El pistoletazo de salida en la reforma de la justicia española se ha dado. El pasado 1 de Mayo se publicó el acuerdo del Consejo de Ministros de 24 de Abril de 2009 por el que se dispone la creación de una Comisión Institucional para la determinación, estudio y propuesta de los elementos esenciales de la nueva Ley de Planta y Demarcación Judicial.
1. Se trata, como el propio preámbulo de la Resolución confiesa, de adaptar una estructura y distribución de jueces pensada para hace dos décadas (1988), en función de los entonces 39 millones de habitantes hacia la actual de 46 millones, y de acomodar el reparto de asuntos a los nuevos tipos de juzgados que desde 1998 han irrumpido en el escenario judicial (contencioso-administrativo, mercantil, civil y violencia doméstica). En el plano práctico Sevach añadiría que las coordenadas socieconómicas y tecnológicas actuales nada tienen que ver con las que gestaron la Planta Judicial actual que está al borde de la “jubilación por incapacitación”.
2. La Comisión está integrada por magníficos juristas ( u operadores jurídicos, como se dice con cursilería). Sevach no tiene dudas de que cuentan con experiencia para saber lo que necesita la justicia.
Así, está compuesta por el Secretario de Estado de Justicia y por:
– Sra. D.ª Silvia Barona Vilar (Catedrática de Derecho Procesal).
– Sr. D. José Luis Bueren Roncero (Fiscal de Sala del Tribunal Supremo).
– Sr. D. Landelino Lavilla Alsina (Consejero Permanente del Consejo de Estado).
– Sr. D. Fernando Ledesma Barret (Magistrado del Tribunal Supremo).
– Sr. D. Augusto Méndez de Lugo y López de Ayala (1945, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía).
– Sra. D.ª Victoria Ortega Benito (Abogada, Decana del Colegio de Abogados de Cantabria, profesora de Derecho Procesal).
-Sra. D.ª Herminia Palencia Guerra (Secretaria de Justicia, del Tribunal Constitucional).
– Sr. D. Juan Antonio Xiol Ríos (Magistrado del Tribunal Supremo).
3. Las posibles dudas o handicaps para su labor vendrán dadas:
A) En primer lugar, porque se trata de una Junta de Jefes del Estado Mayor Judicial, y no estaría de más la presencia de algún soldado raso (titular de un Juzgado), o algún veterano con heridas de guerra (magistrado en excedencia y ejerciendo la abogacía) e incluso de un civil (Presidente de Asociación de Usuarios o Consumidores, ya que la justicia es un servicio público).
B) En segundo lugar, porque si bien se busca una presencia de todos los llamados “operadores jurídicos” implicados (abogados, jueces, secretarios judiciales, fiscales, Catedráticos de Derecho,etc), no están presentes juristas especializados en todas y cada una de las disciplinas jurídicas básicas (civil, mercantil,penal,laboral y contencioso-administrativa), y aunque la Comisión contará con asesores, la historia de las reformas de la Administración española ha sido aquello de “sale en la foto, quien tiene voz y voto”.
C) En tercer lugar, porque será capital el marco de decisión que se les otorgue. Si de entrada, se da la directriz a la Comisión de que los recursos humanos son los que son y que no pueden ampliarse porque el presupuesto es limitado, y se les dice que hay determinados órganos judiciales o procedimientos “intocables” por razones políticas, pues estamos ante una Comisión “burbuja”. Flota en apariencia pero estalla en cuanto la pinchas.
4. Esperemos (aplicando un símil de la Justicia como Biblioteca) que el resultado no sea solamente un cambio de orden de los “libros” dentro de las estanterías de la biblioteca (ordenándolos por tamaño o peso) sino una labor seria y realista, de ampliación del fondo bibliotecario (incorporar nuevos libros pues hay muchísimos mas lectores) de depuración de la biblioteca (suprimir libros obsoletos) y de diseño de nuevos requisitos de acceso y consulta a la biblioteca (simplificar procedimientos, fijar tasas o costas,etc).
5. Lo que no parece de recibo es que un juez de lo contencioso, por ejemplo, tenga la mesa del despacho de un día cualquiera, como se ofrece en la fotografía real que fue tomada hace una semana. Por acudir al símil de la sanidad, un médico con enfermos que se agolpan o un médico que no duerme, o un médico que se ocupa de poner miles de tiritas con poca cirugía, es un médico insatisfecho ( y él sabe las razones) pero también los pacientes quedarán insatisfechos ( pero posiblemente no saben las razones, pues se resignan a un sistema lento y formalista).
En particular sobre la jurisdicción contencioso-administrativa ya Sevach realizó su aportación, al comentar las raíces del problema y posibles soluciones bajo títulos harto significativos
– ¿Resistirán los jueces de lo contencioso-administrativo a la kriptonita?. Uno.
– El via-crucis de los juzgados de lo contencioso. Dos.
– De recetas contra el colapso judicial contencioso. Tres.
6. En fin, sobre la labor de la Comisión, sólo cabe desearle suerte, en todo caso no perder de vista el consejo de G.K. Chesterton: «Cuando una cosa merece la pena, incluso merece la pena hacerla mal..«
Pienso que la media de edad de esa Comisión para «renovar» la planta judicial ronda la jubilación. Curiosa paradoja.
Amigo Sevach, como siempre muy ilustrativo tu post (pues te confieso que esa disposición en concreto me había pasado desapercibida en mi lectura del boe) y estoy de acuerdo con tu post.
Personalmente, y aunque sea políticamente incorrecta, creo que los juzgados denominados «de violencia doméstica» deberían desaparecer, pues su creación es artificial y artificiosa y, en mi opinión (falible, por supuesto, y que como siempre someto a mejor consideración) tiene el mismo sentido que si el legislador creara, por poner un ejemplo juzgados «de maltrado infantil».
