Con una simple fotocopia falsificada, un traje y corbata impecables y una sonrisa, un tal Manuel M.C. se presentó hace dos décadas ante un auxiliar del Colegio de Abogados de Barcelona y le aportó la supuesta certificación académica de licenciatura en Derecho por la Universidad de Sevilla.
Veinte años después de ejercicio profesional, un viejo conocido de correrías de adolescente en su Sevilla natal destapó que quien aparentaba ser flamante abogado, realmente era un farsante que no había pisado ninguna Universidad. Ahora investigado por el Juzgado de Instrucción nº 34 de Barcelona por un presunto delito de intrusismo, el Decano del Colegio asegura que “es un abogado increíblemente competente”.
Finalmente el investigado se ha desplomado, pero ha recobrado seguridad y ha ofrecido una amplia entrevista al Diario La Rambla de Barcelona (25-XII-19), que no tiene desperdicio:
El supuesto abogado nos recibe en lo que ha sido su despacho en la Gran Vía de les Corts Catalanes, donde todavía una placa luce llamativa » Dura lex, sed lex». Sonriente se expone a nuestras preguntas:
P.- ¿Podría explicarnos la razón de dedicarse al Derecho administrativo en Cataluña?
El Derecho administrativo cambia tanto que nadie nota si estás o no al día. Además como es sabido que los recursos en vía administrativa o no se responden, o se desestiman, pues era negocio seguro.
P.- Es habitual opinar que la justicia administrativa es mas compleja. ¿ Por qué eligió ese campo para litigar?
Me dediqué a la jurisdicción contencioso-administrativa. Como nadie lo entendía bien y hay pocas esperanzas de victoria, nadie se sorprendía de las derrotas. Además el principio antiformalista me ayudaba porque los jueces corregían mis errores. A diferencia del campo civil, valía casi todo porque el proceso contencioso se impulsa solo.
No es fácil abrirse paso en la profesión jurídica ¿ cómo fueron sus comienzos y captación de clientes?
Una buena publicidad, una buena placa dorada e internet lo consiguen todo.
Cuando los clientes traspasaban la puerta de mi despacho, espléndidamente amueblado y con tomos de Aranzadis comprados en el rastro, solo tenía que examinar sus papeles con gesto serio, asentir y poner cara de circunstancias. Un breve silencio y les requería elevados honorarios pues lo barato no da confianza. No les indicaba mi estrategia aduciendo ser compleja (realmente no tenía ni idea) y si insistían les comentaba que tenía que tratarla con mis asociados (no tenía ninguno).
Permítame que le pregunte:¿ Cómo hacía las demandas sin conocimientos jurídicos?
Me limitaba a identificar qué diantres recurría (copiaba los datos de la resolución que notificaban a mi cliente) y a solicitar que «se anulase con sus consecuencias naturales».
En medio de la demanda negaba los hechos, citaba el expediente como prueba e invocaba el iura novit curia. Pocas demandas mías excedían el folio. ¿Que la demanda era incompleta o errada? El juez o el letrado de justicia me daba plazo para subsanar y me indicaban mis errores.
En un contexto de clientes exigentes, ¿cómo conseguía que se sintiesen bien asesorados?
A mis clientes les mandaba las providencias y autos, con sus sellos y formalidades. Les impresionaba y yo les decía que eran batallas ganadas aunque la guerra todavía no. Se quedaban muy felices cuando les daba un auto de admisión de prueba o una providencia abriendo trámite de conclusiones el pleito. ¡ Como niños con una golosina!. Y no digamos si les daba un auto estimando la medida cautelar. Sus caras brillaban porque creían que eran signos de victoria.
Pero, ¿ cómo justificaba finalmente sus derrotas?
Fácil, le echaba la culpa al juez.
Y desviaba el problema de su caso a lo mal que estaba la Justicia, e incluso al calentamiento global. Acababan animándome a mí, pues como los jueces de lo contencioso-administrativo suelen robustecer sus razones con largas citas jurisprudenciales y con “cortas y pegas” de sentencias, mis clientes reconocían que yo había luchado de lo lindo.
