Luchas, triunfos y homenajes del Derecho Público

Enrique Rivero Ysern, in memoriam

Tuve la fortuna de conocer a Enrique Rivero cuando hace treinta años me nombraron letrado jefe de los servicios jurídicos de la Universidad de Salamanca; el entonces Rector de la Universidad de Salamanca, Julio Fermoso, me lo presentó con la ceremonia que se reserva a las grandes cabezas académicas, aunque ya tenía feliz noticia de su granjeado respeto y autoridad como catedrático de derecho administrativo.

Desde el primer momento con sonrisa clara, ojos vivos y mano tendida, me manifestó su total disposición y colaboración en mi labor con la Universidad salmantina, aunque ciertamente no tuvimos relación en el plano académico pues yo contaba con mis raíces en la Universidad de Oviedo y seguía otros derroteros profesionales.

Sin embargo, tuve ocasión de aprender de sus enriquecedores trabajos, que no dejaban indiferente al lector. Me atrevo a constatar su preocupación por temas tan terrenales y sensibles como son los derechos de los ciudadanos, la responsabilidad de la administración y la justicia administrativa; también es destacable la seña de identidad de sus artículos aliñados con el dominio del derecho administrativo clásico, especialmente del francés; o su frecuente recurso al sugerente rótulo de modestas “reflexiones” para cargar sus artículos de sana voluntad crítica para mejorar la buena técnica jurídica y garantías ciudadanas.

Me consta su magisterio, respeto y afecto de los discípulos de la escuela que fundó en la Universidad de Salamanca, entre los que se encuentra su hijo, Ricardo Rivero Ortega, actualmente respetado y fecundo catedrático de la disciplina.

Sus colegas y discípulos le dedicaron en su honor, “El nuevo Derecho Administrativo: liber amicorum Enrique Rivero Ysern”, publicado a modo de testimonio de admiración y gratitud, en línea con la sabia costumbre académica de prestar homenaje a quien deja huella.

Junto al Enrique investigador, debemos destacar la faceta del Enrique abogado, hábil estratega y luchador infatigable en defensa de sus clientes. Es más, tras su jubilación en el año 2012, me consta que, pese al menoscabo de su salud, siguió colaborando y participando con la energía y claridad de miras que le caracterizaban.

Tristemente, este 27 de noviembre de 2021, Enrique ha seguido la estela de la reciente desaparición de su maestro, Manuel Clavero Arévalo. Posiblemente ambos harán balance de lo mucho bueno que dejaron, aunque a la vista de cómo está el mundo, ambos coincidirán en que queda mucho por hacer.

Descanse en paz, con mi mejor abrazo de ánimo para sus cuatro hijos.

5 comments on “Enrique Rivero Ysern, in memoriam

  1. juan perez periañez

    DEP

  2. Emilio Lorido González

    Descanse en Paz D. Ricardo Rivera Isern
    Acompaño en el sentimiento a su familia y a su hijo, también Catedrático y Rector de la Universidad de Salamanca, D. Ricardo Rivero Ortega, al que tengo el honor de conocer.
    Mi mas sentido pésame.

    Emilio Lorido González, Letrado Jefe Ayuntamiento de Badajoz

  3. Fidel Ramón Casanova Aguirre

    «Es de bien nacidos, ser agradecidos», y aquí, apreciado Sr. Chaves, has cumplido muy dignamente con ese conocido principio, en cuya semblanza del eminente catedrático de Derecho Administrativo, D. Ricardo Rivera Isern, dejas traslucir sinceridad, admiración, y verdadera querencia por el maestro.

    Aunque, naturalmente, según comentas, debió ser un auténtico placer tratar con hombres de semejante talla jurídica y competencial, como humana; y, si me lo permites, nos consta que siempre nos causa más admiración, la altura de virtudes sociales y humanísticas; sobre todo en una era que tan necesitados estamos de personas que portan su mochila, repleta de unos valores, que hoy ciertamente escasean. Y ello hace más fácil redactar con verdadero sentir, sin la más mínima impostura, escritos de tan noble reconocimiento como el tuyo.

    Como sabes, yo no le conocía porque, entre otras cosas, no soy profesional del Derecho; más bien, como ya te comenté en su día, soy un eterno “sufridor” de ciertos profesionales que, al ejercer tan digno privilegio de impartir justicia, no obstante, erraron como personas más que como hombres de leyes; razón por la que ya sabes que te sigo y te leo con interés, desde hace bastantes años, pues ojalá que todos los profesionales de la Justicia, tuvieran tu aguda visión de lo que supone conducirse con ciega equidad y noble olfato, en el loable ejercicio del Derecho. Sin embargo, al leer tus sinceras líneas en memoria de tan ilustre profesional de la ley, me ha conmovido y me ha impulsado a felicitarte por ellas, a la par de aprovechar el momento para dar mi sentido pésame a sus familiares, compañeros, y amigos. Pues cuando alguien de tan altos valores profesionales y humanos nos deja, todos sentimos -o debiéramos sentir- que perdemos una gran y valiosa parcela de nuestra más genuina esencia, como representantes más destacados que somos de este planeta.

    Enhorabuena, y gracias por toda tu excepcional y gran labor de divulgación del sano Derecho.

  4. José Manuel Martínez Fernández

    Tuve el honor de conocerlo cuando fui Secretario del Ayuntamienro de Zamora y él actuaba como abogado del mismo en algunos pleitos. De la descripción física que ha hecho José Ramón, recuerdo también su sonrisa, siempre regaba su trabajo y reuniones con optimismo. Muchos años después también tengo el placer de conocer y colaborar en alguna ocasión con su hijo Ricardo… Descanse en Paz y que la admiración que despertó en vida mantengan viva su memoria y mitiguen un poco el dolor de si familia por la separación definitiva. DEP

  5. Enrique Rivero Ortega

    Gracias por tus palabras José Ramón. Efectivamente, queda mucho por hacer. No será fácil llegar a la altura de esa fértil generación de grandes juristas.

Gracias por comentar con el fin de mejorar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde delaJusticia.com

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo