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Elogio de los abogados escrito por un juez

Hace un año tuve ocasión en Madrid de conversar con un grupo de abogados. Con la confianza que da compartir mesa y mantel, sonrisas y sentido de lo justo, se quejaron de lo que le cuesta a los jueces felicitar a los letrados.

Afloraron anécdotas que, siendo la excepción, al que le tocan le duelen, sobre maltrato en el foro, frialdad insultante en los pasillos, sentencias que se apropiaban de sus argumentos sin mencionar su origen, e incluso afloraron duros adjetivos o apelativos a abogados plasmados en sentencias por supuesta torpeza que herían su profesionalidad y dignidad.

Especialmente llamativa me resultó la sinceridad de un abogado cuando comentó que «Ya es bastante contar con algunos clientes atosigantes e ingratos como para que los jueces te traten con desdén y arrogancia». Otro terció: «Sin olvidar que siempre es incómodo luchar contra colegas, que tampoco somos santos». De ahí pasaron a despersonalizar el debate y a lapidar la movediza jurisprudencia, procedente de tribunales de todo rango, como responsable de excesos y sorpresas que les dejaban a los pies de los caballos.

Siendo el único juez acorralado por los abogados, les indiqué que por experiencia y percepción directa de mis compañeros, no solo se respetaba la profesión sino que se valoraba muchísimo lo que hacían.

Los jueces somos conscientes de que sin los abogados sería imposible que pudiéramos acertar en las sentencias, pues son ellos los que hacen el trabajo duro de elevar propuestas de sentencia y además bajo la libertad vigilada de su cliente y del Colegio Profesional. Es más difícil generar ideas para luchar que elegir entre las que se le presentan para poner fin al conflicto.

Además, puedo contar de primera mano, que infinidad de veces afloran en las secretas deliberaciones, sentidas palabras de vivo encomio hacia la habilidad, buen hacer o lealtad demostradas por el abogado mientras que las críticas duras eran extrañísimas.

Incluso añadí que es más fácil para un abogado el cambio de profesión, y asumir el papel de juez, que a la inversa.

A los postres, un abogado me espetó que lo que yo decía era una “presunción iuris tantum”, que todavía esperaban, que más allá de discursos de complacencia de jueces en encuentros con abogados y de la palabrería institucional, los jueces hablasen de lo bueno que tenían los abogados.

Aunque mi reciente voluntad confesa era vivir más la vida y escribir menos de Derecho, comprendí la sensibilidad del colectivo, constaté la laguna de trabajos elogiosos hacia los abogados, y asumí el desafío con mucha ilusión. De un lado, porque Lord Neuberger, quien fuere presidente de la Corte Suprema del Reino Unido, procedente de la abogacía, declaraba que el mismo experimentó: «el cambio de cazador furtivo a guardabosques», al igual que en mi caso, pues fui letrado público y abogado colegiado hasta hace veintidós años, en que cambié la toga de abogado por la de magistrado, lo que me proporciona el beneficio de conocer ambas perspectivas.

Finalmente la obra se ha publicado: “Elogio de los abogados escrito por un juez” (Bosch, 2022) con patente inspiración en la magistral obra de Pietro Calamandrei (Elogio de los jueces escrito por un abogado, 1935).

Aquí dejo la INTRODUCCIÓN que expresa mi objetivo.

Y el ÍNDICE de la obra que muestra la mercancía envuelta en 237 páginas.

Todo ello, con el magnífico PRÓLOGO de Antonio del Moral García, prestigioso magistrado de la sala penal del Tribunal Supremo.

El ensayo se inspira en el formato de la obra de Calamandrei, en la estructura en bloques de ideas, reflexiones, comentarios y confesiones (propias, de compañeros jueces, fiscales y como no, de amigos abogados y de Decanos de los Colegios).

Una sinfonía en honor de la abogacía. La letra evita citas doctrinales o legales, usando estilo vivo, cercano y realista. La música consiste en la metáfora, la anécdota, el humor, testimonios valiosos, y la sal de la propia experiencia.

