Humor y Administracion

Publicidad electoral: ver para no creer


Ni Berlanga lo hubiera hecho mejor para reflejar la miseria de las luchas electorales. Un Ayuntamiento deja como espacio uno de los partidos politicos del municipio – Los Verdes- una franja en un panel para publicidad electoral…¡ de 20 cm!. Toma ya. La noticia no tiene desperdicio. Y a efectos electorales, el tamaño importa, porque en veinte centímetros poco mensaje electoral cabe; decir Vota, pero sin poner el nombre del candidato, o una foto de un solo ojo, o un color vertical… el color negro de la indignación del partido verde, aunque los concejales del partido gobernante deben estar colorados porque el tema ha acabado en un proceso contencioso-administrativo para reclamar mas espacio de publicidad…Al menos, una imagen vale por mil palabras, y los jueces lo tendrán fácil. Y es que, hay que recordar que las normas electorales y la asignación de espacios electorales no ha de ajustarse a una matemática exacta, sino respetar el espiritu de toda campaña: lealtad, claridad, transparencia y proporcionalidad sustancial.

1. Y hablando de publicidad electoral, es vísperas de las próximas elecciones locales y autonómicas, resulta llamativo como se inundan nuestras ciudades de carteles que ocupan farolas, paredes, paneles, vallas publicitarias y mobiliario urbano, y cuyo denominador común es la carga de marketing que llevan. Por un lado al incluir palabras llamativas, llenas de promesas y que intentan seducir o captar la complicidad del elector ( “Soluciones”, “ Ideas”, “Avanzamos”, “Tú decides”, “Contigo”,etc), y por otro lado esas fotografías de candidatos, sonrientes, maquilladas con el photoshop hasta el ridículo, y donde podemos ver como los candidatos ponen cara de angelitos, ocultan las canas y arrugas, muestran ojitos brillantes y sensibilidad,  o sea, donde intentan venderse.

2. Con una pincelada de imaginación, Sevach recuerda la novela El retrato de Dorian Grey ( Oscar Wilde), el cuadro que reflejaba un joven bello y esbelto va cambiando con el tiempo reflejando su alma interior, hasta el punto de que cada día ofrece una imagen mas anciana y grotesca; y por eso le gustaría que un cartel electoral del candidato que fuere finalmente electo, fuese expuesto en la plaza pública, y que dicho cartel fuese modificando la fisonomía y aspecto del rostro según avanzase su mandato, de manera que los incumplimientos, abusos y fechorías pudieran ir expresándose en la figura del cartel. Y antes de pasar el ecuador de la legislatura ¡¡ Cuantos ciudadanos se quedarían pálidos al observar a su Alcalde  convertido en un Ogro, un Quasimodo o un Pinocho!!.

3. En fin, personalmente creo muchos de esos candidatos que se ocultan tras sonrisas falsas, no superarían el test americano de los electores a la hora de votar a Nixon ( ¿Le compraría usted un coche de segunda mano a ese hombre?). Tales fotografías resultan tan seductores como las sirenas que llevaron a Ulises con sus cantos hacia los peñascos, por lo que podrían sustituirse por carteles que mostrasen lo que realmente significan algunos políticos para los ciudadanos, como éste de aquí:

¡ NO TEMAS, CIUDADANO !

