Luchas, triunfos y homenajes del Derecho Público

Alejandro Nieto, los que te admiran te saludan

Homenajes académicos hay muchos, con su discurso, almuerzos y buenas palabras. Normalmente son de jubilación, y aunque algunos son de “júbilo” de los que les siguen en el escalafón, siempre me han resultado entrañables los actos de agradecimiento a la entrega de quienes nos han aportado a nuestras vidas.

Es el caso de Alejandro Nieto, quien ya ha superado los noventa años, y del que Francisco Sosa Wagner ha publicado una maravillosa glosa, desde su condición de colega, amigo y pertenecientes ambos a la selecta cofradía de quienes saben decir grandes cosas con bello lenguaje.

Como aprendiz de brujo administrativo que soy, leer a Sosa Wagner hablando de Alejandro Nieto es como si Platón hablase de Sócrates, así que no me resisto a reproducir parcialmente tal escrito publicado en el diario ABC (6/10/2020) pues ambos maestros me hicieron caer como un ingenuo Saulo de la mula administrativa al mostrarme con sus escritos y predicaciones que el Derecho administrativo admitía el fuego cruzado del ingenio y el humor (si bien ha de admitirse que el humor de Sosa es menos ácido que el de Nieto).

En su artículo, Sosa Wagner nos muestra las variadas facetas intelectuales de Alejandro Nieto:

Como conferenciante, oyentes de toda España. Como jurista, Nieto nos ha desvelado las claves de los más intrincados rincones del Derecho Administrativo siempre con la mirada buida y la pluma pulida. Pero Nieto ha sido además historiador, ensayista, gestor público como presidente que fue del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Ha recibido premios con el Nacional de Ensayo y ocupa hoy un sillón en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Un paso de puntillas sobre su obra escrita:

Sus obras sobre la ideología revolucionaria de los estudiantes europeos, la tribu universitaria, la organización del desgobierno, la corrupción en la España democrática reflejaron los cambios en Europa y los profundos males que aquejaban a la sociedad española y al decorado de cartón piedra de sus instituciones políticas.

Y una pincelada al plano personal:

Alejandro Nieto es además un tipo entrañable, provocador y divertido y, sobre todo, alejado de las convenciones. Es precisamente por esta condición una suerte de sublevado muy original, un sublevado que no combate los molinos de viento sino el viento mismo, el viento que arremolinan las mentiras y las gilipolleces sociales. Gasta boina barojiana con cuya mala leche es obligado emparentar la de Nieto.

La seña de identidad de sus escritos, dada por su lengua suelta, absuelta y resuelta:

Es el jurista que despotrica de los juristas porque cree que cultivan una palabrería de cementerios, de sepulcros blanqueados, de palabras fusiladas por la conveniencia y luego mal enterradas.

Su legado:

Pero al mismo tiempo él ha dado a la jurispericia días de gloria y de vida vivida, no acartonada ni untada de afeites.Ha descorrido en sus obras los cortinones de las instituciones sociales para enseñarnos que son poco más que belén de Navidad. Es también el jurista que ha querido despojar a las mentiras de la falsa seriedad de su traje de etiqueta.

Y el lamento:

Y eso sobrevivirá de su obra aunque la sociedad le haya retribuido con una desdeñosa indiferencia.

  En lo que a mí respecta, Alejandro Nieto fue el jurista que me enseñó que “el Rey del Derecho está desnudo”, que el sistema de leyes y sentencias es manifiestamente mejorable, y que el mundo feliz de los libros no es el mundo terrenal cotidiano de los tribunales. Primero, me asomé a La organización del desgobierno (que por cierto, me lo dedicó el propio Alejandro Nieto al tropezármelo entre las estanterías de la librería Bosch allá por 1985). A partir de ahí se me despertó la afición por la prosa “alejandrina” y devoré libros y artículos suyos, ocupando un lugar especial sus reflexiones por mi trayectoria profesional, obras tales como «La tribu universitaria» (1985), «Derecho Administrativo Sancionador» (1994), «El arbitrio judicial» (2000) y «El desgobierno judicial» (2004), y como no sus artículos en revistas jurídicas, sin olvidar su Libro de Prólogos, como gusto de calificar al estilo Borgiano a su publicación por el INAP de los 34 artículos seleccionados de la Revista de Administración Pública con ocasión de su centenario (1983) cuya introducción general y la introducción particular de cada artículo, son la mejor crónica de una época del legado de una generación genial para la disciplina. Finalmente, señalaré que su obra a dos manos, de diálogos jurídicos con Tomás Ramón Fernández (El Derecho el Revés (Ariel,1998, con múltiples reediciones), debía ser de lectura obligada para todo abogado y juez (frescura, agudeza, valores y normas, reflexiones impagables y la visión de las simas ocultas del derecho y su aplicación).

  He de recomendar vivamente el delicioso artículo realizado por el gran Eduardo García de Enterría, con ocasión de la jubilación de nuestro fénix de los ingenios jurídicos y que tituló «En honor de Alejandro Nieto».

