Contencioso

Deroguemos este año con efecto retroactivo

Este año 2020 ha sido calamitoso en cuando ha privado de la vida y salud a numerosos ciudadanos. Junto a esta debilidad del primario deber de todo Estado (velar por la salud e integridad física de la ciudadanía), desde un punto de vista jurídico ha sido un año con serias sacudidas en la confianza en el Derecho, cuya causa a nadie es imputable (el maldito virus que ha colonizado todo el mundo y puesto en jaque a todos los gobiernos) pero para remediar sus consecuencias sí hay y habrá responsables:

  • Un estado de alarma que se convirtió en “alarma para todo el Estado”, por su duración, medidas y descoordinación.
  • Una seguridad jurídica con peligrosas vías de agua en la norma aplicable, su extensión e interpretación: prohibiciones, restricciones y sanciones en frenética danza.
  • Unos legisladores estatales y autonómicos que buscan legítimamente cumplir programas políticos pero lastrados por pactos y consensos de inciertas consecuencias.
  • Una reconversión del Estado de bienestar por un Estado de supervivencia, donde las funciones públicas de las subvenciones pasan a primer plano.
  • Unas administraciones públicas con arcas vacías, políticos desorientados y plantillas a distancia, que tendrán que afrontar más demandas de gasto público con menos medios presupuestarios.
  • Los recortes de servicios públicos, servicios sociales y asistenciales serán inevitables como lo serán el reajuste de plantillas de personal, y la crispación creciente de ciudadanos sin empresa, sin empleo, sin sueños.

Los retos están servidos en cuatro frentes principales. En la sanidad, la educación, la economía y la gestión pública. Cualquier cambio en esos pilares ha de hacerse con cuidado, justificación y a largo plazo. Vale tanto para Estado como para Comunidades Autónomas, vale para cualquier político de cualquier color ideológico.

No hay espacio para jugar con algo tan importante como son las Leyes que son para todos y para el bien de todos, y que pugna con detestables prácticas: legislar en caliente, legislar para la galería, legislar para los amigos, legislar para devastar al enemigo, legislar por moda, legislar para distraer la atención, legislar para desactivar instituciones, legislar para parecer que se legisla o legislar para parecer que se gobierna. No vale todo en democracia. Ni es la solución cambiar la Constitución pues es norma que presta cobertura y facilidades para cualquier política seria.

Quizá es hora de recordar los principios constitucionales de la Administración pública que fija el art.103 CE con bella concisión: “La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y al Derecho”.

Con el serio cumplimiento de esos cinco apartados el año venidero sería año de bienes y vale tanto para el Gobierno de la nación como para los gobiernos autonómicos.

El norte del interés general: velar para que las leyes generales den respuesta a necesidades generales y beneficien a la generalidad de los ciudadanos, evitando dar respuesta a sensibilidades ajenas o contrarias al interés general, en nombre del padre de todas las calamidades públicas (el peligroso mantra de las “razones políticas”).

La objetividad: evitando que las actuaciones administrativas que pagamos todos para beneficio de todos, sirvan para “la cosa nostra”, para el interés inconfesable o para perpetrar lesiones contra el principio de igualdad y la deseable solidaridad.

La eficacia: evitando estrategias, postureos y normas florero.

La coordinación: evitando los picotazos entre administraciones que no se elevan hacia fines comunes.

La legalidad: evitando la tentadora rentabilidad de incumplir normas –no pasa nada– o el abuso de la máquina de los decretos leyes o leyes – para borrar jurisprudencia molesta.

 ¿Es mucho pedir para el duro año que se avecina que las Administraciones recuperen su seña de identidad y cumplan con un mandato constitucional tan claro de legalidad y eficacia?

Como los mandamientos, esas cinco reglas o principios de oro del poder público, se encierran en una premisa clara, tajante e irrenunciable: la prohibición de la arbitrariedad que el art. 9.1 de la Constitución incluye en su título Preliminar, en paridad con los principios de libertad, justicia e igualdad (art. 1 CE). Y aquí me van a permitir traer a colación lo dicho por el Rey Felipe VI en su discurso navideño:

Unos principios que nos obligan a todos sin excepciones; y que están por encima de cualquier consideración, (…) incluso de las personales o familiares

En definitiva, todos los políticos, autoridades y funcionarios, incluidos jueces, juran o prometen cumplir la Constitución al tomar posesión de su cargo. Ahí tienen la oportunidad en el año 2021 de demostrar su responsabilidad personal y para con la ciudadanía. El país que sale de los escombros de la pandemia necesita liderazgo moral, seriedad política y responsabilidad de todos los que cobran de los presupuestos públicos, desde el supremo mandatario hasta el humilde funcionario de menor rango. Necesitamos confiar en el Derecho en tiempos convulsos. Ese es el reto y el Derecho que España necesita.

¡¡Feliz año 2021, queridos lectores!!

Y una vez más, mi agradecimiento por esa fidelidad al leer mis ocurrencias semanales en este blog que avanza en la pubertad (¡13 años emitiendo en frecuencia jurídica modulada!), por la indulgencia ante algunos inevitables sesgos de la información que puede no gustar a todos, pero sobre todo por el valiosísimo apoyo en mis momentos difíciles que me habéis brindado muchos de vosotros.

Reconozco que personalmente he disfrutado de un buen año pero se ve empañado por un penoso contexto socioeconómico donde no veo vida, alegría ni salud, así que por eso os deseo lo mejor para el año venidero y ojalá que la pandemia sea historia y recuperemos la ilusión y la vida sana.

13 comments on “Deroguemos este año con efecto retroactivo

  1. Feliz año!! Como siempre, es su profesionalidad y capacidad como educacionista de las pocas cosas buenas de este tormentoso año!!! Muchas gracias!!