0 comments on “Publicidad electoral: ver para no creer

  1. Saleh M.L

    La publicidad electoral, que incluso llena universidades públicas como la mía que celebra sus comicios cerca de la fecha de las elecciones municipales con sus falsas promesas y caricaturas de bonachones, me recuerda a la historia de «El retrato Dorian Gray» de Oscar Wilde y me surge una cuestión; ¿Sí los políticos vieran como son de verdad ante el espejo se votarían?. En una película de Comencini de los años setenta, «Buenas noches, señoras y señores», un periodista de televisión aborda a un político, con el que sostiene el siguiente diálogo: “¿Va usted a dimitir?”, “De ninguna manera; sin mi cargo no podría comprar a los jueces”, “¿Y los votantes?”, “Dimitir sería traicionarlos; me han votado para mentir, prevaricar, malversar fondos y no voy a desilusionarlos”. En esta época de agitación política nos planteamos miles de preguntas como: ¿Votar o no votar? ¿Alimentar el circo electoral o pasar de acudir a las urnas? ¿Es mejor votar a un partido de izquierdas para que no arrase la derecha? ¿La abstención siempre gana? ¿Y qué hay de los que no pueden votar: inmigrantes sin papeles, menores, presos,…? ¿Votar es legitimar este sistema corrupto? ¿Qué nos ofrecen, cuáles son sus propuestas más destacadas? ¿Qué modelo nos proponen? ¿Están contra el capitalismo o por ocupar un espacio en este sistema injusto? ¿Y la abstención para qué sirve? ¿Si no voto, qué hago? ¿Y más allá del voto, cómo nos organizamos entre las personas? ¿Hay vida más allá los autobuses, los carteles, las papeletas y los mítines?. Por suspuesto dejo las posibles respuestas a cada uno y su autnomía de pensamiento.

  2. Vicent Ferrer Mas

    Me parece que la culpa de que los verdes tengan 20 centrímetros no es del Ayuntamiento, sino de la Junta Electoral de Zona. El artículo 55 de la LOREG dice que los Ayuntamientos comunican a la JEZ los emplazamientos disponibles para la colocación gratuita de carteles, y según el 56 LOREG ésta distribuye los lugares mencionados atendiendo al número total de votos. Por tanto no es el Ayuntamiento el que asigna los 20 centrímetros, sino la JEZ. Podría haberse resuelto, respetando la proporcionalidad de los resultados de las anteriores elecciones asignando un espacio suficiente para colocar carteles en uno de los espacios, pero sin que estuviera en todos. El 5% de los Verdes podría estar acumulado en alguno o algunos de los espacios (en el que se vería reducido el de otro de los partidos). No tienen porqué porqué reproducirse los porcentajes de participación en todos y cada uno de los espacios reservados.

    Creo que en este caso la que se ha colado es la JEZ, no el Ayuntamiento.

    Un saludo

  3. María del Mar González Andreu

    1-Mi comentario va dirigido, más que nada al ámbito social y humanista que creo se debería comentar, en el día después de las elecciones. La publicidad electoral, con lemas como: `Centrados en ti´, `Para que gane´ (y el municipio en concreto, `tu alternativa´) y una increíble etcétera, se resume todo en una maquinaria, un medio de comunicación, un inventario e instrumento con el que pretenden vender y transmitir una realidad muy ideal y muy maquillada los partidos políticos.
    2- El comentario de Saleh, desde mi concepción, ha sido muy acertado el plantear una serie de preguntas, tan generales y con tanta trascendencia. Yo alegaría una pregunta referida al tema de estas elecciones, ¿El crimen está justificado si es por hacer el bien? Como muestra el Roto en `El País´, podríamos elegir, como en una cinta de música, cara a o b, pero el disco seguiría y sigue siendo el mismo. Critico la política de derechas resumida y basada en esta frase, la cual me impacta bastante, y que a la vez refleja clara y concisamente la realidad, también del Roto, publicada en `El País´: `Torturad al que no sabe para que hable y matad al que sabe para que calle´.
    A las preguntas que Saleh se plantea y nos plantea, quiero manifestar algunas de tus preguntas resumiéndolas en base a estos tres puntos fundamentales:
    1- Porque votar. Es esta la manifestación de la democracia y fundamental. Es el favor de manifestar lo que queremos. Lo que quiero es que el voto sea y consista en una forma eficaz de democracia, y por ello entiendo que el voto es fundamental para nuestra democracia, el error sería No votar.
    2- Para que votar, pues para elegir aquello que estamos de acuerdo. Pero es también fundamental que se vote por y para favorecer a la política que desarrolle el Estado de Bienestar, para crear empleo, primordialmente en estos tiempos que corren; y hay que votar para frenar y evitar que el poder público cree privatizaciones.
    3- ¿A quién votar? Es seguro que no se debería votar al partido que retroceda la política actual y al que o quien ha generado esta crisis, y que aún persisten con la convicción de seguir con su política de corrupción. Es interesante resaltar que el hombre que lucha es el hombre culto, el que sabe diferenciar lo que está bien y lo que está mal, pero lo que no hay que ser es cobarde a la hora de votar.
    Las consecuencias de votar al partido incorrecto, como sucedió en España, recordar que se perdió un tercio de exportación de España, siendo Cataluña la primera potencia en exportación, se retrocedió en todo, desde la política a la economía que se ha llevado, del clientelismo, del ladrillo, de las basuras…

    Critico en especial la inmoralidad y pérdida de valores, me refiero a que aquí parece ser que da igual si eres un ladrón y adjetivos similares, por no significar a nadie, porque refiero totalmente en general, y me refiero la existencia de la DEMOCRACIA SECUESTRADA.

