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El feliz maridaje de Ajedrez y Derecho

En mi adolescencia jugué al ajedrez, incluso compitiendo con más dignidad que éxito, pues siempre formé parte de los últimos del pelotón, como telonero de torneos o ejemplo vivo de gambito de mi equipo. Incluso publiqué algunos problemas de mi invención de esos de “Las blancas mueven y dan mate en dos”, y hasta me enfrasqué en la lectura de libros de ajedrez o estudio de aperturas por si ahí encontraba la fórmula secreta.

Sin embargo, la juventud impetuosa, mis limitaciones cognitivas y mi natural impaciencia pudieron más que esa mezcla de disciplina espartana y manera de pensar ateniense que requiere la destreza en el ajedrez.

Tras percatarme por entonces de que en el ajedrez como en todo, para ser experto hay que invertir esfuerzo y dedicación plena (10.000 horas dice el sociólogo Malcolm Gladwell para el éxito en cualquier actividad), y tras constatar que los buenos jugadores de ajedrez solo hablaban de ajedrez, orienté mi tiempo de ocio hacia otras actividades más terrenales, menos esforzadas y más gratificantes (no el «todo o nada» propio del ajedrez, pues las tablas siempre se rumian en soledad).

Eso sí, me quedó el fecundo legado de sembrar mi cerebro de herramientas básicas muy útiles para el mundo jurídico.

Y es que, de forma similar al ajedrez, en los litigios se enfrentan inteligencias bajo reglas de formas y tiempos, en que cada parte toma su decisión de forma estratégica y anticipando el movimiento contrario. Así lo reflejé en mi obra, El Arte de la Guerra en la Justicia Administrativa (2018).

Estoy convencido que la formación en el juego del ajedrez facilita una mente ordenada, metódica, reflexiva y concentrada, que tan útil resulta para el jurista. Útil para el abogado por aquello del ataque y defensa, útil al asesor por el diseño de estrategias y útil al juez por su papel arbitral y para evaluar situaciones complejas.

Pues bien, me han invitado a participar en un charla informal, compartiendo mesa con el gran investigador Juan Manuel Corchado (cabeza prodigiosa que no se dedicó al ajedrez para fortuna de los grandes Maestros Internacionales de Ajedrez) y el fénix de los ingenios Antonio Arias Rodríguez (quien fue campeón de Asturias de ajedrez en su día, como en tantas otras cosas), el día 16 de diciembre de 2021 a las 13:00 horas sobre “El ajedrez como caja de herramientas para la economía y el derecho”, en el marco del IV Chess Festival de ajedrez, que se celebrará de los días 14 a 18 de diciembre, según este estupendo Programa, que incluye torneos, cine, literatura, conferencias, y que admite tanto la participación presencial como online.

El evento, de inmenso eco mediático, es impulsado por el gran Amador González de la Nava (Maestro de ajedrez y Quijote de la disciplina en tiempos donde los sanos hábitos peligran), cuenta con el apoyo de la Junta de Castilla y León, Ayuntamiento de Salamanca, y cómo no, del palacio eterno de la cultura, que es la Universidad de Salamanca.

Será un placer cambiar impresiones ¡Bienvenidos al mundo de las ideas sobre los tableros!

No estaría de más que en los tiempos de crispación que corren, todas las disputas, domésticas, sociales o políticas, se resolviesen usando la inteligencia, respetando los contendientes y con caballerosidad.

NOTA FINAL.- Tras tener lugar la Mesa redonda, sobre Ajedrez, economía y derecho, aquí está el reportaje en video.

 

4 comments on “El feliz maridaje de Ajedrez y Derecho

  1. Enhorabuena Maestro Chaves.

  2. Enrique Soler santos

    Este blog no decepciona, es siempre fuente de conocimiento e inspiración por igual.
    De un jurista aficionado al ajedrez (con más dignidad que éxito) a otro, mis mejores deseos para que sea fecunda y placentera esa charla.

  3. Por fin alguien que enlaza el mundo del derecho y el ajedrez. Mis antecedentes. A los 14 años, después de leer los libros y artículos que me caían en mis manos, decido salir al mundo ajedrecístico en una simultánea que en cierto lugar de Andalucía se produjo contra el subcampeón de mi región en aquellos momentos. Soy el único victorioso de entre tanto tablero y esta persona comenta a mi tío (ajedrecista aficionado de un gran nivel por entonces) y a mi padre (amante del ajedrez pero que ya no jugaba conmigo porque siempre perdía) que podría dedicarme a esto. Me apunto a un torneo y quedo tercero. Ahí se acabó mi devoción por este mundillo, ya que no leía otros libros que no fuesen del ajedrez y veía que tenía que dedicar demasiado tiempo a ello sin saber si podría dedicarme profesionalmente a esto. Me fui a lo fácil y aquí estoy, funcionario del Grupo A desde hace lustros que ha jugado no más de 15 partidas desde que decidí «abandonar» ese mundillo. Solo me permití el lujo de asistir a una de las partidas celebradas en 1987 en Sevilla entre Karpov y Kasparov y que acabó en tablas.
    Todo esto para decir que me gustaría escuchar tu intervención, a ver si se encuentra disponible en la red y puedo acceder a escucharte. ¡Suerte!

  4. Pingback: Los incumplimientos de plazos no merecen las penas del infierno delaJusticia.com El rincón jurídico de José R. Chaves

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