Cartas Ibéricas

A los juristas inquietos, al menos nos queda la Navidad

Al margen de las referencias religiosas, las fiestas navideñas son un estupendo antídoto frente al tráfago del trabajo, el contexto de pandemia, las calamidades que nos sirven los noticieros. Específicamente para los juristas, supone una tregua en el terremoto que sufre la seguridad jurídica con tantísimas leyes nuevas, cambios de jurisprudencia y avisos de tribunales europeos, a la par que inmersos en una digitalización interminable.

Personalmente añoro las fiestas navideñas de mi infancia -supongo que como muchos lectores- por aquello de la despreocupación, la pitanza, la noche prolongada, la compañía plenaria familiar, el ocio, el ambiente gozoso, la ilusión de ser comparsa de una bella historia de pesebre y amor.

Quizá esas navidades de sidra y jazmines, de gritos y risas, de belén y mazapanes, no volverán, como las golondrinas del poeta, porque la flecha del tiempo avanza y no retrocede, como el espejo nos lo recuerda cada mañana y nuestros pequeños dolorcillos, olvidos o cansancio que nos regala cada año que cumplimos.

Además, la segunda ley de la termodinámica establece la tendencia al desorden de los sistemas complejos, como lo es la vida en sociedad donde todos interactuamos y el mundo global con nuestro ecosistema altamente sensible al impacto de las decisiones de cualquier gobierno, grupo y como no, de fenómenos naturales; lo grave no es que esa ley plasme la tendencia al desorden sino algo mucho más preocupante, que lo que se desorganiza jamás vuelve a ser igual a antes (o sea, un huevo roto no hay quien lo recomponga, ni nadie nos devolverá la compañía física de los seres queridos fallecidos). Pero asumidas estas tozudas realidades, intentaré disfrutar las presentes navidades y las que vengan.

Recapitulemos. El presente es hostil y preocupante, pero los momentos de la Navidad deben brillar con luz propia. Podrán quitarnos la libertad de desplazamiento, imponernos controles y mascarillas, freírnos a impuestos, inundarnos de burocracia, arrebatarnos los sueños de un mundo perfecto, pero lo que nadie podrá quitarnos son unos días de relajo en la compañía elegida, pues Nochebuena y Navidad siempre son la burbuja de tranquilidad en el tumulto. Tiempo muerto en los problemas sustituido por tiempo vivo en las alegrías.

Así que, desde este blog, que alcanza los catorce años de rodaje, añadiendo madera a las calderas de la locomotora del debate sobre el derecho público, quiero felicitar las fiestas vivamente y con los mejores deseos de salud y bienestar a quienes me han acompañado en este viaje, o a quienes se han subido en marcha. A quienes comentan y enriquecen los artículos, a quienes los leen y los difunden, y en general, a los que se han familiarizado con visitar de cuando en cuando este rincón del derecho.

Y, cómo no, a tantos maestros que con sus obras académicas, con sus sentencias magistrales o con sus artículos en bitácoras, me han regalado la valiosa ciencia que me informa y forma.

¡¡Felices fiestas con mis mejores deseos para vosotros, los que habéis llegado hasta aquí!!

Y junto a los buenos deseos, la realidad de un abrazo astur, sin toga y sin remilgos, con brindis de sidra incluido. ¡¡Toma ya!!

38 comments on “A los juristas inquietos, al menos nos queda la Navidad

  1. Anónimo

    Enhorabuena, Feliz Navidad y gracias por acompañar al trabajo silencioso. Lanzo un mensaje de esperanza, la Navidad es eso, a los que trabajamos y nos esforzamos por hacer un mundo mejor o mas sensato, y a los que tenemos que trabajar en Navidad, sin que se note.. El movimiento por pequeño que sea genera movimiento…

  2. Felices fiestas. ¡Viva el derecho administrativo!

  3. FELIPE

    Más allá de creencias o apostasías, de excesos consumistas o indignas carencias, de exageradas alegrías o amargas tristezas, la Navidad es una necesidad. Porque desde su experiencia y conocimiento de siglos sobre el género humano, fiel siempre a su cita, nos recuerda y demuestra que si estamos en este mundo es para algo que va mucho más allá de nosotros mismos. Y si bien, a través de su extensa mirada sobre nuestra vida a lo largo del tiempo, somos testigos directos de ausencias, llegadas y pérdidas, de evoluciones, cambios y rupturas, de comedias, tragedias y dramas y de aventuras, fracasos y éxitos, gracias a su luz de conciencia, a su memoria de ilusión y a su recuerdo de niño no olvidamos quienes de verdad somos ni cuál es nuestro auténtico sentido.

