Hoy se publica en el diario La Nueva España un delicioso artículo del Catedrático de Derecho Administrativo, Sosa Wagner, significativamente titulado «La Administración y el vello púbico» en que bajo su habitual finura expresiva muestra como el error padecido en el Boletín Oficial de las Cortes de indicar Administración «púbica» en vez de Administración «pública» quizá sea una subliminal expresión de la cruda realidad: la Administración se muestra recatada ante el ciudadano y resistente al ejercicio de sus derechos, abusando del «silencio», y sólo se abre esplendorosa y confesa cuando los Tribunales contencioso-administrativos intervienen.
A Sevach le gustaría sugerir, en la misma clave humorística, que quizá en vez de Administración «púbica» lo suyo sería «Administración «púdica» pues no podemos olvidar que aunque lo administrativo es el reino de los «órganos», del «derecho de acceso» y de la «compulsión forzosa», lo cierto es que la Administración Pública se defiende muchas veces invocando el «acto consentido» y resistiéndose al «levantamiento del velo» .
Cosa diferente sería hablar de Administración «pútrida» aunque cobraría sentido a la vista de ciertos notorios fenómenos de corrupción urbanística o del prebendalismo y señorío de «cortijo» que aplican algunos políticos al traspasar las puertas de la Administración.
En fin, que Sevach brinda a los comentaristas la oportunidad de que incorporen juegos de palabras que avalen la Administración pública, púbica o pútrida.
Administración Púnica: dícese de aquel organismo que ofrece testarudamente resistencia en sucesivas guerras contencioso-administrativas tan cruentas como inútiles…
En una de sus obras (creo recordar que era en «El revés del derecho», aunque posteriormente recordó la anécdota de nuevo en sus «Historias puñeteras»), Fernando Vizcaíno Casas reprodujo incluso la página del BOE en el que éste se refería al «Conejo General del Joder Judicial» (sic).
¿Acaso el «fallo» de los Tribunales contencioso-Administrativos condenando a la Administración no es un «gatillazo» en toda regla?
A lo Gómez de la Serna: » El expretendiente administrativo siguió un curso gozoso-administrativo».
Al leer esto, y al recordar el desparpajo de otros escritos suyos ( http://www.elmundo.es/papel/2007/04/30/opinion/2116613.html ) tan claros como ocurrentes, pensaba que «de mayor» quiero ser como él…
El caso es que ya soy mayor y no lo soy, aunque disfruto leyéndole y más escuchándole…
Pues amigo Juan, comparto contigo la admiración por Sosa Wagner, sobre todo cuando se comprueba que en el trato personal, y en torno a una mesa, resulta una persona ( mas bien personalidad) de trato humanísimo, sensible, y además de una erudición desbordante, con lo que es una lástima que una persona de tal brillo intelectual y personal no haya alcanzado el merecido sitio en el Tribunal Constitucional ( aunque como afirman algunos de sus colegas, o mas bien discípulos, » a Paco le queda pequeño el Tribunal Constitucional, sobre todo con la devaluación reciente de este órgano».
De Sosa Wagner recomiendo el que creo es su último libro,»El Estado fragmentado». Es coator del mismo junto a su hijo. La denuncia que hace de la actual situación de España en lo que se refiere al proceso de incapacitación al que está siendo sometido el Estado, le garantiza que es muy poco probable que pueda llegar a Magistrado del Tribunal Constitucional.