Contencioso

Vigencia de las leyes y vigencia de los juristas

El tiempo pasa, o más bien pasamos nosotros. Es la fuerza invisible más poderosa sobre nuestras vidas, haciendas e ingenios.

Las leyes como los seres vivos, nacen, crecen, se reproducen y mueren. Concretamente: se gestan (parlamento, incluso con partos largos), nacen (entran en vigor), se reproducen (amparan reglamentos ejecutivos o de desarrollo) y mueren (cuando les suceden otras leyes que las derogan; o asesinadas a manos de un tribunal constitucional –inconstitucionalidad– o incluso quedan en estado de coma tras una sentencia del Tribunal de Justicia Europeo –inaplicación).

Algunas leyes son como grandes árboles que añaden corteza y círculos en el silencio del bosque del ordenamiento jurídico. Incluso hay leyes longevas, como la Ley de Expropiación Forzosa de 16 de diciembre de 1954, con 67 años largos de vigencia. O la Ley de Secretos Oficiales de 5 de abril de 1968. También se las trae alguna norma, con pronóstico efímero de vida, como es el Real Decreto-Ley 17/1977, de 4 de marzo, sobre el derecho de huelga, pero con salud de hierro pese a sus graves deficiencias.

Y cómo no, dos venerables tortugas de nuestro ordenamiento jurídico, lentas pero impasibles al paso del tiempo, aunque con la concha remendada y quebrada: la Ley de Enjuiciamiento Criminal, aprobada por Real Decreto de 14 de septiembre de 1882, y su hermano, el Código Civil publicado en 1889. Ambas demuestran buenos genes y capacidad adaptativa.

Los juristas también sufren los estragos del tiempo, como profesionales, ya sea por el impacto de las nuevas tecnologías, las ocurrencias políticas, las malas leyes, la deriva jurisprudencial o la crisis económica. Sin embargo, como los conflictos son consustanciales a la condición humana y como la complejidad de situaciones es incesante, siempre la abogacía subsistirá, aunque con los cambios de piel propios de una serpiente de la jungla en que se ha convertido nuestro sistema jurídico.

Los juristas, como seres humanos, seguimos el ciclo vital, pero a diferencia de las leyes celebramos nuestros cumpleaños, y por lo que a mí respecta hoy es mi cumpleaños, paso adelante que me acerca más al inevitable precipicio. Y es que la muerte se comporta como un francotirador que no discrimina jóvenes y ancianos, aunque parece que es más fácil acertar en el blanco de quienes vamos de un lado para otro con una gran alforja de años y experiencia, pues nos movemos más lentos, con menos reflejos, menos protección y más vulnerables a enfermedades y problemas orgánicos.

Así que hoy aparcaré doctrinas y jurispericias, y seguiré el ritual de invitar a mi núcleo familiar, hijos y esposa, y recibir algún que otro regalito pese a que el mejor regalo cotidiano es no tener sorpresas de achaques y que el espejo no sea cruel.

Además, fuera del orden del día, mi amigo Antonio Arias me ha hecho un estupendo regalo pues ha publicado una generosa recensión de dos de mis obras favoritas, en el número 22 de junio de 2022, en un artículo calentito y disponible en abierto de la Revista Vasca de Gestión de Personas y Organizaciones Públicas. Gracias, querido Antonio, por ese cercano comentario sobre mi obra y persona, y por los treinta años largos de cabalgar juntos por el oeste del planeta público, en la llanura jurídica, en el poblado universitario y en las tierras locales, aunque ahora yo esté como Ranger de Texas, y tú como agente especial controlando una reserva india universitaria.

Así que para cerrar, y provocarles la sonrisa de viernes, les regalaré una cita de la película Dos Cabalgan Juntos (John Ford, 1961), referida a James Stewart y Richard Widmark, o lo que es lo mismo, del sheriff Guthrie McCabe y del teniente Jim Gary:

AYUDANTE: Sheriff, la viuda de Gómez va a tener un niño.

McKEY: Déle mi enhorabuena a Gómez.

AYUDANTE: ¡Pero, Sheriff! Gómez murió hace más de un año…

McKEY: Siempre dije que Gómez era uno de esos tipos que siguen dando guerra después de muertos.

