Leo estupefacto la noticia de que la Audiencia Provincial de Asturias ha condenado a una abogada como autora criminalmente responsable de un delito continuado de apropiación indebida; como autora de un delito continuado de estafa agravado en concurso con el delito continuado de falsedad en documento público, oficial y mercantil, y por un delito continuado de deslealtad profesional. Tales delitos según la sentencia
fueron cometidos de modo continuado, prolongándose en el tiempo desde la realización de las primera de las infracciones en el año 1998 hasta la presentación de las denuncias en el año 2013, sin solución de continuidad.
Veamos el caso con cercanía.
1. Me resultan llamativos los términos del reproche por deslealtad profesional:
la no presentación de demandas; pasividad profesional prolongada; ausencia o defectuosa reclamación de todo lo que sus clientes interesaban; la renuncia no consentida al ejercicio de la acciones; la generación en sus cliente de expectativas de difícil o imposible viabilidad; hacer decaer trámites procesales sin comunicarlo; abandono de las actuaciones hasta el punto de llegar a la prescripción de acciones y caducidad de procedimientos; retrasos en la entrega indemnizaciones, produciendo todas esas conductas activas y omisivas un perjuicio que, como se verá en cada caso concreto, lleva implícita la causación a los afectados de un estado de zozobra, angustia y ansiedad, al constatar que, tras haber depositado su plena confianza en el “buen hacer” de la acusada, sus expectativas se vieron frustradas, a la par que se percataron del engaño del que habían sido objeto, a lo que no es ajeno el que hubiese transcurrido un lapso considerable de tiempo, ya que en todo momento les hacía ver que era el normal en la dinámica de sus pretensiones. Dicho proceder debe ser calificado de doloso, pues su dilatada trayectoria y quehacer profesional, se concilia mal con un comportamiento fruto de un puntual actuar imprudente en el cumplimiento de sus obligaciones o con una falta de conocimiento de los graves perjuicios que con su actuación causaría a sus clientes.
La apropiación indebida nace porque hizo suyas “las cantidades de dinero que solicitó y obtuvo de sus clientes en concepto de provisión de fondos”.
Se riza el rizo con la falsedad documental pues
la misma creó o manipuló lo que aparentaban resoluciones judiciales, acuerdos transaccionales y formularios mercantiles que entregó, a algunos de sus clientes, para dar verosimilitud a sus maquinaciones, tratando de sostener y justificar ante ellos el recto curso de sus gestiones profesionales.
2. Esta noticia es triste para todos y abre interrogantes:
- ¿Qué lleva a un abogado, con una titulación y profesión de prestigio a tamañas felonías?
- ¿Qué explica una huida hacia adelante durante años, tapando chapuzas con engaños y éstos con delitos, sabiendo que acabaría en un callejón sin salida?
- ¿Cómo es posible que esa situación persista quince años (¡) sin que alguien reaccionase, sin que el Colegio de Abogados lo detectase, sin que los colegas de una ciudad pequeña sospechasen
3. Nada explica el engaño, fraude y estafa a personas que acuden en busca de apoyo legal. Ni siquiera los apuros económicos de los tiempos actuales porque lo suyo es reconvertir la orientación profesional o renunciar a condiciones de vida pero no ceder al egoísmo de engañar al tercero, por aquello de «no se va a enterar».
4. El problema me temo que radica en la escala de la infamia. Se comienza con una mentira piadosa al cliente (“Está todo tramitado y se ganará”), sigue con una travesura («le enseño un papel con membrete o con palabrería para que vea que ha ganado un trámite»), luego un pequeño préstamo (“utilizaré la provisión de fondos para asuntos propios que confío en devolver”), vendrá la vendetta (“perdí el pleito injustamente y no voy a perder dinero”), la conducta piramidal (“engañaré a otro cliente para tapar el engaño al anterior”); la estrategia maliciosa (“engañaré selectivamente a ese cliente que es mayor de edad o de clase media o ignorante”) y quizá luego se desate la sensación de impunidad que abre el camino a la descarada estafa, deslealtad y apropiación indebida (“nunca pasa nada… soy mas listo que nadie”).