Es difícil mantenerse veinte años ejerciendo así, ¿no tiene remordimientos?
Ninguno: si la Administración aplicaba el silencio administrativo, yo podía callarme en mi turno de alegaciones y si las autoridades públicas tenían menos titulación que yo, me sentía con fuerza para sus mismas artimañas.
Además gané algunos pleitos porque lo bueno del derecho administrativo es que si vas como codemandado tienes muchísimas probabilidades de que la fortuna te sonreirá al ir en el carro de la Administración, aunque no digas nada de nada; y si vas de demandante, el interés público siempre se defiende aunque el abogado lo calle o se equivoque.
Por último ¿ Ha aprendido la lección?
Por un lado, tengo la sensación de que mi porcentaje de victorias hubiera sido el mismo aunque fuese titulado en Derecho. Por otro lado, he aprendido lo de «cría fama, y échate a dormir». Además, mis colegas del turno de oficio deben estar felices porque ahora tendrán muchos de mis clientes estafados buscando abogado para demandarme».
NOTA.- He de señalar que estamos ante un caso triste y un ejemplo de bellaquería del Sr.Manuel Modino Centada, pero eso no impide que hoy, 28 de diciembre de 2019 (¡ojo!) queden tan solo tres días para votar en los Premios Blogs de Oro Jurídico 2019.¡¡ Participen y muevan su candidatura por las redes sociales!! ¡¡ Gracias!!
Ja ja ja… hace tiempo que uno ya no sabe si la noticia tiene que ver con la fecha en la que se divulga o no.
Saludos y feliz día
Manuela Arias
Muy bueno Sr. Chaves, me lo he tragado hasta el final y no daba crédito. En menuda posición nos dejaba a los administrativistas, jajaja. Feliz día y felices fiestas
MANUEL M.C es muy conocido en la profesión.
Jajaja
Saludos y feliz día
Manuela Arias
Ahhhh, que era broma. Ya me decía que el artículo se estaba pasando…
Debo reconocer que el gran Magistrado, J.R. Chaves, tiene mucha facilidad para convencer, puesto que su inocentada es creible.
Bromas al margen, como decía un veterano “ para ser abogado hay que saber algo de derecho y ser buen comercial “
Ya he caído otra vez. Qué iluso soy. Eres genial!!!!
Solo una vez al año, por eso es fácil caer.¡ muchas gracias por la tolerancia con mis inocentadas!
Está usted muy bien informado. Pero, con el punto exacto de pique y el pellizco oportuno de sal que sabe darle su guasona escritura y con una mordaz y sarcástica entrevista a nuestro deslenguado pícaro y corrosivo villano (a veces los malos acaban cayendo bien), ha conseguido transformar una fría y olvidada noticia en una historia creible, completa y actual que arranca sonrisas y, simultáneamente, nos pone colorados. Veamos que decía la noticia.
Por STS Nºº 693/2010, de 19 de julio, se condena por intrusismo profesional al director de recursos humanos de una entidad bancaria. El indicado instó su colegiación en 1993 en el Colegio de Abogados de Madrid presentando la fotocopia compulsada por un notario inexistente de un título de Licenciado en Derecho perteneciente a otra persona, siendo dado de alta por el citado colegio profesional en diciembre de ese mismo año. Posteriormente, se dio de alta en el Colegio de Lérida, utilizando una certificación expedida por el de Madrid. Tras falsear un currículo con éstos, y otros datos, fue contratado como director de relaciones laborales de una entidad bancaria, prestando servicios durante más de ocho años, interviniendo como letrado en dos procesos. Por todo ello la Audiencia dictó sentencia condenando al acusado como autor de un delito de intrusismo profesional agravado y dos delitos de estafa cometidos sobre las entidades bancarias para las que prestó sus servicios, que fue confirmada por el Supremo.
Pues bien, visto lo visto, no hay color. Nos quedamos con su particular transcripción de la realidad. Está mejor contada y acabada. Es más divertida, cálida y humana. Y no, por ello, es menos veraz. Y todos, seamos autocríticos, salimos -nos guste o no- retratados porque somos parte de la misma .
