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Salud, trabajo y seguridad jurídica

Esas son las ocurrentes y expresivas palabras de cierre de la deliciosa glosa de su fructífera vida profesional, ofrecida el pasado 27 de diciembre en el Colegio de Abogados de Oviedo, por José Antonio Seijas Quintana, magistrado de la Sala Civil del Tribunal Supremo durante los últimos trece años, con ocasión del otorgamiento de la medalla de oro por su trayectoria, con firma en el Libro de Honor.

Con esa inocente locución, José Antonio Seijas, de forma elegante pone el dedo (o la palabra) en la llaga del cáncer de nuestro ordenamiento jurídico: la inseguridad jurídica.

Veamos…

1. Todos queremos conocer de antemano las consecuencias de nuestros actos pero acechan las nieblas de un legislador desbocado (en palabras del maestro García de Enterría) que transitoriamente por la inestabilidad política se ha convertido en un jaco perezoso que incurre en el vicio contrario, de no andar ni legislar cuando es necesario y urgente.

Por si fuera poco el Ejecutivo de turno (cualquiera que sea su color político) usa y abusa de los Decretos leyes, a diestra y siniestra.

Además los tribunales ofrecen jurisprudencia a la carta para sostener una cosa y su contrario, siempre accesible al estudioso a base de picotear en el Supremo, Tribunal Constitucional, Tribunal de Justicia Europeo o Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El problema se agrava cuando cada uno de esos faros de jurisprudencia la hace brillar, la apaga o incluso cambia su color de forma rápida o sorpresiva.

2. Comentaba en su charla Seijas con socarronería asturiana (incorporada en su servicio a la Audiencia provincial de Asturias desde 1992 a 2005) que en la jerga forense, e incluso en el Diccionario de la Real Academia debería incorporarse la palabra “cuidadín”, con uso de diminutivo cariñoso pero sin bajar la guardia, término del que interpretando al ponente me atrevo a ofrecer con la siguiente acepción:

Dícese de la advertencia expuesta en el curso de las deliberaciones de un órgano colegiado jurisdiccional por parte de uno de sus miembros, que se efectúa de forma amistosa, prudente y preocupada, para alertar a sus compañeros del riesgo de los derroteros que toman las deliberaciones hacia sentencias que encierran criterios de sensible impacto social, vuelco jurisprudencial o alejamiento sustancial de valores constitucionales bajo coartadas procesales o la bandera de la independencia judicial.

Dicho término, “Cuidadín”, pasa del color Ámbar al rojo si se expresa duplicado: «Cuidadín, Cuidadín”.

3. Asimismo Seijas aludió, flanqueado en la mesa, entre otros juristas de renombre, por el Decano del Colegio de abogados, Ignacio Cuesta y por el Presidente del Tribunal de Justicia de Asturias, Ignacio Vidau -quienes comparten con el ponente la cordialidad y lucha por la Justicia-, a la necesidad de ser conscientes de “que abogados y jueces van en el mismo barco de la Justicia”, lo que me resulta oportuno puesto que la leyenda urbana gira en torno a abogados que critican a los jueces cuando ven rechazadas sus tesis, y a jueces que critican a los abogados cuando cometen errores procesales o plantean demandas temerarias. Ni tanto ni tan calvo.

Como expuse en mi último ensayo El arte de la guerra en la Justicia administrativa, la relación entre abogados y jueces es de simbiosis o beneficio mutuo para ambas partes, donde todos aprenden y donde la veteranía de unos y otros les demuestra que el derecho es inestable y que nadie es infalible. Los abogados intentan ilustrar sobre el rumbo adecuado, al servicio de su cliente como pasajero, y el juez escuchándoles moverá el timón, a veces viento en popa hacia la Justicia y otras erradamente hacia las rocas y el fango.

Lo cierto es que, como advirtió Seijas, la creación del derecho y la exploración de soluciones a problemas jurídicos es labor práctica de abogados y jueces. Lo que es muy cierto, pues tras el desbroce del panorama por los académicos a estos colectivos corresponde ex aequo la siembra, y como no, la cosecha jurisprudencial.

