Crónicas administrativistas De Jueces y la Justicia

El premio jurídico que nunca existió

Hoy traigo dos noticias, una buena y una mala . La buena es que todos, y digo todos, mis amigos Jueces, Abogados del Estado y Secretarios judiciales  han recibido la Gran Cruz de San raimundo de Peñafort, y así lo refleja literalmente el BOE. La mala noticia es que la dicha dura poco pues el BOE de 6/12/11  publica la siguiente correccion de errores.
Advertidos errores en el Real Decreto 1746/2011, de 25 de noviembre, por el que se concede la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort a la Carrera Judicial y al Tribunal Constitucional, publicado en el «Boletín Oficial del Estado» número 287, de 29 de noviembre de 2011, se procede a efectuar las oportunas rectificaciones:
En el título, donde dice: «a los Jueces y Magistrados integrantes del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional», debe decir: «a la Carrera Judicial y al Tribunal Constitucional». En el párrafo segundo, donde dice: «Vengo en conceder a los Jueces y Magistrados integrantes del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional (…)», debe decir: «Vengo en conceder a la Carrera Judicial y al Tribunal Constitucional (…)».

E idéntica corrección publica el BOE aunque referida a que tal galardón se otorga al Cuerpo de Abogados de Estado ( y no a los Abogados del Estado) y al Cuerpo de Secretarios Judiciales ( y no a los Secretarios Judiciales). O sea, la corrección de «horrores» lleva a aclarar que no se premia a las «personas» sino a los «cuerpos» ( pero no a los «cuerpos físicos»,  lo que  humanizaría a la justicia, sino a los «cuerpos virtuales» o agrupaciones de funcionarios).

Así que, visto lo visto, como se consolaba Job: El señor me lo dio, el señor me lo quitó, alabado sea el señor.

1. Lo cierto es que la Gran Cruz de Raimundo de Peñafort, como otros galardones que el Estado otorga cumplen una doble función, de reconocimiento de una actividad meritoria, y de estímulo al común de los mortales. De ahí, que provoca en Sevach cierta perplejidad que tan prestigiosa Cruz ( conocida coloquialmente como «la Raimunda») se otorgue a un «cuerpo» y no a una persona singular, y además a «todos los cuerpos» que tocan las teclas de la justicia ( jueces, abogados del Estado, secretarios y funcionarios de la Administración de Justicia, además de concederse al cuerpo nacional de policía y a la guardia civil). La justificación del premio es noble y se centra en la: «defensa de los derechos y libertades frente a la violencia terrorista», aunque el resultado tiene tintes ridículos, tanto por lo que incluye, como por lo que excluye.

Por lo que incluye, ya que es incongruente premiar a todos los cuerpos justiciales y policiales, al margen del papel de unos u otros, y dentro de cada cuerpo, ya que es evidente que la inmensa mayoría de los pertenecientes a tales agrupaciones funcionariales son ajenos a esa actividad de defensa contra el terrorismo, ej. jueces laborales, secretarios judiciales del orden mercantil, abogados del Estado en excedencia, fiscales para defensa de menores, guardias civiles del Seprona, etc. 

Y por lo que excluye, porque hay funcionarios de cuerpos que seguramente han prestado valioso apoyo a la causa de lucha contra el terrorismo, ej. abogados del orden penal en el país vasco, médicos que han atendido víctimas del terrorismo, notificadores o funcionarios del Ministerio del Interior,etc.  

2.  Aparte de la dificultad física para que un «cuerpo virtual» lleve un distintivo y lo exhiba, se produce una desnaturalización del galardón. Veamoslo con una  fábula. Sería  algo así como si el Director del Zoológico otorgase un premio anual, llamado la Gran Cruz de Tarzán Domador, a los animales salvajes que demostrasen un mérito especial en cuanto a limpieza de su jaula y mansedumbre con los visitantes. El primer año se lo otorgó a Tantor el elefante porque jugaba con los niños y con su trompa limpiaba a chorros de agua la jaula. El segundo año se le concedió a Chita la mona porque imitaba a los visitantes y ordenaba la jaula. El problema vino cuando el Director del Zoo la concedió, no a los animales concretos, sino a «los felinos, los simios, las aves, los reptiles… y todas las especies animales que se exhiben en el Zoo». Ni que decir tiene que el galardón descendió en su cotización animal y estímulo.

Moraleja: «Lo que a todos se da, nadie lo percibe como propio»

0 comments on “El premio jurídico que nunca existió

  1. Panóptico

    En efecto SEVACH, al leer ayer el BOE me di cuenta del «cambiazo».

    Por lo menos en mi sede judicial, ahora están que trinan los Magistrados Suplentes y Jueces Sustitutos a los que conforme al art. 200 punto 2 de la LOPJ «actuaran como miembros de la Sala en que sean llamados a formar con los mismos derechos y deberes que los Magistrados titulares», por lo que al no pertenecer a la carrera judicial resulta que pese a realizar el 35% del trabajo normal habitual, no se ven recompensados con esta «gracia» colectiva.

    Los miembros de la carrera judicial «jubilados por edad» los EMERITOS, que por «sentencia» se han prorrogado la edad de jubilación, pese a la oposición del CGPJ, no sabemos si entraran a forma parte de la «gracia del Ministro
    de Justicia» pero a estos les afecta menos, porque presumiblemente todos la tengan con carácter individual.

    En la vida militar, dicen los Baremos de puntuación de meritos, que las «Medallas Colectivas» no cuentan por lo
    que desde hace tiempo «no se tienen en cuenta» salvo el valor testimonial del reconocimiento a una Unidad o
    Base concreta, por parte del Ministro de turno «agradecido por los servicios que se le han prestado» lo cual se
    traduce en que durante su mandato, no le han provocado ninguna «sorpresa especial o escándalo noticiable».

  2. Pues si que hay cuerpos que portan medallas colectivas con la debida autorizacion de sus jefes.

  3. Rafael Romero

    Sandez, cuya única función será la de contribuir a desvalorar un, hasta ahora, prestigioso galardón.

    • Enrique

      Para Gran Cruz lo que tenemos todos los contribuyentes con nuestros gobernantes; y la población de algunos ayuntamientos con mérito especial.

      Un saludo.

  4. Antón

    Y una vez más, a los funcionarios, que «somos» los curritos, se nos despacha con una simple reseña. Se molestán en nombrar uno por uno a la carrera judicial, cuerpo de secretarios, cuerpo de abogados del estado, guardia civil….Pero claro, estaban ya cansados de tanta enumeración que les costaba mucho poner cuerpo de gestores, cuerpo de tramitadores y cuerpo de auxilio judicial…

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