No obstante, y respecto al resto de juzgados (por ejemplo, el contencioso-administrativo, los mercantiles y los sociales) creo que debiera potenciarse y ampliarse la figura del magistrado especialista. Uno de los logros de la benemérita ley de 1956 fue precisamente la creación del magistrado especialista, que tan buenos resultados dio en el orden contencioso. Sin embargo, conozco personalmente muchos casos de jueces que solicitan un juzgado de lo contencioso o uno social no por vocación, sino como una «huida» de juzgados de primera instancia y, sobre todo, de instrucción. Además, una curiosísima anécdota: hace relativamente poco tiempo, en los momentos previos a la celebración del acto de un juicio civil, que presidía un juez que acababa de aprobar las oposiciones y se encontraba de prácticas, debatimos precisamente sobre este tema y cuando le pregunté cuántos de los trescientos y pico temas de que consta la oposición a judicatura se dedican al derecho administrativo (podría haberle preguntado sobre el laboral, pero ésta es una rama por la que sinceramente no tengo mucha simpatía) me dijo que eran tan pocos que ni tan siquiera sabía el número concreto, pero que de cualquier forma no llegaban ni siquiera al diez por ciento del temario, hecho ya de por sí significativo. Lo mismo podría predicarse de la rama laboral.
Aunque no conozco el funcionamiento interno ni los entresijos que tienen lugar en el seno de un juzgado, y únicamente tengo de los mismos una visión externa y, por tanto, parcial e incompleta, lo que me impide dar una opinión sobre el particular. Por ello sí que creo, como bien dices, amigo Sevach, que se echan en falta algunos de los profesionales del mundo jurídico que quizá pudieran ilustrar con su experiencia a la Comisión y dar una visión más certera del problema.
Como siempre, un saludo muy cordial.
Discrepo : no creo que se les haya pasado dotar a la Comisión de una perspectiva real de la justicia , mas bien parece que la omisión en la comisión de determinadas realidades es bienintencionada , ojos que no ven … . Así cumplirán su encomiable misión , harán lo que puedan ; en este punto , por poco que sea ,será bastante – ya se sabe que la cosa está mal y que no hay presupuesto , ¿ o sí ?- ; luego, dentro de 20 años y medio que busquen a los responsables o , mejor , que nombren otra Comisión .
Saludos.
Vayamos por partes, la Comisión como bien señalas Sevach, de notables – o quiza de «apto cum laude», pero como tambien señalas, que hay de la tropa o calderilla. Para pensar no hace falta tener titulos, ni siquiera honorificos. solo masa gris. Mas participación y por ende mas imaginación por parte de los que designan a la Comisión.
A por otra, la Administración de Justicia, es un servicio publico, como la AEAT, pregunto: ¿ Es el Director de la Agencia el que comprueba mis declaraciones de Renta? ¿ el que resuelve mis recursos ? ¿ El que sigue la via de apremio ? El juez debe ser la cabeza pensante que establece las pautas de actuación para resolver los casos – muchos de ellos identicos – pero no lo vendria nada mal una Corte de acólitos (técnicos)que le auxiliaran en la cotidiana tarea de resolver simplezas.
A la Administración Pública en general : respete el principio de legalidad y utilice los letrados pagados con fondos públicos para sus conveniencias. Si no le gusta la Ley, como decia Groucho Marx (el que escribio El Capital) tengo otra, cambiela. Pero mientras exista cumplala.
Al legislativo: (o mejor a los Legislativos) menos normas y mas cumplimiento de las misma, menos discrecionalidad y mas concreción en los textos jurídicos.
Todo eso está muy bien. Es la teoria del funcionamiento de un Juzgado. Ahora bien, espero que todo esto se haga partiendo de la realidad de que es el Juez quien realiza lo que se le computa como módulo y no como se hizo hace años, una barbaridad, porque contaban lo que hacían funcionarios, a los que luego no se les reconocía, sin estar presentes los Jueces y se lo achacaban a éste como si pudiera tuviera el don de la ubicuidad y pudiera estar celebrando juicios, recibiendo declaraciones a las partes y, claro está resolviendo recursos y acordando todo tipo de resoluciones al mismo tiempo.
Está claro que como está ahora no está ni medio bien, así que concedámosles un voto de confianza y a ver qué sale.
Un saludo
No dudo que tal comisión elaborará un docto y sesudo dictamen basado en prolijos datos de todo tipo, pero… ¿servirá para algo cuando algún influyente político se empeñe en que su pueblo tienen que ser por narices cabeza de un partido judicial o tener un determinado número de órganos judiciales?
No me resisto a hacer un comentario sobre la imagen que encabeza el artículo. Sospecho que, a diferencia de lo que ocurre en cualquier otra oficina pública, en los juzgados y tribunales españoles son casi desconocidas las carpetas colgantes, que se pueden adaptar a un carrito que se pone junto a la mesa de trabajo para mayor comodidad, o en cualquier esquina del despacho; si se va a tardar un cierto tiempo en usar el expediente, también se puede colgar en una estantería de la misma oficina.
Este despacho está aceptablemente ordenado, pero en las imágenes escandalosas que publican los medios, siempre me sorprende la poca atención que se presta a las cuestiones de orden en la oficina, la escasa o nula presencia de las carpetas colgantes, siendo frecuente la presencia de esas torres de expedientes en los estantes o mesas; o de estanterías poco aprovechadas, con mucho «aire» y expedientes tumbados como si estuviesen expuestos, o montados unos sobre otros.
Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio.
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