La candidatura de Brad Pitt para Presidente de la Comunidad Autónoma

Los asturianos somos una tribu orgullosa, sociable, optimista e imaginativa, y visto el panorama de crisis económica y la sensibilidad de los políticos de todo color ideológico que nos han tocado en suerte ( ¿o desgracia?) parece que a la hora de gobernar la cosa pública sobran buenos gestores y hay que optar por el puro icono mediático evitando intermediarios de Alcaldes, Consejeros, Presidentes y otros cargos rimbombantes.

Todos recordamos con alborozo la pasada visita de Woody Allen que sembró de gozo a la ciudadanía y dejó la perla de una brillante frase sobre la ciudad de Oviedo como «cuento de hadas» que mereció estatua en lugar céntrico. Sin embargo, la noticiosa visita a título particular del gran actor Brad Pitt a Asturias (visita de obras de construcción del Centro Niemeyer en Avilés) de finales de Agosto de 2009 ha provocado un auténtico zafarrancho en el sector público regional que roza lo bochornoso pero que provoca curiosas reflexiones sobre el perfil de los cargos públicos.

1. Veamos el episodio como una película de los hermanos Marx, y hagan ustedes el esfuerzo de ponerle a las siguientes líneas la velocidad de aquéllas películas en blanco y negro de Charlot.

– Se tiene noticia de la pretensión de aterrizaje del avión privado de Brad Pitt en Asturias.

– El Presidente del Principado deja sus vacaciones, cancela sus compromisos, y corre en pos de recibir al actor.

– Los Consejeros autonómicos, enterados del evento, y numerosos Directores Generales (algunos en activo y otros de vacaciones) bombardean telefónicamente al Jefe del Gabinete de Presidencia para que les haga un huequecito desde el que puedan ver al actor.

– Algunos Alcaldes, a través de sus Concejales y jefes de gabinete, intentan hacer valer su preferencia para acudir discretamente al acto de recepción del actor. Tampoco faltan parlamentarios autonómicos que salen del bostezo estival para reclamar su cuota.

– No faltan algunos prebostes de sindicatos y asociaciones de empresarios, y alguna autoridad académica universitaria despistada que, enterados del suceso, buscan su espacio representativo.

– Los teléfonos queman en el triángulo amoroso: representante de Brad Pitt, protocolo municipal, gabinete de Presidencia, todo para hallar respuesta a estas preguntas; ¿qué plan tiene?,¿dónde comerá?,¿quién pagará?,¿quien esperará a quién?, ¿que regalito le dará cada uno?, ¿habla castellano?, ¿ puede tomar sidra o es de la Cienciología?,¿ Y carne a la parrilla o es vegetariano?,¿ puede firmar autógrafos?, etc.

2. La enloquecida espiral protocolaria es frenada de un plumazo por la asistente del actor Brad Pitt quien resulta inmune a presiones, aunque finalmente le explican que el Presidente de la Comunidad de Asturias es el equivalente a su colega Arnold Schwarzenegger como Gobernador del Estado de California.

Sin embargo, la asistente muy hábilmente precisa que la presencia del actor es privada, viene a lo que viene, que no desea conflicto con las autoridades locales, y que en ningún caso efectuará declaración alguna que pueda utilizarse políticamente, que pueda comprometer la imagen del actor o hacer quebrar sus contratos mercantiles de difusión de imagen.

3. Bajo tales estipulaciones verbales, el resultado en los medios de comunicación resulta de lo más chusco. Se consigue una «foto de familia» en que puede verse al actor flanqueado por varias personas, con una sonrisa de circunstancias ( quiero-irme-ya) mientras unos personajes posan soñando con contar a sus amistades cuando dejen sus cargos (Presidente, Concejales, etc) que jurarán que esa foto no está retocada por el Photoshop.

Por otra parte, dado que el actor es listo y sabe que sus opiniones valen dinero según el contexto, no dice nada de nada: es un actor y sabe hacer el papel de mudo mejor que nadie. Ahí entra la habilidad del político, el Presidente de la Comunidad Autónoma habla por él, cuál artista con muñeco de ventrilocuo y afirma que » está entusiasmado» ( o sea impresión subjetiva ante la cara de póker de Brad Pitt). Dado que nada dice Brad, hay silencio administrativo positivo y parece que tiene una opinión positiva de Asturias.

