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De la sentencia sobre el caso Rosebud y el problema de los cavernícolas de nuestro tiempo

De la sentencia sobre el caso Rosebud y el problema de los cavernícolas de nuestro tiempo

La reciente sentencia del Juzgado de Instrucción num.10 de Barcelona, de 13 de Junio de 2008 resuelve el tumultuoso incidente entre la policía autonómica y los jóvenes procedentes de la discoteca Rosebud, de forma prudente y salomónica: cinco agentes condenados por faltas de lesiones o vejación injusta, y cuatro jóvenes condenados por lesiones a los agentes.

1. El incidente parece haber sucedido en otro tiempo y lugar. O en las tabernas de los puertos españoles del siglo XVII o en las calles de la Gambia actual. Lo cierto es que ni la fuerza policial ni la juventud estuvo a la altura de un país civilizado. La secuencia de los hechos, tal y como los declara probados la sentencia, propio de un mal culebrón, es soprendente:

    – De madrugada un vehículo con dos pasajeros, que procedía de una fiesta de cumpleaños en una discoteca, es detenido por la policía. El agente, ante la actitud del conductor le espeta que «si le estaba vacilando» y le agarrra, momento en que el conductor le propina un cabezazo en la cara al Agente, lo que propició que los agentes golpeasen a patadas al agresor. Su prima para protegerle se echa sobre él para cubrirle de las patadas, y es arrastrada por los pelos por los agentes al interior del vehículo donde, tras haber perdido la falda en la refriega, es insultada por los agentes.

    – Posteriormente llegan otros agentes, además un amigo de los primeros chicos, que para evitar la detención de su colega, propina una patada en la cabeza a un agente, lo que desencadenó varios golpes de porra y su inmovilización.

    – En ese momento, llega la hermana del último chico, y ni corta ni perezosa, le propina una patada en los testículos al agente, y es detenida.

    – En ese momento llega el subinspector, quien se percata de un grupo de chicos que se aproximan, con lo que se da la orden de dispersión a los Antidisturbios, huyendo los jóvenes a la carrera. El subinspector ordenó a los antidisturbios acercarse a la discoteca Rosebud, donde se hallaba una abierta discusión entre los porteros y varios clientes que habían sido expulsado del local, forcejeando entre ellos, con lo que el equipo de antidisturbios procedió a la detención de los encartados y otros cinco que salían de la discoteca, todos los cuales fueron puestos de rodillas con las manos a la altura de la cabeza, durante media hora, y luego autorizados a levantarse.

2. Como se ve, el resultado es una versión gore de la clásica película de Charlot, donde acaban todos los implicados, policías y ciudadanos, a pastelazos. En esta ocasión, todos descienden a la agresión chusca y canalla. Sevach no pone en duda el buen hacer de la juez de Instrucción que bastante tiene para indagar la realidad del suceso en las tinieblas de las versiones que dan unos y otros. Ahora bien, el actuar chulesco de la policía (totalmente censurable) no puede apagar la detestable reacción de los jóvenes implicados.

3. Y es que, si tales son los hechos probados, Sevach no puede evitar hacerse unas preguntas:

    a) ¿Qué clase de policía puede actuar con chulería («si le estaba vacilando») o vejación (insultar a la chica retenida en el vehículo), a todas luces innecesaria?, ¿Y qué decir de castigar a nueve adultos de rodillas, durante media hora?.

    b) ¿Qué clase de jóvenes resuelve su discrepancia con un «cabezazo», una «patada en los testículos» o actuando con rabia y ensañamiento frente a quienes ejercen la función pública por bien de todos?, ¿nos gustaría tener por yerno o nuera un joven con tal actitud agresiva?.

    c) ¿Se evitan las conductas de unos u otros con unas condenas por faltas y lesiones de unos días?.