    3-En efecto, estoy de acuerdo totalmente respecto al comentario de Vicent Ferrer, el art. 55 de la LOREG, son los ayuntamientos los encargados de reservar espacios gratuitos para la colocación de carteles propagandísticos; y en el art. 56 los Ayuntamientos comunican a la Junta Electoral de Zona los lugares para la colocación de carteles nombrada en el art. anterior, y los distribuye en relación con el número total de votos resultados en las elecciones anteriores. En el caso de mi municipio, por ejemplo y no me significo, EU lleva 16 años sin presentarse a elecciones, y solamente han conseguido un panel frente a los 5 paneles del PSOE y los 4 del PP. Deberían tener todos los partidos y cada uno de ellos el mismo espacio y con igualdad de condiciones, porque nosotros estamos representados por los partidos a los que votamos.
    Por lo que me refiero es que la asignación de espacios electorales no ha de ajustarse a un porcentaje exacto sino a respetar el espíritu de la campaña. La proporcionalidad de los votos no es justa, y está claro, pues favorece a los grupos mayoritarios. La Ley electoral habría que reformarla, pero el mayor problema y lo que sucede es, que a los grupos mayoritarios no les interesa porque perderían, porque se desinflarían y desengrosarían. A esto se le llama democracia y pluralismo político y no otra cosa.
    Y en cuanto a este espíritu, lo que ocurre ahora mismo entre los dos partidos mayoritarios es la discusión para ver cuál es más social y así movilizar a los votantes, como ha sucedido, girando todo ello en torno al Estado de Bienestar, y acusándose al mismo tiempo sobre cuál de ellos lo está poniendo el riesgo, y a ello agrego que el desempleo es muy difícil de frenar. Pero aun así, lo más novedoso en esta campaña electoral ha sido que los dos partidos mayoritarios no descartan que se hagan nuevos recortes, asimismo se ven como partidos sociales y defensores del Estado de bienestar, prometiendo que no recortarán en Sanidad ni en Educación.

    Para finalizar, lo que yo creo es que el Estado necesita una ética constituido más en la práctica social, como expresa también Saleh. Quiero mencionar la inexistencia y falta de democracia, y de valores, los cuales han de ser considerados y mantenidos para y por la gestión de la mala política que tenemos actualmente siendo realistas en toda Europa, España, Comunidades Autónomas y municipios. Tenemos que mantener los valores que innatamente deberíamos poseer todas las personas: honradez, profesionalidad, dignidad, moral, valores y principios.

    Menciono a Aristóteles, porque me parece buena reflexión y ejemplo, decía que política y pobreza van tan unidas que expresa en su política que en toda sociedad hay dos partes, la de los pobres y la de los ricos, y por ello, el noble arte de la política consiste en hacerlos convivir, porque los ricos quieren imponer sus reglas y los pobres, los únicos interesados en reglas comunes, no tiene fuerza para hacerlas valer. Sigue diciendo Aristóteles que los pobres, gracias a una ley de Solón, no corrieron al Ágora para hacer valer sus derechos de seres libres, sino que plantearon otra forma de hacer política que no tuviera que contemporizar con la esclavitud, como era el caso del Ágora ateniense, pero os comento, que el secreto de los pobres es la conciencia de la falsa universalidad del sistema de los ricos. En un momento como el actual en el que la izquierda necesita la complicidad de la derecha para subsistir, los pobres son el resto de una tradición que se ha quedado sin claros contenidos. Es este el fracaso de un sistema empeñado en identificar los intereses de una minoría social con toda la sociedad, pero también es a su vez, el fracaso de la política occidental.

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