Al final la burbuja estallará. O no…
En la serie americana Better Call Saúl, el desaprensivo abogado confiesa
Si estás lo suficientemente enfangado, puedes hacer que cualquier historia funcione. Una vez le dije a una mujer que era Kevin Costner, y funcionó porque yo me lo creía y ella quería creerme.
5. Lo bueno radica en que sienta un aviso de navegantes para los desaprensivos, con o sin toga, ya sean abogados, fiscales o jueces, aunque sean casos excepcionales y posiblemente con trasfondo de problemas psicológicos, aunque algún caso responde a angustias de nuestro tiempo (deudas, adicciones, etc).
También revaloriza el valor ético de una profesión que lucha por la justicia y el buen servicio a un cliente, refuerza el papel y la utilidad de los Códigos Deontológicos y emplaza a los Colegios Profesionales a velar por la dignidad de la profesión. También nos enseña a molestarnos a indagar a quien contratamos las cosas importantes (y vale tanto para la abogacía como para los negocios o decisiones que comprometen nuestros ahorros o sueños).
Y una pregunta…en el caso de que un cliente, al leer la demanda que ha presentado su abogado, considerara que éste ha decidido no incluir una prueba documental determinante que tiene en su mano..¿Le estaría permitido dirigirse al Tribunal adjuntándola o será una infracción?
Aunque este blog no es servicio de consultoría, dado que en esta ocasión tratamos sobre lo correcto e incorrecto en el ejercicio de la profesión, me permito darte mi modesta opinión, Pilara112, que además introduce el interesante matiz de ese tipo de clientes que le dicen al abogado cómo ha de hacer su trabajo.
Si la demanda ya ha sido presentada la respuesta a tu pregunta es no. Además ningún buen abogado puede ni debe permitir que el cliente le imponga la forma de hacer las cosas. En lugar de ello lo que debe hacer es pedir al cliente que acuda a otro profesional antes de plantar la demanda, una vez comprobada la disparidad de criterio. Pero si la demanda ya se metió, entiendo que lo correcto en ese caso sería solicitar la suspensión para cambiar de abogado (no hay confianza), después que el segundo abogado (si considera determinante la prueba documental) intente presentar el documento o que se admita en la fase de prueba y, si no se lo permiten y no hay problemas de prescripción, desistir del procedimiento e iniciar otro de nuevo aportando el documento junto con la nueva demanda. Esto último puede tener algún coste en costas en función del momento procesal en que se desista.
Tan interesante como la entrada del blog, Aurea. Me permito matizar tu comentario en el sentido de que la juventud de los abogados no les exime de saber que si no se debe interponer una demanda nadie te puede obligar, así que eran tan culpables como el hacedor de dinero. Sin paliativos.
Lo que no tengo nada claro es que esa señora supiera que iba a acabar así y ni siquiera que percibiera las posibilidades reales de ello.. Nadie se salta las normas a conciencia sabiendo y esperando un seguro castigo. Eso es más propio de personajes de ficción como el pirata romántico de Espronceda o el abyecto bandolero Parrón de Pedro de Alarcón. El pirata real soñaba con acabar como Henry Morgan, que murió en la cama como gobernador de Jamaica, y nuestra abogada a buen seguro tenía otros planes con una imagen socialmente más respetable.
A todos los que ingenuamente creen en la teoría del garbanzo negro, siento informarles de que nuestra sociedad es mayoritaria y profundamente egoísta. El color de los garbanzos es gris y la tonalidad depende de la astucia, osadía, suerte, etc. de cada individuo. En conjunto, la olla sueca es gris claro y la española una variedad leguminosa del «socarrat».