 

Así que felicito al profesor Sosa por su espontáneo y sentido aplauso a quien tanto debemos. No es extraño que mi última obra Derecho administrativo Mínimo (2002), no solo incluye a Alejandro Nieto entre los que califico de los Doce apóstoles del Derecho administrativo, sino que se ultima con la cita de la reflexión final de Don Alejandro en su maravilloso testamento jurídico, Testimonios de un Jurista (1930-2017), INAP 2017:

El Derecho cristalizado en una ley formal se va desfigurando en el curso de su realización por obra de los intermediarios que lo ejecutan y cumplen. Y por otro lado, el texto de la ley se enturbia cuando se integra en un ordenamiento jurídico compuesto de elementos heterogéneos: hacia abajo, los reglamentos, las instrucciones, el complejo universo del soft law; y hacia arriba, la constitución, el Derecho comunitario y el globalizado” Y lamenta que “Y como no, donde desemboca el Derecho merece su atención pues denuncia que los jueces “están practicando con absoluta naturalidad un Derecho sin ley, que últimamente nos ha venido del Derecho anglosajón (…) las sentencias dictadas no al amparo de una ley sino por la simple consideración de que la resolución impugnada no es racional, o razonable o proporcional”.

En fin, que pocas vidas académicas han afectado a la mente y corazón de tantísimos juristas como la de Nieto, cuyos noventa años han sembrado ideas a diestro y siniestro (como expuse en mi comentario anterior Testimonios de un jurista mayúsculo).

Es una suerte que los genios como Don Alejandro dupliquen la vida media y productividad del común de los mortales y anhelo que siga escribiendo. No hay tregua para la audacia intelectual. Ni debe haberla para nuestra gratitud.

 

21 comments on “Alejandro Nieto, los que te admiran te saludan

  1. No sé si la comparación «es como si Platón hablase de Sócrates» es muy adecuada, teniendo en cuenta que todo lo que sabemos acerca de Sócrates se lo debemos a lo que escribió Platón (entre otros) acerca de él.

  2. Joaquín

    Me declaro fan de Alejandro Nieto. Con su obra se aprende (y disfruta) más que leyendo mil sentencias del TS. Comparto que la lectura de «el derecho y el revés», en colaboración con TRF, debería aer obligatoria, tambien para legisladores.

  3. Conquero

    Leer cualquier libro o artículo del maestro Nieto es un viaje de ida, porque el testimonio crudo de una persona que ha vivido durante décadas la Administración desde dentro no puede dejar indiferente a nadie.

    Es una lástima que en las facultades de Derecho pueda uno estar varios años y salir de allí sin saber quién es Alejandro Nieto, porque ese golpe de realidad es necesario para los que empiezan a tratar con el ordenamiento jurídico. A mí me ocurrió, y hube de descubrir su obra por casualidad. Eso sí, es una de las mejores casualidades que la vida jurídica me ha proporcionado.

  4. Una persona libre. Hay tan pocas… FELIZ CUMPLEAÑOS

  5. Quevedo del Derecho, rupturista de las convenciones, artista de la palabra crítica, maestro de maestros, heterodoxo de pluma volandera, raíz y abono de las mudanzas necesarias, adalid de la función pública que usó y engrandece desde el saber real. Hombre al que leer primeras, segundas y posteriores ediciones de sus obras, no sin acidez, pues cada una añade saberes nuevos, en donde trata mal a los malvados y bien a los oprimidos. Puede que no siempre acierte, pero conviene al pensamiento libre. Vaya mi pequeño homenaje a un hombre más grande que su propio cuerpo, a unas ideas que aventan el aire contaminado de la convención cómplice del inmovilismo. Pluma que vuela raso y en altura.

  6. Francisco Muro de Iscar

    Alejandro Nieto es un fuera de serie que, lamentablemente, no tiene apenas peso en la opinion pública, lo que nos empobrece a todos, tan necesitados como estamos de opiniones críticas, originales, sugerentes y rigurosas, además de provocativas, en el buen sentido de la palabra. Menos mal que voces como la de Sosa Wagner y la tuya nos lo ponen a tiro. Gracias

  7. FELIPE

    Alejandro Nieto es una suerte y un regalo. Es referencia y referente. Es musa permanente. Es ventana que ilumina con la luz natural de sus ideas. Es inteligencia libre, original e insobornable. Es vigilante de guardia y andamio perenne que repara y corrige el malogrado edificio de nuestro Estado. Es descubridor y subsanador de males (jurídicos, políticos, administrativos y judiciales) y despertador de cerebros anestesiados y conciencias dormidas. Es luminaria de realidades ciertas y apagador de las aparentes. Es voz juiciosa y erudita, comprometida y admonitoria que da sentido pleno a los términos intelectual y humanista. Es artista inimitable de la palabra, la escritura y la fina agudeza. Es también, para el/os poder/es, un tábano que pica donde más duele, un moscardón que molesta y nunca deja de zumbar y una ortiga que irrita y levanta ronchas y ampollas. Es pura grandeza y grata compañía.