4. Bajo la experiencia de Sevach, esa conducta de policía y jóvenes no es la ordinaria sino patológica. Los policías, de cualquier Administración, actúan de forma disciplinada, respetuosa y guiándose por el protocolo del servidor público. Los jóvenes, de cualquier clase social y formación, actúan bajo la espontaneidad e impetuosidad propia de la edad. ¿Entonces por qué algunos policías y jóvenes perdieron sus papeles?, ¿Acaso estas personas civilizadas se convierten en demonios y villanos al embutirse el uniforme (los policías) o al adentrarse en un aquelarre de alcohol o drogas (los jóvenes).

5. Es un misterio cuya respuesta resulta difícil, aunque quizás viene dada, por la gran palabra maldita de nuestro tiempo, por una «mala educación». Sólo así se explica el infantil endiosamiento del policía que se cree Harry el Sucio y del jovencito que se cree un James Dean pleno de rebeldía con causa.

La policía puede realizar su labor de forma enérgica, pero educada. No tiene que humillarse, pero sí contener la reacción instintiva del común de los mortales. Entra dentro del sueldo. Sin duda. Hasta un cura en el confesionario debe refrenar su ira ante los pecados de los feligreses, de igual modo que un juez debe actuar como una esfinge en las vistas orales, pese a que en su interior luchen por salir algún que otro pensamiento políticamente incorrecto.

E igualmente, los jóvenes pueden y deben replicar sin usar la violencia física pues si se tiene edad para conducir y tomar copas, también para saber que estamos en un estado de derecho donde las denuncias por los abusos de poder llegan a término. Sin necesidad de cabezazos, mordiscos y patadas testiculares.

6. La solución a este problema, del que el caso relatado es una anécdota (cruel, pero anécdota) es tan enigmática como el mismo nombre asignado al caso policial: Rosebud, nombre de la discoteca encartada, y que los cinéfilos saben que era la última palabra pronunciada por el ciudadano Kane en su lecho de muerte. El significado de Rosebud para los críticos de cine era el pasado que Kane no pudo vivir, la falta de cariño por parte de sus padres, la posibilidad de recibir una buena educación familiar, o sea, todo aquello que te hace mejor y maduro. Y quizás, los policías y jóvenes implicados y condenados en el caso Rosebud, al igual que ciudadano Kane, tienen motivos para arrepentirse de su pasado. Quizás el gran reto del Derecho Administrativo en la vertiente educativa, y en la vertiente de la actuación policial, sea conseguir jóvenes y policías que no rezumen rencor y logren ponerse en lugar del otro.

Y ya dejando ese mensaje melancólico de Kane, para mostrar cómo Rosebud presenta una faceta semántica mas terrenal, no está de más recordar que era el nombre con el que Hearst (quien inspiró a Kane) había bautizado el clítoris de su amante.

0 comments on “De la sentencia sobre el caso Rosebud y el problema de los cavernícolas de nuestro tiempo

  1. No creo que debamos desautorizar a la policía en casos como Rosebud. Unos niños de papá, energúmenos, desafían a la policía que hace su labor. Me parece que quien tuvo una reacción desproporcionada no fue tanto la policía que intenta controlar una situación no buscada, como esos jóvenes airados que se creen con derecho a patear o insultar a la policía. Hay que felicitar a la policía por la templanza y contenerse en no dar su merecido a esos niñatos malcriados.

  2. Maximilien Robespierre

    Lo mejor el juez: !Ahí te querría yo ver con ese mihura de proceso! decía un magistrado del Supremo.
    Pero desde luego el fundamento correctísimo; la pareja indisoluble de «buena educación» quizá un poco anticuada, Estado de Derecho más acorde con los tiemposl. En definitiva una escala de valores esenciales para vivir en comunidad.

  3. peterlove

    Yo la verdad no puedo sino contrariar la opinión de Xuan. Los que habitualmente tratamos con la Policía vemos el carácter chulesco y desafiante que muestran respecto a determinados tipos de juventud. Es como si viniese con el uniforme: un tejido que va soltando su sustancia a través de los poros de la piel y va llenando de mala leche al que lo lleva.