He querido ofrecer una obra que explique el sentimiento y valoración que anida en la mente de cualquier juez, de cualquier jurisdicción, referido a cualquier abogado, de cualquier especialidad. Y es que, por encima del respectivo papel y la parcelación del derecho, me consta que la inmensa mayoría de los jueces y abogados comparten idéntica visión de los litigios como debate de ideas, escenarios de incertidumbre, encuentro de personalidades y sobre todo, lucha por el Derecho, pues todos somos conscientes de que en cada caso concreto participamos en la construcción de la catedral de la Justicia.

Ni distancia, ni desconsideración, ni desencuentro: armonía cómplice entre profesionales del derecho.

Confío que les resulte gratificante la obra y certera en su planteamiento, que ya puede adquirirse con envío rápido y gratuito.

NOTA SOCIAL.– La presentación de la obra en Madrid tendrá lugar el próximo 13 de diciembre de 2022, martes, a las 18.00 horas, en el Salón de Actos del Consejo General de la Abogacía, Paseo de Recoletos, 13, 28004, Madrid, contando con la preciada intervención de Victoria Ortega Benito, Presidenta del Consejo General de la Abogacía, así como de don Mariano José Herrador Guardia, abogado. Y como no, allí estaré presente, de cuerpo, alma y palabra. Inscripción gratuita.

24 comments on “Elogio de los abogados escrito por un juez

  1. Sebastián

    mis sinceras felicitaciones.

  2. juan pèrez-periàñez

    Buenos dias JR, espero que estes muy bien. Este ùltimo libro tuyo, que tambièn tendrà mucho èxito, me lo auto regalo a cuenta de los Reyes Magos. La sincera felicitaciòn por Navidad, en su momento procesal oportuno. Un breve comentario: entre abogados, el trato, el respeto, el aprender de compañeros con mas experiencia ( o menos pero mayor sabidurìa ), por lo general se està perdiendo. Sea por las nuevas generaciones, que en buen nùmero se creen saberlo todo, por los despachos-negocios muy publicitados en los medios ( pasa igual con determinada medicina de ìndole privada ) o por el estado de la sociedad actual, a mi parecer la relaciòn ha cambiado a peor. Ahora mas que nunca hay que recordar que la abogacìa, como la medicina, la judicatura o lo curas, debe ser por encima de todo- lo econòmico por supuesto, e incluso lo familiar – UNA VOCACIÒN.
    Todos ganados y perdemos juicios y por descontado que nos equivocamos. Yo, pues claro que tengo muchos defectos ( agotar los plazos, demorar la presentaciòn de una demanda…) pero te aseguro, porque es verdad, que todas las noches duermo como un bendito con la tranquilidad de que he hecho lo màximo que alcanzo a saber en el ejercicio de mi profesiòn. Y si hay que estar trabajando hasta las tres de la madrugada, perdièndose uno partidos del Mundial o en el despacho un domingo, se està…. .ABRAZO Y SUERTE CON LA NUEVA OBRA.

  3. Contencioso

    Cualquier juez que se queje de los abogados no tiene mas que hacer unos cuantos juicios de esos en que las partes se pueden defender a sí mismas, para comprobar la magnífica labor de filtrado, reelaboración y centrado que efectúan. Y maravillarse ante la paciencia que deben tener. Abogados hay de todo, como en cualquier colectivo, pero rompo una lanza a favor del buen hacer y honestidad general de la inmensa mayoría del colectivo. Lo que hace falta son mas comidas de esas que comentas, en que se pueda interactuar de forma mas libre que encorsetados en los papeles respectivos en sala.

    Saludos

  4. María García

    Muchas gracias, Señoría. De verdad que se lo agradezco. No se puede imaginar la sensación de desprecio que se siente muchas veces cuando vas a juicio y el juez/jueza te mira con desdén. Afortunadamente no son todos los jueces así (tengo mis reservas respecto de los LAJs).