El abogado de mi madre presentó un recurso ante audiencía povincial y este le comunica la sentencía un año más tarde con la excusa de que no lo vió antes porque le llegó como correo spam.Quise morime cuando lo dijo, ahora ha pasado el plazo, pedidos un cambio de abogado de oficio al colegio y le dicen que debe seguir con el mismo, pedimos documentación faltante,copia de las actuaciones llevadas a cabo por el abogado y las transcripciones, y el colegio no da respuesta, el abogado dice que entregó toda la documentación en el colegio cosa incierta ya que falta un documento original importantisimo para emprende una nueva demanda relacionado con el caso de divorcio.Además el abogado no ha investigado lo suficiente, no ha aportado unas pruebas que debería haberlas realizado como indica la sentencia en primera instancia.No se, todo me huele muy mal, creo que se está cometiendo mala praxis e indefensión hacía mi madre por parte del abogado y el colegio, por su total desinformación,desatención y no pedir explicaciones de los documentos faltantes que mi madre ha solicitado al colegio de abogados.Por favor, necesitamos ayuda…que podemos hacer? ,gracias.
A mí, me ha paso mas de una vez, de recibir correos de parte de procuradores en designaciones de oficio, que ha entrado a mi correo como SPAM, o se han mandado por error a otros correos…. Por fortuna nunca me ha escapado nunca ningún plazo, pero es problema gordo y latente que tenemos ahí, y el legislador, conociendo perfectamente este problema, no ha querido tomar ninguna medida al respecto.
De cualquier modo, quien recibe las notificaciones es el procurador no el letrado, por tanto, es con ese con quien debería hablar. Igualmente, para pedir copias o recuperar originales que hayas presentado, deberías dirigirse al procurador, porque es quien le representa a usted ante el Juzgado.
Cómo es posible que esa situación persista quince años (¡) sin que alguien reaccionase, sin que el Colegio de Abogados lo detectase, sin que los colegas de una ciudad pequeña sospechase.Señor JR ,el colegio de abogados de Oviedo es bien sabido la cantidad de metidas de pata que comete ,mucho amiguismo y cacikismo,en todos los sentidos, Oviedo es un pueblon y en colegio se esconden muchas negociaciones,y como siempre a consta de el cliente que al final es el perjudicado ya que al final tienen que pagar las minutas por negligencias claras y probadas . Pero como dije anteriormente hay mucho cacikismo.Asi que del Colegio de Abogados de Oviedo todo .Es posible.
A pesar de que se trate de un comentario «anónimo», remito a su autor/a a la lectura del mío de 24/10/2018
Cierto, Luis. Me consta la vigilancia que hacéis desde el Colegio, y el comentario crítico al respecto es injusto, aunque también sé que es difícil que la red atrape a las barracudas. Saludos
Buenos días. Voy a relatar lo que me ocurrió con un abogado que contraté en Murcia y me ha buscado la ruina.
En 2008 contraté un abogado para llegar a
un acuerdo con el testamento de mi padre. Me dió una hoja de encargo, que no ha cumplido y le pagué los honorarios que acordamos. Cogió mi firma…
Durante años estuvo maquinando a mis espaldas, siempre del lado de la otra parte. Yo le apretaba para que acabase y me engañaba.
Me llamó para decirme que todo estaba terminado y era mentira, me intimidó, quería estafarme. El no creía que yo guardara la hoja de encargo. Me amenazó por teléfono chillando.
Lo denuncié al colegio e incluso presenté un escrito en el juzgado para anular lo que él había firmado sin mi consentimiento. Después me he enterado incluso de que me ha dejado sin mi casa. Les dió mi número de cuenta.
No sirve de nada. Me pertenece justicia gratuita por ser familia vulnerable y me la niegan porque es para defender mis derechos. Cuando al principio me dijeron que lo tenían que solucionar de oficio.
No sé lo que ha hecho o ha firmado en mi nombre. Incluso me amenazó con renunciar al testamento de mi padre. Tuve que salir corriendo a quitarle los poderes recién salida del hospital.
Se ha quedado toda la documentación y me dijo: «qué si era guapa fuera a por ella».
Ya no sé qué hacer, lo último ha sido un recurso de reposicion.