    Qué deseable sería poder alcanzar un cierto estado mental navideño durante todo el año (dar, recibir, compartir con alegría, pensar en los demás, ser positivos, querernos naturalmente, demostrarlo, evitar conflictos, ser generosos, desinteresados, tolerantes y, sobre todo, mucho más humanos) . Aunque, lamentablemente, como pasa con la felicidad, se desconoce la fórmula mágica para lograrlo, he de confesarles que dos de sus ingredientes secretos me fueron rebelados en un sueño. El primero, es la calidad de nuestro pensamiento. El segundo, la armonía y coherencia entre ese pensamiento y lo que dices, sientes y haces. Para lograr el primero acudo puntual -vivo y coleando- a este maravilloso Blog, a su gemelo menor -en edad, que no en calidad- y a su queridísimo y admirado autor. Es lo más parecido que conozco a una Navidad mental. Y ¡saben lo mejor! En alguna ocasión, sin saber cómo, la desconocida fórmula ha funcionado. Fuera de calendario, he conseguido la propina de días de navidad.

    ¡Felices Fiestas y mis mejores deseos para el año 2022, maestro! Que hago extensivos a su familia, su otra familia -la de sus amigos- y su familiia adoptiva -la de sus numerosos, variados y siempre agradecidos seguidores-.

  4. Daniel Bellido Diego-Madrazo

    Fortitudine vincimus. No sé, si seremos inasequibles al desaliento… pero

    Que, en este año gris, de dudas y preocupaciones por la pandemia, la luz de la estrella de Belén llene de esperanza y anhelos cumplidos estos días de Navidad con los suyos y amigos.
    Y que los brillantes colores de una vida mejor, sean cotidianos en el próximo 2022 y que todos recibamos ese pequeño regalo de cariño y armonía, disfrutando con los que tanto nos importan.
    ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
    Un fuerte abrazo al maestro Chaves y su familia lectora

    Daniel Bellido.

  5. Joaquim

    Muchas gracias por su bella y entrañable felicitación navideña. Mis mejores deseos para usted y sus lectores para el próximo 2022. Bon Nadal!!!

  6. Anónimo

    Feliz Navidad Magistrado y gracias por este magnifico espacio. Y Feliz Navidad también a todos los compañeros y compañeras que aquí nos encontramos con regularidad.

    Manel Pérez

  7. Muchísimas gracias. Y mi felicitación más prosaica.

  8. Francisco

    Feliz Navidad para todos y un fuerte abrazo desde Granada… Gracias Sr. Chaves por su magisterio.

  9. Emilio Lorido González

    Desde Badajoz te deseo una muy FELIZ NAVIDAD en compañía de tus seres queridos. Muchas gracias por enseñarnos siempre. Que el 2022 nos traiga salud y momentos felices.

    Emilio Lorido.

  10. igualmente, Felices Fiestas y Muchas gracias por el Blog.

  11. Francisco

    Gracias por el esfuerzo de mantener este magnífico blog, por sus reflexiones compartidas y feliz Navidad para todas las personas que lo siguen con admiración.

  12. Emilio Lorido González

    ESTIMADO MAGISTRADO:

    TE DESEO A TI Y A TODOS LOS QUE TE SIGUEN EN TU BLOG, UN FELIZ AÑO 2022 CON ,MUCHA SALUD Y QUE PODAMOS SEGUIR CUMPLIENDO NUESTROS SUEÑOS, SIEMPRE EN COMPAÑÍA DE LOS NUESTROS.

    EMILIO LORIDO LETRADO AYUNTAMIENTO DE BADAJOZ

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