  2. Javier

    Mis mejores deseos para el 2021, gracias José Ramón, de todo corazón, por tu valioso y acertado magisterio que, como el pan nuestro de cada dìa, nos sirve de sustento y didàctica orientación, en nuestra labor diaria.

  3. Estimado, MAESTRO, creo que falta pedir al 2021 que la mentira sea desterrada de las instituciones públicas, que se cumpla con todo rigor las normativas sobre transparencia, que no sean simples tochos de papel que justifiquen el sueldo de algunos, y por último, que no nos traten a los cuidados como niños. Feliz año nuevo a ti, tu familia y todos los seguidores de este blog que es un pozo de sabiduría.

  4. Pingback: Deroguemos este año con efecto retroactivo – lopezleraabogado

  5. Feliz año D. José Ramón. Si su pensamiento y buenos deseos se imponen, nos irá bien a todos.

  6. Anónimo

    Gracias por las acertadas reflexiones recogidas en el artículo. Mucha fuerza para las batallas que están por llegar. Y todo lo mejor para este nuevo año 2021.

  7. FELIPE

    En 2021 hay que poner a la política y a la Administración frente al espejo. Que se vean bien. Aunque no les guste su imagen. Para que recobren su auténtico sentido y razón de ser. Para que dialoguen, funcionen y sean eficaces. Para que empujen juntas y echen a andar al país.

    Sobre este 2021, que ya ha roto aguas y está a punto de nacer, me permito reciclar (de entre los infinitos objetos que guarda en el inmenso almacén de saber compartido que es su blog) este comentario que realicé el 23.11.2019, que resume algunas de mis esperanzas y deseos.

    «Ayer tuve un sueño. Soñé que las distintas Administraciones (sus gobernantes, funcionarios y personal a su servicio) eran conscientes de que nuestro verdadero despegue como gran nación (más allá de sus imperfecciones, crisis institucionales, inoperancias políticas, déficits públicos, problemas de paro, insostenibilidad de pensiones, populismos -importados o locales-, reformas pendientes, discrepancias ciudadanas,…) se produjo a partir del reconocimiento de su existencia, diferenciada, sí, pero coordinada, también, dentro nuestra Constitución. Que asumían que su autonomía de actuación solo tiene verdadero sentido y plena eficacia a partir del reconocimiento de la de las demás y de su recíproca y leal colaboración. Que aceptaban que no existe un muro o frontera invisible e infranqueable entre ellas, que las aísle de las demás, pues sus competencias, en no pocas ocasiones, se ubican en terrenos pantanosos y zona grises y, además, no son patrimonio privativo sino meramente instrumental para lo consecución del interés general. Y que admitían que, de igual forma que todos los miembros y órganos del cuerpo humano deben actuar al unísono para garantizar su buen funcionamiento, pues lo contrario será indicador de algún tipo de tara o enfermedad, así debía suceder con el cuerpo que conforman todas las Administraciones en nuestro sistema constitucional…»

    Feliz año 2021, para usted -y su familia-, querido José Ramón, que hago extensivos a sus seguidores (en particular a todos los 0).

  8. Anónimo

    Feliz año 2021, deseando que sea un año normal y corriente como los anteriormente vividos. Muchas gracias por los artículos que disfruto leyendo siempre.

  9. Muchas gracias por tu ejemplo y tu mensaje. Que en 2021 se haga Justicia y se cumplan los propósitos que compartimos. Un fuerte abrazo
    Ricardo

    • sic: «Los recortes de servicios públicos, servicios sociales y asistenciales serán inevitables como lo serán el reajuste de plantillas de personal, y la crispación creciente de ciudadanos sin empresa, sin empleo, sin sueños»
      Me niego aceptar que la futura realidad, sea esa, ciertamente la crisis que se avecina es de órdago, pero la solución no puede ser la de siempre, habrá que hacer cosas distintas si se quieren obtener resultados diferentes a los ya empleados en otras crisis, la frase no es mía se la atribuye a Albert Einstein…..
      Una sociedad no puede simplemente relamerse de las heridas y ver como sobrevive, habrá que usar imaginación, ganas, ilusión y recuperarse, levantarse y luchar para volver a alcanzar cotas de estado de bienestar mejores aún….lo peor que nos puede pasar es el pesimismo y entregarnos a lo de siempre….recortar y recortar, y ver si poco a poco levantamos cabeza….a mis 52 años me han tocado tantas crisis económicas y las recetas empleadas siempre son las mismas….me niego….Pido fuerza, ilusión y ganas de mejorar.
      Espero que se equivoque Señoría, ojalá que se equivoque, aunque suele acertar, prefiero no sea así.

  10. Daniel Bellido

    Gracias Dr. Chávez por su blog, que me permite conocer y reflexionar sobre la doctrina legal de esta jurisdicción administrativa.
    Su esfuerzo y tesón en continuarla es encomiable.
    Mis mejores deseos para este inminente 2021, pero la realidad de la salud general y también de nuestra Justicia no creo que sigan esa línea de rotunda mejora.
    A pesar de todo, el 2021 nos dará una oportunidad, incluso de eutanasia.
    Fuerte abrazo.
    Daniel Bellido

  11. Anónimo

    Gracias Chaves, estás hasta el final del año al pie del cañón.se agradece de corazón. Salud y suerte para conservar la salud.
    Comparto tu análisis realista pero siendo realistas desde la administración poco podemos esperar, no hay compromiso del bien común.solo prebendas y moscosos sin responsabilidades.
    Es así.
    Carlos de Miguel camarero

  12. Julio Rendón

    Feliz Año, Maestro Chaves.

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