Me entero de la noticia de que el gobierno de Egipto está construyendo en Giza una carretera elevada que atravesará un área residencial con viviendas al alcance de la mano, con el riesgo consiguiente de peligrosidad y contaminación. Se trata del conocido como Eje Rey Salman (12 kilómetros de largo y 65 metros de ancho). Una imagen vale por mil palabras.
Curiosamente es un ejemplo de urbanismo, que pese a su lejanía, nos ofrece valiosas enseñanzas.
Lo que no debe ser el urbanismo. No parece que sea muy adecuado que en un ámbito residencial donde debe imperar el orden, la tranquilidad y la seguridad, se alce un mazacote con todo lo contrario. Ni que los propietarios de la planta baja queden sin luz natural o expuestos a ruido y gases. Ni el peligro del tráfico rodado. Si urbanismo es orden y armonía de valores, no caben esperpentos ni hipotecar la ciudad para el futuro. En las grandes ciudades cobran sentido los bulevares como grandes avenidas peatonales y no las infraestructuras invasivas.
Lo que debe ser el urbanismo. Si ahondamos en las razones del gobierno, y bien está no precipitarse a juzgar, nos encontramos con que afirma que los cuatro bloque de edificios tan próximos eran ilegales y el gobierno anuncia su demolición con indemnización a los propietarios tras ultimarse el puente. O sea, serían edificios fuera de ordenación y el resultado final, será una vía pública salvando las distancias mínimas.
Lo que debe tenerse en cuenta. Es importante saber que tal obra pública ha respetado un procedimiento (sí, incluso en los países de Las mil y una noches), que parece ser ha tenido en cuenta el interés colectivo, las alegaciones vecinales, la propuesta del Ayuntamiento, informes de impacto acústica y ambiental y la ratificación del gobierno egipcio. Un sistema de decisión que nos recuerda el de España. Claro que también los propietarios invocan la prescripción en favor de las obras supuestamente ilegales o que había otras soluciones alternativas, lo que también recuerda España.
O sea, acabará en un conflicto judicial, aunque me temo que si algo tienen en común – poco- el modelo español y el egipcio en materia de urbanismo, creo que es en lo difícil que es demoler lo ya hecho. Lo cierto es que en el caso analizado se enfrentará finalmente un gran puente ya hecho (interés de todos) con unos grandes edificios ya hechos (interés de un grupo). O sea, que el puente permanecerá igual que las pirámides, por todos los tiempos, y los edificios desaparecerán como muchos tesoros egipcios.
Valga lo expuesto, como un sencillo ejemplo de los intereses encontrados en el siempre complejo derecho urbanístico, y que no hay nada nuevo bajo el sol (ni siquiera bajo el sol de justicia egipcio).
Además podemos extraer la moraleja como ciudadanos de que ante las decisiones públicas hay que esforzarse en conocerlas antes de criticarlas. Por eso es tan importante la transparencia del poder público como la curiosidad del ciudadano por saber y preocuparse por los asuntos públicos (algo nos enseñaron en la Grecia clásica).
Lo comento porque me temo que los ciudadanos tenemos muy rápido el gatillo de la crítica, cualesquiera que sea la pieza que mueva el gobierno o administración que toque, cuando siempre es bueno forjarse criterio a juego lento e intentar asomarse a las razones de lo que nos puede parecer irrazonable. Y después sí, aplaudamos o condenemos, que para eso está la libertad de expresión y las urnas.
Finalmente confesaré que, por algún mecanismo subconsciente, cuando he visto la foto del puente incrustado en la ciudad egipcia, me ha venido a la mente si nuestro ordenamiento jurídico quedará así con las medidas legales que se adopten tras el Estado de Alarma.
Estan en la misma situación que en la Espàña de los años 60 y 70: Scalextric de Madrid, Primer Cinturón de Ronda de Barcelona; acceso a Bilbao por la Calle Autonomia desde la AP-8 (todos desmontados a fecha de hoy tras muchos años de ser un monumento al desarrollismo de aquellos años) o el famoso Scalextric (nunca terminado) de Vigo, y que tambien acabo desmontado.
Tienes razón, se están generando espacios para alta velocidad, sin garantizar siquiera la movilidad de las personas, el Derecho a la luz natural y otros…
La imagen del eje da escalofríos, se puede apreciar que las viviendas están habitadas Un abrazo
Quizá los egipcios no han leído a Jane Jacobs …
Quienes pueden y deben hacer un urbanismo para todos, en ocasiones, empujados por intereses espurios, políticos y/o de mercado, lo hacen para unos pocos dejando cicatrices urbanas que nos marcan a todos.
El Hotel Miramar, en Castro Urdiales (Cantabria). En 1941 el Ayuntamiento construyó, sin ningún tipo de permiso, un edificio en la Playa de Brazomar para balneario que, al poco, transformó en hotel. Posteriormente, consiguió una concesión para que diera servicio de balneario. Años más tarde, La Ley de Costas de 1988 determinó que la mayor parte de lo construido estaba en zona de dominio público terrestre. Tras perder la concesión, por no usarse para baños medicinales sino como servicio hostelero, el TS confirmó su, aun pendiente, demolición.
La Marbella de Jesús Gil. Permitió edificios de doce plantas donde estaban permitidas dos, gasolineras en suelo destinado a colegios y más de 38.000 viviendas ilegales. Paralelamente todas las denuncias que se realizaban eran archivadas. Actualmente Marbella es una ciudad sin suelo libre, desequipada, con más de 20.000 viviendas sin regularizar y eternamente judicializada (el penúltimo ejemplo, la STSJA, Sala Contencioso de Málaga, de 31-01-2020, que anula la aprobación del TR del PGOU de 1986 de Marbella que realizó el Ayto. en 2017).