    Los «determinados tipos» son personas que llevan rastas, que visten diferente o, y son casos que he vivido, que lleva el pelo largo o barba (lo que el Sr. Acebes llamaría «perfil delincuencial»).

    A mí no me ha sorprendido nada en absoluto que la policía vacilase a estos jóvenes, y creo que algún día se tenían que encontrar con otro chulito como ellos, que les pusiese las cosas en su sitio.

    La próxima vez que le quieran tocar, estos agentes, los genitales a cualquier ciudadano, igual se lo piensan dos veces.

    Sobre el carácter rebelde de la juventud, pues contrariar al amigo Sevach, ya que es una etapa que, antropológicamente, todo ser humano debe pasar. Lo enfermo es tener 18 años y ser un integrado del sistema, apoyando opiniones conservadoras (que para eso ya se tendrán años). Eso sí, esa rebeldía no tiene por qué acabar en violencia descontrolada ni perjuicio de terceros.

    También es de alabar la actitud de los amigos de este hombre que, lejos de desentenderse de la situación y decir cosas del tipo «puf, allí se apañe, que yo salvo el culo», se pringaron a riesgo de recibir castigos y palos de los maderos. Esto dista mucho de la actitud desentendida y pasota que se le atribuye hoy en día a la juventud.

    También recordarle al amigo Xuan el incidente de tener a un grupo de jóvenes media hora con las manos en la cabeza sólo para diversión del grupo policial, cosa que recuerda a cosas como Guantánamo y que son totalmente incompatibles con la dignidad humana (y que, a su vez, realzan el carácter chulesco de estas gentes que, de servidores del orden, tienen poco).

    PD. «Ciudadano Kane», una maravilla del séptimo arte…

  4. Muy breve para hacerle a Pedro Amor (permiteme que castellanice tu nombre) unas matizaciones:
    1º.- Generalizar hasta el punto de decir que la policia muestra actitud desafiante y chulesca respecto de la juventud es una tecnica demasiado simplona, del mismo modo que lo seria si ya dijese que todos los que se relacionan habitualmente con la policia o son chivatos o son delincuentes.
    2º.- «Tipo» puede ser ejemplar de una especie, teorico o existente en la realidad, que reune en el mas alto grado y con la mayor pureza las cualidades peculiares de ella.
    3º.- ¿Que le pediría el amigo Pedro Amor a la policia si esos chulitos que salían de la discoteca en vez de toparse con los maderos se hubiesen topado con el o con su hija o con su esposa o con su madre?. ¿les pediría ayuda o les diria a esos policias que actuasen como Sor Teresa dándoles unas palmaditas a los señoritos que salían de divertirse y que no dudaron en zamparle unos golpes a uno de sus familiares o al propio Pedro Amor por un incidente, pongamos por caso de trafico?.
    4º.- La violencia, descontrolada o no, ni está justificada en la etapa antropologica de los 18 ni en la de los 68. Mezclar aquí terminos como «conservador» o referencias a políticos no viene a cuento y ni siquiera consiguen dar un tono de progresía.
    Vuelvo a preguntarle a Pedro Amor si el no toma medidas conservadoras para preservar la integridad de su familia o la suya misma.
    5º.- Justificar el acto violento de la pareja de chulitos así como el de los amigos que vinieron en su defensa es tambien una simpleza.
    Dejate de «colegear» amigo Pedro Amor ya que el pringue de esos amigos es tan reprochable como el los del cabezazo.
    Nuevamente ponte en situación e imagina por unos momentos que fueses tu el agredido por la pareja de jovenes y mas tarde por su colegas que vinieron a «entenderse con la situación». ¿de ser tu el afectado no le dirias a tu abogado que esgrimiese la teoria de riña tumultuaria?.
    6º.- Gracias a los «maderos», tu mujer, tu hija o tu madre o tú podeis andar por la calle con ciertas garantías, a no ser que pienses que en esta vida todo es un paraiso y que a los chulines de discoteca cuando son antropologicamente jóvenes, debemos ponerles la otra mejilla.
    7º.- Creo que manejas información equivocada o que «hablas de oído» ya que la realidad de Guantanamo es por desgracia mucho mas dura de lo que tu demuestras saber.
    8º.- Danos unos consejos de como solventarias tu el «orden» que tratan de romper estos señoritos que confunden el polvo blanco con el azucar de mama para hacer bizcochos.
    PD. De todas tus afirmaciones, querido Pedro Amor, lo que mas me tranquiliza es que mis comentarios o reflexiones las vas a encajar democratica y amistosamente, mas que nada porque yo estoy dentro de esa franja de edad para la que tu reclamas tanta tolerancia.
    Un saludo y que te quede claro que si un día te ves en un aprieto con unos tipos de esos de etapa antropológicamente juvenil, yo no voy a incurrir en el delito de omision del deber de socorro.

