La prescripción de infracciones y sanciones : negro sobre blanco

Hay libros de derecho administrativo que son como las películas de cine independiente, que nos dejan sumidos en la confusión. Sin embargo, otros ensayos de derecho administrativo son películas redondas en argumento, que entretienen y forman, y de las que se sale satisfecho.

Es el caso del reciente libro de Luis Alfredo de Diego Díez, Los infartos de la Administración ( Prescripción de infracciones y sanciones) Ed.Colex,2019.

El autor, doctor en derecho y magistrado, además de gran humanista, nos ofrece una visión de la incidencia del tiempo en el derecho sancionador, en cuanto a la consideración de la prescripción como instituto que pretende castigar la pereza de la administración o su falta de eficacia en detectar infracciones.

Pero sobre todo, la prescripción persigue hacer efectiva la seguridad jurídica y evitar que el ciudadano viva permanentemente en la zozobra por si alguna conducta del pasado le producirá un castigo en el presente o si se aplicará finalmente aquélla remota sanción que ya ha olvidado.

Pues bien, este manual, que como tal puede calificarse por su tamaño, y manejabilidad (176 páginas) podría encajar en la categoría litúrgica de los Breviarios, resumen y compendio utilísimo para poder moverse en la fronda de legislación y jurisprudencia sobre la materia.

De entrada, el libro se abre con una deliciosa introducción a modo de crónica del advenimiento de la Constitución en los ojos de los estudiantes de la Universidad de Valladolid, y se zambulle en los entresijos de la prescripción.

Tres notas relevantes. Primera, su actualidad pues plasma e interpreta la regulación de las Leyes 39/2015 de Procedimiento Administrativo y la Ley 40/2015, de Régimen Jurídico del Sector Público sobre el instituto de la prescripción; y lo hace de forma analítica y reflexiva, con apoyo en los criterios consolidados y exponiendo las tendencias de los dudosos. Segunda, su apoyo en la jurisprudencia, tanto del Tribunal Supremo como de Tribunales Superiores de Justicia y ofrecida en forma clara, con cita del fragmento esencial y debidamente valorado. El tercer rasgo, que inunda la obra, es la frescura y valentía del autor, pero sin confundir frescura con frivolidad sino con placidez, y sin confundir valentía con osadía sino con “coraje ilustrado”. De hecho es el autor del célebre ensayo ¡Al abordaje! Asalto a la Justicia (Jueces y política: amistades peligrosas).

En suma, el texto se inicia, como es deseable, con atinadas precisiones conceptuales e identificación de la normativa concurrente en la materia, , para pasar a entrar en la harina de la prescripción, como quien pasea entre los estantes de una tienda de delicatessen, asistiendo a las distinciones entre infracciones permanentes, continuadas y de hábito; los supuestos de interrupción y reiniciación del plazo (notificaciones defectuosas, la problemática de las actuaciones anuladas,etc); la prescripción de las sanciones y su incidencia en vía de recurso, etcétera.

En suma, una obra pequeña en tamaño pero de gran aprovechamiento e inmensa utilidad en el mundo sancionador.