Contencioso

Los jueces hablan en sus sentencias pero… ¿Cómo deciden?

Se dice que los jueces hablan a través de sus sentencias. El problema es cómo lo hacen, si de forma clara, sensata y congruente y razonada o si por el contrario, lo hacen de forma críptica, torpe y desviada. Me temo que ni todos los jueces deciden igual ni el mismo juez resuelve siempre por el mismo sendero. Lo que debe importarnos como ciudadanos es si la sentencia se entiende y si se comparten sus razones.

El eminente filósofo francés, Blaise Pascal nos recordaba que “El corazón tiene razones que la razón ignora” y podría parafrasearse en el mundo judicial afirmando que “Las sentencias tienen razones que la propia sentencia y el juez ignoran”.

Todos sabemos que los litigios parten de un escenario de incertidumbre y que no es fácil el acierto, pero el reto de la sentencia justa es inexcusable para quien goza de la confianza del sistema jurídico para decidir, si quiere mirarse con dignidad al espejo.

Mi último libro («Cómo piensa un juez. El reto de la sentencia justa» Wolters Kluwer, 2021), disponible también en Salamanca Books (con descuento y envío gratuito a España peninsular), de ambicioso Índice, es un viaje a la mente del juez, con el combustible de mi experiencia y la observada en mis colegas, de todo orden jurisdiccional, unido a numerosas lecturas sobre lo que influye en la decisión judicial, tanto de origen procesal como extraprocesal. Lo que somos influye en lo que hacemos y eso no excluye a los jueces, de igual modo que la erudición o unas oposiciones no son un antídoto frente al error judicial.

Sobre la trastienda de la mente del juez que se enfrenta a decidir en sentencia, hablaré el próximo jueves 25 de febrero, de 17 a 18,30h en un encuentro on line organizado por la editorial Wolters Kluwer. Se tratará de una charla seguida de turno de preguntas de los asistentes que lo deseen. Las inscripciones pueden realizarse en este enlace.

Para no hablar de los propios frutos creativos, me permitiré reproducir el generoso comentario de urgencia sobre la obra, vertido en Facebook, realizado por quien además de Rector de la Universidad de Salamanca, es Catedrático de Derecho administrativo y uno de los más brillantes faros intelectuales en estos tiempos convulsos, a quien admiro más aún como persona, por su creatividad inagotable y talante solidario. Aquí están estas notas, posiblemente lastradas por el afecto que nos une, pero que ayudan a describir el impacto del libro “Cómo piensa un juez. El reto de la sentencia justa» (Wolters Kluwer, 2021)”.

EL PUNTO DE VISTA DE UN BUEN JUEZ. Ricardo Rivero Ortega

La lectura de libros escritos por personas inteligentes nutre la mente. Hoy recomiendo un volumen que ha enriquecido mi perspectiva sobre el factor humano en el dictado de sentencias: Cómo piensa un Juez, obra escrita por José Ramón Chaves, magistrado y Doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca.

El punto de vista de un buen Juez ayuda a los abogados a comprender cómo reflexionan y deciden quienes resuelven los casos. La cita de Goethe elegida por Chaves para encabezar su libro revela lucidez: “Actuar es fácil; pensar es muy difícil; y actuar de acuerdo con lo que se piensa es lo más difícil del mundo”. El pensamiento y la acción se funden en los sucesivos capítulos, demostrando que lo casi imposible puede parecer fácil, gracias a una pluma ágil en manos que escriben con mente despejada.

Los dilemas del juez en un mundo tecnológico globalizado se complican, pero todavía es conveniente recordar conceptos básicos para aminorar la incertidumbre. El espejismo de la infalibilidad es desmentido por la naturaleza humana y subjetiva de cada juzgador, menos sesgada cuanto más consciente de sus propias tendencias individuales.

