Está en el candelero la cuestión de la renovación del Consejo General del Poder Judicial y con telón de fondo de la división de poderes. Por encima de la tensión política, causa hartazgo la situación pues hay muchísimo en juego, así que esperamos altura de miras en gobierno y oposición. De hecho, intuyo que el asunto será resuelto próximamente con fontanería política a espaldas de todos y algo me dice, que el poder judicial, como «no parte ni reparte, se llevará la peor parte».
Para no aburrir en este incómodo asunto, al ser hoy día festivo en Asturias, me ha parecido oportuno ofrecer un sencillito truco de magia ilustrativo de lo que sucede en la práctica con Montesquieu. A ver si consigo hacer brotar una sonrisa o sorpresa, que nunca viene mal en tiempos de turbulencia jurídica.
En fin, mañana volveré al tono académico, pero si alguien está de holganza y quiere asomarse a mis adaptaciones mágicas al derecho, aquí están.
Buen día y buena fiesta, para quien la tenga.
Buena fiesta!!
No es baladí la cuestión. Con tanto político en ciernes de sentarse en el banquillo, es lógico que les preocupe la composición del Órgano director de los jueces.
Manel Pérez
Estimado José Ramón: ¡Feliz día de Asturias… y de EXTREMADURA también!!!!
En cuanto a la división de poderes (al menos en las altas instancias del poder)… mejor lo dejamos para otro día…
Igualmente, amigo👍🎼
Magnífico homenaje a Lavand! gracias