Humor y Administracion

El discreto encanto erótico de la Justicia


La empresa de lencería Triumph ha lanzado en Japón un modelo de sujetador que imita a la perfección las balanzas que sostiene la alegoría de la justicia. Quizás ese sujetador dorado cumple en su ámbito lo que debiera hacer la justicia en el suyo, al estilo de la Real Academia de la lengua: limpia, fija y da esplendor.

1. Al fin y al cabo, vista la fotografia del modelo, es dificil imaginar mejor representacion del » estado de derecho». Lo que no dice la noticia es si el material de ese sujetador varía según el orden jurisdiccional. Así, el sujetador laboral sería de tela dura azul y con cremallera (como los monos de trabajo); el sujetador penal tendría que ser de lencería sedosa blanca que revele una presunción de inocencia interior, el sujetador mercantil de tela cara sin «quiebra» alguna, y el sujetador contenvicioso-administrativo se anunciaría bajo este mismo nombre comercial.

2. Aunque lo cierto es que ese ingenioso diseño tendría poca aplicación en Europa donde la creciente acogida ciudadana del top-less parece guardar armonía con un modelo de justicia mas suelta, libre y flexible que el modelo de la justicia oriental mas rígido y formal.

3.Y mucho menos aplicación tendría en España, donde seguramente el Ministerio de Igualdad tomaría medidas (¿medidas?) para que sólo se admitiese la comercialización de tal sostén con forma de platillos de balanza si, para evitar discriminaciones sexistas, fuese acompañado de la comercialización de unos calzoncillos con forma de mazo judicial.

4. Donde puede cobrar cierto sentido y popularidad es en el ámbito universitario, como sostén de las ubres universitarias, dado el origen de la expresión Alma Mater (madre nutricia).

5. En todo caso, a la vista de tal reclamo comercial japones, y en armonía con la reciente supresión británica de las clásicas pelucas (comentada en un post anterior), quizás se inspire al Ministerio de Justicia español para acoger ideas vinculadas a los manidos planes de modernización y propiciando la sustitución de las frías togas negras por mallas de ballet.

Sin embargo, Sevach cree que las formas están para algo y la solemnidad judicial no es un capricho sino un claro mensaje para los litigantes de que su asunto se encara bajo criterios de seriedad y distanciamiento. Por mucho que se diga que las formas son superfluas, lo cierto es que un reverendo de Las Vegas disfrazado de Elvis Presley no es lo mismo que un sacerdote con sotana a la hora de celebrar una boda, de igual modo que un juicio celebrado por juez togado y ante abogados togados no es lo mismo que celebrado con ropa de sauna.
En definitiva, que el mejor sujetador para los excesos de la Justicia es la Ley, y fuera de ahí, bienvenida sea la libertad y a lo sumo reservemos el sujetador del anuncio para el lugar donde parece hacer falta en el cuadro de la Libertad guiando al pueblo de Delacroix.

0 comments on “El discreto encanto erótico de la Justicia

  1. Ahora entiendo por qué siempre hay tanta gresca en el seno del CGPJ. Sus miembros no deberían tomarse los conflictos tan a pecho…

  2. Jajajajajaja.

    Si los jueces de este país fuesen como semejante señoría, se pleitearía mucho más…

  3. He de confesar que esta entrada me ha gustado mucho…y que hay razones extrajurídicas…

  4. En fin … bueno …. por algo la justicia es femenina ¿no?

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