiar el tema y decirle si tiene viabilidad o no» y no sabes si detrás hay un despacho o un jeta que se gana la vida estudiando viabilidades y diciendo que no, con lo cual nadie sabe ni si estudió derecho, o lo hizo por la Universidad de Somoa como Jimmy Mcgill
        Arbitren uds un sistema de ser conocidos por su competencia y honestidad y no les faltarán clientes. Hay muchos licenciados en derecho y es muy difícil encontrar abogado, se lo digo yo

  7. Anónimo

    La noticia es penosa, desde luego. Igual de penoso me resulta que cada vez que acudo a los juzgados me pidan el carnet de colegiado lo que es innecesario para un letrado de la administración, es un gasto superfluo, pero tan habitual que causa extrañeza que un letrado no actúe en el ámbito privado pese a la incompatibilidad.
    Mil gracias por el blog, es estupendo.

  8. Anónimo

    Cometemos el error de considerar que los delincuentes, los sinvergüenzas, y los granujas… pertenecen a unos determinados grupos sociales, que si bien no sabemos concretar exactamente si nos vale para excluir a otros grupos sociales «inmaculados» prima facie.
    El libro «Leyes de la estupidez humana» de Carlo María Cipolla (cuya breve lectura recomiendo) indica que el porcentaje de estúpidos es una cuantía X (que no concreta) que permanece constante en todo tipo de colectivos: de los pelirrojos, de los que calzan el 41, de los taxistas, de los Premios Nobel y de los lectores de este texto.
    Yo creo que lo mismo puede afirmarse de los granujas: los hay en todas partes y ni togas, ni sotanas, ni puñetas atemperan el porcentaje.

  9. Anónimo

    Pues me recuerda mucho a un abogado del que fui pasante.
    ¿Qué como empieza todo eso?
    Primero , la propia forma de ser de esa persona, por lo general arrogantes, prepotentes y muy temerarios.
    Segundo, clientes crédulos que , como bien dice, «quieren creer que todo va a salir bien»

    El abogado con el que yo estaba (donde aprendí lo que NO hay que hacer) solo atendía a los clientes en la primera consulta y después se desentendía totalmente de ellos, ya que eramos los pasantes quienes llevábamos el peso del trabajo.

    Nos mandaba apelar sentencias sin que el cliente supiera que se había perdido el asunto.

    Si había imposición de costas, no se le decía nada al cliente, quien se acababa enterando en ejecución de las mismas cuando le embargaban algo.

    Y así un largo etcétera

  10. pilara112

    Y esta es otra, el «morro» ¿me dejan expresarme así?, si no, lo quito,que le echan algunos «suseñorías»,cuando se agarran a un olvido del abogado para inadmitir un caso de flagrante vulneración de la jurisprudencia. Caso real, de un familiar, va a recurso de casación para la unificación de la doctrina , con casos idénticos de contraste, en sentido contrario y con una sentencia en la mano que han calificado algunos abogados de «diabólica».
    Pues la inadmite el Supremo porque el abogado «no había mencionado la infracción legal que se imputa a la sentencia recurrida», a pesar de que disertó durante cuatro páginas de la flagrante infracción de la jurisprudencia.
    ¿Qué quiso decir el Supremo, que la vulneración de la jurisprudencia no es infracción legal? Y lo dice el mismo tribunal y la misma sala que en un caso anterior había dictaminado…»no se señala esto ni lo otro, pero de la mera lectura contrastada de las sentencias puede apreciarse…», y estimaban
    El caso que el Supremo inadmitió porque no se había mencionado la infracción legal que se imputaba a la sentencia recurrida, a pesar de que párrafo, por párrafo, en la comparación con las de contraste se alegó hasta la saciedad como unas habían seguido la jurisprudencia y la otra no….les dejo que adivinen, era un caso, y hubiera obligado a estimar o a cambiar la jurisprudencia no solo del Supremo sino del Constitucional sobre….¡voilaaaaa!!! notificaciones tributarias
    Y con estos bueyes tenemos que arar
    Yo solo les deseo a todos estos que en los momentos cruciales de su vida se encuentren profesionales con el mismo nivel de ética y de competencia…que ellos mismos poseen

  11. Dice Chaves:

    «Lo bueno radica en que sienta un aviso de navegantes para los desaprensivos, con o sin toga, ya sean abogados, fiscales o jueces, aunque sean casos excepcionales y posiblemente con trasfondo de problemas psicológicos, aunque algún caso responde a angustias de nuestro tiempo (deudas, adicciones, etc.)»