Así que, brindaré a la salud de mis seguidores, colegas y amigos. El cuantakilómetros, o cuentadías, sigue funcionando. Que yo lo pueda contar, y vosotros también.

18 comments on “Vigencia de las leyes y vigencia de los juristas

  1. Jose vizcaino

    Interesante comentario. Algun dia tendremos que comentar el asunto de los PLAZOS y las consecuencias de su incumplimiento, tanto para los ciudadanos como para la propia Administración que, en muchas ocasiones actua como si su competencia o legitimación fueran eternas y no estuvieran sujetas a plazo alguno.
    Repito, soy seguidor habitual ya que mi especialidad juridica es el derecho administrativo y dentro de él, el Derecho Urbanístico

  2. María Dolores

    Muchas felicidades!!!!
    Espero que «las fulletes de calendari» le respenten y pueda conservar, durante mucho tiempo, esa lucidez de ideas y nos siga regalando sus comentarios que tanto bien hacen.
    A disfrutar del día!!!!

  3. Conquero

    Muchas felicidades, maestro Chaves. Lo cierto es que son algunas más las tortugas que conviven entre los juristas —ahí tenemos la sempiterna Ley del Notariado, de 1862; o la siempre polémica Ley del ejercicio de la gracia de indulto, de 1870—, pero lo que no queremos que se quiebre nunca es su fortaleza jurídica y sus bríos para sacar adelante esta bitácora virtual —y, por qué no, nuevos libros, a pesar del anuncio reciente de retirada—, referente para quienes queremos abrevar en buenas fuentes.

  4. Feliz cumpleaños

  5. Anónimo

    FELICIDADES MAESTRO!!!!!
    El espejo también refleja el alma, sin duda bondadosa de quien todos los días nos enseña mas y más. Muchas gracias y feliz día.

  6. Reputadísimo D. Nadie

    Robin Willians bromeaba aunque no muy desarcertado, con que el tiempo es el mejor maestro, pero desafortunadamente mata a todos sus alumnos. En la biografía de sus obras, el paréntesis que data al autor afortunadamente aún sigue abierto. Espero que la mano que tenga que completarlo provenga de sucesivas generaciones y se prolongue perezosamente en cerrrarlo. Muchas felicidades y los mejores deseos para un demostrado jurista coherente y honesto.

  7. Feliz cumpleaños maestro! A disfrutar de ese gran día, que disfrutes de un maravilloso día!

  8. Anónimo

    Muchísimas felicidades!!! Gran jurista y gran persona!!!

  9. juan pèrez-periàñez

    MUCHISIMAS FELICIDADES. Es viernes, las 12 y media de la mañana. Tu cumpleaños…No crees que por una vez, una sola vez en la vida, en beneficio tuyo y de la familia es espacio para que sigas el mismo ejemplo de lo que acaban de hacer muchos funcionarios pùblicos de entre aquèllos que hayan ido a trabajar ? JR, de corazòn , te mereces salir pitando del TSJA e irte a tomar el aperitivo con los tuyos y luego una buena comida… Salud y paz .

  10. ¡Felicidades!
    Me han entrado ganas de volver a ver esa película de Ford. Gracias.

  11. JUAN CARLOS

    Muchas felicidades.

  12. Muy feliz cumpleaños y gracias por su impagable labor de mantenernos al tanto de la actualidad administrativa y contencioso-administrativa de manera tan amena!
    Le deseo lo mejor!

  13. Felicidades MAESTRO. Que tengas un magnifico día y que lo disfrutes con tus seres queridos.

  14. Feliz cumpleaños!!…A seguir disfrutando, que muy merecido lo tienes!!

  15. Javier Sarda

    Gracias por contar durante estos años con tus análisis.
    El año próximo recordaremos este día de hoy.

  16. María José VIGIOLA

    Mil felicidades que tu vida vaya tan clarividente como tus consideraciones jurídicas . Es una maravilla leerte

  17. Miguel Gallego

    Muchas felicidades!!… y que cumplas muchos más

  18. Vicenç navarro

    Aunque con cierto retraso, Felicidades y por muchos más, siempre es una alegria inesperada una felicitación tardia. Gràcias por la visión fresca que siempre ofrece.

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