  5. Es que hay momentos para todo en esta vida…. para la lucidez mental y para las pifias.

  6. peterlove

    Al «amigo» rasec:

    1º.- No le permito que castellanice mi nombre. Si desease que me llamasen «Pedro Amor» lo escribiría yo mismo. Me parece una falta de respeto, como varias de las cosas que dice en su comentario, hacer tales cambios, por lo que entiendo que las referencias que hace no se refieren a mi persona.

    2º.- Así que «¿Que le pediría el amigo Pedro Amor a la policia si esos chulitos que salían de la discoteca en vez de toparse con los maderos se hubiesen topado con el o con su hija o con su esposa o con su madre?»

    Un comentario totalmente demagógico, como las demás afirmaciones que, en base a esta, desarrolla. No son hechos probados en la sentencia que estos jóvenes (ni el resto, aunque entre ellos haya) agrediesen a nadie, y fue la policía la que desencadenó todo el incidente, ni que sean una potencial amenaza para el común de la ciudadanía.

    3º.- Me alegra que ver que omite, intencionadamente, comentar las vejaciones que la sentencia da por probadas (por cierto, los Mossos de Esquadra tienen un largo historial de torturas, malos tratos, abuso de fuerza y similares).

    4º.- Niego la mayor en el sentido que todo el cuerpo policial es violento. Esto es falso. Pero negar que una parte de los policías (1 de cada 3 ó 1 de cada 4), habitualmente utiliza la chulería, el desprecio y la prepotencia en su relación con determinados «tipos» (e insisto en el uso de la palabra» de personas.

    5º.- Todo cuerpo armado, históricamente, ha demostrado ser el brazo represor de la clase dominante (ya sea esta la burguesía en la sociedad occidental o el ploretariado -al menos, en teoría- en el antiguo bloque soviético), y como tal se configura, una estructura que consolida y manteniene un orden socio-económico dado.

    Espero que usted también esté a la altura de las actitudes democráticas y tolerantes que predica, y que se digne a comentar, cuanto menos someramente, los despropósitos de los agentes (que, es hecho probado en la sentencia, mintieron durante el juicio).

    En todo lo demás, me ratifico en lo ya dicho.

  7. Matizaciones finales para Peterlove:

    1º.- Castellanizar tu nombre era un punto de ironía para hacer mas amenos unos comentarios que pretenden ser intelectualmente aceptables y sobre todo con espíritu totalmente respetuoso.
    Tu respuesta de «no le permito…» es un punto desproporcionada pero sobre todo nos puede dar alguna pista sobre el talante de quien la utiliza.
    La verdad que si ante esta pequeñez respondes así espero que lo siguiente no sea un acto de «mala leche» como la que dices tiene la policía.

