En mi modo de relacionarme con el poder público, me considero perteneciente a una especie de homínido en transición, entre el Homo visibilis (ciudadano visible que se relaciona con funcionario con rostro) y el Homo tecnológicus (ciudadano y funcionarios ocultos en la electrónica).
Sin embargo, ni ciudadanos ni servidores públicos podemos ignorar los nuevos canales de comunicación con la administración ni la reconversión de la naturaleza del expediente, procedimiento, firma, Registro y otros viejos institutos que ahora han adquirido rango «electrónico». Relaciones más directas, más rápidas, más automatizadas, pero también más frías y menos sensibles a la singularidad del caso y al resolución del problema que se sale del autopista.
Los primeros pasos hacia la electronificación de la Administración fueron prudentes, singularmente la Ley 24/2001 de medidas Fiscales administrativas y del orden Social, que modificó la Ley 30/1999, y la Ley 11/2007, de 22 de junio, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos.
Aunque fueron acompañados de más voluntad que hechos y de reglamentos dispersos, supusieron esfuerzos similares a los experimentos tortuosos de los hermanos Wrigh para poner en vuelo sus prototipos de máquinas voladoras. Sin embargo, tras la finalización de la prórroga de la prórroga de la vigencia de las normas electrónicas de las leyes troncales, 39/2015 y 40/2015 (Procedimiento Administrativo, y Régimen del Sector Público, respectivamente) y la vigencia del Real Decreto 203/2021, de 30 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento de actuación y funcionamiento del sector público por medios electrónicos, podemos considerar que en España ha despegado la administración electrónica que merece tal nombre.
De ahí la oportunidad de los seminarios o cursos que nos preparan a los servidores públicos y a los ciudadanos para el viaje. Es el caso del inminente seminario, en formato virtual e inscripción gratuita que se celebrará las tardes de los días 26 y 27 de mayo, en atractivo programa. La orientación es hacia la Administración Electrónica en las universidades públicas, pero dado que no existe ninguna singularidad normativa electrónica para esta institución (aunque sí aplicativa por la complejidad organizativa de la comunidad universitaria) su contenido es plenamente útil para cualquier otra administración pública. De ahí, que el Seminario está abierto sin restricciones a todos los interesados, sin fronteras geográficas, y bajo la organización de la Fundación General de la Universidad de Salamanca con el patrocinio de Universitas XXI
El seminario, coordinado por Antonio Arias, constará de siete ponencias de expertos en tecnologías y administración electrónica, que arrancarán con la exposición de apertura a cargo de Ricardo Rivero Ortega, promotor de la iniciativa, desde su condición de Catedrático de derecho administrativo, quien abordará el «Estado actual de la administración electrónica en la universidad pública española», que irá seguido de seis excelentes ponentes, con la ponencia sobre el ecosistema tecnológico universitario a cargo del catedrático salmantino Francisco García Peñalvo; la visión del marco normativo global del también catedrático Julián Valero; y el examen de los pilares administrativos a cargo de profesionales cualificados de la vida administrativa: Reglamentos universitarios y registro (Helena Villarejo-UVA), archivo y expediente electrónico (Francisco García–UAM) y las notificaciones electrónicas (Carlos G. Otero-USC), y de postre, se analizará su influencia en el circuito económico (Santos Pavón, Universitas XXI). El cierre lo ofrecerá Pilar Jiménez Tello, Vicesecretaria General de la Universidad de Salamanca.
Se me ha brindado el honor de una intervención adicional, necesariamente general, sobre la administración electrónica y horizonte crítico que se abre; en mi caso, rechazo mi condición de experto en esta difícil materia (como en tantas otras que sería infinito citarlas), así que más bien mi papel será el del coro en la tragedia griega que reflexionaba o comentaba la acción desde una posición secundaria.
Este es el programa y el registro o inscripción es libre; si le interesa, haga Click, aquí:
¡Bienvenidos!
De lo importante poquísimos se dan cuenta y los más lo callan, que esa administración tiene su propio fin y que no está orientada a intereses humanos.
Para cuando se den cuenta ya seremos criaturas dominadas por la inteligencia artificial, el nuevo dios.
Quería saber si los particulares podemos inscribirnos en el seminario, ya que en el formulario solicita Universidad de procedencia y cargo administrativo.
Gracias Chaves. eres infinito, abarcas todos los temas, incluso nos versas sobre lo que viene. gracias como siempre.
Carlos
635463558
Excelente aporte Dr., como siempre. Saludos de una fiel seguidora, desde Perú.
La inscripción parece estar abierta sólo a trabajadores de las distintas Universidades (de hecho se exige indicar cargo y Universidad de procedencia). ¿podríamos inscribirnos empleados públicos ajenos a la Universidad, pero con gran interés en la materia? Y en su caso ¿cómo? Gracias.
Sí, Jesús, podéis inscribiros empleados públicos de cualquier administración, haciendo constar p.ej. Ayuntamiento de Jaén, TGSS, etc
Un saludo
Gracias Info sr Chaves
¿Quiere esto decir que la USAL va a dejar de pedirnos que descarguemos un PDF, lo rellenemos a mano y lo presentemos personalmente en secretaria, como viene haciendo hasta ahora para inscribirse en un grado? Gracias.
Muy bien. Ahora solo nos falta que el sector público esté a la altura, puesto que en nuestro País el papel es más rápido que la administración electrónica. A causa de la pandemia, o con su excusa, es imposible contactar con la administración, y los miles de correos electrónicos enviados previos a la vía social, por ejemplo, se deben quedar en el buzón. Esto por no hablar de juzgados y tribunales. Muchos están a mediados del siglo XX con suerte.
Manel Pérez