Contencioso

Juristas, a remar

Article_9650Dice un proverbio chino, que «bien está rezar en el naufragio pero no dejes de remar hacia la orilla». Lo digo porque la pandemia no ha quedado en un mal sueño sino que se está convirtiendo en una migraña crónica, y sin que las vacaciones hayan servido de punto de inflexión entre la crisis sanitaria y la recuperación del bienestar.

Al despedirme cara a las vacaciones ya advertí que la esperanza jurídica nos aguardaba, y creo que hay motivos para ello. Veamos el papel que nos aguarda como juristas para remar…en la tormenta.

Captura de pantalla 2020-08-30 a las 14.02.48Primero, porque no hay más remedio. La vida sigue y nuestras obligaciones personales, familiares y patrimoniales, requieren que trabajemos por la maldición bíblica como juristas profesionales para ganarnos el sustento con el sudor de la frente, o mas bien, con el sudor de la toga.

Segundo, porque como enseñaba el Zaratustra, «lo que no nos mata, nos hace más fuertes», y creo que más allá de la verdad física del virus a nivel personal y sanitario (pese a la absurda ignorancia negacionista), creo que a nivel social la lección recibida sobre la fragilidad de gobiernos, ciencia y sociedad civil, nos ha de servir para que no se repita nada parecido en el futuro. Espero que aprendamos de los errores y especialmente que todos los gobiernos, presentes y futuros, sepan que con la salud no se juega, que la transparencia no es un florero y que la Constitución ha dejado claro en su art.9.3 el mandato de eficacia para la Administración y el deber de todos los poderes públicos de «promover las condiciones en que la libertad y la igualdad sean reales y efectivas, remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social». ¡ Qué pocas palabras y qué importantes!

Traditional-Labor-Relations_GettyImages-854038454-1024x500Tercero, porque los juristas de hoy tenemos una misión generacional que cumplir, de agradecimiento a la generación que nos precede y de legado para la siguiente. La generación de juristas que ha vivido la pandemia será la que tendrá que regenerar el valor del derecho, de las libertades y derechos fundamentales, devolver la confianza y sobre todo, impedir que España se convierta en una guerra de guerrillas de políticos, de sectores empresariales, de colectivos desplazados de su zona de confort, de lucha por la supervivencia… Aguardan infinidad de conflictos jurídicos con telón de fondo de la pandemia.

La Justicia tendrá que soportar no solo lo que sería la carga habitual en tiempos sin alarma, sino el aluvión de litigios derivados de la gestión o indigestión de las medidas adoptadas durante la crisis sanitaria. El sistema judicial corre serio riesgo de colapso en algunos sectores de determinadas jurisdicciones y todos los juristas estamos implicados en evitarlo, porque una justicia lenta o ineficaz cuando está en juego la dignidad, la libertad o la hacienda, despertará una sociedad irritada y todos perderemos.

ejecución de sentenciasY digo que ese deber asiste a los juristas, porque los jueces tendrán el margen de interpretación que les da la Ley (incluidas «las malas leyes» y oportunistas «decretos leyes») pero son los abogados y letrados los que aportan imaginación y propuestas jurídicas para sentencias con sus demandas y contestaciones, así como los académicos los que tendrán que ofrecer modelos teóricos de funcionamiento constitucional y administrativo que no reviente por las costuras ante las tensiones sociales. No sé cual será la cosecha de sentencias en esta etapa de litigios, ni en calidad ni en cantidad, pero sospecho que más que nunca, serán criticadas con saña, aunque bien estará tener presente que las malas leyes, ni las cambiantes, ni las lagunas legales facilitan buenas sentencias, de igual modo que cuanto mayor sea el interés en juego (trabajo, pensión, empresa, etc) mayor es la incomprensión ante la sentencia que no lo ampara.

Y cuarto, porque los juristas tienen mucho que decir sobre qué leyes hay que aprobar. No basta la mayoría parlamentaria estatal o autonómica para aprobar leyes, sino que hay que aprobar buenas leyes, que tengan mas nueces que ruido. Es aterrador pensar en una avalancha de normas aprobadas “en caliente” y para ahogar las voces quejosas de colectivos o grupos de presión que quieren soluciones inmediatas sin importarles su efecto a medio o largo plazo, ni como afectan al conjunto de la sociedad. ¿Cuándo se darán cuenta los gobiernos que quienes más gritan no tienen necesariamente más razón? ¿Cuándo se darán cuenta que no todo tiene la misma prioridad? ¿Cuándo comprenderán que los daños en los pilares del ordenamiento jurídico como los producidos en la selva virgen, o no se pueden reparar o perduran con tremendos costes?