    Alejandro Nieto es…¡imprescindible e insustituible!. Es el gran maestro que nos queda. La brújula que nos activa el imán de la curiosidad, el conocimiento, la crítica y la autonomía. Nuestro último y -casi- anónimo héroe que, aunque va a cara descubierta, es desconocido por mayor parte de la ciudadanía española, su desagradecida protegida.

  8. En una misma entrada 5 GENIOS, 5 MAESTROS del DERECHO, digo 5 porque quien nos ilustra con su sabiduría y verbo fácil en este blog, al menos para este humilde aprendiz, tiene la consideración de GENIO y MAESTRO.

    • Gracias, Ignacio, pero no es justo tan alto título. Yo me divierto, sobrevivo e intento poner orden y algo de justicia en mi pequeño huerto, pero conozco mi lugar y límites. De verdad. No estoy en esa primera división aunque cuente con personas como tú que me brinda tan enorme afecto al que correspondo sinceramente.

      • FELIPE

        Querido José Ramón, sin su pequeño huerto compartido y sin su algo de Justicia, no podríamos conocer, descubrir y admirar a los Alejandro Nieto…Y COMPAÑIA, que repartidos por nuestro desnortado Estado (Administración y Tribunales) y complicada vida nos dan luz y sirven de referencia. Usted, por méritos propios, se encuentra a la cabeza de esa Y COMPAÑIA.

        ¿Qué sería de nosotros sin su compañía diaria?; ¿sin sus desayunos y almuerzos compartidos en forma de lectura (y comentarios) de sus artículos y publicaciones?; ¿sin la fruta fresca y verdura natural de ese huerto mental que tiene por cerebro y nos vitamina y regala anticuerpos contra la mala Administración, la desviada justicia, las arbitrariedades y los abusos de poder?; ¿sin su defensa de los buenos valores y su ejemplo de integridad, respeto, esfuerzo y generosidad?. Francamente, ni planteármelo quiero. Solo darle, una vez más, las gracias por todo ello.

      • Felipe: eres tan generoso con tus palabras como valioso comentarista. Estoy en deuda impagable por tus reflexiones y apoyo

  9. Dice D. Eduardo Gª de Enterría en el artículo que nos regala D. José Ramón que cuando conoció a D.Alejandro Nieto ya estaba formado, era Técnico Superior de Administración Civil y tenía una tesis doctoral terminada que varios catedráticos habían declinado dirigir, porque el tema (Ordenación de pastos, hierbas y rastrojeras) no lo encontraban interesante. Y añade:

    « El Derecho Administrativo como tal no le interesaba especialmente, sino que lo que le acuciaba,
    con la pasión que ya entonces marcaba su carácter, era más bien la reforma de la Administración y de la burocracia en particular, de la que, vista desde dentro, dada su condición funcionarial, tenía la peor opinión.»

    Es que con esa genialidad, sagacidad y conocimiento, vivir la mediocridad y malicia interna de las Administraciones patrias es un infierno, pero escrutarlas desde fuera, diseccionar sus miserias y escribir sobre ellas, es divertidísimo. Ya lo hizo Galdós, que nunca trabajó en ellas.

  10. Andrés Morey

    He tenido el inmenso placer yde pasar momentos de relación con Don Alejandro Nieto y que no puedo olvidar, bien por coincidir en participaciones en conferencias y encuentros y breves conversaciones posteriores. Sólo he tenido una con Don Francisco Sosa en Murcia también inolvidable por lo gracioso de una anécdota que desayunando me contó en relación con mi primer libro, publicación de mi tesis doctoral.
    Comparto todo lo que dice.
    Sólo añadiría una obra que prometía varios libros más y que los juristas igoran: La Burocracia I El pensamiento burocrático.
    Otra modelo de investigación para los interesados en la Administración Pública sobre las retribuciones de los funcionarios.
    Dos obras en las que aún está presente más el Técnico de Administración que el jurista
    Bienvenidos 90 años del siempre considerado «viejo profesor» y como señala Sosa Wagner escéptico y melancólico, para mí escéptico pero menos, ya que es un inconforme, y quien lo es no excéptico total, pues se manifiesta para alertar y provocar el cambio.

  11. Enrique Garcia Pons

    Un faro de luz Alejandro Nieto para los juristas en general y para los administrativistas en especial. Hago mías las palabras de que, Alejandro Nieto es el jurista que me enseñó que “el Rey del Derecho está desnudo”, que el sistema de leyes y sentencias es manifiestamente mejorable, y que el mundo feliz de los libros no es el mundo terrenal cotidiano de los tribunales, como empíricamente pude comprobar e incluso evidenciar fehacientemente en un atípico libro: Administraciones públicas: vías de hecho y violación de Derechos Fundamentales https://books.google.es/books/about/Administraciones_p%C3%BAblicas_v%C3%ADas_de_hech.html?id=_La9DwAAQBAJ&printsec=frontcover&source=kp_read_button&redir_esc=y#v=onepage&q&f=false
    Mi enhorabuena y reconocimiento también a JR Chaves, por su didáctica labor.

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