Entra en vigor la Ley de Contratos del Sector Público… y yo con estos pelos

Hoy, 9 de Marzo de 2018 entra en vigor la Ley de Contratos del Sector Público la ley 9/2017 de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público, por la que se transponen al ordenamiento jurídico español las Directivas del Parlamento Europeo y del Consejo 2014/23/UE y 2014/24/UE, de 26 de febrero de 2014. Y de paso deroga el Texto Refundido de la Ley de Contratos del Sector Público, aprobado por el Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre.

¡Larga vida a la nueva Ley!

Pero veamos la que se avecina…Aunque ya ofrecí un compendio de fuentes de novedades que califiqué de Desnudo integral de la Ley 9/2017,  si se quiere conocer una apretada pero estupenda síntesis de las novedades de la Ley y parecer que se la han leído aquí tenemos un buen resumen.

Pero ahora detengámonos en su notabilísima importancia para la salud jurídica y económica:

• Afecta horizontalmente a toda la actividad contractual de administraciones y entes del ámbito público (con regulación especial para esos mutantes que son los «poderes adjudicadores»).
• Afecta verticalmente a las administraciones en sus relaciones con contratistas y en las responsabilidades de su cumplimiento ante la Unión Europea (por las Directivas que traspone).
• Afectará a usuarios de los servicios públicos que sean adjudicados mediante concesión de servicios.
• Afectará a los medios materiales de las administraciones que sean suministrados por contratos mayores o menores.
• Afectará a las obras públicas, realizadas en colaboración con empresarios o contratadas.
• Afectará a los abogados ante nuevos semilleros de litigios entre administraciones, licitadores, contratantes y terceros.
• Afectará a los jueces civiles y contencioso-administrativos en el reparto de sus respectivas competencias, especialmente para manejar esos 347 artículos y nada menos que 53 Disposiciones Adicionales, 5 Transitorias, 1 derogatoria y 16 Finales.
• Afectará a los corruptos que se las ingeniarán para burlar la nueva ley, que lo de «quien hace la ley, hace la trampa» es un principio general del mal derecho.
• Afectará a la legión de opositores ante el despertar del letargo de las Ofertas de Empleo público que ven temarios renovados con la nueva Ley.

Y como prueba de su importancia, es imposible transitar actualmente por libros y revistas jurídicas sin tropezarse con un artículo sobre la nueva Ley, sin enfrentarse a un Manual o Tratado que la analice, la ensalce o la critique.

También es imposible encontrar Jornada, Simposio o Foro jurídico donde no asome la patita. Como suele decirse con humor, para los operadores jurídicos o toca dar una ponencia sobre contratos o recibirla.

De igual modo, basta consultar al amigo Google para encontrar centenares de estupendos videos sobre la nueva Ley, documentos sintetizándola y webs de consultas. De hecho, poniendo en el cajetín de buscador de Google «novedades Ley 9/2017» arroja 842000 resultados,

Pero lo mejor es que tras la entrada en vigor pasaremos al mundo de la praxis administrativa, dispersa y bajo el criterio imperante de la autoridad o asesor jurídico dominante, que a su vez se verá zarandeada por los criterios de los Tribunales administrativos de Contratos, y que a su vez sufrirán el impacto de la jurisprudencia de los tribunales contencioso-administrativos, primero, la oleada de las sentencias aisladas de Juzgados y Salas Territoriales y mucho mas allá, algún que otro pronunciamiento de la auténtica jurisprudencia casacional.

En paralelo, como voz que clama en el desierto, quizá el Consejo de Estado o los Consejos Consultivos autonómicos digan algo, no siempre lo mismo. Y como no, los Observatorios de Contratos que también tienen mucho y bueno que decir.

Y en este frenesí, quizá el Tribunal de Cuentas, con ocasión de su labor de fiscalización, dirá lo que estime oportuno, o sea, normalmente «No es esto… no es esto».

Y con estos avatares se retroalimentarán los debates y foros sobre la Ley. Y cuando todas las aguas vuelvan al cauce, y todo esté consolidado y reine  cierta seguridad jurídica, pues se aprobará una nueva Ley de Contratos del Sector Público.

Por eso yo me mantengo en mis trece, como Sísifo. Espero a que pase el temporal. Suerte.