Por último, fuera del ámbito de los litigios, las voces jurídicas de los Colegios Profesionales, Asociaciones Judiciales y de profesorado de disciplinas jurídicas, así como de los altos funcionarios juristas, tendrán que hacerse oír para inspirar las medidas legislativas, reglamentarias o institucionales, y planes, que el Estado soberano o sus hermanas menores autonómicas, preparan para un otoño jurídicamente frío y desolador. Bien estará propiciar y canalizar debates, foros e informes que puedan evitar que las ocurrencias jurídicas se plasmen en boletines oficiales.

Más que un Estado de alarma hemos vivido un Estado que se desarma. Más que una vuelta a la normalidad seguimos instalados en la banalidad, y ahora toca aplicar un Derecho aprobado en tiempos de bonanza para situaciones normales, a situaciones generadas en escenarios excepcionales.

luchaNo es fácil lo que nos espera a los juristas que creemos en el orden, la seguridad jurídica y la armonía de intereses. Confieso que me da tantas náuseas el egoísta sálvese quien pueda de los privilegiados (que los hay, indiferentes a la pandemia) como el parásito comodón que espera que el Estado le solvente todo (que los hay, indiferentes al esfuerzo que supone).

Habrá juristas que verán el escenario con pérdidas y otros con oportunidades. No faltarán los que deberán reorientar su vida profesional. La vida social del abogado se recortará y posiblemente las tecnologías de la información se habrán implantado a machete en su vida (comunicaciones telemáticas, citas previas, marketing digital, etcétera).

Pero en todo caso, se impone arrimar el hombro y altura de miras. No sé que haré personal y concretamente en mi labor profesional de ahora en adelante, pero sí sé que no soy el mismo jurista, ni con la misma ilusión, que era antes de la pandemia que ahora, aunque me esforzaré en aportar lo máximo en facilitar la regeneración jurídica y el bienestar del país.

De momento, doy la bienvenida cálida a los seguidores del blog -que ya echaba de menos, por cierto- y a partir de mañana 1 de septiembre seguiremos informando, aunque lógicamente en clave jurídica más precisa, porque los desahogos no están reñidos con el rigor. Hoy como todo recién llegado, toca ordenar, planificar, preparar los aperos y cargar las pilas de optimismo.

25 comments on “Juristas, a remar

  1. Anónimo

    Gracias por la luz que nos ofrece en este blog. También le echaba de menos. Sobre todo que le acompañe la salud.

  2. Gracias, Jose R. por tus palabras, bienvenido, le he echado de menos.

  3. Me ha gustado mucho empezar la mañana con tu análisis, que considero certero, de la situación actual, y el empujoncillo de optimismo que necesitaba. Creí que septiembre empezaría mejor, pero esto es lo que hay, y no son lentejas, hay que tomarlo sí o si!

  4. Anónimo

    Buenos días, aquí estamos otra vez en buena compañía, como siempre.

    De momento asistimos a la batalla política de rigor, » si hay un culpable, que seas tu» entre Gobierno Central y los autonómicos, vaya a ser que alguien pase factura en las próximas elecciones… Me pides estado de alarma y te lo doy, pero la cara que rompan que sea la tuya… Economía o salud, ese es el dilema. Parece ser que el 15 CE va perdiendo peso.

    Un abrazo,

    Manel Pérez

  5. ramon bonilla

    Bienvenido, José R. a la nueva normalidad enmascarada y gracias por sus certeras reflexiones.

  6. Iván M

    Feliz regreso a la mina. Se intentará ser optimista ante tanta incertidumbre.
    El blog es un pequeño oasis en la travesía, se echaba de menos.

  7. Antonio Vilaboa García

    Desde luego que en el desarrollo de este último tiempo que estamos viviendo resulta importante el blog delaJusticia.com. Los tipos de nomas, los procedimientos de elaboración y la forma de su aplicación, en este estado de pandemia, me parece que no se están estudiando entre nosotros, con el detenimiento que en otros países (p.e.: Francia). Por eso este blog es una guía suficiente para conocer los aspectos fundamentales de la aplicación de nuestro Derecho administrativo, en la situación que vivimos. Mucho ánimo al autor del mismo y a seguir con esta publicación para que nos llegue a todos los interesados. Y, en fin, gracias por ello.