    2º.- Me alegra tu rectificación de las afirmaciones iniciales en las que calificabas a la policía como un colectivo que actúa con prepotencia.
    Decías en tu primer comentario «los que habitualmente tratamos con la policía vemos el carácter chulesco y desafiante que muestran respecto…».
    Ahora matizas y ya hablas de 1 de cada 3 o 1 de cada 4. ¿En que fundamentas esta proporción? ¿Tienes algún dato serio? ¿Algún informe sobre las condenas o sanciones a miembros de este colectivo que respalde lo que dices o nuevamente hablas de oído? ¿O es que calificas a todo el colectivo sin juicio contradictorio?
    En todo caso ya es un avance el cambio, aunque creo seriamente que entre los miembros de la policía no hay mas porcentaje de indeseables que en el colectivo al que tu, yo y el resto de los ciudadanos pertenecemos.

    3º.- Te equivocas eligiendo el término para calificar mis afirmaciones. Para tu información «demagogia» es una practica política, que puede manifestarse, por ejemplo, en un discurso, que tiene como fin predominante agradar o exaltar a las masas generalmente con medios poco lícitos.

    4º.- También vuelves a errar cuando dices que no es probado que estos jóvenes «agrediesen a nadie».
    Veras, yo he leído el comentario de Sevach (muy acertado y ponderado como todos los que viene firmando) y dice cosas como esta: «momento en que el conductor le propina un cabezazo en la cara al Agente»…»propina una patada en la cabeza a un agente»…»le propina una patada en los testículos al agente»…

    5º.- Recordarte que he formulado unas preguntas muy claras y concisas que no han tenido respuesta, pero en todo caso no te esfuerces en contestar y espero que cuando afirmas que te reiteras en todo no incluyas tu desafortunada comparación con Guantánamo. Léete alguno de los últimos informes de Amnistía Internacional y conocerás algo de esa triste realidad, que sobrepasa con creces lo de «tener media hora con las manos en la cabeza».

    6º.- Por ultimo, debes actualizar el concepto de policía ya que cualquier referencia a términos como «proletariado» o «bloque soviético» (sin despreciar las ventajas que ha supuesto para la sociedad) nos suenan un poco «carca» a quienes estamos en ese grupo de edad antropológicamente juvenil.
    Para adentrarse a valorar este término de una forma medianamente rigurosa, recuerda que el concepto de policía es, como tantos otros, radicalmente proteico: variable en el tiempo y el espacio.
    Como sabes durante muchos siglos «politia» y «respublica» son términos equivalentes. Si es cierto que el Monarca utilizo descaradamente en su beneficio contra los derechos y privilegios individuales de procedencia feudal, pero ahora, por suerte, estamos en otra fase.
    Si te interesa ahondar te recomiendo a los clásicos, pues ya Platón o su discípulo Aristóteles consideraban a la Policía como el buen orden, el gobierno de la ciudad, el sostén de la vida del pueblo, el primero y el mas grande de los bienes… este término comprende lo que puede contribuir a la felicidad de los ciudadanos y principalmente a la conservación del orden y de la disciplina…

    Un saludo respetuoso.

  8. peterlove

    Vaya, rasec, sigues en tus trece. Es una pena que el que yo no dé permiso para castellanizar mi nombre se tome como un acto de agresión.

    Ánimo y sigue integrado en el sistema. Cada uno elige su camino… y gracias por tergiversar mis afirmaciones, ponen a cada uno en su sitio.

    A las tuyas no respondo porque cada uno tiene muy claro su punto de vista. Ahora sólo falta que te dignes a comentar la actuación policial…

    PD: «5º.- Todo cuerpo armado, históricamente, ha demostrado ser el brazo represor de la clase dominante (ya sea esta la burguesía en la sociedad occidental o el ploretariado -al menos, en teoría- en el antiguo bloque soviético), y como tal se configura, una estructura que consolida y manteniene un orden socio-económico dado.»

Gracias por comentar con el fin de mejorar

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