4. En lo que se refiere a la persona y frutos de Don José Antonio Seijas, es conocida su erudición, sentido común, humildad y talante abierto, con papel decisivo en la jurisprudencia civil de la última década. Particularmente le debemos, además de una precisa delimitación de los presupuestos y consecuencias de la responsabilidad sanitaria, unida a enérgica denuncia de las carencias técnicas, su intervención como ponente de la sentencia que denegó indemnización a los afectados por la talidomida por haber prescrito la acción (lo que lamentaba en su fuero interno cuál Pilatos obligado por la necesidad de seguridad jurídica) y avances de gigante en derecho de familia como el reconocimiento y normalización de la custodia compartida atendiendo al interés del menor, el régimen de visitas de abuelos a nietos, la equiparación de una madre biológica a pareja del mismo sexo o la reciente prohibición del uso de la vivienda familiar al cónyuge separado que convive de forma estable con tercero.

En fin, quede constancia de mi respeto y admiración por la labor de Seijas y del justo reconocimiento que ha efectuado el Colegio de Abogados de Oviedo al ya jubilado el pasado noviembre al cumplir los 70 años, quien puede mirar satisfecho hacia la mochila de su fecundo legado. ¡Júbilo en la bien ganada jubilación, maestro!

12 comments on “Salud, trabajo y seguridad jurídica

  1. Iñaki Virgós Sotés virgosotes@gmail.com

    El otro día leí a un arquitecto urbanista referirse a la diarrea legislativa con una naturalidad graciosísima.

  2. Anónimo

    Gracias por el post, una verdadera pena no haber podido estar en persona. El término cuidadín cuidadín definitivamente voy a incluirlo en mi diccionario…

    Me gustaría agradecerte también en especial el «ritmo» al que subes entradas en el blog, pese a que estemos en periodo «no lectivo» (no para todos) te mantienes firme al pie del cañón (o del ordenador) y nos deleitas con una de estas cada pocos días, sin que por ello sean menos interesantes.

    Saludos y feliz 2019

    • Muchas gracias por el ánimo. Te confesaré que estoy a 800 kilómetros de Oviedo – Murcia- por lo que acudí a la figura del «corresponsal-amigo», que me permitió hacer el merecido tributo a Seijas. Ah, lo del ritmo se debe a lo grato de alimentar «el monstruo»(el blog) cuando sabes que hay mucha buena gente que lo espera. Un cálido saludo navideño

      • FELIPE

        Bendito sea el «monstruo» (su blog) que vuela y salta mil barreras para poder compartir y ser compartido (entre sus lectores). Y bendito sea su creador, en su infinita y cuerda locura, por saber alimentarlo, hacerlo crecer y cuidar de él.

        Siguiendo con la acepción positiva del término entrecomillado, qué no decir de Don José Antonio Seijas Quintana. Si sus sentencias son claras, concretas -siempre va al grano-, legibles, comprensibles y nunca, lo que es muy de agradecer, excesivamente extensas. Su clarividencia, recto sentido y acompasamiento a la realidad (sin por ello saltarse la linea roja de la ley) son sello característico de sus decisiones. Al punto que, su doctrina sobre la custodia compartida, ha cambiado para siempre el enfoque y tratamiento de las relaciones paternofiliales en situaciones de crisis (matrimonial o de pareja). Y ha servido para marcar «la mayoría de edad» de nuestra sociedad en tan conflictiva materia y dar un empujón definitivo a la igualdad efectiva entre padres y madres.