  8. Fernando

    Bienvenido al «campo de batalla». No es un escenario muy alentador el que nos describes pero si nos preparamos para lo peor se nos hará menos doloroso su confrontación.
    Ciertamente los juristas tenéis mucho que aportar en la elaboración de leyes y ya sabemos que los políticos no son precisamente muy receptivos a las opiniones u orientaciones bien informadas y formadas, guiándose en no pocas ocasiones por ideas de «iluminados» o por oportunistas con intereses egoístas (entre ellos
    aquellos a los te refieres como colectivos que no quieren abandonar su zona de confort o parásitos comodones).
    Como ejemplo de este oportunismo de políticos, en este caso de uno local, describiré el ocurrido esta semana pasada en la que apareció por mi centro de trabajo con la sorprendente solución de permitir la circulación de bicicletas en ciertos apartados de un complejo deportivo-cultural que ya tiene regulada su prohibición absoluta con la conocida señal circular con borde rojo y fondo blanco. Parece ser que a resultas de una llamada de un vecino quejoso a cuyo hijo le había informado de esa prohibición, el señor concejal creyó oportuno pasarse a poner solución y entendió/entiende que no hay que ser tan rigorista con el cumplimiento de las normas siempre que el que las incumpla sepa comportarse, «ser formal pedaleando». Por mucho que se le explicó que tal permisividad va a producir conflictos, insistió en que me haga el longuis cuando en esas zonas vea usuarios con bicicletas ante lo que por escrito se le informó de mi absoluta disconformidad.
    Perdón por la extensión de la anécdota que tal vez no venga al hilo de sus reflexiones aunque yo encuentro algún punto de conexión.
    Un saludo de bienvenida nuevamente.

  9. ELENA DE L. GARCIA ROZAS

    Muchas gracias, leerte siempre resulta esclarecedor y ahora más que nunca un faro orientador y alentador. Salud.

  10. Manuela

    Bienvenido y gracias por sus certeras reflexiones

  11. Alfonso

    Bienvenido de nuevo a este extraño mundo en que el Derecho, sinónimo de orden,porque eso es una norma, ha sido sustituido por 18 junglas (17 comunidades autónomas y una estatal).
    Por ahora yo resumo la actuación de las comunidades autónomas como la de un patio de colegio, donde a uno de los 17 jugadores del patio se le ocurre una idea, y el de al lado suelta con aullido feroz «si tú haces esto, yo eso y más», y el siguiente, triplica la jugada…qué tu limitas el derecho de reunión por orden del consejero de sanidad a 10 personas, yo lo limito a 6, ¡ahí va eso! ¿Quién da más?
    Y digo yo, ya puestos, ¿por qué no elegir un número mágico? El 12 , el 7, el 3…
    Me pregunto si alguna taifa decide que quedan prohibidas las reuniones de más de una persona, si al siguiente reyezuelo se le ocurrirá prohibir las reuniones de uno consigo mismo, anulando la libertad de conciencia, también…
    Un cordial saludo

  12. Bienvenido a todos aquellos que han podido irse de vacaciones. Os deseo lo mejor en el nuevo curso, aunque parece que pintan bastos. Suerte y al toro.

  13. MARIA D.

    Bienvenido a este época que nos espera de incertidumbre y desasosiego

  14. carlos

    Adelante, Chaves! y gracias por tu fidelidad con todos nosotros.

  15. Sed bienvenidos de estas singulares vacaciones a este también singular curso jurídico. No parece que vayamos a preferir el acuerdo sobre la disensión, ni que vayamos a escuchar a los otros lo suficiente, pues lo impedirá el eco de lo propio, ni que apostemos por ser solidarios antes que solitarios. Acaso puede que nuestra razón gane un tanto de sangre de la tuya, que antes de contestar, escuche, o que mejor solución sea la que atiende a dos problemas, aunque no los resuelva enteros. Todo podría ser. De cada uno depende. ¿Lo hacemos?

  16. Togada

    Si admite alguna «sugerencia», sería deseable su criterio jurídico sobre las distintas resoluciones judiciales dictadas, tras la terminación del estado de alarma, sobre las medidas adoptadas por las CC.AA., en su blog.

  17. Juan Carlos

    A todos bien hallados. Seria bueno para retomar las cosas con ilusión haber tenido ocasión de dejarlas un tiempo apartadas y haber podido disfrutar de un descanso. Sin embargo quienes hemos celebrado juicios, presentado apelaciones, tramitado escritos varios, celebrado conciliaciones …en el mes de agosto, seguimos preguntándonos qué utilidad ha aportado diluir el descanso de procuradores y abogados en este marasmo. No nos queda mucho consuelo cuando la realidad y su cinismo nos abofetean en forma de foto del Sr. Ministro de Justicia departiendo amigablemente con un condenado a 9 años de inhabilitación por prevaricación continuada, pendiente de una casación en el Supremo en plena playa de Zahara de los Atunes sin mascarilla y sin distancia de seguridad. Ánimo le pondremos, remar remaremos, pero cuando la mujer del Cesar es un putón verbenero y además se empeña en publicar su tarifa esto se hace muy cuesta arriba.

