Quisiera no escribir jamás este post. La Nochebuena es tiempo de paz, amor y felicidad, aunque el resto del año estemos preocupados y cabreados.
Sin embargo, la felicitación navideña que envié a Diego Cámara no recibirá respuesta porque ya no está su destinatario con nosotros. Terrible. Hoy, día 24 de diciembre de 2021, a las 6.15 de la madrugada, nos has dejado. Tú, siempre tan detallista y cortés, tienes la mejor de las excusas para ti, y la peor de las noticias para mí.
Te debo una carta póstuma, porque la última vez que hablé contigo, estabas optimista ante la aviesa enfermedad, con tu hablar calmoso, con esa dignidad y altura de miras que poseen los grandes personajes. Quedamos en vernos, en Madrid u Oviedo, y me constan tus mensajes cariñosos en mis foros. Me habías dicho que “mantenías a raya” el mal que te invadía, y me convenciste de que saldrías de eso, igual que hubieras convencido en el foro a cualquier juez, como hiciste infinidad de veces.
Sin embargo, la pérfida guadaña ha caído sobre ti, y me gustaría hacer pública mi admiración por tu sabiduría jurídica y saber estar.
Fuiste uno de los letrados pioneros en investigar sobre la autonomía universitaria y sobre la función pública docente. Durante décadas fuiste letrado del servicio jurídico de la UNED, alzándote en referente con cuya opinión había que contar.
Por un lado, aportabas una valiosa experiencia académica, como profesor asociado y discípulo del eminente Ramón Parada, y sembrador de valiosas publicaciones sobre derecho universitario y las fronteras entre lo público y lo privado.
Por otro lado, eras un espadachín diestro con su afilada pluma jurídica, labrada en el foro, tanto laboral como contencioso-administrativo, con planteamientos tan ingeniosos como decisivos para solventar los problemas.
Y sobre todo, sabías exponer tu opinión jurídica con tremenda honradez profesional, sin triunfalismos ni catastrofismos, sin endulzar ni avinagrar su criterio, ya fuese para clientes o para compañeros.
Por eso, describirte como administrativista sería como despachar la teoría de la relatividad con una simple fórmula, pues tu estatura jurídica era enorme y acompañada de la destreza del orfebre capaz de trenzar interpretación, argumentación y reflexión hacia la justicia del caso.
Fuiste Presidente de la Asociación de Estudios sobre Derecho Universitario (AEDUN) y me consta tu sólida reputación como abogado, en el bufete madrileño fundado en 2008 Cámara&Villalba&Abogados. Para mí, resulta especialmente valiosa y entrañable, la huella que dejaste en la década de los noventa, en ese puñado de amiguetes, ahora todos veteranos, que avanzábamos a tientas en el derecho de la universidad pública.
No hace mucho lamentaba desde estas páginas de la red, la pérdida del gran Javier Such, cuya amistad compartíamos, y ahora se suma la tuya. En ambos casos, no solo ha perdido del Derecho sino que se nos ha apagado un pedacito del corazón en el que todos alojamos a quien nos importa.
Decía el escritor Paulo Coelho que «Nunca perdemos a nuestros seres queridos. Ellos nos acompañan, no desaparecen de nuestras vidas. Simplemente estamos en habitaciones diferentes», y tú Diego siempre estarás en el piso de arriba, el que destinamos a dar hospitalidad a quien nos la regaló en vida, donde podemos alzar la vista y la memoria nos devuelve tu sonrisa y afecto. Donde encontrar a quien siempre estuvo disponible para sus amigos, para escucharnos y brindarnos ideas y apoyo.
Me consta el dolor compartido con nuestros comunes amigos Juan Manuel del Valle y Ana Caro Muñoz, y el que sentirán los compañeros de luchas universitarias, en aquellos tiempos en que compartíamos mantel para darnos apoyo y sonrisas en tiempos duros. E igualmente vaya un fuerte abrazo fraterno y de apoyo a tu querida Camelia, así como mis condolencias para tus cuatro hijos.
Echaremos de menos tu ingenio singular, brillantez jurídica, determinación estoica y leal amistad.
Estaré presente de ánimo en el Tanatorio de San Isidro, Sala 7, de Madrid, donde aguardarás desde las 17:00 horas de hoy hasta las 15:00 horas del 25 de diciembre. Después ya sé que te las ingeniarás como siempre para sonreír y ayudarnos a los que quedamos.
¡Un fuerte abrazo, amigo!
- Sentido In memoriam, en facebook, de Ana Caro Muñoz.
Descanse en paz.
Te perdemos, te nos quitan, pero te guardamos en tantas horas y situaciones compartidas, en tu mirada noble cuando era precisa, tu saber, tu forma de querer. No te vas pues te quedas en nosotros. Un abrazo, compañero del alma, compañero.
DEP
En efecto, no se nos va, se queda con nosotros, con tantos recuerdos, con la huella que nos ha dejado de su saber. Un buen compañero.
DEP
Atrás rezuma el talante jurídico que mostraste cuando te conocí en Almagro, cuando tu sapiencia jurídica nos alumbraba a los incrédulos que empezábamos y estábamos entusiasmados seguíamos estelas como la tuya. Más recientemente te he mantenido vivo por tu insistente cercanía en las redes sociales, donde tus Likes me empujaban a seguir. Siempre fuisteis así, propulsor de fortalezas y generador de inquietudes. Gracias por todo lo que nos has dado y aunque lo sea en la esencia espiritual, sigue ahí. Te necesitamos. Ahora, que tu cuerpo D.E.P.
Lo siento mucho
Acompaño en su dolor a todos los suyos
Me deja una huella indeleble
Mis más sentidas condolencias por el fallecimiento del Profesor Diego Cámara, una bellísima persona, un gran profesional y un gran compañero. Una pérdida terrible para todos, especialmente para sus compañeros de la Facultad de Derecho y del Departamento de Derecho Administrativo de la UNED, que tanto lo queríamos y tanto lo admirábamos. ¡Qué tristeza inmensa! Descanse en paz.
Triste noticia. Enorme compañero. Descanse en paz.
Me produce una inmensa tristeza el fallecimiento de Diego, compañero tantos años en la UNED. Para la familia jurídica es una gran pérdida.
Un cálido abrazo a Camelia y sus hijos.
Antes o después todos nos presentaremos ante el Misterio, Dios, el mas allá; tu Diego te has ido con la manos llenas. Descansa en Paz.
Sí, en el piso de arriba, qué maravillosa laudatio, q sí el lunes pasado fue en la uned, ahora se convierte en un memorian. Gran experto en Derecho universitario, gran y magnífico docente, un fuerte abrazo para los tuyos, y mientras seguimos aquí, yo deje testimonio de mi agradecimiento, amigo q la tierra te sea leve
Una tristísima pérdida. Ahora toca recordar los momentos lúdicos compartidos y las certeras intervenciones en nuestros encuentros jurídicos. Un abrazo para los suyos.