El capítulo dedicado a los rasgos personales de cada juez resulta especialmente original, único, un alarde de sinceridad muy difícil de encontrar en la literatura técnica. Las circunstancias particulares del togado podrían afectar a sus decisiones si la persona no fuera capaz de comprender y controlar los propios impulsos negativos.

Amén de su personalidad, el contexto importa. Los órganos colegiados garantizan la pluralidad de criterios y visiones, propiciada por el debate interno para lograr sentencias más fundadas. La argumentación jurídica preside las deliberaciones, orientadas por los alegatos de los abogados, cuya pericia condiciona por supuesto los pronunciamientos judiciales en gran medida.

La importancia de la prueba en la construcción de la sentencia ocupa un capítulo completo, otro acierto, toda vez que la apreciación de lo sucedido en realidad será clave para la calificación jurídica final en todo caso. El acopio probatorio, su inteligencia, la idea de sana crítica y sus proyecciones escépticas sobre las declaraciones testificales o los informes periciales son objeto de certero análisis en esta sugerente parte del libro.

El desafío de la interpretación para la mejor aplicación de las normas también es tratado de modo esclarecedor. Tantos conceptos cruciales para el jurista –discrecionalidad, analogía, precedente– son expuestos con una capacidad de síntesis y mensaje pedagógico admirables. La capacidad del autor para resumir cuestiones procesales de gran trascendencia le permite transmitir todo lo que el abogado debe saber, al menos si quiere ganar los pleitos.

En fin, un libro excelente, como reconoce el prólogo a cargo del Presidente de la Sala de lo Contencioso administrativo del Tribunal Supremo. Las referencias a Posner, entre otros muchos autores, ponen de manifiesto las altas y justificadas aspiraciones del autor, cuyo reconocimiento en el futuro hará nuestra Justicia mejor.

Y si alguien quiere acompañarme en mi charla, despojada de las más que respetables teorías y filosofías que abordan estas cuestiones pues intuyo que no calman la sed de la sentencia justa, y si desean viajar hacia la realidad de lo que se cuece en las sentencias y cómo se cuecen, con sus facilidades y dificultades, les espero el próximo jueves 25 de febrero de 2021, de 17 a 18,30h, en este encuentro virtual, de libre y gratuito acceso a través de este enlace.

Gracias por su atención… 

5 comments on “Los jueces hablan en sus sentencias pero… ¿Cómo deciden?

  1. Alfon Atela

    Con prólogo de otro gran juez y persona, a quien también admiro.
    Ha de ser bueno a la fuerza.

  2. Que nunca perdáis injustamente un pleito.

    La decepción que produce una sentencia injusta que se ha dictado con ese carácter pese a la abrumadora carga probatoria aportada, difícilmente puede ser superada con explicaciones extrañas a las propias pruebas. Por mucho que razone un juez injusto, las pruebas siempre destruirán sus razonamientos. Por tanto, el juez justo es aquél que se atiene a las pruebas con que cuenta, y no las ignora o se deja influir por otras cuestiones. Por supuesto que hay explicaciones razonables para entender por qué un juez dicta una sentencia injusta. Pero son pocas y muy claras.

  3. Cristina de la Cruz Piñol

    Brillante exposición de cómo piensa un juez realmente. en tu webinar.
    Debo felicitarte por aclaranos dudas que, a menudo, los abogados tenemos a la hora de plantear una demanda o una contestación.
    Jueces y abogados coincidimos también en la soledad, todo y la compañía de la jurisprudencia, la doctrina, los compañeros a consultar, .. la decisión final de cómo resolver o defender un litigio es solmante nuestra.
    Muchas gracias, de nuevo, por tu generosidad, Sevach.

  4. Anónimo

    Me fue imposible acceder a tiempo!!, que pena!!, es posible acceder de algún modo a la reproducción de la misma!, ??? ojalá que si!!, Gracias..Atte., Carlos M

  5. Pingback: No habrá casación para las malvadas medidas sanitarias autonómicas delaJusticia.com El rincón jurídico de José R. Chaves

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