  18. Joaquín

    Siguiendo con la mujer del césar, hela aqui posando en actitud relajada de vacaciones el 20 de agosto diciendo que la ciudadania no le perdonaria que no trabaje a partir del 11 de agosto:

    https://www.diariodecadiz.es/cadiz/entrevista-Juan-carlos-campo-ministro-impulso-modernizador-Justicia-pandemia-historico_0_1493551115.html

    Precisamente el 20 de agosto me finó el plazo para unas conclusiones bastante complejas, que el cliente no me perdonaria que no presentase en plazo, a pesar de que los unicos que estabamos eramos el procurador y yo.

    Me acordaré sin duda cuando este personaje, o el que no le ha cesado, nos vuelvan a pedir que les votemos.

  19. FELIPE

    Estimado José Ramón, es una auténtica alegría poder volver a disfrutarle a través del aire fresco de su escritura.

    Discúlpeme si, por mi parte, le recibo un poco cansado, un bastante nublado y…un muy desesperanzado. Pero, con el panorama actual y tras estas no vacaciones (que, como populista excusa, inmerecido y discriminatorio castigo y con nula utilidad, el Ministerio de Justicia nos impuso a los abogados -y a los procuradores- con la vergonzosa connivencia -por falta de implicación verdadera- de nuestros Colegios profesionales y Consejos), solo veo rebrotes negros…muy, muy negros.

    Un Parlamento que ni parla, ni menta.
    Un Gobierno que, como el rey desnudo, vive sumido en el sueño irreal de la autocomplacencia, pero que ni lidera, ni coordina, ni actúa.
    Una oposición que… ¡Ah, pero hay oposición!
    Un emérito que se ha quedado en la ¡eh! y ha perdido el resto; y un monarca actual al que le mueven la silla y quieren quitar.
    Unos partidos políticos sectarios, irresponsables y sin interés de Estado, que juegan a engañarse entre sí y a no perder -o a ganar- cuota de poder en las instituciones.
    Unas organizaciones profesionales (CGA, CGP, CC de AA y CC de PP) y Asociaciones judiciales, rancias y caducas pero, sobre todo, inútiles, incapaces de recobrar su sentido y dignidad plantándose -ante quién/es proceda- adoptando las medidas oportunas para defender y tutelar -de forma real y efectiva- a los suyos y a la suya (la Justicia).
    Una Justicia que, tras levantarse la alarma, ha ido aún a peor, y cuyo politizadísimo órgano de gobierno (precisamente por ello) silencia su verdadera voz y desactiva en origen cualquier posible reivindicación.
    Un Tribunal Constitucional que, cuando se trata de uno de los suyos, hace distingos de trato (¡Ojalá! cualquiera que tenga la desgracia de sufrir una detención, reciba un trato tan considerado y obtenga tanta comprensión y descargo previo).
    Y una sociedad cada vez más desnortada, desplomada, en ruina inminente…y a punto de ser solar.

    Sin un cambio radical (no coyuntural, segmentario o cosmético) nada tiene sentido. Pero, ninguno de los arriba indicados está por la labor.

    Mientras tanto, a los juristas nos queda lo de siempre: «SANGRE, SUDOR Y LAGRIMAS»

  20. Anónimo

    Muchas gracias, José Ramón, por tus oportunos ánimos, que vienen muy bien y se corresponden a los de un padre putativo profesional (qui pater videbatur). Ciertamente, van a ser precisos para afrontar el regreso a la realidad diaria «de la justicia», muy distinta a la de la supuesta ‘nueva normalidad’ -como nos indicaban desde el desgobierno de Babel… unos pocos- y que todavía no permite ni siquiera vislumbrar lo (o ‘la’) que se nos viene encima (salvo a adivinos o sobre cuestiones puntuales y de cierta relatividad… v.gr., estrategia).
    Que te (os) vaya bien la ‘reentrée’ o, al menos, que sea leve.
    Un abrazo par tí y para todos los comentaristas y juristas adscritos a tu blog.
    Vicente.

    PD: que estéis bien.

Responder a ManuelaCancelar respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde delaJusticia.com

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo