Malo empezar el año 2024 con una desaparición de personas que se alzaron en referentes jurídicos, aunque ciertamente, nunca es bueno el momento para tales despedidas sin retorno.
En este caso, se ha ido Rafael Entrena Cuesta, a los 91 años de edad, nombre que dice mucho para los de mi generación y quizá poco para los que cursan actualmente Derecho.
Quien fuere catedrático de derecho administrativo de la universidad de Barcelona, dice mucho para nosotros, porque nos tocó estudiar con el arranque de la vigencia de la Constitución, por lo que para asomarnos a la disciplina de Derecho Administrativo, cuyo nombre solemne y frío no ayudaba, acudíamos presurosos a un puñado de manuales generales buscando luz en la oscuridad. No había internet, fotocopiar era laborioso y los libros costaban más de lo que teníamos.
Sin embargo, por entonces conseguí comprar el imponente Curso de Derecho Administrativo de García de Enterría y Tomás Ramón Fernández, de Civitas en dos tomos primorosamente encuadernados.
Y como herramientas para acceder al nivel de aquél, compré el Curso de Derecho Administrativo, de Tecnos, de Rafael Entrena Cuesta, muy manejable. Y como no, el utilísimo Manual de Derecho Administrativo de Ramón Martín Mateo.
Pues bien, estas dos “muletas” de ciencia me fueron utilísimas, por su claridad, sencillez y estructura.
En lo que se refiere al Curso de don Entrena Cuesta, era una maravilla porque me abrió paso a los conceptos básicos de la disciplina. Pude comprender lo que era la organización administrativa, las relaciones de coordinación y subordinación, las diferencias entre descentralización y desconcentración, la tutela y la jerarquía y otras piezas básicas, que me permitieron moverme en el tablero del ajedrez público. A ello se sumó, su exposición de la jurisdicción contencioso-administrativa de forma ordenada y lógica, poniendo unidad y sentido a lo que se ofrecía como un océano procesal inexplorado.
Creo que en mi paso por el empleo público, que desembocó actualmente en mi condición de magistrado especialista de lo contencioso-administrativo, siempre estuvo presente el mapa de organización pública trazado (o más bien, desvelado) por don Rafael Entrena Cuesta.
Sin ese abecedario jurídico-administrativo, posiblemente hubiese convertido mis conocimientos de Derecho administrativo en un amontonamiento desordenado de datos. Y con él, conseguí comprender el sentido de la disciplina, su armazón de Frankenstein diseñado con conceptos prestados del derecho canónico, alemán y francés, articulados mediante principios y que conseguían que avanzase hacia la “eficacia”.
El profesor Entrena fue maestro de muchos y de muchas materias (no solo de organización administrativa y jurisdicción contenciosa) y como me encuentro entre aquellos, –aunque no lo conocí personalmente–, me parece justo testimoniarle el agradecimiento y respeto de la legión de juristas anónimos que forjamos nuestra formación jurídico-administrativa gracias a su clarividencia jurídica.
Si a eso añadimos que algunos de mis compañeros que lo conocieron personalmente, evocan su generosidad, elegancia y definiéndolo como «buena persona», el aplauso de despedida merece. convertirse en gran ovación.
Coincidí con él en un juicio hace ya muchos años. Su exposición fue excelente, y además amena, breve y concisa. Lo recuerdo como un hombre pausado, elegante y humilde, casi afectuoso con el rival procesal. Un caballero y todo un ejemplo. Descanse en paz.
Su manual suplia a los malos catedráticos. Ayudaba a los opositores y era una herramienta imprescindible para los preparadores.
Magnífico obituario del gran Rafael Entrena Cuesta.
Descanse en paz
Descanse en Paz.
Con su manual y el de Don Tomás Ramón Fernández, preparé parte de mi oposición e, incluso, me han servido a lo largo de los años para aclarar conceptos y recordar doctrina. Grande entre los grandes maestros.
Efectivamente, su «Manual de Derecho Administrativo» es excepcional. Muy claro, muy didáctico, esencial para entender el derecho administrativo por estudiantes y opositores. En mi opinión mucho mejor, y más claro q el de García de Enterria, a pesar de la mayor fama de este último, probablemente porque Entrena Cuesta era mucho más humilde
Pingback: ¿Qué habilidades tiene el especialista de Google AdWords? – Flowboost Marketing
Hemos aprendido mucho del Profesor Entrena y de su precisión literaria jurídica
DEP un gran jurista. Como también lo fue su hermano Ramón, Letrado de las Cortes Generales, además de un brillantísimo y sabio abogado.
DEP. Fue mi profesor en la Facultad de Derecho de Barcelona y estudié con su manual. Todo un honor!
Yo también estudié con su manual, todavía lo tengo, igual que tengo muchos años. Muchas gracias por el post.
La cantidad de cosas que aprendí con él, con sus libros y conferencias. Recuerdo cuando me lo presentaron, en un momento previo a una conferencia a la que asistí en Sevilla hace años y pudimos intercambiar opiniones sobre algunos aspectos contovertidos de la reforma agraria. Ese día dejó para mi una huella imborrable de haber conocido a uno de los grandes. Mi pésame para la familia y para el mundo del derecho público español.
Fue mi profesor de derecho administrativo en el año 1960 y 1961. El acababa de llegar a Barcelona. Me imponía mucho respeto y era exigente. Su asignatura era (para mí) muy árida. Explicaba muy claro. Después lo conocí mejor y descubrí su fondo de persona buena, tolerante, justa y muy competente. No me he dedicado a la abogacía. Pero lo que aprendí en esos años, me ha servido en varias ocasiones. Siento que se haya ido.
Lo recordaré y lo recordaremos todos los que lo conocimos hace 60 años.