    En mi caso personal, tras una preparación de un caso muy muy desagradable, defendiendo yo a una pobre menor víctima de su madre, la juez no tuvo ningún reparo en criticar en su sentencia a esta letrada que tan sólo tuvo el pequeño desliz de empatizar con la pobre menor y fui testigo (y SSª también) de cómo era maltratada ante el propio tribunal. Me terminaron cayendo las lágrimas en la vista, no pude evitarlo. Y el remate final fue la señora jueza, que debí caerle mal … En fin, para qué recordarlo…

    Las horas que trabajamos sin descanso no están pagadas con dinero. Tratar con el cliente es cansino a veces… Te encuentras jueces y LAJs que les importas muy poco o es más, sienten que les estás haciendo trabajar de más. Incluso alguna LAJ me ha reconocido que a veces se ríen de nosotros por lo poco que sabemos… La soberbia y prepotencia se encuentran en todas partes.

    Gracias por ser otro de los Jueces excepcionales. Y especial mención a Don Antonio del Moral, con quien tuve la suerte de compartir una cena hace 11 años en casa de unos amigos comunes. Fue una cena inolvidable.

    Un afectuoso saludo y a ver cuándo viene por Murcia, Cartagena, Valencia…. el mediterráneo no está sólo para ir a Cabo de Palos, caramba!!

  5. Qué buena idea escribir este libro, Jose Ramón, yo también me lo voy a autoregalar!! Con lo difícil que es esta jurisdicción, lo bueno que tiene es que cualquier estimación e incluso cualquier comentario favorable del juez sobre tu escrito, se disfruta mucho más…

  6. Daniel

    Pedido realizado. Ruego a S. Sª. lleve su pluma cargada de tinta ese próximo martes y trece, pues le pediré dedicatoria para regalarlo en Navidad.

  7. Anónimo

    Si ya le estaba agradecidísima por su labor divulgativa que tanto ayuda en el día a día profesional, este elogio a la profesión es el remate perfecto.
    Muchísimas gracias.

  8. Anónimo

    “263. Así y todo, no hay abogados ni jueces infalibles, sino profesionales del Derecho que intentan obtener la justicia con la siembra de normas y jurisprudencia….Al igual que asistimos al cambio climático y calentamiento global, en el mundo del derecho y la justicia experimentamos un calentamiento vertiginoso de la seguridad jurídica, a fuerza de cambios legislativos y jurisprudenciales cuyo seguimiento se hace dificultoso.” (Chaves García, JR. 2022.Elogio de los abogados, escrito por un juez).

  9. Daniel Bellido Diego-Madrazo

    Estimado Dr. Chaves:

    Además de fino jurista, veo que sus editoriales de cabera complementa los aspectos más comerciales de sus libros.
    Es el momento para dar prensa un título así.
    En mi carta a los Reyes Magos está su libro. Créame que leeré con gusto.
    El maestro Calamandrei además del «Elogio a los Jueces» también escribió «Troppi avvocati» y en ese libro clásico (1921) fue bastante crítico con la abogacía italiana, quizás por eso mismo, sea un clásico, al saber abordar de manera seria y comprometida dos visiones de los agentes principales de la justicia administrada.
    Un comentario final: su «Vademecum de oposiciones y concursos» es un imprescindible, que no me canso de recomendar a compañeros.
    No se canse de escribir, que muchos de nosotros no nos cansamos de leerle.
    Saludos cordiales.
    D.B.

  10. Charles Maurice Talleyrand Perigod

    “No procures nunca en los Tribunales ser más que los Magistrados, pero no consientas ser menos”,decía Ossorio.

