Alternativa a la mediación para solucionar conflictos: piedra, papel, tijera

Ante la densidad y zozobra jurídicas que nos invaden, me apetece rebajar el nivel de tensión y comentar algo humorístico sobre el derecho.

Viene al caso, porque me enteré casualmente de la noticia de que, hace diez años largos, el juez Gregory A. Presnell del Tribunal Federal de Distrito en Orlando se enfrentó a la incapacidad de dos abogados para ponerse de acuerdo en una demanda de seguros sobre una cuestión relativa a la practica de prueba testifical. Para resolver la discrepancia entre los abogados, el juez les ordenó por escrito reunirse en un sitio neutral –los escalones de la entrada del tribunal federal en Tampa– y zanjar la disputa “en un juego de piedra, papel, tijeras”. El propio juez les indicó que se trataba de “una nueva forma alternativa de resolución de disputas”.

Los abogados se pusieron de acuerdo, sin pasar por el trance.

Como curiosidad, en Japón existen concursos nacionales de “piedra, papel, tijera” y en el año 2005, el diario The New York Times informó que un gran empresario japonés contactó dos de las casas de las casas de subastas más célebres del planeta, Christie’s y Sotheby’s, y organizó un duelo de piedra-papel-tijera entre ambas cuyo premio sería celebrar la subasta de la colección de arte del magnate, con piezas de Cézanne, Picasso o Van Gogh.

Los representantes de ambas firmas, se prepararon para ello, y el encuentro tuvo su solemnidad: cada participante escribía en un papel el arma elegida, que después leía el magnate. Ganó Christies con una tijera frente al papel de Sothebys.

De hecho, todo conflicto parte de un enfrentamiento (a voces, palos o PIEDRAS), un litigio donde los actores y demandados juegan un PAPEL, y finalmente el juez CORTA el nudo gordiano.

El caso no pasa de la anécdota extravagante pero provoca algunas relajadas reflexiones sobre nuestra Justicia, en similar tono lúdico.

• ¿Cuántos pleitos se zanjarían más rápido y con menores costes, mediante un juego rápido y sencillo?
• ¿Acaso algunas sentencias estiman parcialmente tan poco, que se consuela la parte con que “menos da una piedra”?
• ¿Quién no ha pensado que una sentencia asume tanto el “corta y pega” que es más fruto de tijeras y papel que de ciencia jurídica?
• Incluso es posible que algún litigante decepcionado lea la sentencia en papel, la haga trizas con una tijera y tenga ganas de arrojar una piedra al… ¿abogado, juez o contrario?

En fin, de broche final, ahí va mi viñeta lúdica.