    Entre colectivos tan grandes es casi estadísticamente normal que sucedan estos casos.
    Yo también creo que muchos casos están unidos a graves problemas psicológicos o psiquiátricos previos.

    Y pienso que deberíamos ver más ejemplos de estos humanos fallos también en colectivos de jueces y de Fiscales, de letrados de la administración de justicia, de funcionarios de todo tipo, incluidos rectores de universidad…

    Me temo que no siempre se investiga, o directamente se tapan estos casos, incluso cuando hay denuncias hechas en varios juzgados de diferentes provincias españolas por víctimas nada sospechosas, incluso con peritajes de universidades españolas.

    Un ex-fiscal de la Audiencia Nacional, fallecido tras una larga enfermedad, Ignacio Pelaez, murió intentado poner luz y justicia en uno de esos casos. Sigo confiando en que todo salga a la luz, aunque fuese muy tarde o como película de cine.

  12. Extremadamente dura, aunque ajustada a Derecho, la sentencia. Me gustaría se aplicara el mismo rasero a los Jueces cuando prevarican, cuando cobran en negro a los opositores con el consiguiente fraude a la Hacienda Pública o cuando hablan al dictado del poderoso. a quien le deben la plaza. Ejemplos recientes tenemos.

  13. Dos historias (una antigua, y otra reciente, que conocí ayer): https://es.wikipedia.org/wiki/Jean-Claude_Romand
    https://www.elconfidencial.com/espana/madrid/2018-06-17/jueza-lugo-pitonisa-poder-judicial-canarias-stripper_1579194/ . La primera, descriptiva de un proceso mental de degradación a raíz de una mentira -haber aprobado un examen de medicina-, que acabó al cabo de los años en espantosa tragedia. La segunda, indicativa de que un expediente académico brillantísimo -21 matrículas de honor en la carrera- puede no ser garantía de estabilidad mental. Saludos, y enhorabuena de nuevo.

  14. FELIPE

    Me permito humildemente aconsejar a los seguidores del Blog y a nuestro querido mentor que, si disponen de un rato, vean la película «La vida de nadie» de Eduard Cortés (2002). Además de ser una estimable película, ayuda a entender cómo pueden llegar a suceder casos tan lamentables y extremos como el comentado. Al fin y al cabo vivimos en una sociedad de mentiras, falsas apariencias y másteres inventados. Y cuando tu vida está basada en la falsedad, la mentira y el disfraz de la verdad, todo tiene que estar bien urdido, trenzado y enlazado para que la gente se lo crea. Aunque finalmente explote y resulte inconcebible lo ocurrido.

    Recuerden el caso de Enric Marco. Fingió durante más de tres décadas que había sido preso de los nazis en el campo de concentración de Mauthausen. Se inventó un relato que fue difundiendo durante todo ese tiempo. Dio miles de charlas. Recibió todo tipo de reconocimientos (La Cruz de San Jordi en 2001 «por la lucha social y política de toda una vida»). Y, finalmente, tras ser descubierto por el historiador Benito Bermejo, se vio obligado a tener que confesar la mentira. Pero, justificándola, porque «así la gente le escuchaba más y su trabajo divulgativo era más eficaz». Y reconociendo que sabía «tarde o temprano» se descubriría la mentira, pero que esperaba «ganar tiempo para ¡retirarse!».

  15. carlos

    en este caso hay un proceso y condena. cuando se trata de los silencios administrativos ( es dar largas o nuncas al cliente ciudadano….) la cosa se vuelve mas oscura , verdad??? es por ahí por donde van buena parte de los comentarios que estamos haciendo….
    pues de un profesional particular, como poco, puedes cambiar y abandonar al choirizo. Pero de un funcionario de la administración o de un funcionarios de la justicia…¿cómo se cambia??
    en este país puedes elegir médico, colegio, universidad, incluso cambiar de sexo…..pero como se cambia de técnico de licencias???? o de juez???? por muy demostrado que quede la animadversión…..

    gracias Chaves por tu blog.enorme!!!