PD Corresponde en EXCLUSIVA la denominación y FUNCIÓN DE ABOGADO al Licenciado en Derecho que EJERZA PROFESIONALMENTE la dirección y defensa de las partes en toda clase de procesos, o el ASESORAMIENTO Y CONSEJO JURÍDICO (arts. 542 LOPJ y 6 EGAE). Este capital extremo viene siendo sistemáticamente olvidado e incumplido por muchos con la anuencia pasiva de los Colegios de Abogados. Sin ir más lejos por la propias Instituciones (Vbgr. caso de Juana Rivas y la asesora del Centro de la Mujer de Maracena).
creo que es porque profesionales de vocacion y ocacion.
Esta inocentada cuenta verdades como puños.. o puñetas…
Me tragué la inocentada, pero en mi descargo decir, que algo me sonó mal cuando el susodicho no descargaba los formularios para la demanda y demás escritos de internet…
En un contexto social en el que los bulos, más conocidos por el anglicismo «fake news», abundan como moscas en la…, su simpática novatada nos hace reflexionar sobre qué y a quién podemos conceder más fiabilidad respecto a la veracidad de aquello que nos comunica.
Como lector habitual de su blog, me imaginaba que no iba a dejar de pasar el día sin animarnos con alguna de sus fantásticas bromas. Agradecérselo y corroborar una vez más que tras una persona con humor e inventiva hay generalmente un humano inteligente y psicológicamente equilibrado.
Por lo demás, pido el indulto para el ‘abogado’ autointutilado a condición de que se matricule en la facultad de derecho, curse y apruebe los exámenes de todas las asignaturas, castigo merecido.
Lo he leído con muchísimo agrado y me ha recordado un caso que conocí personalmente de un sujeto que estuvo ejerciendo como abogado en Barcelona, sin tener título tampoco. Pero el que yo comento, fue real. No se si todavía vive el Sr. Cañas, pero hay que reconocer que era muy efectivo. Saludos y muchas felicitaciones por su historieta, burlona y creíble del principio a fin.
No hace mucho se descubrió algo parecido,un colega estuvo quince años en el colegio de madrid ejerciendo sin título, y no pasó nada.
Jajajaja, he picado tal cual, pero reconozco que está muy trabajada. Sdos.
JAJAJAJAJAJA Es usted magnífico Enhorabuena.
Muy interesante y sumamente diciente la afirmación del falso abogado Manuel M.C. acerca de que El Derecho administrativo cambia tanto que nadie nota si estás o no al día. Además como es sabido que los recursos en vía administrativa o no se responden, o se desestiman, pues era negocio seguro. En Colombia le hubiera resultado igualmente fácil ejercer bajo la misma premisa..
Aun me estoy riendo.
Pero ojo que ha habido casos, y en profesiones con un plus de gravedad. Os podría comentar un delito de intrusismo médico descubierto tras más de 20 años de profesión del tipo y siendo jefe de servicio en un hospital público. Y otro al que cazamos cuando vino a colegiarse como especialista en traumatología y en cirugía plástica sin ser ni siquiera médico, con unos títulos maravillosamente falsificados con los actuales medios digitales (lo descubrimos consultando al Ministerio expedidor de los títulos, que llevan código alfanumérico, pero cuando tal consulta no era obligatoria). Imaginaos al tipo operando de columna.
Por tranquilizar un poco diré que, al menos en el ámbito sanitario, en la actualidad es difícil que ocurra pues los registros creados tras la Ley de Profesiones Sanitarias y su interconexión en tiempo real entre administraciones y colegios lo hace prácticamente imposible.
Feliz año entrante a todos.
De todas formas a la inocentada la afirmación de «tengo la sensación de que mi porcentaje de victorias hubiera sido el mismo aunque fuese titulado en Derecho» no tiene desperdicio y mala leche porque muchas veces consideraría que es cierta.
Muy Bueno SEVACH no hay nada como el humor, gracias por pegarmela!!!