        No quiero dejar de mencionar unas recientes declaraciones del Sr. Seijas, con las que no puedo estar más de acuerdo: “Una buena legislación de familia sería un remedio preventivo de la violencia de género”. Más claro agua. Señores legisladores y del ejecutivo: refuercen los cimientos de la buena educación (en la escuela y en la casa) y creen los mecanismos necesarios para ello; legislen bien -y de forma completa y estable- sobre la materia; faciliten la resolución normalizada de los conflictos familiares a través de mecanismos extrajudiciales y, en todo caso, de los Juzgados de Familia; y remitan a la vía penal, sí, pero de forma excepcional y para los casos que lo merezcan. De lo contrario, seguiremos apuntando de forma incompleta, desviada y/o incorrecta al atroz y despiadado monstruo de los malos tratos y permitiremos su supervivencia.

        Salud y provechoso 2019

  3. DiegoGomez

    Qué grande es D. José Antonio Seijas Quintana, tuve la suerte de asistir a una conferencia suya hace unos años organizada por el Colegio de abogados de Vigo sobre propiedad horizontal y suscribo cada una de tus palabras Sevach, gran jurista y buena gente.

    Al hilo de la nueva casación contencioso administrativa me acuerdo muchas veces de una pregunta que le hice sobre un tema de la LPH y me respondió que estaban deseando que alguien lo plantease para admitir el recurso de casación y poder así dictar jurisprudencia sobre ello, nos dijo que su labor era, mediante esa fijación, dotar de seguridad jurídica al sistema. Ojalá la Sala Tercera siga su ejemplo.

    Enhorabuena al magistrado por una vida vivida y por haber dejado tanta huella jurídica que esperemos continúe de uno u otro modo aún jubilado.

    Feliz 2019 para todos!

  4. Enrique Sanchez Gonzalez

    Gracias por el blog. Aprendemos mucho con él. Un abrazo.

  5. JOSE MANUEL DE LA CALLE

    Voy a dejar un comentario de mal gusto, pero necesario ante tanta hipocresía institucional. En Asturias, sus propios compañeros lo apodaban «Forrest Gun» Por eso, ahora me molesta ese maligno cinismo contra quien es un buen jurista además de buena persona.

  6. Lourdes González-Laganá

    Comparto la admiración, le debo mucho. Todo un verano (el verano del 2017, nunca lo olvidaré) trabajando junto a la Dra. Leonor Lidón para preparar una demanda ante el TEDH de Estrasburgo debido a que el Magistrado Seijas Quintana me tumbó un recurso de casación y el Constitucional ni siquiera lo admitió. Gracias a eso, no sé si lo haría con toda la intención puesto que se apartó del camino que previamente había tomado a la hora de aplicar la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ahora pueden votar absolutamente todos los discapacitados, no solo mi defendida Mara, sino todos, porque se cambió el art. 3 de la LOREG. También ahora tengo más fácil acudir a los tribunales Europeos, la segunda vez se hace mejor.

  7. carlos

    gracias J.R. por las luces que pones en este desfiladero del derecho donde siempre hay que ir con mucho cuidadin, cuando entras con una demanda.
    salud y trabajo para el 2019, pues me temo que la seguridad jurídica se hará de rogar!
    gracias de verdad!

  8. Fernando

    Cuidadin, cuidadín con dejar de alimentar al ‘monstruo’ del blog, que en mi opinión no es una mera alimentación, sino una verdadera retroalimentación para usted señor magistrado y para nosotros sus lectores. Y no debe importar la época del año, porque el ‘monstruo es de sueño ligero y breve’ pues sabe que le esperamos y acechamos con interés e ilusión. Por eso desearle a usted y a los ‘contertulios’ unas buena salida y entrada de año y que en el 2019 nos vaya bien a todos los seres vivientes que viajamos en este planeta y que a la vez veamos engordar con sabiduría al ‘monstruo’.

  9. Alfon Atela

    Grande Seijas, como juez y como persona. De ese tipo de gente que mejora a quienes tienen la suerte de estar a su alrededor en algún momento. En su calidad humana y profesional, y sin ánimo de hacer de menos a otros a los simplemente no he conocido tanto, a mi entender a la altura de José María Alvarez-Cienfuegos o Enrique Ruiz Vadillo, pongo por caso.

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