    • Fernando

      Muy acertado el comentario porque no solamente los profesionales privados sino también algunos empleados públicos pesarosamente también incurren en comportamientos inmorales, ilegales o irregulares sean por las razones que sean (enfermedad o trastornos psicológicos o psiquiátricos, o por adaptaciones conscientes a contextos o grupos sociales en los que, como señala Felipe, las mentiras, falsedades, engaños, etcétera es lo habitual y normalizado, o por otras razones entre las que hay que señalar la codicia o deseo de incrementar la cuenta corriente sin importar a qué coste o sobre quién recaiga el coste).
      Y desarrollando la idea que me sugiere JR Chaves cuando cita al abogado de una serie americana, el mentiroso que cree sus propias mentiras y construye una realidad ficticia sobre las mismas (por estar ‘enfangado’) puede engañar a un gran número de personas más o menos ingenuas e incluso preparadas o informadas con lo que aquella realidad inventada se torna en una especie de irrealidad real difícilmente atacable pues sus integrantes han interiorizado aquellas mentiras y las han insertado dentro de sus valores y certezas vitales. Y sí, estos personajes existen, son reales y el ejemplo del artículo de Sevach es una prueba de su presencia en los contextos privados ….y en las administraciones públicas.

  16. Estimado J.R.
    Un caso muy perturbador. Normalmente uno piensa que los delincuentes son los otros, pero cuando ocurre que alguien con quién puedes «identificarte» comete un delito, nos sentimos inseguros ¡Qué va a pensar todo el mundo, que los abogados somos unos chorizos!
    Es algo injusto pero así funciona esto. Aunque ocurre también con políticos (aunque no es uno), o colectivos a los que tradicionalmente se les atribuye esa condición.
    No creo que se trate de un problema generalizado, aunque tampoco que haya tan pocos casos como condenas.
    En cualquier caso, el que ocurran casos como estos sirve para bajarnos un poco a la tierra y que no creamos que estamos por encima del bien y del mal.
    Saludos y, como siempre, gracias.

  17. Roeland

    circunstancias personales aparte, el control sobre el corecto ejercicio de la profesion esta en manos de los propios profesionales, y en mi experiencia, las pocas veces que he ayudado a un cliente poner una queja frente a un abogado, o incluso denunciado al compañero por conductas muy similares que las que se describen en esta sentencia, la respuesta colegial o judicial ha sido nula. Lo mas sangrante fue cuando un caso de apropiación de 250.000 € llego a instrucción, y el investigado afirmo haber reibido este dinero de una venta de un inmueble del cliente, afirmo haber utilizado este dinero por fines personales, y declaró no saber donde estaba el dinero, sin mas explicaciones. La instructora no vio delito alguno.
    Yo creo en definitivo que la censura de conductos de abogados de una region, debe realizarse en otra region, o al menos por abogados u profesionales que no tienen vinculos con el abogado sujeto de investigación y quizas asi podemos reforzar el imagen de profesionalidad a los muchos ejercientes buenos que hay, porque hacer un buen nombre cuesta años, pero se puede perder en dias. Todos somos culpables a dejar estas situaciones existir si no abogamos por un buen autocontrol (y eso se aplica a todos los profesionales, no solo los abogados).

  18. ALFONSO RAMIREZ LINDE

    Sobre esta nueva entrada y tras la atenta lectura del texto y la de los comentarios que ya han aparecido, poco más se puede decir. Y claro que es evidente que a todos nos ha conmocionado el relato que nos ocupa. Yo y quizás porque como he dicho antes, poco más y para mejorar se puede decir, me quedo, a modo de prevención general, con el contenido del punto 5ª de los expuestos por el titular del blog esperando deseando, eso sí, que pocos, muy pocos se sientan señalados por sus casos concretos y actuales, pero que si los hubiera, actúen, desde ya, para corregir, hasta donde sea posible, sus acciones u omisiones dañinas. El citado apartado 5º es el que comienza así: «Lo bueno radica en que sienta un aviso de navegantes para los desaprensivos, con o sin toga… «

  19. Hammurabi

    Lamentablemente, conozco muchos casos de profesionales (buenos) que por defender a ultranza aquello del «orgullo», no aceptan que pueden equivocarse. lo digo porque si señora ésta, se hubiera enfrentado a tiempo a sus errores profesionales , quizá no hubiera terminado como ha terminado, pues más allá de calificaciones melodramáticas, por suerte existen seguros colectivos de RC que cubren muchos de los errores reprochados en esta sentencia.

  20. «Con el discurrir del tiempo, los usos y costumbres, parece que esta profesión de profesiones hubiera ido progresivamente decreciendo».
    «La profesion… lamentablemente en manos de inescrupulosos y de abogados sin pteparación, sin ética, al margen de la deontología jurídica, ha tenido que correr en el Perú la misma suerte…»
    Fuente: Juez, tinterillo y gamonal, Juan Cravero Tirado, publicado en Ayacucho, junio de 1981
    Saludos cordiales desde Lima – Perú

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