Y como beber hay que beber, se consigue que el actor contemple como se escancia sidra, aunque toda la habilidad de nuestros políticos es incapaz de conseguir esa ansiada foto de Brad Pitt con el vaso de sidra y no digamos intentando escanciar, pese a que tal imagen superaría en rentabilidad la campaña actual de promover Asturias con los costosos derechos de imagen del Oso Yogui y Bubú que ya fue comentada en un post anterior.

4. Sin embargo, para Sevach lo mas importante en unas autoridades públicas que ostentan un cargo y jadean por salir en una foto con un personaje célebre ajeno a la política, es que al menos, hagan los deberes y expliquen en la rueda de prensa algo que sirva de justificación de tal servidumbre o de ejemplo para la ciudadanía. Y ahí, el Presidente autonómico o el Concejal de turno tenían que haber explicado que Brad Pitt no sólo es un actor sino que es un grandísimo benefactor desinteresado. Que junto a su esposa creó la Fundación Jolie/Pitt que donó un millón de dólares para Médicos Sin Fronteras así como para Acción Global para los Niños, que aportó cinco millones de dólares para la construcción de viviendas para necesitados tras el huracán Katrina; que aportó un millón de dólares para un Centro de lucha contra el cáncer de su Estado natal; que ha colaborado en proyectos de publicidad de cosméticos con la condición de que todo el beneficio fuese destinado a financiar campañas de proteger el medio ambiente, que ha participado en campañas para promover el desarrollo de la India, etc; por ello, Brad Pitt y su esposa Jolie han sido reconocidos como los más dadivosos de Hollywood. En suma, que en los tiempos de egoísmo que vivimos, con plagas del siglo XXI (pandemias, crisis económicas globales, individualismo exacerbado, etc) los ejemplos de generosidad deben ser propagados, y en el caso de Brad Pitt podrá decirse que es generoso quien puede, pero lo cierto es que nadie le obliga a ello.

Por ello, no es extraño que un Catedrático de la Universidad de Luisana promoviera una campaña para que Brad Pitt fuese Alcalde de la ciudad (sin el consentimiento del propio Brad).

Sin embargo, las autoridades públicas asturianas (locales y autonómicas) simplemente parecen entender que Brad Pitt «hace películas bonitas», expresión que dicen fue empleada por cierta autoridad como prueba de ingenio y loa hacia el actor, olvidando que la modestia del propio actor le impide hablar de sus magnas obras.

Y por ello, siendo un personaje con carisma y además bondadoso ( y con dinero, lo que disipa el afán de enriquecimiento a costa del contribuyente), es por lo que Sevach considera que no sería mal Presidente autonómico el insigne Brad Pitt.

Al fin y al cabo, sólo habría que modificar la Ley electoral y cuatro o cinco normas más, lo que no parece descabellado si tenemos en cuenta que los políticos catalanes tienen la intención de proponer modificar la Constitución si la sentencia sobre la constitucionalidad del Estatuto resulta desfavorable.

Y es que todo político tiene dentro un actor que, como tal, dice cosas diferentes a las que piensa según el guión asignado, así que bueno será descubrir en un gran actor al político que tiene dentro.

5. Para finalizar y dar una nota graciosa al asunto, propongo un acertijo si se examina esta imagen con atención:

Observaciones:
– El personaje que asoma por la izquierda con sonrisa traviesa..¿es el gato de Cheshire de Alica en el País de las Maravillas?

– El personaje que extiende su mano acaso no nos recuerda a un vendedor de Enciclopedias cuando abre la puerta un estupefacto cliente?.

– El personaje (Brad Pitt) al que se le extiende la mano muestra un extraño rictus en el rostro… alegría, sorpresa…o algo así como ¿quién es este tío?

– Y el jovencito de mirada hipnótica que está en el centro de la foto…¿será el mago David Copperfield orgulloso de haber conseguido tal encuentro entre estrellas?.

Las respuestas no están en el viento (Bob Dylan non dixit).