El Hotel Algarrobico. Edificado en propia playa y dentro del Parque Natural Cabo de Gata. Su millonaria demolición, confirmada por el TS, sigue suspendida.
Gemelos 28, en Benidorm (Punta Llisera). Conjunto residencial de lujo compuesto por dos torres gemelas de 21 plantas, construido a nivel de playa y dentro del Parque natural de la Serra Gelada. Su demolición manual, ordenada por el TS, sigue sin hacerse. También queda pendiente una indemnización a sus propietarios de más de cien millones de euros a cargo de la Generalitat Valenciana.
El agente urbanizador. Figura que fue introducida por la Comunidad Valenciana a través de la Ley 6/1994, Reguladora de la Actividad Urbanística. Si el agente urbanizador lograba el visto bueno de un Ayuntamiento para un plan urbanístico, aunque no fuera propietario del suelo elegido, el plan salía adelante. España llegó a sumar 15.000 reclamaciones ante Europa de ciudadanos comunitarios por los abusos que propició esa norma.
PD Comparto su subconsciente impulso de identificar las imágenes que representan estos desmanes urbanísticos con el estado en que queda nuestro ordenamiento jurídico tras las medidas del estado de alarma. Menudo caos y cicatriz jurídica nos va a quedar.
Echo de menos el caso de macro-corrupción urbanística Fuengirola que nada tiene que envidiar a Marbella; pero que fue muy bien contra-programado y tapado. O lo de Santoña, Seseña, las autopistas radiales, los aeropuertos, los centros penitenciarios con piscinas cubiertas (mismos beneficiarios siempre).
Bueno, hay tantos que uno tiende a nombrar solo los que afectan a nivel personal. Lo demás sería imposible.
No creo que tengamos nada que «enseñar» a Egipto. Bueno, sí le podemos enseñar a Egipto a que deben dedicarse la Fiscalía «Anti-Corrupción» y los medios para que todo vaya bien.
En cuestiones técnicas como dobles o triples inmatriculaciones, dobles ventas, segregaciones sin límite de finca matriz rústica que dan lugar a repetidas parcelas urbanas, control de ayuntamientos y urbanismo por personas sin conocimiento técnico alguno, sin estudios, gestionadas por los «técnicos del partido», etc etc. Pero todo a su tiempo. Egipto debe seguir su propio camino y si quiera una «master class», que venga a Spain.
SI. Me uno a vuestras consideraciones. Pero permitidme recordar que a Jesús Gil lo puso en el Ayuntamiento de Marbella, el PUEBLO. Y por tanto, al estilo del Tenorio, que sea el pueblo quien cargue con sus culpas. La democracia implica en primer lugar, NO DERECHOS, sino responsabilidad…y llevo cuarenta años sin verla.
Me parece muy procedente este comentario de juanjosemarin… A Jesús Gil lo eligió el pueblo y, si no me equivoco, le concedió varias mayorías absolutas. Lo fácil (y casi siempre cierto) es echar la culpa a los especuladores, los promotores, los políticos corruptos etc…Pero alguien debería recordar a los votantes de Jesús Gil que no podían alegar “ignorancia”…que votaron a un sinverguenza, que lo sabían y que prefirieron “eso” con la esperanza de que así les iría mejor a todos…Disfruten lo votado!!
Lo mejor del artículo, la reflexión final.
Pues yo diría que este caso es una muestra de los peligroso que puede resultar, confiar tanto en el Teletrabajo y en el BigData, pues aquí lo se ve, es que los ingenieros que elaboraron el proyecto nunca han pesado en lugar de la obra, ni se pararon a comprobar si los datos plasmados en los planos, atendían a no a la realidad física.
Una tremenda barbaridad
Una atrocidad como atroz es la concentración de la población en grandes urbes como El Cairo
Muy bueno J.R., has jugado con nuestras mentes que, con toda seguridad, han condenado antes de conocer los detalles. Un saludo,
Respetado Magistrado. No pretenda hacerme creer que lo perseguido por Usted con este comentario es un tema urbanístico. -A la vista de la mayoría de las opiniones que se recogen parece que si.–Yo me quedo con la reflexión final, que indudablemente se justifica en el esperpento urbanístico. Lo que resulte del estado de alarma–¿ahora por cuanto tiempo?–será similar al desastre urbanístico de la foto.-Por cierto una reflexión. Si es constitucional la prorroga de un mes o seis semanas,como parece pretender el Gobierno, ¿que razón hay para no pedirla por seis meses?. La literalidad de la Constitución, en este caso el silencio, no parece impedirlo, pero el espíritu de la norma, si. No olvidemos que comienza regulando el plazo de quince días.Un saludo.
La inmensa mayor parte de Egipto es un desierto. La parte próxima al NIlo es la que permite la agricultura y ahí se ha concentrado la población desde antaño. Es una franja estrecha de territorio con una densidad de población brutal.
«Casi el 99% de la población vive en el valle del Nilo, la densidad media de población en esta zona es de 1.900 habitantes por kilómetro cuadrado y de 82 habitantes por kilómetro cuadrado en todo el país». Véase: EDMUNDO FAYANAS ESCUER, «Egipto un mundo de contradicciones»:
https://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/egipto-mundo-contradicciones-viajes-turismo/20190217114219160216.html
. El nivel de disciplina social necesario para resolver con éxito los poblemas que de ello se derivan está fuera del alcance de la cultura de ese país (y creo que estaría también fuera de nuestro alcance si estuviéramos en ese trance). El Derecho por sí solo no lo resuelve todo. Es una parte importantísima del sistema social, pero es una parte. Hay mucho más.
Gracias por sus muy ilustrativas publicaciones, Sr. Chaves.
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