    He sido abogado mucho tiempo y casi siempre he tenido la sensación de ser una maceta que decoraba los estrados, donde daba igual lo que alegara o propusiera.
    Horas de estudio, búsqueda de jurisprudencia, doctrina , para que te despachen en un párrafo.
    Frases del tipo “ no necesito abogados para dictar sentencias “, broncas ridículas, clientes odiosos y otros sinsabores acabaron por aburrirme.
    Ahora estoy del otro lado, soy un LAJ sustituto que ve los toros desde la barrera y lo que eran sospechas se han convertido en certezas.
    Jueces (y funcionarios) con sus listas negras de abogados, que ven a los ex compañeros como “colapsadores de juzgados “, “ya esta este con sus demanditas” y me toca lidiar con las oficinas para dar un trato digno a los letrados, que acuden a mi agradeciendo hasta que simplemente les facilite una mesa donde mirar los autos o no les imponga restricciones procesales que solo ralentizan al dinosaurio de la Justicia.
    También he de romper un lanza a favor del personal del juzgado, el cual trabaja muchísimo mas de lo que yo imaginaba como abogado y aunque ovejas negras las hay en todos lados, el 99 % son muy eficaces.

  11. Outcast

    Gran iniciativa que espero traspase algunas togadas vanidades y mueva a reflexión. El Derecho lo hacemos todos.

  12. FELIPE

    Cuenta la leyenda que George Harrison escribió su «Here comes the sun» un día en que decidió no presentarse a una reunión con sus compañeros -de The Beatles- para dilucidar sobre cuestiones legales (contratos, derechos, publicidad, fiscalidad, quién iba a llevar los asuntos financieros, etc.) y escaparse a la casa de campo de su gran amigo, Eric Clapton. La presión del negocio discográfico, las discusiones y divisiones internas de la banda, la duración excesiva y crudeza del invierno británico y algún que otro mal momento personal le tenían hastiado y agotado. Fue entonces cuando, sentados bajo un árbol, Harrison y Clapton observaron como resplandecía el primer rayo de sol de la primavera. Y esa luz -limpia, cálida y natural- fue la que despertó la inspiración y resucitó la ilusión del primero pues, de repente, comenzó a tocar la guitarra y a improvisar de un tirón su famosa canción. Representaba su deseo de seguir caminando, de soltar el pasado y de abrir un nuevo periodo. Pero también su anhelo de sentir que lo malo pasaría y las cosas volverían a estar bien en su vida.

    Hoy, querido y admirado José Ramón, usted se ha hecho y nos ha regalado un «Here come the sun». Porque al sol, en su caso al don de escribir libros (de prosa invariablemente lúcida, erudita, comprensible, reflexiva, divertida y templada; pero igualmente ingeniosa, terrenal, tolerante, positiva, variada y siempre humana; y con destellos de ligereza -para aliviar de gravedad a ciertos temas- y melancolía -porque hay realidades que no tienen arreglo-), no se le puede retener, apresar u ocultar. Porque es incontrolable y siempre escapa. Esa es su naturaleza -dar luz- y ese su ser -libremente-. Por eso su titular, desengáñese, es mero instrumento de aquél.

    Felicidades, maestro, por esta nueva salida de sol literario que recibimos con alborozo.

    • Bellísimas palabras, Felipe, y aunque excesivas por estar guiadas por una mágica afinidad que nos vincula, se agradecen enormemente. Ah, el aprendiz soy yo ante tus gotas de sensatez y sabiduría con que alimentas mis blogs y los haces reverdecer.

  13. Enhorabuena y gracias, José Ramón.
    El título ya es un desagravio a la profesión. El contenido manifestado, un recordatorio a algunas señorías del respeto que merecen los abogados (aunque lean solo la reseña).
    Recomiendo como lector los libros de José Ramón Chaves por su amenidad y utilidad (no descubro nada a quienes lo leen habitualmente).
    Solo pido al autor, humildemente, un último esfuerzo antes de retirarse de la literatura jurídica: que a ver si nos escribe un manual titulado algo así como «La organización del tiempo explicada por un juez, escritor, conferenciante, blogger, influencer jurídico y aficionado a la vida».

  14. Alicia

    Enhorabuena, José Ramón. Eres grande

  15. Pingback: El Tribunal Europeo impulsa el derecho al olvido y la retirada de enlaces e imágenes lesivas - delajusticia.com - El rincón jurídico de José Ramón Chaves

  16. Confío en poder adquirir la obra el día de su presentación (mañana), ya que salvo imprevisto tendré la fortuna de asistir, y que usted me la dedique. Gracias de antemano, como siempre.

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